Los antibióticos fueron la medicina maravilla del siglo XX. Hoy, sorpresivamente los antibióticos son responsables de extender el promedio de vida humana en casi 10 años. Pero en la actualidad estamos en medio de una crisis global donde los antibióticos están perdiendo su efectividad contra las infecciones. Los titulares, si los pueden ver, son muy alarmantes Las bacterias se están haciendo resistentes rápidamente contra todos los antibióticos que usamos en la actualidad. Ahora para entender la naturaleza de este problema tienen que entender a las bacterias. Vivimos en un mundo lleno de bacterias. Las bacterias están por todos lados. Todo lo que miran, todo lo que tocan, todo lo que ponen en su boca, todo en lo que se sientan está cubierto con millones y millones de bacterias. Son tan pequeñas, que no pueden verlas sin un microscopio. Pero están ahí, y están cabalmente en todos lados. Los pueden encontrar en el fondo de la parte más honda del océano. Los pueden encontrar en la cima de la montaña más alta. Incluso los pueden encontrar en las capas de hielo polar. Pueden vivir en sitios donde no hay luz solar, ni oxígeno ni alimento. Pueden crecer en desechos radioactivos, en sustancias tóxicas y en manantiales de aguas termales. Cuando las bacterias encuentran un sitio donde puede sobrevivir, se multiplican rápidamente en grandes cifras. Ahora, uno de los sitios donde las bacterias gustan alojarse es el cuerpo humano. Un encuesta reciente hecha por microbiólogos identifica más de 10 mil microbios diferentes que habitan en el cuerpo humano. De hecho, Uds. tienen más células bacterianas que células humanas. Y Uds. tienen más genes bacterianos que genes humanos. Así podemos afirmar que cada uno de Uds. en realidad es más bacteria que humano. (Risas) Ahora que hemos establecido que estoy hablando con una sala llena de bacterias, (Risas) adularé a la audiencia ligeramente y les diré que las bacterias son organismos fascinantes. Una de las cosas que las hacen tan fascinantes es su habilidad de compartir genes entre sí. Debo describir esto un poco más, porque aquí yace el meollo de cómo las bacterias se han vuelto resistentes a los antibióticos. Y no tengo filminas así que debo describírselas. Como seguramente saben, Uds. son sus genes. Así, por ejemplo, si alguien es alto o tiene ojos azules es porque tiene genes, que los hacen altos o le da ojos azules. De la misma forma la bacteria que puede vivir en Antártica tiene genes que la hacen resistente al frío. Y la bacteria que no muere por la penicilina, tiene genes que la hacen resistente a la penicilina. Entonces, ¿de dónde vienen estos genes? Bueno, Uds. están familiarizados con los humanos, que nacen con un conjunto de genes, que heredaron de sus padres. Y conservan los mismos genes hasta el día en que mueren. Así, por ejemplo, si nacieron con ojos cafés, aun cuando quieran tener ojos azules, sus ojos permanecerán cafés hasta el día en que mueran. Porque estos son los genes con los que nacieron. Pero esto no es cierto para las bacterias, que tienen el hábito de compartir genes entre sí en algunas formas bastante increíbles. Y una de las formas en que las bacterias comparten genes entre sí, es recolectando genes de sus alrededores. Y a menudo hacen esto después de que uno de sus vecino ha fallecido. Nos referiremos a esta técnica como recolecta funeraria. Bien, la bacteria núm. 1 muere y suelta sus genes en los alrededores, y ahora la bacteria no. 2 recogerá algunos de estos genes y los absorberá. Así ahora la bacteria no. 2 puede hacer algo que anteriormente solo la bacteria no. 1 podía hacer. Esto equivale a que vayan al funeral de alguien que tuvo ojos azules, tomen una parte de su cuerpo del féretro y se lo coman. ¡Y así! También tienen ojos azules. Pero ahora imaginen que en lugar de ojos azules, ahora son resistentes a la tetraciclina. Otra forma en que las bacterias comparten sus genes es mediante los virus. En efecto, las bacterias obtienen su propia versión de la gripe, también. Y existen muchos virus que infectan a las bacterias. A este técnica la llamaremos: pase viral. Un virus infectará a la bacteria no. 1 y tomará algunos de sus genes que luego inyectará a la bacteria no. 2. Ahora la bacteria no. 2 puede hacer algo que anteriormente solo la bacteria no. 1 podía hacer. Así esto es equivalente a contraer gripe de alguien que tiene ojos azules. Después de contraer la gripe, los ojos también se hacen azules, también. Pero ahora imaginen que en lugar de ojos azules, ahora son resistentes a la metaciclina. Y la tercera forma en que las bacterias comparten genes es por vía sexual. Así es, las bacterias también tiene sexo. Y de hecho son bastante promiscuas. Así que nos referiremos a esta técnica como del retozo. (Risas) Así la bacteria no. 1, la donadora construye un puente a la bacteria no. 2, la receptora por el cual se pasan los genes de la donadora a la receptora, mucho como la actividad sexual de la que están familiarizados. Pero