Buenos días
Cuando era pequeño,
tuve una experiencia que cambió mi vida,
y por eso estoy aquí hoy.
Aquel momento
afectó profundamente
mi forma de pensar sobre
el arte, el diseño y la ingeniería.
Como antecedentes,
tuve la gran suerte de crecer
en una familia de amorosos
y talentosos artistas
en una de las mejores ciudades del mundo.
Mi padre, John Ferren, que murió
cuando yo tenía 15 años,
fue un artista tanto por
pasión como por profesión,
al igual que mi madre, Rae.
Fue uno de los expresionistas abstractos
de la Escuela de Nueva York que,
junto a sus contemporáneos,
inventó el arte moderno Norteamericano
y contribuyó a llevar
al espíritu Norteamericano
hacia el modernismo en el siglo XX.
¿No es impresionante que
después de miles de años
de gente haciendo arte representativo,
el arte moderno, comparativamente,
tiene cerca de 15 minutos de edad
pero ahora es omnipresente?
Como muchas otras
innovaciones importantes,
esas ideas radicales
no requirieron nuevas tecnologías,
solo un pensamiento fresco y
voluntad de experimentar,
más resiliencia en la fase
de la crítica casi universal
y del rechazo.
En nuestra casa, el arte estaba en todas partes.
Era como el oxígeno, alrededor nuestro
y necesario para la vida.
A medida que lo veía pintar,
mi padre me enseñó que el arte
no se trataba de ser decorativo,
sino que era una manera
diferente de comunicar ideas,
y de hecho uno que podía
conectar los mundos
del conocimiento y la intuición.
Dado este medio tan rico artísticamente,
podrían asumir que yo me vería obligado
a entrar en el negocio familiar,
pero no.
Seguí el camino de la mayoría de los niños
que están genéticamente programados
para volver locos a sus padres.
No tenía interés alguno en ser un artista,
ciertamente, no pintor.
Lo que sí me gustaba eran los artefactos
electrónicos y las máquinas...
desarmarlas, construir nuevas
y hacerlas funcionar.
Afortunadamente, en mi familia
también había ingenieros
y al igual que mis padres,
estos fueron mis primeros
ejemplos a seguir.
Todos ellos tenían en común
que trabajaban muy, muy duro.
Mi abuelo era dueño y
operaba una fábrica de
muebles de cocina en Brooklyn.
Los fines de semana íbamos
juntos a la calle Cortlandt
lo que era la calle de electrónica de Nueva York.
Ahí explorábamos cantidades masivas
de excedentes electrónicos,
y por muy poco dinero
traíamos a casa tesoros
como visores de bombardeo Norden
y piezas de los primeros ordenadores
de tubos de IBM.
Encontraba estos objetos
útiles y fascinantes.
Aprendí ingeniería y
cómo funcionaban las cosas,
no en la escuela
sino desarmando y estudiando
estos objetos fabulosamente complejos.
Hacía esto por horas cada día,
aparentemente evitando la electrocución.
La vida era buena.
Aún así, tristemente cada verano
las máquinas quedaban olvidadas
mientras mis padres y yo
viajábamos al extranjero
a experimentar la historia,
el arte y el diseño.
Visitamos grandes museos y
edificios históricos
de Europa y el Medio Oriente,
pero para incentivar mi creciente interés
en ciencia y tecnología,
ellos simplemente me dejaban en lugares
como el Museo de Ciencia de Londres,
donde me paseaba sin parar,
solo, por horas
estudiando la historia de
la ciencia y la tecnología.
Cuando tenía más o menos 9 años,
fuimos a Roma.
Un día particularmente caluroso de verano,
visitamos un edificio con forma
de batería que desde afuera
no era particularmente interesante.
Mi padre dijo que se llamaba el Panteón,
un templo para todos los dioses.
No se veía tan especial desde afuera,
como dije, pero cuando entramos,
me sentí inmediatamente
impresionado por tres cosas:
Primero, era placenteramente fresco
a pesar del opresivo calor de afuera.
