Hola todos.
Esto es un poco extraño, porque escribí
que los humanos se volverían digitales,
pero no pensé que sucedería tan rápido
y que me iba a pasar a mí.
Pero aquí estoy, como un avatar digital,
y aquí están Uds., así que comencemos.
Y comencemos con una pregunta.
¿Cuántos fascistas
hay hoy en la audiencia?
(Risas)
Bueno, es un poco difícil de decir,
porque hemos olvidado
lo que es el fascismo
La gente ahora usa el término "fascista"
como una especie de abuso
de propósito general.
O confunden el fascismo
con el nacionalismo.
Así que tomemos unos minutos para aclarar
qué es en realidad el fascismo,
y sus diferencias con el nacionalismo.
Las formas más suaves de nacionalismo
han estado entre las más benevolentes
de las creaciones humanas.
Las naciones son comunidades
de millones de extraños
que realmente no se conocen.
Por ejemplo, no conozco
a los ocho millones de personas
que comparten mi ciudadanía israelí.
Pero gracias al nacionalismo,
todos podemos cuidarnos unos a otros
y cooperar de manera efectiva.
Esto es muy bueno.
Algunas personas, como John Lennon,
imaginan que sin nacionalismos,
el mundo sería un paraíso pacífico.
Pero es mucho más probable
que sin nacionalismos, habríamos
estado viviendo en el caos tribal.
Si miran hoy a los países
más prósperos y pacíficos del mundo,
países como Suecia y Suiza y Japón,
verán que tienen
un fuerte sentido de nacionalismo.
Por el contrario, países que carecen
de un fuerte sentido de nacionalismo,
como Congo y Somalia y Afganistán,
tienden a ser violentos y pobres.
Y, ¿qué es el fascismo
y cómo se diferencia del nacionalismo?
El nacionalismo me dice
que mi nación es única,
y que tengo obligaciones especiales
hacia mi nación.
El fascismo, en cambio,
me dice que mi nación es suprema,
y que tengo obligaciones
exclusivas para con ella.
No necesito preocuparme por nadie
ni nada que no sea mi nación.
Por lo general, por supuesto,
las personas tienen muchas identidades
y lealtades a diferentes grupos.
Por ejemplo, puedo ser
un buen patriota, leal a mi país,
y al mismo tiempo, ser leal a mi familia,
mi barrio, mi profesión,
la humanidad como un todo,
la verdad y la belleza.
Por supuesto, tener
diferentes identidades y lealtades,
a veces crea conflictos y complicaciones.
Pero ¿quién dijo que la vida fuese fácil?
La vida es complicada.
Transa con ella.
El fascismo es lo que se da
cuando las personas intentan
ignorar las complicaciones
y tratan de hacer la vida demasiado fácil
para ellas mismas.
El fascismo niega todas las identidades
excepto la identidad nacional
e insiste en que debo tener obligaciones
solo con mi nación.
Si mi nación exige
que sacrifique a mi familia,
entonces sacrificaré a mi familia.
Si la nación exige
que mate a millones de personas,
entonces mataré a millones de personas.
Y si mi nación exige que traicione
la verdad y la belleza,
entonces traicionaré
la verdad y la belleza.
Por ejemplo,
¿cómo evalúa el arte un fascista?
¿Cómo decide un fascista si una película
es una buena película o mala?
Bueno, es muy, muy, muy simple.
En realidad, solo hay un criterio:
si la película sirve
a los intereses de la nación,
es una buena película;
si la película no sirve
a los intereses de la nación,
es una mala película.
Así es.
Del mismo modo, ¿cómo decide un fascista
qué enseñar a los niños en la escuela?
Nuevamente, es muy simple.
Solo hay un criterio:
se les enseña a los niños lo que sea
que sirva a los intereses de la nación.
La verdad no importa en absoluto.
