- [Voz en la radio] Estos payasos están en la banda. Son simple ruido blanco de fondo para el colapso del imperio americano. Y cuando Estados Unidos caiga, amigo mío, entonces iremos directo de vuelta a la Edad Media. ¿Me estás entendiendo? ¿Entiendes a lo que me refiero cuando digo Edad Media? Es decir, humanos reducidos a grupos de bárbaros errantes. ¡Animales! Eso era la Edad Media. Pequeños parches de humanidad y sociedad en medio de un mar de hordas bárbaras. Y donde había una sociedad... - [Viggo] Antes sólo era hombre y naturaleza. Y luego el hombre llegó portando cruces. Solíamos creer que éramos el centro del universo. Que el sol y las estrellas giraban a nuestro alrededor. Y pasamos los últimos 500 años desde Copérnico en este arrastre lento... hasta donde estamos ahora, hasta esta cumbre del logro humano. Donde finalmente doblegamos a la naturaleza. Dividimos el átomo. Rompimos la tela de la realidad. Así de lejos hemos llegado. Ahora las luces de nuestras ciudades van más lejos que las estrellas en el cielo. Pero mientras más perfecta se vuelve la sociedad, más psicóticos nos volvemos. Evolucionamos a través de la brutalidad. Por eso es que teníamos dientes y garras. El instinto de conservación era la más alta ley. Pero conforme avanzó el tiempo, la manada comenzó a proveer para nosotros, y abandonamos nuestra naturaleza violenta. Pero nunca se fue. Descansó a nuestro lado mientras dormíamos. Esperando. Y mientras lo hacía... nos volvimos esclavos de los sistemas que construimos. Ahora todo se desmorona. Pronto nuestras ciudades serán arrasadas por inundaciones. Enterradas bajo la arena. Reducidas a cenizas. Es por eso que me encontraste. Porque ya no estás cegado a todo esto. Cuando estaba en el despacho... recibí un disparo en la cabeza. Perdí el ojo. Mi cuerpo se deterioró. Y estuve muerto por tres minutos. Pero cuando volví del otro lado, todo era claro para mi. Como si hubiera recibido un regalo. Cuando el mundo se fractura... Alguien... Alguien debe estar ahí para proteger la inocencia.