Era muy oscuro, la única fuente de luz
era un gran hueco en el techo.
Mi padre me explicó que
eso no era un gran hueco,
sino que se llamaba el óculo,
un ojo a los cielos.
Y había algo en este lugar,
que no supe por qué,
pero se sentía especial.
Mientras caminábamos hacia el centro,
miré a los cielos a través del óculo.
Fue la primera iglesia
en la que había estado
que ofrecía una vista sin restricciones
entre Dios y el hombre.
Pero me pregunté,
¿qué pasaba cuando llovía?
Mi padre llamó a esto un óculo,
pero era, de hecho,
un gran hueco en el techo.
Observé que los desagües del suelo
habían sido cortados en la piedra.
Como me había acostumbrado a la oscuridad,
era capaz de distinguir
los detalles en el suelo
y las paredes circundantes.
Nada impresionante, solo
las mismas cosas de estatuas
que habíamos visto por toda Roma.
De hecho, parecía que
el vendedor de mármol
de la Vía Apia se presentó
con su catálogo de muestras,
se lo mostró a Adriano
y Adriano dijo, "Lo tomamos todo".
(Risas)
Pero el techo era asombroso.
Parecía una cúpula geodésica
de Buckminster Fuller.
Las había visto antes,
y Bucky era amigo de mi padre.
Era moderno, de alta tecnología
e impresionante,
una enorme apertura de 43 metros
la cual, no por casualidad,
era su altura exacta.
Me encantó este lugar.
Era realmente hermoso y diferente
a todo lo que había visto antes,
así que le pregunté a mi padre,
"¿Cuándo fue construido?"
Él me dijo, "Hace 2000 años".
Y yo dije, "No, quiero decir, el techo".
Se dan cuenta, asumí que era moderno
y había sido puesto ahí porque el original
fue destruido en alguna guerra del pasado.
Él me dijo, "Es el techo original".
Ese momento cambió mi vida,
y lo recuerdo como si fuera ayer.
Por primera vez, me di cuenta de que
la gente era inteligente
2000 años atrás. (Risas)
Esto nunca me había pasado por la cabeza.
Me refiero a que para mí,
las pirámides de Giza,
las visitamos el año anterior,
son, claro, impresionantes, buen diseño,
pero verán, denme un presupuesto ilimitado,
de 20 000 a 40 000 trabajadores,
y de 10 a 20 años
para cortar y mover bloques
de piedra por los campos,
y yo también construiré pirámides.
Pero ninguna cantidad de fuerza bruta
consigue crear la cúpula del Panteón,
ni 2000 años atrás, ni hoy.
Y por cierto, es aún la cúpula más grande
sin refuerzo de concreto
que se haya construido jamás.
Construir el Panteón requirió
unos cuantos milagros.
Con milagros, me refiero a las cosas que
técnicamente son apenas posibles,
de muy alto riesgo y que,
de hecho, podrían no ser
realmente realizables en
este momento en el tiempo,
ciertamente no por Ud.
Por ejemplo, aquí están algunos de
los milagros del Panteón.
Para hacerlo estructuralmente posible,
tuvieron que inventar un
concreto súper resistente,
y para controlar el peso,
variaron la densidad del agregado
a medida que subían hasta la cúpula.
Para fuerza y ligereza,
la estructura de la cúpula
usó cinco anillos de arcas,
cada uno de tamaño disminuido,
lo que da una dramática
y forzada perspectiva
al diseño.
Estaba maravillosamente fresco dentro
debido a su enorme masa térmica,
la convección natural del aire que se eleva
a través del óculo,
y un efecto Venturi cuando
el viento cruza sobre
la parte superior del edificio.
Descubrí por primera vez que
la luz en sí misma
tiene sustancia.
El eje de la luz irradiada
a través del óculo
era tanto hermoso como palpable,
y me di cuenta por primera vez
de que la luz podía ser diseñada.
Y más aún, que todas las formas de diseño,
el diseño visual,
todas eran irrelevantes sin la luz,
porque sin luz, no puedes ver
ninguna de ellas.
