¿"Así son los chicos", no?
Eso es lo que dicen.
Funciona como una especie de pase gratis
en cualquier situación.
Cuando estás en el supermercado
y ves a un niño furioso,
teniendo un berrinche,
miras a los padres, sonríes
y dices "así son los chicos".
Cuando dos niños pelean
en el parque de juegos
y uno de ellos golpea al otro
en la cara y le deja un ojo morado,
lo regañamos, pero ya saben,
así son los chicos.
Cuando los universitarios
llegan tarde y borrachos a casa
y despiertan a todos,
es molesto, pero no nos sorprende
porque, así son los chicos.
¿Pero qué queremos decir con eso?
Cuando me enteré
de que daría esta charla
decidí que una de las cosas
más importantes que podía hacer
era irme a casa e investigar un poco.
Así que le hablé a mi padre.
Este es mi padre.
Le pregunté qué pensaba
sobre la masculinidad,
le pregunté sobre su experiencia
siendo un hombre,
le pregunté cómo era criar a un hijo,
y le pregunté si había temas
de los que los hombres
necesitan hablar hoy en día.
Y lo que mi padre me dijo
probablemente nunca lo olvidaré.
Él me dijo...
que fuera y le preguntara a mi tío.
(Risas)
Así que fui y le pregunté a mi tío,
y mi tío me aconsejó muy bien.
Me dijo que fuera
y le preguntara a mi primo.
Así que le pregunté a mi primo
y se libró de mí llevándome
con su hermano.
Digo esto para explicar que los hombres
en general no son buenos para hablar,
aún más cuando se trata
de masculinidad.
El trabajo que hago
con Good Lad Initiative
es básicamente eso,
hablar sobre la masculinidad.
Trabajamos en escuelas con
chicos entre 11 y 18 años,
hablando sobre la masculinidad
y la igualdad de género
e incluyéndolos en las conversaciones.
Una de mis actividades
favoritas en estos talleres
es la "carrera de palabras".
En esta actividad dividimos
a los chicos en dos equipos
y les damos un juego
de asociación de palabras
donde deben correr a la pizarra
y escribir las palabras que asocian
con los temas que les damos.
Solemos empezar con una ronda
de práctica que dura un minuto;
les damos algo como
"desayuno" o "música".
Y luego una ronda con el tema "hombres",
y luego una con el tema "mujeres".
Como podrán imaginar,
a los chicos se les ocurren
cientos de palabras
para describir genitales
y partes del cuerpo,
así que dicen cosas como
"pene", "vagina", "polla", "coño",
todo lo que puedan imaginar,
todo estará en esas hojas o pizarras.
Y luego se les ocurren
algunas características,
cosas como "fuerte" o
"dominante" para los hombres
y "amable" o "madre"
o "cocina" para las mujeres.
El caso más interesante
en que hice esta actividad
fue con un grupo de instructores juveniles
en una sesión de entrenamiento,
y les dimos el tema de "chicos y chicas"
para que salieran a la luz
los estereotipos sobre los géneros.
Lo que dijeron fue un poco preocupante.
Sobre los chicos,
dijeron que eran olorosos, sucios,
adictos al porno, violentos, holgazanes,
todo tipo de adjetivos horribles.
Considerando
que son personas que contratamos
para trabajar con los jóvenes,
me lleva a preguntarme:
¿Qué es lo que esperamos de los chicos?
Creo que estamos
poniendo el listón muy baja.
En su charla TED del año 2010,
Tony Porter habló sobre la idea
de la socialización colectiva del hombre,
o lo que él llama la caja del hombre.
La caja del hombre expone
todas las expectativas que tenemos
sobre lo que los chicos
y los hombres deberían ser.
Hay cosas como "no llorar",
"ser poderoso", "ser dominante",
"ser un protector",
"no mostrar debilidades",
"no ser como una mujer".
Haciendo esta actividad es
como si los chicos reaccionaran,
y descubren que fueron engañados
durante toda su vida.
A veces quieren mantener
algunas de las cosas en la caja,
y eso está bien.
Algunas cosas están bien,
como ser atlético o fuerte o valiente,
esas cosas no son malas,
pero a veces dicen que se siente
como si estuvieran en una prisión
y la presión es demasiada.
Hablamos sobre el origen de estas ideas.
Hablamos sobre
películas y James Bond
y cómo nunca dice que no al sexo
si no está intentando matar a alguien.
Hablamos sobre el consentimiento
y cómo los chicos nunca sienten
que deben dar su consentimiento
en ninguna situación.
