Más profunda y cercana que cualquier imagen que usted tenga de sí mismo, e incluso del sentido que usted tenga de sí mismo, más profundo y cercano que su género, su nacionalidad, su familia, su historia, en el centro de su ser hay libertad y paz y amor esperando para ser descubiertos por usted en esta vida. UNA INVITACIÓN A LA AUTO-INDAGACIÓN Antes de conocer a mi maestro yo había sido meditadora por mucho tiempo; había permanecido veinte años en la búsqueda espiritual y tuve unas experiencias maravillosas con diferentes tradiciones, experiencias realmente extraordinarias, pero encontré que siempre tenían un principio, un desarrollo y un final, y cuando finalizaban yo quedaba en el campo del sufrimiento. Si esto es cierto para usted y posiblemente ha tenido hermosas prácticas de meditación pero siente que en el fondo de su ser hay algo que no ha tenido respuesta, entonces simplemente le ofrezco lo que mi maestro me ofreció a mí: la posibilidad de la investigación directa, y no otra práctica, y ciertamente no otro dogma, sino la investigación directa de quien usted es. No es lo que usted está haciendo o lo que está practicando o lo que ha alcanzado, sino quien usted es. ¿Quién es usted? Cuando usted dirige su atención hacia la profundidad de Eso, hay una comprensión de que es algo que no depende de la práctica o las creencias o la historia o el pasado o el futuro. Es la comprensión del auto-reconocimiento. De manera que, yo no soy misionera, no inscribo a las personas en la investigación, pero si usted encuentra que, a pesar de su práctica, todavía hay algo que le falta, entonces lo invito a indagar de la forma más profunda, preguntándose: ¿Quién soy yo? ¿Qué es esto? ¿Qué es mi vida? Y tal vez, más esencialmente, a pesar de los ires y venires de mi vida: ¿Qué es eso que se mantiene inmóvil, sin edad, siempre presente? Es un gran descubrimiento.