También me di cuenta de que
no fui la primera persona
en pensar que este lugar
era realmente especial.
Sobrevivió a la gravedad, a los bárbaros,
a los saqueadores, a los desarrolladores
y los estragos del tiempo para convertirse
en lo que creo que es el edificio ocupado
de forma continua más larga de la historia.
En gran parte debido a esa visita,
entendí que,
contrario a lo que me habían
enseñado en la escuela,
los mundos del arte y el diseño,
no eran incompatibles
con la ciencia y la ingeniería.
Me di cuenta de que, cuando se combinan,
se pueden crear cosas asombrosas
que no se podrían hacer en
cualquier dominio por sí solo.
Pero en la escuela,
con algunas excepciones,
eran tratados como mundos separados,
y todavía lo son.
Mis profesores me dijeron
que tenía que ser serio
y enfocarme en uno o en el otro.
De todas maneras, apresurándome
a que me especializara
solo me hizo apreciar
realmente a los eruditos
como Miguel Ángel, Leonardo da Vinci,
Benjamin Franklin,
gente que hizo exactamente lo contrario.
Y esto me llevó a abarcar
y querer estar en ambos mundos.
Entonces, ¿cómo es que estos proyectos
de visión creativa sin precedentes
y la complejidad técnica
del Panteón suceden realmente?
Alguien, quizás Adriano,
necesitaba una brillante visión creativa.
También necesitaban las habilidades
narrativas y de liderazgo
necesarias para financiarlo y ejecutarlo,
y una maestría en ciencia y tecnología
con la habilidad y el conocimiento
para llevar un paso más allá
las innovaciones existentes.
Considero que para crear esos
raros modificadores del juego
se requiere que al menos
se logren cinco milagros.
El problema es, que
no importa cuán talentoso,
rico o inteligente seas,
solo obtienes un milagro y medio.
Eso es todo. Esa es la cuota.
Luego se te acaba el tiempo,
el dinero, el entusiasmo,
lo que sea.
Recuerden, la mayoría de la gente
no puede ni siquiera imaginar
uno de estos milagros técnicos,
y se necesitan al menos cinco
para hacer el Panteón.
En mi experiencia, estos raros visionarios
que pueden pensar a través de
los mundos del arte,
el diseño y la ingeniería
tienen la habilidad de darse cuenta
cuando otros han aportado
suficiente a los milagros
para llevar el objetivo a nuestro alcance.
Dirigidos por la claridad de su visión,
convocan el coraje y la determinación
para lograr los milagros faltantes
y, a menudo toman lo que
otras personas piensan que son
obstáculos insalvables
y los convierten en características.
Tomemos de ejemplo el óculo del Panteón.
Al insistir que estuviera en el diseño,
significaba que no se podía usar
mucha de la tecnología estructural
que se había desarrollado
para los arcos Romanos.
Por el contrario, al adoptarlo
y repensar la distribución
del peso y el estrés,
se les ocurrió un diseño que solo funciona
si hay un gran hueco en el techo.
Una vez hecho esto,
ahora recibe la estética
y los beneficios del diseño de la luz,
de la climatización
y esa conexión clave directa
con los cielos.
Nada mal.
Esta gente no solo creía
que lo imposible podía hacerse,
sino que debía hacerse.
Suficiente historia antigua.
¿Cuáles son algunos de los ejemplos
más recientes de innovaciones
que combinan diseño creativo
y avances tecnológicos
de una manera tan profunda
que serán recordados
por miles de años?
Bueno, llevar un hombre a la luna fue uno,
y regresarlo sano y salvo a la Tierra
no estuvo mal tampoco.
Hablemos de un salto gigante:
Es difícil imaginar un momento más profundo
en la historia humana
que cuando dejamos
nuestro mundo por primera vez
para poner el pie en otro.
Entonces, ¿qué vino después de la luna?
Uno se siente tentado a decir
que el Panteón de hoy
es el Internet,
pero realmente creo que eso es incorrecto,
o al menos, es solo parte de la historia.