Los horrores de la II Guerra Mundial
y del Holocausto nos recuerdan
las terribles consecuencias
de esta forma de pensar.
Pero, por lo general,
cuando hablamos de los males del fascismo,
lo hacemos de una manera ineficaz,
porque tendemos a describir el fascismo
como un monstruo horrible,
sin realmente explicar
lo que es tan seductor de él.
Es un poco como estas películas
de Hollywood que representan a los malos
--Voldemort o Sauron o Darth Vader--
como feos, malos y crueles.
Son crueles incluso
con sus propios seguidores.
Cuando veo estas películas,
nunca entiendo...
¿por qué alguien estaría tentado a seguir
un repugnante asqueroso como Voldemort?
El problema con el mal
es que en la vida real,
el mal no necesariamente se ve feo.
Puede verse muy hermoso.
Esto es algo que el cristianismo
conocía muy bien,
y es por eso que en el arte cristiano,
al contrario que Hollywood,
generalmente representa a Satanás
como un personaje magnífico.
Por eso es tan difícil resistir
las tentaciones de Satanás,
y por lo que también es difícil
resistir las tentaciones del fascismo.
El fascismo hace que las personas
se vean a sí mismas
como pertenecientes a lo más bello
y más importante del mundo,
la Nación.
Y luego la gente piensa,
"Bueno, nos enseñaron
que el fascismo es feo.
Pero cuando me miro en el espejo,
veo algo muy hermoso,
entonces no puedo
ser un fascista, ¿cierto?".
Incorrecto.
Es el problema con el fascismo.
Cuando miras en el espejo fascista,
te ves a ti mismo mucho más hermoso
de lo que realmente eres.
En la década de 1930, cuando los
alemanes se miraban en el espejo fascista,
vieron a Alemania
como la cosa más bella del mundo.
Si hoy, los rusos se miran
en el espejo fascista,
verán a Rusia como la cosa
más bella del mundo.
Y si los israelíes se miran
en el espejo fascista,
verán a Israel como la cosa
más bella del mundo.
No significa que ahora enfrentemos
una repetición de la década de 1930.
El fascismo y las dictaduras
podrían volver,
pero volverán con una nueva forma,
una forma que es mucho más acorde
con las nuevas realidades tecnológicas
del siglo XXI.
En tiempos antiguos,
la tierra era el activo
más importante del mundo.
La política, por lo tanto,
era la lucha por controlar la tierra.
Y la dictadura significaba que toda la
tierra era propiedad de un solo gobernante
o una pequeña oligarquía.
En la era moderna, las máquinas se
volvieron más importantes que la tierra.
La política se convirtió en la lucha
para controlar las máquinas.
Y la dictadura significaba
que muchas de las máquinas
se concentraron
en manos del gobierno
o de una pequeña élite.
Ahora la información está reemplazando
la tierra y las máquinas
como el activo más importante.
La política se convierte en la lucha
para controlar los flujos de datos.
Y la dictadura ahora significa
que mucha información se está
concentrando en manos del gobierno
o de una pequeña élite.
El mayor peligro que enfrenta
ahora la democracia liberal
es que la revolución
en la tecnología de la información
hará que las dictaduras sean
más eficientes que las democracias.
En el siglo XX,
la democracia y el capitalismo
derrotaron al fascismo y al comunismo
porque la democracia era mejor para
procesar información y tomar decisiones.
Dada la tecnología del siglo XX,
fue simplemente ineficiente
tratar de concentrar demasiados datos
y demasiada potencia en un solo lugar.
Pero no es una ley de la naturaleza
que el procesamiento de información
centralizado sea siempre menos eficiente
que el procesamiento
de información distribuido.
Con el aumento de la inteligencia
artificial y el aprendizaje automático,
podría ser factible procesar
enormes cantidades de información
muy eficientemente en un solo lugar,
para tomar todas las decisiones
en un solo lugar,
y entonces el procesamiento de
datos centralizado será más eficiente
que el procesamiento
de datos distribuido.
