Voy a asimilar esto un momento.
Buenos días a todos.
En mayo del 2014, se publicó
un documental sobre la vida de Shannon.
Desde entonces Shannon
se ha convertido en un fenómeno
en las redes sociales y YouTube.
Su vida y su historia han impactado
a personas alrededor del mundo.
En este documental,
Shannon habló de las dos vidas
que se veía obligada a vivir
en la universidad.
Una en la que era una orgullosa
miembro de una hermandad,
y otra en la que era lesbiana.
Aunque la historia de Shannon
sea inspiradora,
no es del todo única.
Muchas personas
en campus universitarios
sienten que deben llevar
una doble vida
para mantener un estatus social
en sus organizaciones.
Y yo era una de esas personas.
Hola, soy Jacki,
miembro de la comunidad de hermandades,
antigua presidenta de la hermandad
y soy lesbiana.
Acepté mi sexualidad
el verano tras acabar
mi último año de carrera.
En este punto de mi vida
yo era importante en mi universidad.
Era la líder de mi hermandad
y parecía que iba a ser
la nueva presidenta.
Fue también durante este tiempo que,
debido al miedo a lo desconocido
y al sentimiento total de aislamiento,
decidí mantener mi sexualidad
en secreto para todos a mi alrededor.
A causa de los muchos estereotipos
que hay sobre las hermandades,
se espera que seas blanco, rubio,
privilegiado, rico y hetero,
y que todo lo que haces es beber,
hacer novatadas y practicar sexo.
Se está luchando
contra estos estereotipos
a nivel internacional, nacional y local,
pero la conversación
sobre que todo el mundo sea hetero
no ha aflorado todavía.
Y es debido a esta falta de conversación
por lo que decidí dar esta charla.
De hecho, una de mis mejores amigas
me dio su aprobación.
Me envió un mensaje
porque había hablado sobre mi charla
con una persona de su universidad
y esa persona está viviendo
lo mismo por lo que yo pasé.
Esta es la historia de lo que ocurre
cuando no encajas en la heterosexualidad.
Porque si buscas en Google
"gay y hermandades",
lo que principalmente encuentras,
si es que encuentras algo,
son artículos locales sobre
miembros de fraternidades
que aceptan o rechazan
a los miembros gays,
pero no hay prácticamente nada
sobre las lesbianas.
Y no es sorprendente que si buscas
"lesbianas y hermandad",
lo que normalmente encuentras es porno,
(Risas)
junto a un artículo anónimo
sobre lo que significa vivir en secreto
ser lesbiana en tu hermandad.
No hay mucho más que buscar.
Así que no encajo en la heterosexualidad.
No soy heterosexual.
Y estoy aquí para contarles lo que pasa.
Comenzaron a ocurrir
muchas cosas interesantes
cuando me armé de valor
y empecé a contárselo a la gente.
Recuerdo perfectamente
dos de las hermanas miembros.
Una de ellas es la persona
más católica y republicana
que jamás podrían encontrar.
Y pensé para mí misma:
"Si ella puede quererme,
seguro que todo el mundo puede".
Y sorprendentemente,
que sea sorprendente es triste,
me aceptó completamente
sin pensárselo dos veces
y ha sido mi mayor defensora
hasta el día de hoy.
A otro miembro de la hermandad
le conté que estaba nerviosa por una cita
y pudo ver que algo no encajaba.
Hablamos a fondo
y por la noche me envió un mensaje
que aún hoy sigue emocionándome,
una línea en particular decía:
"Jacki, nunca te quise por ser hetero,
te quiero porque tú eres tú".
Y tal y como seguí abriéndome a la gente,
acabé conociendo a otras mujeres como yo.
Empecé a sentir que no estaba sola
y para algunas de ellas, llegué
a convertirme en una mentora
porque estaban explorando su sexualidad
y estaban pasando por ese aislamiento,
sintiéndose completamente solas,
pero la diferencia es que pude
ayudarlas desde el principio.
He visto avances,
en diferentes campus se han establecido
programas de aliados
que entrenan a individuos
para ser defensores, aliados,
alguien que apoye a los de su alrededor.
He visto cómo han cambiado
políticas en fiestas de citas,
de modo que no sean solo
para un sexo determinado
y poder llevar a quien quieras.
Y he visto a mujeres aprovecharlo
y llevar a sus novias
o quien sea con quien
estuvieran saliendo.
Y una cosa en particular es,
esto es lo que realmente quiero decir,
que aunque pueda ser desconcertante,
cada persona a la que se lo he contado
dentro de mi comunidad,
y en especial la comunidad
de hermandades,
me ha aceptado sin pensárselo dos veces,
sin preguntas,
porque realmente me quieren como persona,
nunca me quisieron porque fuera hetero.
Es por esto que fui
lo suficiente valiente
para plantarme delante de mi asociación
y salir del armario,
lo que terminó con un rotundo aplauso
y un chiste embarazoso como:
"No te preocupes, ¡no ligaré contigo!"
(Risas)
Pero ahora que estoy al otro lado,
me he convertido en mejor líder,
en mejor hermana, mejor persona,
porque cuando uno juega a dos bandas,
no es dos en dos mundos diferentes,
es la mitad de uno que intenta
mantener dos identidades,
lo que llega a ser agotador
emocional y físicamente.
Y si no eres completamente tú mismo,
no puedes ser esa persona
que quieres ser de verdad.
Así que como les he dicho a las mujeres
a las que he orientado,
ojalá hubiera sido honesta al principio,
ojalá se lo hubiera contado
a mis hermanas
cuando acabé aceptando
esta parte de mí.
Ojalá les hubiera dado la oportunidad
de decirme que mis miedos
y la idea de convertirme en paria social
eran una equivocación
tal y como lo han hecho hoy.
Los tiempos están cambiando
y es hora de cambiar con ellos.
Gracias.
(Aplausos)