El Internet no es un Panteón.
Es más como la invención del concreto:
importante, absolutamente necesario
para construir el Panteón,
y perdurable,
pero completamente
insuficiente en sí mismo.
De todas maneras, así como
la tecnología del concreto
fue decisiva en la realización del Panteón,
nuevos diseñadores usarán
las tecnologías del Internet
para crear nuevos conceptos que perdurarán.
El teléfono inteligente es
el ejemplo perfecto.
Pronto la mayoría de las
personas en el planeta
tendrá uno,
y la idea de conectar a todo el mundo
con el otro y con el conocimiento
perdurará.
Entonces, ¿qué sigue?
¿Qué avance inminente será
equivalente al Panteón?
Pensando en esto,
rechacé muchas rupturas plausibles
y dramáticas venideras,
como la cura del cáncer.
¿Por qué? Porque los Panteones
están anclados
en objetos físicos diseñados,
que inspiran tan solo de verlos
y experimentarlos,
y seguirán haciéndolo indefinidamente.
Es una clase de lenguaje diferente,
como el arte.
Estas otras contribuciones
que extienden la vida
y liberan el sufrimiento son,
por supuesto, críticas,
y fantásticas,
pero son parte del continuo de
nuestro conocimiento y
tecnología en general,
como el Internet.
Entonces, ¿qué sigue?
Quizás contrario a la intuición,
asumo que es una idea visionaria
de finales de 1930
que ha sido revivida cada década
desde entonces:
los vehículos autónomos.
Ahora estás pensando, dame un respiro.
¿Cómo puede una versión de lujo
de control crucero
ser algo profundo?
A ver, mucho de nuestro mundo
ha sido diseñado alrededor de
carreteras y transporte.
Estos fueron tan esenciales al éxito
del Imperio Romano
como el sistema de autovía interestatal
para la prosperidad y el desarrollo
de los Estados Unidos.
Hoy, estas carreteras que
interconectan nuestro mundo
están dominadas por vehículos y camiones
mantenidos prácticamente sin cambios
por 100 años.
Aunque quizás no es obvio hoy en día,
los vehículos autónomos
serán la tecnología clave
que nos permitirá rediseñar
nuestras ciudades
y, por lo tanto, nuestra civilización.
Y he aquí el porqué:
Una vez que se han convertido en ubicuos,
cada año, estos vehículos salvarán
decenas de miles de vidas
solo en los Estados Unidos
y un millón globalmente.
El consumo de energía por automóviles
y la contaminación atmosférica
serán cortadas dramáticamente.
Muchas de las congestiones
en las carreteras
fuera y dentro de nuestras ciudades
desaparecerán.
Permitirán nuevos convincentes conceptos
de cómo diseñamos ciudades, trabajos,
y la manera en que vivimos.
Llegaremos adonde vamos más rápido
y la sociedad recuperará vastas cantidades
de productividad perdida
hoy sentados en el tráfico
básicamente contaminando.
¿Pero por qué ahora? ¿Por qué
pensamos que esto está listo?
Porque en los últimos 30 años,
personas fuera de la industria automotriz
han gastado incontables miles de millones
creando los milagros necesarios,
pero con propósitos
completamente diferentes.
Le tomó a gente como DARPA, universidades,
y compañías completamente
fuera de la industria automotriz
darse cuenta de que siendo
inteligentes al respecto,
la autonomía podía hacerse ahora.
¿Cuáles son los cinco milagros necesarios
para los vehículos autónomos?
Primero, Uds. necesitan saber
dónde están y qué hora exacta es.
Esto fue resuelto muy bien
por el sistema GPS,
Sistema de Posicionamiento Global,
que el Gobierno de EE. UU.
puso en funcionamiento.
Uds. necesitan saber
dónde están las carreteras,
cuáles son las reglas y adónde van.
Las necesidades de los sistemas
de navegación personal,
sistemas de navegación en el vehículo,
y mapas basados en la web, solucionan esto.
