No debemos ser pasivos. Jesús dice que tú te cortes la mano. Escucha, es por el Espíritu que nosotros dar muerte a las obras de la carne. Pero no debes ser pasivo. Jesús está diciendo que tú tienes que hacerlo. No está diciendo que Dios lo hará por ti. No está diciendo que esperes que la iglesia lo haga por ti. ¿Sabes qué? Hemos tenido gente que ha dejado esta iglesia que han salido ya sea por vía de la disciplina o simplemente han hecho las maletas y se han ido y se alejaron sumergidos en el pecado que han culpado a los ancianos. No se me ha dado la navaja... para cortarte la mano. Sí, hay un lugar para la enseñanza. Hay un tiempo para recibir consejo. Pero eres tú quien tiene esa responsabilidad. Si no te quitas la mano, no es mi culpa. No es culpa de James. Y no es culpa de nadie más sino solo tuya. Tienes la responsabilidad de amputar. Y si no lo haces, te vas al infierno. Eso es lo que dice. Tenemos la responsabilidad personal de no ser pasivos. Debes ser proactivo. Debes ser intencional. Debes afrontar tu vida con un propósito. Debes atacar con un propósito. Debes ser deliberado. Debes identificar las causas del pecado en tu vida, y cortarlas. y arrojarlas lejos de ti. Y Dios no hace tratos. También quiero decirte esto. Dios no te dice que está bien sacar tu ojo derecho cuando es tu mano derecha la que le ofende. ¿Entiendes a lo que me refiero? ¿Te has dado cuenta alguna vez de que a veces tenemos la tendencia a hacer eso? Nos parece que en nuestra conciencia, Dios dice que esta cosa de aquí es lo que realmente hay que cortar. Y empezamos a cortar por aquí. ¿Sabes lo que queremos hacer? Bueno, Señor, ¿esto te calmará? Él sabe dónde están nuestros verdaderos ídolos. Conoce las cosas que tienen raíces que bajan a lo más profundo de nuestro corazón, y Él lo hará a un lado y dirá, "Quiero esa cosa de ahí".