Les voy a contar mi manifiesto
de una forma muy breve, ¿OK?
Se llama Mentalmorfosis.
Y como su nombre lo dice,
significa transformar el pensamiento.
Es un manifiesto,
lo escribí para mí en realidad,
aunque también podría ser
para cualquier persona.
Se trata, básicamente, sobre encontrar
tu pasión y dejar que te mate...
y pensar diferente,
transformar nuestro pensamiento.
Lo cual es una de las labores
más importantes que tenemos como especie:
la creatividad.
Porque quizá sea una de las cosas
que nos puede salvar de autodestruirnos.
Por una muy sencilla razón: los problemas
se transforman en oportunidades.
Por aquí va la onda.
Mentalmorfosis nació...
a raíz de una paradoja
que encontré hace un buen rato.
Veía un programa de televisión
hace ya unos años.
Trataba sobre gente que había sobrevivido
a algún tipo de accidente,
que había estado cerca de perder la vida,
en algún momento drástico.
Y toda esta gente tenía algo en común.
Todos, después del evento,
habían transformado sus vidas
de alguna u otra forma.
Eso me hizo pensar.
¿Qué paradoja, no?
Los humanos vivimos sin acordarnos
de que eventualmente vamos a morir.
Y morimos sin acordarnos de haber vivido.
¿Qué quieren que les diga?
Qué monserga, diría mi mamá.
Es una palabra de mamá. ¡Qué monserga!
Resulta que así es como vivimos,
es un absurdo.
Esta paradoja me hace pensar
en tres cosas en particular
sobre "mi" propia vida.
La primera es:
pienso en esas cosas que haría ya,
en lugar de dejarlas ahí
como si fuera a vivir para siempre.
Tengo una urgente necesidad de hacer;
hacer ya lo que quiero hacer.
Dos: ya no me importa
estar en lo correcto.
Lo que ahora quiero,
es hacer cosas que me hagan feliz.
Y tres:
no existe otro momento para poder hacer
cualquier cosa que yo decida hacer,
más que aquí y ahora.
Porque aquí y ahora es el único momento
que realmente existe.
Ayer ya pasó.
El pasado es una historia que
nos mal-contamos en nuestras cabezas.
El futuro es la consecuencia
de lo que hoy va a suceder.
Entonces, el único momento genuino
y real que tenemos todos,
es aquí y ahora.
De hecho, somos el tiempo que nos queda.
Somos lo que hacemos con nuestro tiempo.
Cuando escucho decir: "no tengo tiempo",
me parece algo terriblemente triste
porque entonces no tienes nada, ¿no?
Esto me hace pensar sobre varias cosas.
Y de aquí nace mentalmorforsis,
justo de estas inquietudes personales.
Y en realidad la onda va por aquí.
Lo primero que quiero hacer
es darme cuenta.
Darme cuenta de dónde estoy parado
y qué es lo que estoy haciendo.
Quiero pensar diferente
y quiero transformar mi realidad.
Es algo básico.
Y mentalmorfosis va por ahí.
Ahora se lo voy a contar muy brevemente.
Las mejores historias
comienzan con una mala decisión.
Amo empezar así el libro
porque así es la vida, finalmente.
Yo soy el conjunto de decisiones
que he tomado toda mi vida.
Y todas ellas me han traído
donde estoy ahorita.
Por lo tanto, antes de tomar
mi siguiente decisión,
dado que me convierto en ella,
quiero pensar algunas cosas diferentes.
Quiero considerar algunas cosas.
Quiero ampliar mi rango de opciones,
porque no siempre quiero decidir lo mismo.
Quiero explorar otros caminos,
otros lugares, otros sabores.
Quiero pensar: ¿qué pasaría si voy por
la opción opuesta? ¿Qué puede pasar?
Descubriré caminos nuevos,
estaré en terrenos desconocidos,
y eventualmente, estoy seguro,
me voy a equivocar.
Pero ¿saben qué? Si nos equivocamos...
¡No pasa nada!
A menos que trabajen como médico
y tengan en sus manos una vida,
si se equivocan, pueden matar a alguien.
De manera general nosotros,
pues ¿qué puede pasar realmente?
No se va a abrir la tierra a la mitad
y te va a devorar el infierno,
si cometes un error, como normalmente
creemos que va a pasar.
De hecho, sucede lo contrario.
Aparentemente, nueve de cada diez
avances de la ciencia parten de un "error".
Los errores vistos
desde un ángulo opuesto,
en realidad, son un acierto.
De hecho, equivocarme al explorar,
no al cometer repeticiones,
sino al explorar, me obliga a
pensarme a mí mismo y al mundo
desde un ángulo fuera de lo previsto.
