Este es el bop.
El bop es un tipo de baile social.
La danza es un lenguaje,
y el baile social es una expresión
que surge de una comunidad.
Un baile social no es coreografiado
por una sola persona.
No se puede remontar a un momento dado.
Cada baile tiene pasos
que todos deben acordar
pero se trata de la persona
y su identidad creativa.
Por eso,
los bailes sociales brotan,
cambian
y se extienden como la pólvora.
Son tan antiguos
como nuestra historia que recordamos.
En los bailes sociales afroestadounidenses,
vemos más de 200 años
de cómo las tradiciones africanas
y las afroamericanas
influyeron en nuestra historia.
El presente siempre contiene el pasado.
Y las últimas formas que somos
y que seremos.
(Aplausos)
La juba nació de la experiencia
de esclavos africanos
en la plantación.
Llevada a América,
despojada de una lengua hablada común,
esta danza era una forma
para que los esclavos africanos
recordaran de dónde eran.
Puede que fuera algo así,
cachetadas en muslos,
arrastrando los pies
y palmeando las manos:
Así fue como se saltaron
la prohibición de tocar tambores
establecida por los
propietarios de esclavos.
Improvisando ritmos complejos
como lo hicieron los antepasados
con los tambores en Haití
o en las comunidades yoruba
del occidente de África.
Se trataba de mantener vivas
las tradiciones culturales
y retener un sentido de libertad interior
bajo cautiverio.
Era el mismo espíritu subversivo
que ha creado este baile:
el cakewalk,
una danza que parodiaba los gestos
de la alta sociedad del sur de EE.UU.,
una forma para los esclavos
de ridiculizar a sus amos.
Lo más loco de este baile
es que el cakewalk se mostraba
ante los amos,
que nunca sospecharon
que eran objeto de burlas.
Quizá reconozcan este.
En la década de 1920,
el charlestón.
El charlestón se basaba
en improvisación y musicalidad,
que derivó en el lindy bop,
en el swing,
e incluso en el kid 'n play,
Originalmente llamado charlestón funky.
Iniciado por una comunidad negra
muy unida de Charleston, Carolina del Sur,
el charlestón llenaba las salas de baile
donde las jóvenes de repente tenían
la libertad de patear sus tacones
y mover las piernas.
El baile social se basa
en la comunidad y la conexión;
si uno conocía los pasos,
significaba que pertenecía a un grupo.
Pero ¿qué pasaría si se convirtiera
en una moda en todo el mundo?
Vamos a por el twist.
No es de extrañar que la torsión
se remonte al siglo XIX,
traído a EE.UU. desde el Congo
durante el tiempo de la esclavitud.
Sin embargo, en los últimos años
de los 50,
justo antes del movimiento
de los derechos civiles,
Chubby Checker y Dick Clark
popularizaron el twist.
De repente, todo el mundo
bailaba el twist:
adolescentes blancos,
niños en América Latina,
haciéndose un hueco
en canciones y películas.
A través de baile social,
las fronteras entre
los grupos se vuelven borrosas.
La historia continúa
en los años 1980 y 1990.
Junto con la aparición de hip-hop,
el baile social afroestadounidense
tuvo aún más visibilidad,
recogiendo préstamos
de su largo pasado,
moldeando la cultura
y dejándose moldear por él.
Hoy estos bailes siguen evolucionando,
creciendo y extendiéndose.
¿Por qué bailar?
Para moverse,
dar rienda suelta,
para expresarse.
¿Por qué bailar juntos?
Para sanar,
recordar,
decir: "Hablamos un lenguaje común.
Existimos
y somos libres".