Tuve un perro negro
su nombre era Depresión.
Siempre que aparecia el perro negro
Me sentia vacio, y la vida
parecia desacelerarse.
El me sorprendería con una visita
sin motivo ni ocasion.
El perro negro me hacia parecer
y sentirme mayor de lo que era.
Mientras el resto del mundo
parecia disfrutar la vida
yo solo podía verla a través del perro negro.
Las actividades que antes disfrutaba
de repente dejaron de hacerlo.
Le gustaba RUINme el apetito.
El me masticó la memoria
y mi habilidad de concentrarme.
Hacer algo o ir a algún lado
con el perro negro requería
una fuerza súper-humana.
En las ocasiones sociales, él olía
cualquier confianza que tenia,
y perseguirla hasta que se fuera.
Mi mayor temor era ser descubierto.
Me preocupaba de que la gente me juzgaría.
Debido a la desgracia y el estigma del perro negro,
me preocupaba constantemente
que me descubrirían.
Entonces yo invertía enormes cantidades
de energía para mantenerlo guardado.
Mantener una mentira emocional me agotaba.
El perro negro podia hacerme pensar
y decir cosas negativas.
Me podía hacer irritable y difícil
de soportar. El me quitaba del amor
y me enterraba la intimidad.