Imaginen.
Imaginen que las escuelas reciben niños
que tienen las ideas y
comportamientos más diferentes
Imaginen que los niños que
aprenden de distinta manera
son considerados niños
con derechos especiales.
Imaginen que los educadores tienen todas
las herramientas y estrategias necesarias
para cubrir las necesidades
de los aprendices de sus aulas.
Imaginen que las familias son vistas
como compañeras imparciales
en la educación de su hijo.
Imaginen que hay una verdadera
convergencia de toda habilidad en el aula
que promueve y cambia
cómo pensamos sobre el mundo.
Esta es la visión y la esperanza
de la cultura inclusiva.
Esto viene de mis años
de experiencia profesional,
pero también viene de mi experiencia
como nieta, como hermana,
como esposa y como madre,
y son esas relaciones las que
me han hecho más apasionada
sobre el impacto
de la educación inclusiva.
Las raíces de nuestro sistema educativo
comienzan con la Revolución Industrial.
Con el mejor de los propósitos,
pedimos a nuestro sistema educativo
que promueva aprendices
competitivos para el próximo siglo.
Pedimos que tengan
altos logros académicos y
calificaciones competitivas.
Pero a veces,
son estas actitudes y expectativas
las que son contraproducentes
para las demandas laborales del siglo XXI.
Consideren nuestras aulas hoy en día.
Esperamos que los estudiantes tengan
conductas universalmente aceptadas:
habilidad de sentarse quietos,
habilidad para escuchar al profesor,
habilidad para concentrarse y atender.
Y asumimos
que todos los estudiantes tienen
la capacidad neurológica y fisiológica
para esos comportamientos.
Y cuando no cumplen con las expectativas
académicas, ¿qué hacemos?
Le damos más tiempo de estudio, menos
descanso, más clases particulares,
menos actividades extraescolares,
todo en nombre del éxito académico.
¿Y qué pasa cuando un niño
no tiene esos comportamientos?
¿Cuando están inquietos, cuando
no pueden permanecer sentados,
cuando le están dando codacitos
al niño de al lado?
¿Saben qué grado tienen el índice
más alto de expulsión?
Preescolar.
Justo cuando los niños están aprendiendo
a separarse de sus padres
y a estar en un ambiente
que promueve socialización.
Esto a menudo lleva a un sentido,
o falta de sentido, de pertenencia.
Y todos sabemos con qué
está relacionada la pertenencia.
Esta relacionada con el éxito intelectual,
y está relacionada con
nuestro sentido de la salud.
Aislamiento, soledad,
baja importancia social,
todo contribuye a nuestra habilidad
para participar en el aula.
¿Este sentimiento o falta de sentimiento
de pertenencia y conexión afecta
a lo que vemos en las escuelas hoy
con el bullying y la exclusión?
¿Cuál es entonces el efecto del
sistema estandarizado en los educadores?
Los educadores están
más presionados que nunca
para demostrar que sus niños
pueden tener éxito.
Ellos son juzgados por el rendimiento
de sus niños en tests estandarizados,
y son juzgados
por el rendimiento de las escuelas
y sus clasificaciones académicas.
Los educadores están más aislados
y solos que nunca antes.
Así para los niños con discapacidades,
ese sentido de aislamiento y separación
ha estado ahí a lo largo de la historia.
La institucionalización fue una estrategia
aceptada desde hace unos 25 años.
No fue hasta el caso Brown
contra el Consejo de Educación
que fue aprobado por
la Corte Suprema en 1954
el fallo de la segregación racial
abrió camino al hecho de segregación
de niños con discapacidad
de sus compañeros.
Tardaron otros 20 años
para que la Ley para la Educación
de Individuos con Discapacidades
de 1974 fuera aprobada.
Eso fue lo que finalmente dio
a los niños con discapacidades,
entre 5 y 21 años,
el derecho educacional para ser educados
en las mismas escuelas que sus compañeros.
Y todavía, muchos niños etiquetados
como de educación especial están
en ambientes escolares segregados,
o lo que nosotros llamamos "arrancados",
donde son sacados de sus aulas habituales
y reciben asistencia especializada.
El 42 % de los niños con
necesidades educativas especiales
tienen dificultades de aprendizaje.
Por esa precisa definición,
tienen inteligencia media
o por encima de la media,
y aún así, todavía los sacan
de su aula habitual
regularmente en muchos ámbitos escolares.
Para esos niños con discapacidad,
esa sensación de segregación,
ellos la sufren más que otros.
Los niños con discapacidad tienen
dos veces más probabilidades que sus
compañeros de la misma edad
de ser echados o expulsados.
Además, sólo una expulsión
en 9° grado incrementa la probabilidad
de que ese niño deje la escuela al final,
y/o cumpla pena de cárcel.
Por eso las expulsiones son
a menudo denominadas
el canal de la escuela a la prisión.
Por ello tenemos el movimiento
de los derechos de los discapacitados.
La gente con discapacidades
a través de la historia
son los más marginados
de toda nuestra sociedad.
Piensa sobre
lo que nos han enseñado,
como nos referíamos
a la gente con discapacidad:
anormal, enfermo, loco,
especial, retrasado.
Se está viendo de manera distinta
a la gente con discapacidad
basado en las fortalezas, para no culpar
al niño por su discapacidad.
Y a menudo las familias son juzgadas
por agotar a un sistema de educación
sobrecargado,
por bajar los resultados
de los test de las escuelas.
Así que ahora,
considera una educación inclusiva.