Se debe tener comunicación casi continua
con las redes de computación
de alto rendimiento
y con otras cercanas
para entender su intención.
Las tecnologías inalámbricas
desarrolladas para móviles,
con algunas modificaciones mínimas,
son completamente utilizables
para resolver esto.
Uds. querrán algunas
carreteras restringidas
para empezar
de modo que tanto la sociedad
como sus abogados
coincidan en que son seguras de usar.
Esto empezará con los carriles HOV
y seguirá por ahí.
Pero finalmente, Uds.
necesitan reconocer
personas, señales y objetos.
La visión artificial, sensores especiales,
y la computación de alto rendimiento
pueden hacer todo eso,
pero resulta que mucho
no es suficientemente bueno
cuando tu familia está a bordo.
Ocasionalmente, los seres humanos
tendrán que darle sentido a las decisiones.
Para esto, Uds. tendrán que despertar
a su pasajero y preguntarle qué demonios
es ese gran bulto que está
en el medio del camino.
Nada mal, y nos dará
un sentido de propósito
en este nuevo mundo.
Además, una vez que
el primer conductor explique
a su vehículo confundido
que el pollo gigante en
la bifurcación de la carretera
es un restaurante,
y que está bien seguir conduciendo,
cada vehículo en la superficie de la Tierra
sabrá eso a partir de ese momento.
Cinco milagros, en gran parte entregados,
y ahora Uds. necesitan una visión clara
de un futuro mejor lleno
de vehículos autónomos
con nuevos diseños seductivamente
hermosos y funcionales
más, mucho dinero y trabajo duro
para traerlos a casa.
El principio está ahora solo a
unos puñados de distancia,
y puedo predecir que
los vehículos autónomos
cambiarán permanentemente nuestro mundo
en las próximas décadas.
En conclusión, he llegado a creer
que los ingredientes
para el próximo Panteón
están alrededor nuestro,
solo esperando gente visionaria
con conocimiento amplio,
habilidades multidisciplinares,
e intensa pasión
que los aproveche para
hacer sus sueños realidad.
Pero está gente no aparece espontáneamente
en la existencia.
Necesitan ser nutridos y animados
desde que son niños.
Necesitamos amarlos y ayudarlos
a descubrir sus pasiones.
Necesitamos animarlos a trabajar duro
y ayudarlos a entender que el fracaso
es un ingrediente necesario para el éxito,
como lo es la perseverancia.
Necesitamos ayudarles a encontrar
sus propios ejemplos a seguir,
y darles la confianza
para creer en sí mismos
y creer que todo es posible,
y así como hizo mi abuelo cuando
me llevó de compras de excedentes,
y así como mis padres lo hicieron
cuando me llevaron a
los museos de ciencia,
necesitamos animarlos a
encontrar su propio camino,
aunque sea muy diferente del nuestro.
Pero, una nota de advertencia:
También necesitamos alejarlos
de sus milagros modernos,
de computadoras, teléfonos, tabletas,
máquinas de juego y televisiones,
sacarlos a la luz del sol
para que puedan experimentar
tanto lo natural
como las maravillas del diseño
de nuestro mundo,
nuestro planeta, nuestra civilización.
Si no lo hacemos, no entenderán
lo que son estas cosas preciosas
de las que algún día serán responsables
de proteger y mejorar.
También necesitamos que entiendan
algo que no parece ser
adecuadamente apreciado
en nuestro creciente
mundo tecno-dependiente,
que el arte y el diseño
no son lujos,
ni algo incompatible
con la ciencia y la ingeniería.
Son esenciales para lo que
nos hace especiales.
Algún día, si tienen la oportunidad,
tal vez puedan llevar a sus hijos
al Panteón real,
como haremos con nuestra hija Kira,
para experimentar de primera mano
el poder de ese diseño asombroso
que un día por lo demás
nada especial en Roma,
llegó a alcanzar 2000 años en el futuro
para establecer el curso de mi vida.
Gracias.
(Aplausos)