Cuando empecé, la gente siempre decía
"Oh, tío, usas muchísimo sonido,
mucha música, ¿no es un poco vulgar?
Y yo: "sí, si..." [RISAS]
Me gusta esa vulgaridad.
Es la intención. [RISAS]
Lo nuevo se crea a través
de esa poderosa forma de vulgaridad.
Así que no tengo problema
con la vulgaridad.
-Vale, este punto es importante.
-Creo que, no sé si éste o éste tío,
-uno de ellos lleva una GoPro.
-O solo por decir que esta foto
puede ser una basura total,
-Esto está muy cerca de donde estabas
en ese momento
También me interesa lo que es
la conversación entre el ruido
no solo la músico, sino el ruido.
Las formas en que
el sonido
sugiere
dirección en las imágenes.
Una de las cosas que aprendí
muy pronto es que
hay formas sónicas de conocer el mundo,
que son tan importantes
como cualquier otra forma.
Siendo un joven chico negro,
al crecer en este país
puedes ir a alguno de los
clus nocturos donde se pone música
digamos, dub.
Al cabo de dos horas,
estaréis tú y un grupo de gente,
y literalmente os descubriréis
unos a otros en esa música.
La música facilita esos reconocimientos
que no son hablados.
No van de lo que uno puede
decirle a otro, en absoluto.
Pero también me interesan
las redentoras
posibilidades que ofrece la música.
En mi primer o segundo curso
de universidad,
Estaba junto a una ventana,
sintiéndome no muy bien,
escuchando la BBC Radio 3,
y de repente sonó esta música
y literalmente reconfiguró mi mundo.
Es de un compositor estonio
llamado Arvo Pärt.
Porque la música decía:
"Estás en este espacio,"
"y es posible ocpuar este espacio
de otra forma,"
"y voy a contarte cómo."
Y lo hizo. [RISAS]
En lo que duran 16 minutos,
una nueva composición musical
cambió mi forma de ver el tiempo,
y por ende, a mí mismo en él.
Así que tuve una
profunda
inversión
en lo sónico,
lo que acompaña mi trabajo.
Pero era parte de un grupo
y me veía como,
como una especie de audio, o de
elemento acústico experimental.
Usaba muchas músicas porque
me gustaban los conocimientos
que implicaban,
y quería que éstas me dieran algo
que pudiera usar para
hablar con una narrativa o
contar historias o una historia.
Lo que cambia a lo largo de los años
son las extensiones o los productos.
Así que, inicialmente, la música concreta,
luego, las piezas clásicas,
las piezas operísticas...
Y ahora más y más prácticas folk.
Las mismas prácticas y
los intervalos usados cambian.
Pero invertir en lo sónico es,
mientras dure,
como una inversión en imágenes.
Eso no va a cambiar.