Quizá podríamos imaginarnos una escuela
en la que todos los deportes
son jugados por niños en sillas de ruedas,
en la que el matemático
se mueve para pensar,
a la que todos pertenecen y
todos participan.
Ahora hay algunos modelos para
la educación inclusiva por todo el globo
que están pavimentando el camino,
y los resultados son sorprendentes.
Los resultados académicos
para todos los niños aumentan
por contemplar la educación inclusiva.
Hay un reciente movimiento
en los últimos 10 años
llamado neurodiversidad.
Significa que miramos
a la diversidad del ser humano
que es inherente en las aulas,
y la celebramos en nuestra educación.
El Dr. William Henderson es director,
muy reconocido en el sistema
educativo público de Boston
quien puso en marcha la escuela
Henderson como un modelo inclusivo.
El cita tres prácticas efectivas
que marcan una diferencia
en la efectividad
de la educación inclusiva.
Son cultura, curriculum, y colaboración.
Empezar con cultura:
todos los aprendices pertenecen.
De hecho, el ambiente mejora
teniendo toda la gente de todas
las habilidades en ese aula.
Considera a una persona
con un problema de ansiedad
que tiene la sensibilidad de
ayudar y tutoriza a otro niño.
Considera al estudiante visual-espacial
que puede crear
PowerPoints para otro niño.
Considera que las aulas pueden
ser lugares donde hay ambientes ricos
para enseñar seguridad social y emocional.
Y los conflictos se pueden evitarse en el
momento en el que el niño sale al patio.
Enfoques curriculares.
Además de la neurodiversitad, tenemos lo
que llamamos diseño universal.
Es un conjunto de principios que ayudan
a los educadores a diseñar el curriculum
tanto como para los estudiantes
superiores, como para los inferiores.
El resultado es que es bueno para todos
para los que están entre medias también.
Jonarhan Mooney es un experto
en neurodiversidad,
y el mismo, un autodefensor
con deficit de atención
trastorno de hiperactividad y dixlesia.
Ha desarrollado un programa
llamado Proyecto Ojo-a- Ojo,
el cual es un programa mentor,
y hay un componente de él
aquí en la Universidad de Denver.
Habla sobre utilizar las artes
como modo de nivelación el campo
de juego para todos los niños.
¿Y qué más aprenden los niños?
Aprenden razonamiento abstracto,
aprenden pensamiento lógico,
aprenden creatividad.
También habla sobre la tecnología.
La tecnología, a pesar de todos
los avances todavía está infrautilizada
en nuestro sistema educativo
para niños con discapacidades.
IPads, tomadores de notas,
audio libros son herramientas
que hacen contenidos significativos
para niños que aprenden de otra forma.
Y por último,
hacer grupos colaborativos.
Llevémonos el aislamiento que
los educadores sienten,
y unámosles a un especialista
que pueda ayudarles con los niños
e intervenir todas esas habilidades.
Miren los logopedas,
terapeutas ocupacionales,
terapeutas artísticos, consejeros;
toda esta gente que enriquece
la experiencia
y se lleva el aislamiento
de un educador estándar.
Lo creas o no, el coste puede
ser el mismo.
Esas mismos recursos y dinero
que va para financiar
al sacar-del-sistema y otros apoyos
puede reubicarse y redistribuirse
en el aula habitual.
Así no hay un aumento del coste
para el contribuyente,
el educador, el administrador.
Así, imaginen el siglo XXI
en una comunidad educativa
donde todos los siguientes aprenden,
pertenecen, y prosperan:
Hellen Keller, Whoopi Goldberg,
Robin Williams, Stephen Hawking,
Albert Einstein, Nikki Giovanni,
mi abuelo, tu hija,
mi compañero, tu vecino,
yo y tú.
La discapacidad ha inspirado muchas
cosas geniales en nuestra cultura.
La gente que aprenden de forma
diferente ha creado algunas
de las muchas cosas
que usamos cada día.
Hemos aprendido a movernos
de forma distinta.
Piensa sobre los americanos
con la Ley de Discapacidad
y las rampas para las sillas de ruedas.
Hemos aprendido a crear.
Piensa sobre el impacto
de artistas como Vincent Van Gogh.
Hemos aprendido a inventar.
Alexander Graham Bell inventó el teléfono
cuando intentaba crear un aparato
para ayudar a sus padres que eran sordos.
Hemos aprendido a comunicarnos.
La máquina de escribir se inventó para
ayudar a impedidos visuales.
De hecho, lo que hemos aprendido a hacer
mejor es a interactuar con el otro.
Así en comunidades inclusivas,
suspendemos el juicio, proponemos.
Aprendemos que vivir
y estar juntos en comunidad
crea mejores resultados para todos.
Cuando todos estamos
en culturas inclusivas
creamos maneras para que
toda la gente pertenezca.
Creamos roles que todos honran,
Creamos un espacio para que todos
enseñen y muestren su potencial.
En comunidades inclusivas, enseñamos
habilidades socio-emocionales,
por ello no solo tenemos
una inteligencia más elevada,
tenemos una inteligencia
emocional más elevada.
También creamos formas donde
las culturas familiares son honradas,
y todas las familias
aprenden juntas en comunidad.
Nos unimos, juntamos gente,
como en TED, con ideas diferentes
y pensamientos diferentes
para hacer una comunidad más rica.
Creando escuelas inclusivas
donde todas las ideas son honradas,
y todas las habilidades
son valoradas y estimadas,
transformamos la manera
en la que el mundo podría ser.
Podría ser un lugar mejor.
De hecho, imagina, que
nosotros cambiamos el mundo.
Gracias.
(Aplausos)