Y la principal desventaja
de los regímenes autoritarios
en el siglo XX,
su intento de concentrar
toda la información en un solo lugar,
se convertirá en su mayor ventaja.
Otro peligro tecnológico que amenaza
el futuro de la democracia
es la fusión de la tecnología
de la información con la biotecnología,
que podría resultar
en la creación de algoritmos
que me conozcan mejor que yo mismo.
Y una vez que tienes tales algoritmos,
un sistema externo, como el gobierno,
puede no solo predecir mis decisiones,
sino que también puede manipular
mis sentimientos, mis emociones.
Un dictador quizá no pueda
proporcionarme buena atención médica,
pero podrá hacer que lo ame
y podrá hacerme odiar a la oposición.
La democracia tendrá dificultades
para sobrevivir a un desarrollo así
porque, al final,
la democracia no se basa
en la racionalidad humana;
se basa en los sentimientos humanos.
Durante las elecciones y referendos,
no te preguntan, "¿Qué piensas?".
En realidad te están preguntando,
"¿Cómo te sientes?".
Y si alguien puede manipular
tus emociones de forma efectiva,
la democracia se convertirá en un
espectáculo de marionetas emocional.
Así que, ¿qué podemos hacer
para evitar el regreso del fascismo
y el surgimiento de nuevas dictaduras?
La pregunta número uno que enfrentamos
es: ¿Quién controla los datos?
Si eres ingeniero,
encontrarás la forma
de evitar que muchos datos
estén concentrados en muy pocas manos.
Y encontrarás formas de asegurarte
de que el procesamiento de datos
distribuido sea al menos tan eficiente
como el procesamiento
de datos centralizado.
Esta será la mejor salvaguardia
para la democracia.
En cuanto al resto de nosotros
que no somos ingenieros,
la pregunta número uno
que enfrentamos
es cómo no dejarnos manipular
por aquellos que controlan los datos.
Los enemigos de la democracia liberal,
tienen un método.
Piratean nuestros sentimientos.
No nuestros correos,
ni nuestras cuentas bancarias,
piratean nuestros sentimientos
de miedo, odio y vanidad,
y luego usan estos sentimientos
para polarizar y destruir
la democracia desde adentro.
Este es en realidad un método
en el que que Silicon Valley fue pionero
para vendernos productos.
Pero ahora, los enemigos de la democracia
están usando este mismo método
para vendernos miedo y odio y vanidad.
No pueden crear
estos sentimientos de la nada.
Así que conocen nuestras
propias debilidades preexistentes.
Y luego las usan contra nosotros.
Y, por lo tanto,
es responsabilidad de todos nosotros
conocer nuestras debilidades
y asegurarnos de que
no se conviertan en un arma
en manos de los enemigos
de la democracia.
Conocer nuestras propias debilidades
también nos ayudará a evitar
la trampa del espejo fascista.
Como explicamos antes,
el fascismo explota nuestra vanidad.
Nos hace vernos mucho más bellos
de lo que realmente somos.
Esta es la seducción.
Pero si realmente te conoces a ti mismo,
no te enamorarás
de este tipo de adulación.
Si alguien pone un espejo
frente a tus ojos
que oculta todos tus feos pedacitos
y te hace verte a ti mismo
como mucho más hermoso
y mucho más importante
de lo que realmente eres,
simplemente, rompe ese espejo.
Gracias.
(Aplausos)
Chris Anderson: Yuval, gracias.
Dios mío.
Es tan agradable verte de nuevo.
Entonces, si te entiendo bien,
nos estás avisando
de dos grandes peligros aquí.
Uno es el posible resurgimiento
de una forma seductora de fascismo,
pero cerca de eso, dictaduras que
pueden no ser exactamente fascistas,
pero sí controlar todos los datos.
