A principios de 1750,
un hombre de 22 años
llamado Benjamín Banneker
se sentó con el afano de tallar
dentadas y engranajes de madera.
Juntó todas las partes
para crear el interior complejo
de un reloj de cuerda
que, ojalá, sonará cada hora.
Lo único que tenía para inspirarse
era su reloj de bolsillo
y sus propios calculos
y aun así su cuidadoso ingenio funcionó.
Relojes a cuerda ya habían sido
creados hacía cientos de años,
pero el de Banneker podría
haber sido el primero creado en EE. UU.
y atrajo visitantes fascinados
de todo el país.
Como muestra de su talento
el reloj continuo sonando
el resto de la vida de Banneker.
Nacido en 1731 de esclavos liberados,
en una granja en Baltimore, Maryland.
Desde su niñez,
el joven Banneker se obsesionó
con matemática y ciencia.
Y su apetito por el conocimiento
creció al aprender como autodidacta
astronomía,
matemáticas,
ingeniería
y el estudio del mundo natural.
Durante su adultez, él utilizó la
astronomía para predecir con precisión
eventos lunares y solares,
como el eclipse solar de 1789,
incluso aplicó sus habilidades matemáticas
para planear el uso de la tierra.
Estos talentos llamaron la atención
de un empresario de Baltimore
llamado Andrew Ellicott,
quien también era el
Inspector General de EE. UU.
Al notar los talentos de Banneker en 1791,
Ellicott lo designó como asistente para
trabajar en un prestigioso proyecto nuevo,
planeando el diseño de
la capital de la nación.
Mientras tanto, Banneker cambió
su mente brillante a la agricultura.
Utilizó su experiencia científica para
introducir nuevos métodos agrícolas
en la granja de tabaco de su familia.
Su fascinación por el mundo natural
también condujo a un estudio sobre
el ciclo de vida de la plaga langostas.
Después en 1792, Banneker comenzó
a publicar los almanaques.
Éstos proporcionaron
información anual detallada
sobre los ciclos de la luna y del sol,
las previsiones meteorológicas
y las tablas de tiempo
de siembra y de mareas.
Banneker envió una copia manuscrita
de su primer almanaque
al secretario de Estado de Virginia,
Thomas Jefferson.
Esta fue una década antes de que
Jefferson se convirtiera en presidente.
Banneker incluyó una carta
implorando a Jefferson para que
"abrazara todas las oportunidades
para erradicar
ese tren de ideas y opiniones
absurdas y falsas"
que causaba prejuicio
contra la gente de color.
Jefferson leyó el almanaque y contestó
en alabanza de la obra de Banneker.
La correspondencia de Banneker
con el futuro presidente
es ahora considerada como uno de
los primeros ejemplos documentados
de una carta de protesta por los
derechos civiles en EE. UU.
Por el resto de su vida,
luchó por esta causa,
compartiendo su oposición a la
esclavitud a través de su escritura.
En 1806 a la edad de 75 años,
Banneker murió después de
una vida de estudio y activismo.
El día de su funeral, su casa
se quemó misteriosamente,
y la mayor parte del trabajo de su vida,
incluyendo su reloj impactante,
fue destruido.
Pero aún así, su legado sigue vivo.