Cada dos segundos, alguien en algún lado
en el mundo tiene un derrame cerebral.
Y una de cada seis personas tendrá
uno en algún momento de su vida.
Los derrames privan de oxígeno
a las células del cerebro
y son una de las causas
más comunes de muerte
y una causa principal de
la discapacidad prevenible.
Cuando alguien tiene un derrame cerebral,
la atención médica rápida es fundamental,
y a menudo puede ayudar a evitar
daño cerebral permanente.
Pero ¿qué causa los derrames
en primer lugar?
¿Y qué pueden hacer los médicos
para tratarlos?
El cerebro constituye solo el 2 %
de la masa corporal
pero consume más del 20 %
del oxígeno en sangre.
Ese oxígeno llega al cerebro
a través de un sistema de arterias.
Las arterias carótidas suministran
la parte frontal del cerebro,
y las arterias vertebrales
suministran la parte trasera.
Estas están conectadas entre sí,
y se dividen en vasos más y más pequeños
que suministran a miles de millones
de neuronas el oxígeno que necesitan.
Si el flujo de sangre se interrumpe,
se detiene el suministro de oxígeno
y las células cerebrales mueren.
Hay dos formas en que esto puede suceder.
El derrame hemorrágico, cuando la sangre
se filtra por un vaso perforado.
Y el tipo más común,
el derrame isquémico,
cuando un coágulo bloquea un vaso
y detiene el flujo sanguíneo.
¿De dónde vienen estos coágulos?
En raras ocasiones, un cambio repentino
en el ritmo cardíaco
evita que las cámaras superiores
del corazón se contraigan con normalidad.
Esto ralentiza el flujo sanguíneo
y mantiene juntos a plaquetas
factores coagulantes y fibrina.
El coágulo puede desplazarse
hacia las arterias por los vasos
sanguíneos que irrigan el cerebro
hasta llegar a uno
por el que no puedan pasar.
Esto se llama embolia
y corta el suministro de oxígeno
a todas las células aguas abajo.
El cerebro no tiene receptores de dolor
para percibir el bloqueo en sí mismo.
Pero la privación de oxígeno
ralentiza la función cerebral
y puede tener efectos
repentinos y notables.
Por ejemplo, si el área afectada
es responsable del habla,
la persona puede arrastrar las palabras.
Si el derrame afecta una parte del cerebro
que controla el movimiento muscular,
puede causar debilidad,
a menudo solo de un lado del cuerpo.
Cuando esto sucede, el cuerpo
inmediatamente intentará compensar
desviando el flujo sanguíneo
a la zona afectada,
pero esta no es una solución perfecta.
Finalmente, las células privadas
de oxígeno empezarán a morir,
ocasionando un daño cerebral
que puede ser severo o permanente.
Por eso es importante recibir
atención médica lo más rápido posible.
La primera línea de tratamiento
es una medicación intravenosa
llamada activador
del plasminógeno tisular,
que puede romper el coágulo de sangre
y permitir que la sangre fluya de nuevo
en la arteria comprometida.
Si se suministra en unas pocas horas,
este medicamento aumenta en gran medida
la posibilidad de sobrevivir al derrame
y evitar consecuencias permanentes.
Si no se puede suministrar
el activador del plasminógeno tisular
porque el paciente toma
otros medicamentos,
tiene antecedentes de sangrado importante,
o el coágulo es particularmente grande,
los médicos pueden seguir un procedimiento
llamado trombectomía endovascular.
Mediante un tinte fluorescente que
ilumina los vasos sanguíneos con rayos X,
el médico inserta un tubo largo,
fino y flexible llamado catéter
en una arteria en la pierna
y se abre camino hasta el bloqueo.
Se pasa un recuperador por el catéter.
Se estira y captura el coágulo,
tan pronto como se pasa por él.
Luego el catéter empuja al coágulo
una vez eliminado.
Este tratamiento se debe realizar
tan pronto como sea posible
para preservar la función cerebral,
lo que significa notar de inmediato
si alguien tiene un derrame cerebral.
Pero ¿cómo saberlo?
Aquí hay tres pruebas rápidas para hacer:
1. Pídele a la persona que sonría.
Una boca torcida o una cara caída
puede indicar una debilidad muscular.
2. Pídele que levante los brazos.
Si uno cae, eso también es síntoma
de accidente cerebrovascular.
3. Pídele que repita una palabra o frase.
Si arrastra las palabras o suena extraño,
podría indicar que esa área
del cerebro carece de oxígeno.
A veces, esto se llama prueba FAST,
y la T significa tiempo.
Si notas alguno de esos síntomas,
llama de inmediato para pedir ayuda.
La vida puede depender de eso.