Me pregunto si hay
una tercera preocupación
que algunas personas aquí
ya han expresado,
que no sean los gobiernos,
sino las grandes corporaciones
las que controlen todos nuestros datos.
¿Cómo llamas a eso,
y cuán preocupados
deberíamos estar al respecto?
Yuval Noah Harari: Bueno, al final,
no hay una gran diferencia
entre las corporaciones y los gobiernos,
porque, como dije, la pregunta es:
¿Quién controla los datos?
Ese es el verdadero gobierno.
Si lo llamas corporación o gobierno...
si es una corporación
y realmente controla los datos,
ese es nuestro verdadero gobierno.
Entonces la diferencia
es más aparente que real.
CA: Pero de alguna manera,
al menos con las corporaciones,
puedes imaginar mecanismos de
mercado en que pueden ser eliminadas.
Es decir, si los consumidores deciden
que la compañía ya no está
operando en su interés,
se abre la puerta a otro mercado.
Parece más fácil imaginar esto que,
por ejemplo, ciudadanos que
se levantan y derriban un gobierno
que está en control de todo.
YNH: Bueno, todavía no llegamos,
pero, de nuevo, si una corporación
realmente te conoce
mejor de lo que te conoces a ti mismo,
al menos que puede manipular tus propias
emociones y deseos más profundos,
y ni siquiera te das cuenta...
pensarás que ese es tu ser auténtico.
Entonces, en teoría, sí;
en teoría, puedes alzar tu voz
contra una corporación,
del mismo, en teoría,
puedes levantarte contra una dictadura.
Pero en la práctica,
es extremadamente difícil.
CA: En "Homo Deus",
argumentas que este sería el siglo
en que los humanos
se convertirán en dioses,
ya sea a través del desarrollo
de la inteligencia artificial
o mediante ingeniería genética.
¿Tiene esta posibilidad de cambio
de sistema político, colapso,
impacto en tu punto de vista
sobre esa posibilidad?
YNH: Bueno, creo que lo hace
aún más probable,
y es más probable que suceda más rápido,
porque en tiempos de crisis, las personas
están dispuestas a asumir riesgos
que de otro modo no tomarían.
Y la gente está dispuesta a probar
todo tipo de tecnologías
de alto riesgo y alta ganancia.
Así, este tipo de crisis
podría servir para la misma función
que las dos guerras mundiales
en el siglo XX.
Las dos guerras mundiales
aceleraron enormemente
el desarrollo de nuevas
y peligrosas tecnologías.
Y lo mismo podría suceder en el siglo XXI.
Quiero decir, debes estar un poco loco
para correr demasiado rápido,
digamos, con ingeniería genética.
Pero ahora tienes más y más gente loca
a cargo de diferentes países en el mundo,
entonces las posibilidades son
cada vez mayores, no más bajas.
CA: Entonces, poniendo todo junto,
Yuval, tienes esta visión única.
Haz rodar el reloj 30 años.
¿Qué supones? ¿La humanidad
simplemente se arrastra de alguna manera
mira hacia atrás y dice: "Guau, eso
estuvo cerca. ¡Lo logramos!"... o no?
YNH: Hasta ahora, hemos logrado superar
todas las crisis anteriores.
Y especialmente si nos fijamos
en la democracia liberal
y piensas que las cosas están mal ahora,
solo recuerda cuánto peores
se veían las cosas en 1938 o en 1968.
Así que esto realmente no es nada,
esta es solo una pequeña crisis.
Pero nunca se puede saber,
porque, como historiador,
sé que nunca debes subestimar
la estupidez humana.
(Risas) (Aplausos)
Es una de las fuerzas más poderosas
que dan forma a la historia.
CA: Yuval, ha sido una absoluta delicia
tenerte con nosotros.
Gracias por hacer el viaje virtual.
Que tengas una gran velada en Tel Aviv.
¡Yuval Harari!
YNH: Muchas gracias.
(Aplausos)