Hablamos sobre cómo vemos
a las mujeres como puertas del sexo.
Y hablamos sobre por qué es más apropiado
golpear a alguien en la cara
que llorar cuando te sientes avergonzado.
Hablamos sobre películas y la televisión
y de dónde salen todas estas influencias.
Y hablamos de que,
si los chicos pudiesen elegir,
probablemente no elegirían ser
lo que la sociedad espera que sean.
Entonces ¿cómo
resolvemos estos problemas?
Basado en mi trabajo,
diría que lo que necesitamos
es conversar,
que a veces suena más fácil de lo que es.
Los chicos necesitan espacios
para resolver estos problemas
basándose en una conversación
sobre lo que ellos crean
que es importante.
Creamos una de estas cajas del hombre
con un grupo de chicos
en una sesión el otro día,
y dijeron que se sentían presionados
a ser "destructores de coños",
dijeron que necesitaban chicas...
no se rían, no es gracioso,
dijeron que necesitaban chicas,
que necesitaban ser
genéticamente superiores.
Todo suena a mucha presión,
y no estoy seguro de que sean
cosas que podamos controlar.
Así que necesitamos hablar
de la masculinidad,
necesitamos hablar
sobre estas cosas libremente
y darle a los chicos espacios
para explorar estos temas,
necesitamos hablar sobre su origen,
cómo se aprende y se hereda,
y por qué somos felicitados
por comportarnos negativamente.
La realidad es que los chicos no son así;
los chicos son lo que les enseñamos a ser.
(Aplausos) (Aclamaciones)
Así que lo que debemos hacer
es tener las conversaciones difíciles;
tenemos que hablar de
la masculinidad en todo sentido.
Los hombres en mi vida nunca me dijeron
que el patriarcado nos afecta a todos.
(Audiencia) Sí.
Eso puede ser porque no tenían
las palabras para decirlo,
o porque no lo entendían.
Pero como hombre,
siento que todos sabemos
que la forma en la que se espera
que nos comportemos y tratemos a la gente
no es la mejor forma de vivir
y no nos lleva a ser felices
e íntegros como seres humanos.
Los chicos no solo serán así,
los chicos crecerán y serán hombres,
y es entonces cuando todos
tendremos un problema.
En el Reino Unido,
el suicidio es la mayor causa de muerte
de hombres entre los 15 y 55 años.
No todos los hombres son violentos,
pero la mayoría de actos violentos
son cometidos por hombres.
Las mujeres en todo el mundo
se sienten más seguras alrededor
de otras mujeres que de hombres.
En nuestras escuelas,
universidades, trabajo,
e incluso nuestras casas,
las mujeres sufren diariamente;
sufren el abuso por parte de los hombres.
Estas cosas no suceden
por culpa de las mujeres,
así que son ellos quienes
deben resolver estos problemas.
Los hombres necesitan espacios
para explorar y expresar sus emociones.
Ellos saben que esta caja del hombre
es limitante y aterradora.
Necesitan poder negarse
a las cosas que son perjudiciales,
no solo para las mujeres
sino que también para sí mismos.
Y no podemos solo tener
la misma conversación
que hemos estado teniendo
sobre la masculinidad,
donde hablamos de lo
tóxica y lo mala que es.
La forma en la que hablamos
con los hombres y chicos sobre esto
suele tener un enfoque
en los estándares mínimos.
Solemos hablarles y decirles
"debes hacer esto para no tener problemas,
así es como respetas la ley,
así es como no violas a alguien
o como no eres etiquetado
como un violador o acosador".
Pero lo que debemos hacer
es movernos a una discusión
sobre una masculinidad positiva.
Debemos hablar
de como los hombres pueden tener
amistades y relaciones sanas,
sexuales o no, románticas o no.
Debemos avanzar hacia una nueva
versión de la masculinidad,
una donde celebremos ser un hombre
y las cosas buenas de serlo,
pero donde también les demos espacios
para deconstruir los mensajes
que han aprendido sobre
lo que significa ser un hombre,
y darles espacio para volver a aprender
lo que significa ser un hombre.
Lo más importante: debemos
tener estas conversaciones.
Darle el espacio para "hacer el trabajo".
Es una frase cliché,
la usamos todo el tiempo,
pero en realidad, los hombres
necesitan tiempo y ayuda
para deconstruir y olvidar
lo que han aprendido
que sea hiriente y perjudicial
para ellos y para otros,
y debemos tener esas conversaciones.
Gracias.
(Aplausos) (Aclamaciones)