Damas y caballeros,
Vengo de un pequeño pueblo en Victoria.
Tuve una crianza bastante ordinaria.
Iba a la escuela, salía con mis amigos,
peleaba con mis hermanas menores,
era todo muy normal.
Y cuando tenía 15,
un miembro de mi comunidad
se acercó a mis padres
con la intención de nominarme al
premio para el Logro comunitario.
Y mis padres dijeron: "Es gentil,
pero hay un claro problema.
Ella no ha logrado nada."
(Risas)
Sí, y no estaban mal, ¿saben?
Iba a la escuela, sacaba buenas notas,
trabajaba en el salón de belleza
de mi mamá al salir de clases,
y pasaba horas viendo
Buffy, la cazavampiros y Dawson's Creek.
(Risas)
Lo sé. Toda una contradicción.
(Risas)
Pero tenían razón.
No estaba haciendo nada excepcional.
No estaba haciendo nada que
pudiera considerarse un logro
si no se consiedera la discapacidad.
Años después,
estaba en mi segundo turno como profesora
de una preparatoria en Melbourne.
Llevaba 20 minutos en mi clase de
Estudios Legales de penúltimo año
cuando un chico levantó la mano y dijo:
"Disculpe, maestra, ¿cuándo
va a comenzar su discurso?
Contesté: "¿Qué discurso?"
Les había hablado sobre
la ley contra la difamación
por al menos 20 minutos
Y él dijo: "Sí, su discurso motivacional.
Cada que viene alguien
en silla de ruedas a la escuela,
por lo general nos
da palabras de aliento."
(Risas)
"Y es en el auditorio".
(Risas)
Ahí fue cuando el peso cayó sobre mí
para él la gente discapacitada
es solo un objeto de inspiración.
(Risas)
No lo somos. Y no es su culpa.
Es lo que somos para muchos;
la gente discapacitada no es
parte de nuestros profesores,
de nuestros médicos o manicuristas.
No somos gente real,
estamos allí para inspirar.
De hecho, estoy sentada
sobre este escenario
viéndome como me veo
en esta silla de ruedas,
y Uds. probablemente
esperan que los inspire.
(Risas)
¿Es así?
(Risas)
Sí.
Bueno, damas y caballeros,
voy a decepcionarlos drásticamente.
(Risas)
No estoy aquí para inspirarles.
Estoy aquí para decirles que nos
han engañado sobre la discapacidad.
Nos vendieron la idea de que
la discapacidad es una Cosa Mala.
C mayúscula, M mayúscula.
Es una Cosa Mala.
Y que vivir con una discapacidad
te vuelve extraordinario.
No es una cosa mala y no
te vuelve extraordinario.
Y en los últimos años
hemos propagado esta mentira aún más
a través de las redes sociales.
Es probable que hayan visto
imágenes como esta:
"El único obstáculo en la vida es
una mala actitud". [Scott Hamilton]
Mm
O esta: "Tu excusa es inválida":
Es cierto.
O esta: "Antes de rendirte, ¡inténtalo!"
Sí.
Son solo ejemplos, pero hay
muchísimas imágenes como estas.
Quizá hayan visto la de la niña sin manos
haciendo un dibujo al
sostener un lápiz con su boca.
Quizá vieron a un niño corriendo con
piernas protésicas de fibra de carbono.
Y como estas imágenes hay muchas.
Son lo que llamamos porno inspirador.
(Risas)
Uso el término porno a propósito,
porque deshumanizan a un grupo de personas
para el beneficio de otro
grupo de personas.
En este caso estamos deshumanizando
a personas discapacitadas
para el beneficio de las personas
sin ninguna discapacidad.
El propósito de estas imágenes
es el de inspirarte, motivarte,
para que podamos mirarlas y pensar:
"No importa lo mal que
sea mi vida, podría ser peor.
Podría ser esa persona."
Pero ¿y si eres esa persona?
Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces
en que se me acercó un extraño
para decirme que creen
que soy fuerte o inspiradora.