al final de esta actividad sexual, la bacteria no. 2 puede ahora hacer algo, que anteriormente solo la bacteria no.1 podía hacer antes del sexo. Esto equivale a tener sexo con alguien de ojos azules y después del sexo, los ojos se hacen azules también. (Risas) Pero ahora imaginen que en lugar de ojos azules, ahora son resistentes a la vancomicina. (Risas) Como ven las bacterias tienen muchas maneras de compartir genes entre ellas. Y con más de 10 mil tipos diferentes de bacterias tan solo en el cuerpo humano, sin mencionar los millones de bacterias en cualquier lugar que miren, esta es una enorme comunidad que está compartiendo genes resistentes a antibióticos entre sí. Así para entender la resistencia antibiótica, necesitan entender cómo funcionan los antibióticos en realidad. De muchas maneras, las bacterias son muy diferentes a los humanos. Lo que esto significa es que tienen muchos componentes que se pueden atacar con sustancias específicas. Por eso los antibióticos son medicinas fantásticas. Porque pueden matar bacteria sin dañar al cuerpo humano al reconocer algo que es muy específico en la bacteria y no en el humano. Funcionan como una llave y un candado, que se encuentran y encajan muy específicamente. lo que conduce a la inactivación de la bacteria. Pero las bacterias han evolucionado un número de maniobras defensivas diferentes que evitan que los antibióticos las maten. Así hablaremos de tres formas en que las bacterias se pueden volver resistentes. A este primera forma la llamaremos "expulsión". El antibiótico se dirige a un blanco específico dentro de la célula bacteriana. Pero tan pronto el antibiótico llegar al interior la bacteria la arroja hacia afuera, evitando que alcance su blanco. Esta es una técnica que la bacteria usa para resistirse a la tetraciclina. Otra forma que llamaremos el "modo sigilo". Aquí el antibiótico reconoce algo específicamente contra la célula bacteriana. Así la bacteria cambia el blanco solo lo suficiente, tal que el antibiótico ya no lo reconoce. El blanco está en modo sigilo. El antibiótico no tiene efecto y la bacteria resiste. Esta es una técnica que la bacteria usa para resistir la estreptomicina. Y la tercera es la que llamaremos "la defensa de misil balístico". La bacteria hace un tipo de arma que va buscando el antibiótico antes de que el antibiótico encuentre su blanco. La bacteria manda ondas de estos misiles que rompen al antibiótico que permiten a la bacteria sobrevivir. Esta es una técnica que las bacterias de hecho usan para resistir la penicilina. Como pueden ver las bacterias tienen muchas formas simples y efectivas de evitar que los antibióticos las maten que incluyen cosas como: expulsiones, modo sigilo y misiles balísticos. Y los genes de estos mecanismos resistentes a antibióticos son compartidos entre las bacterias mediante recolectas funerales, pases virales y retozos. Recuerden entonces los atributos importantes de las bacterias: son pequeñas, se multiplican rápido y comparten genes. Sus cuerpos están totalmente repletos de millones de bacterias buenas, inocentes que no les causan daño alguno, viven dentro de Uds. en una comunidad pacífica y confinada. (Risas) Ahora imaginemos que algunos bichos malos se mudan al vecindario, y empiezan a causar problemas, son detestables, tocan la música muy alto y ensucian el vecindario. Se sienten enfermos, acuden al médico, les dan algunos antibióticos y se los toman. Los antibióticos matan a la mayoría de los bichos malos y también a muchos de los buenos. Ahora se van a sentir mejor, dejan de tomar los antibióticos antes de lo que el médico les recetó. ¿Qué sucede entonces? Bueno, digamos que una de las bacterias buenas, ya era resistente. Entonces cuando la mitad del vecindario muere de este Armagedón antibiótico, se multiplica rápidamente para ocupar todas las casas vacías. Como en cualquier guerra, para ganar, necesitamos desarrollar armas nuevas y más poderosas para pelear y vencer. Y la hora de invertir en nuevos antibióticos es ahora, antes de que se nos quedemos sin armas por completo. Esto debe ser un esfuerzo continuo y sostenido, uno que de verdad considere una carrera armamentista de salud global. Con apoyo financiero se pueden desarrollar continuamente nuevos antibióticos para dispensarlos continuamente al mercado. Como ahora pueden apreciar, es inevitable que al final las bacterias se hagan resistentes al nuevo antibiótico. Pero para entonces, el nuevo antibiótico estará listo. Una reflexión sería que un número de personas en esta sala están aquí solo porque los antibióticos les salvaron sus vidas en algún instante en el pasado. Necesitamos evitar regresar a la era pre-antibiótica en la que las infecciones bacteriales comunes como resultado de una cortada, un rasguño o de un golpe en la garganta, podían a veces ser una sentencia de muerte. De esta manera, con nuevos antibióticos, podemos mantener una ventaja contra el aumento de los superbichos. Gracias. (Aplausos)