Hacia 1469, un cambista adinerado le encargó
a un joven pintor llamado Sandro Botticelli
pintar un retablo.
Boticelli, por supuesto, se conocería
como uno de los grandes pintores
del Alto Renacimiento,
produciendo obras como "La Primavera"
y "El Nacimiento de Venus".
Pero, en 1469, aún no se había ganado esta reputación.
La escena que este joven artista
se dedicó a pintar era bien conocida:
los Tres Sabios, o Reyes Magos,
llegando al lugar de nacimiento de Jesucristo.
Botticelli aspiraría a tomar este tema común
y producir un trabajo completamente original,
afirmándose al mismo tiempo
entre los ciudadanos más importantes de Florencia.
Muchas pinturas anteriores ilustran a los Reyes Magos
llegando a un establo, un majestuoso pesebre,
apropiado para el hijo de Dios.
El joven Botticelli, sin embargo, eligió
colocar la escena en las dilapidadas ruinas romanas.
En el centro de esta estructura,
colocó una roca sólida para que María y Jesús
se sentaran encima de sus visitantes.
Con esta decisión, Botticelli pareció decir
que la Cristiandad se basa en material
más resistente que Roma.
Botticelli luego pobló el espacio
con importantes hombres de su ciudad.
Al lado derecho, pintó al hombre
que pagó por su trabajo, Gaspare del Lama,
mirando al espectador
y apuntándose con confianza
para que así no haya duda
de quién es el responsable de esta obra maestra.
Aunque hijo de un barbero,
del Lama acumuló una buena cantidad de dinero
en su vida gracias al intercambio de moneda.
Ganó bastante dinero para comprar una capilla funeraria
y decorarla con una bonita pintura.
Los Tres Sabios aparecen
en el centro de esta pintura
arrodillándose ante María y Jesús.
Como modelos para estas importantes figuras,
Botticelli utilizó a miembros de la importante familia Médici.
La carrera como cambista de Del Lama
no hubiera sido posible
sin la ayuda de la poderosa familia Médici,
en particular de Cosme de Médici
quien aparece prominentemente
a los pies de María.
Los otros sabios pueden ser identificados
como Piero y Juan de Médici,
dos hijos de Cosme.
El negocio del cambio de dinero
tenía asociaciones éticas y legales dudosas,
así que la amistad de esta
poderosa familia era importante.
Y el joven heredero del poder de los Médici, Lorenzo,
no podía ser omitido de la composición de esta pintura.
Él aparece a la izquierda de pesebre.
Esta pintura parece decir
que el legado Médici,
con sus muchos herederos saludables,
se basará en material más sólido que Roma.
Botticelli luego rellenó el resto del espacio
con otros amigos y poderosas figuras de Florencia.
Y, entre la élite florentina,
el joven y seguro artista se pinto
mirando directamente al espectador.
La presencia de Boticelli en esta pintura
ilustra el cambio radical en la percepción
de los artistas durante este periodo de tiempo.
Botticelli no se veía a si mismo
como un artesano común contratado
para un trabajo sencillo.
Se veía a si mismo como un amigo
de las familias poderosas de Florencia.
Las pinturas como la "Adoración de los Reyes Magos"
revelan mucho más que el recuento de una historia bíblica.
Pueden contar la historia de, entre otras cosas,
un cambista de cuna modesta
intentando gastar su dinero de manera virtuosa
al hacer más bella una capilla local
o la historia de un ambicioso pintor joven,
que eleva la reputación de su trabajo
para ingresar a la rica élite de su ciudad.