Y esto fue mucho antes de que
mi trabajo se hiciera público.
Me estaban felicitando
por lograr levantarme en la mañana
y recordar mi propio nombre.
(Risas)
Y es deshumanizante.
Estas imágenes deshumanizan
aquellos con discapacidades
para el beneficio del resto.
Están ahí para poder mirarlas
y pensar que las cosas
no son tan malas para ti,
para poner tus preocupaciones
en perspectiva.
Y la vida de alguien
discapacitado es algo difícil.
Sí superamos algunas adversidades.
Pero las cosas que superamos
no son las que los demás piensan que son,
no se relacionan con nuestros cuerpos.
Uso el término "gente discapacitada"
deliberadamente
porque creo en el llamado
modelo social de discapacidad,
que nos dice que somos más
discapacitados por nuestros cuerpos,
por la sociedad en que vivimos, en vez de
nuestros cuerpos y nuestros diagnósticos.
He vivido en este cuerpo por mucho tiempo.
Le tengo cariño.
Hace las cosas que necesito que haga,
y he aprendido a usarlo
de acuerdo a su capacidad
como Uds. lo hacen.
Y es lo que ocurre con los niños
de las fotografías también.
No están haciendo nada fuera de lo común,
solo usan su cuerpo según sus capacidades.
Entonces, ¿es justo deshumanizarlos
en la manera como lo hacemos
compartiendo esas imágenes?
Cuando las personas dicen:
"Eres una inspiración",
quieren hacerte un cumplido.
Lo dicen como un cumplido.
Y sé por qué pasa, se debe a la mentira,
porque nos mintieron diciendo que
una discapacidad te hace extraordinario.
Y en realidad no es así.
Sé lo que están pensando.
Estoy aquí, criticando la inspiración,
y Uds. piensan "Cielos, Stella,
¿acaso nada te inspira?".
Y la respuesta es: sí.
Aprendo de personas
discapacitadas todo el tiempo,
pero no pienso que soy
más afortunada que ellos.
Pienso que es una idea
brillante usar pinzas de barbacoa
para levantar cosas del suelo.
(Risas)
Aprendo ese truco ingenioso
para cargar tu teléfono con la
batería de la silla de ruedas.
(Risas)
Increíble.
Aprendemos de nuestras fortalezas
y nuestra perseverancia,
no frente a nuestros
cuerpos y diagnósticos,
sino contra un mundo que
nos glorifica y deshumaniza.
En serio creo que
esta mentira sobre la discapacidad
es la peor injusticia.
Nos complica la vida.
Y aquella cita, "El único obstáculo
en la vida es una mala actitud",
la razón por la que es una estupidez,
es porque no es cierto.
Porque el modelo social
de la discapacidad,
no influye sobre las veces que le
sonrías a un tramo de escaleras,
pues no se convertirán en una rampa.
(Risas)
Jamás.
(Aplausos)
Sonreirle al televisor no hará que
aparezcan subtítulos para la gente sorda.
Pararse en medio de una librería
e irradiar una actitud positiva
no incluirá braille en los libros.
No va a pasar.
No va a pasar.
En verdad quiero vivir en un mundo
donde una discapacidad
no sea la excepción, sino la norma.
Quiero vivir en un mundo
en el que a una chica
de 15 años que ve Buffy, la cazavampiros,
en su habitación
no se le atribuya ningún logro por
hacer las cosas en una silla de ruedas.
Quiero vivir en un mundo
donde esperemos más
de las personas discapacitadas
para que no nos festejen
el salir de la cama
y recordar nuestro propio
nombre en las mañanas.
Quiero vivir en un mundo
donde valoremos logros reales
de las personas discapacitadas.
Y quiero vivir en un mundo
donde un chico de penúltimo año
de preparatoria en Melbourne
no se sorprenda
por tener una maestra
que está en silla de ruedas.
Una discapacidad no te
vuelve extraordinario,
pero cuestionar lo que
crees saber al respecto, sí.
Gracias.