¿Cómo es posible que tantas especies intergalácticas en películas y series resulten hablar inglés perfecto? La respuesta breve es que nadie quiere ver a un equipo de la nave pasar años compilando un diccionario alienígena. Pero para mantener la consistencia, los creadores de Star Trek y otros mundos de ciencia ficción introdujeron el concepto de traductor universal, un dispositivo portable que traduce al instante entre cualquier idioma. ¿Es posible un traductor universal en la vida real? Ya tenemos muchos programas que dicen hacer exactamente eso, tomar una palabra, una oración, o un libro entero en un idioma y traducirlo a casi cualquier otro, sea inglés moderno o sánscrito antiguo. Y si la traducción fuera solo cuestión de buscar palabras en un diccionario, estos programas superarían a los humanos. La realidad, sin embargo, es un poco más complicada. Un programa de traducción basado en reglas, usa una base de datos léxica que tiene todas las palabras que uno encuentra en un diccionario y las formas gramaticales que estas pueden adoptar y reglas para reconocer los elementos lingüísticos básicos en el idioma de entrada. Para una oración aparentemente simple como "The children eat the muffins", el programa primero analiza su sintaxis, o estructura gramatical, identificando "children" [niños] como sujeto, y el resto de la oración como predicado que tiene un verbo "eat" [comer], y un objeto directo "the muffins". Luego tiene que reconocer la morfología del inglés, o cómo descomponer el idioma en unidades significativas más pequeñas, como la palabra "muffin" y el sufijo "s", usado para indicar el plural. Finalmente, tiene que entender la semántica, qué significan realmente las partes de la oración. Para traducir esta oración de manera apropiada, el programa hará referencia a distintos vocabularios y reglas para cada elemento del idioma destino. Pero aquí la cosa se complica. La sintaxis de algunos idiomas permiten ordenar palabras en cualquier orden, mientras que otras, harían que el "muffin" se coma al niño. La morfología puede también suponer un problema. El esloveno distingue entre dos niños y tres o más mediante un sufijo dual ausente en muchos otros idiomas, mientras que la falta de artículos definidos del ruso podría dejar la duda de si los niños están comiendo algunos muffins en particular, o solo comen muffins en general. Finalmente, incluso si la semántica es técnicamente correcta, el programa puede errar en sus puntos más finos, por ejemplo si los niños "comen" los muffins, o los "devoran". Otro método es la traducción automática estadística, que analiza una base de datos de libros, artículos y documentos que ya ha sido traducida por humanos. Encontrando concordancias entre textos fuente y traducidos, que es poco probable que ocurran por casualidad, el programa puede identificar frases y patrones que se corresponden, y usarlos para futuras traducciones. Sin embargo, la calidad de este tipo de traducción depende del tamaño de la base de datos inicial y la disponibilidad de muestras para ciertos idiomas o estilos de escritura. La dificultad que tienen las máquinas con las excepciones, irregularidades y los matices de significado que parecen instintivos a los humanos llevaron a algunos investigadores a creer que la comprensión de la lengua es un producto único de la estructura cerebral biológica. De hecho, uno de los traductores universales más famosos de la ficción, el pez Babel de "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy", no es una máquina sino una pequeña criatura que traduce las ondas cerebrales y las señales nerviosas de especies sensibles mediante una forma de telepatía. Por ahora, aprender un idioma a la antigua todavía dará mejores resultados que los programas informáticos actuales. Pero esto no es tarea fácil, y la inmensa cantidad de idiomas del mundo, así como la creciente interacción de las personas que los hablan, no hará más que estimular un mayor avance en la traducción automática. Quizá cuando encontremos formas de vida intergalácticas, podremos comunicarnos con ellos a través de un pequeño aparatito, o puede que empecemos a compilar ese diccionario, después de todo.