Al crecer en la frontera,
desconocía que el arte
pudiese ser un medio de vida.
No hay mucho arte
que sea accesible
a la clase trabajadora.
¿Por qué el arte tiene
que ser tan jerárquico?
¿Por que tiene una visión tan cerrada
de lo que es la humanidad en realidad
de lo que la humanidad vive realmente?
Yo cortaría la cinta...
Así fue cómo empecé
a estudiar diseño de muebles.
Solo quería hacer algo
que estuviera más conectado
con la clase trabajadora,
pero sin dejar lo artístico de lado.
Aprender a trabajar con madera y metal
parecía merecer la pena.
Se convirtió
a vía de escape física y emocional.
Pero también en algo
que mi padre podía mirar y decir:
"Madre mía, eres una pedazo de soldadora".
[Aguiñiga] Cuando estudié artesanía,
aprendí quién enseñó a quién
unas tres o cuatro generaciones.
Conocías a todos tus compañeros.
En plan: "Anda, esta persona trabaja así
porque le enseñó este profesor".
Es algo que creo que muchos de nosotros
con padres inmigrantes
no tenemos.
No tenemos ascendencia.
Conozco el nombre de mi abuela y ya.
Es algo muy agradable
conectar con el pasado
y las diferentes historias y tradiciones.
Acabé siendo estudiante de Wendy Maruyama,
una mujer niponaestadounidense increíble
que es ciega.
Ella fue una de las primeras mujeres
en sacarse un máster de diseño de muebles.
Crea muchas obras muy provocadoras
sobre identidad y género.