Lo cual me obliga a descubrir,
a explorar diferente,
a convertirme en alguien diferente.
Por el contrario, cuando sigo las reglas,
no me va a llevar a ningún lugar nuevo.
Porque su naturaleza es lineal,
y es predecible y es aburrida.
Puedo hacer lo que quiera,
lo que genuinamente quiera,
no seamos mal interpretados.
Porque ¿quién más me puede impedir
hacer lo que yo genuinamente quiero?
Es la mejor opción que tengo en mi mano,
darme cuenta de que cualquier cosa
que quiera lograr, la puedo lograr.
A menos que yo mismo me lo impida.
Si me lo impido es que algo
está pasando mal conmigo.
Entonces, la onda va por aquí.
Puedo hacer lo que quiera,
y si yo me lo impido,
es porque me quedé atrás de tres paredes
que yo normalmente encontré
como un caso recurrente.
El primero es que me auto-boicotee,
a través del miedo, la pereza o la culpa,
que tome el camino opuesto
al que genuinamente quiero ir.
O bien, que mi círculo de comodidad
me estanque y jamás me mueva de allí.
O bien, que jamás cuestione la forma
como fui educado: familia y escuela.
Necesitamos transformar
nuestra educación, eso es algo crucial.
Dado que tenemos esta tres paredes
que usualmente ocupamos
ahora quiero encontrar un atajo mental.
Ya me di cuenta de que lo que voy a hacer
es lo contrario que el miedo me diga.
Porque lo que pasa con el miedo,
es similar a lo que pasa con el error,
está como satanizado, mal visto,
está visto como del lado opuesto.
Y el miedo, si lo ves
desde un ángulo opuesto también,
es como un antojo al revés,
idea que me encanta, por supuesto,
sabe darme la sonrisa.
Quiero hacer ahora lo contrario
de lo que el miedo me diga.
Ahora lo que ya sé es
que cada vez que me construya, sin querer,
alguna pared alrededor de la cabeza,
ya sé cómo alterar ese patrón que invierte
lo que quiero con lo que acabo haciendo.
Ahora lo que voy a hacer es invertirlo,
irme por el lado absolutamente opuesto:
¡piensa al revés!
Piensa al revés. Así de sencillo,
o así de complicado.
¿Qué significa pensar al revés?
Significa que los pensamientos
no se equivocan.
Voy a hackear mi cabeza.
Por ejemplo, voy a pensar en ausencia.
Voy a pensar en las cosas
que normalmente no pienso.
Enfocarme en lo que me parece ausente.
Voy a cambiarme de ángulo,
y voy a poner atención
en todo lo que suceda alrededor.
Para no perderme nada importante.
Voy a darme cuenta,
en qué parte de mí radica mi identidad
y en qué me distingo del resto;
y darme cuenta de que mi percepción
construye lo que entiendo como realidad.
Si le doy la vuelta a mi percepción,
dado que los pensamientos no se equivocan,
no tengo nada que perder
y mucho por ganar.
Y aquí viene la parte
de la locura absoluta:
saltar al vacío.
El soy yo, aunque no lo crean,
sobreviví al salto,
soy un gato, mírenme.
(Risas)
Saltar al vacío significa
tomar la decisión.
Esa decisión, la que hace que
te suba y baje el estómago
en el instante en que la estás tomando,
sobre seguir tu pasión.
No importa que al mundo
le parezca una locura.
O que a ti mismo
te pueda parecer una locura
y sientas que te vas a matar
en el intento.
Pero finalmente, seguir una pasión,
se trata de eso.
Nadie dijo que iba a ser algo sencillo.
La idea es que valga la pena.
Y mientras más valga la pena,
mientras más obstáculos tengas,
son una prueba de tu obstinación,
de lo persistente que eres
y de lo genuinamente que amas
eso que dices amar.
Lo que yo creo es que al mundo
no le va a encantar la idea.
Al mundo normalmente
no le encanta la idea
de que alguien se salga de sus filas.
Como no le encanta la idea
de que alguien piense diferente.
Pero la premisa es justo pensar diferente.
La gente que lo hace
lo logra porque toma riesgos.
Y, sobre todo, porque vive diariamente
algo que no hacemos comúnmente:
viven enfrascados y viven sumergidos
en los jugos de su pasión.
¿Qué significa eso?
Encontrarte a ti mismo:
¿qué es lo que amas?
y ¿Qué es lo que puedo amar yo?
A lo mejor no lo sé.
Pero me voy a convertir
en una "mentesponja" gigante
para ir a averiguarlo.
Me encanta el término "mentesponja"
porque es como yo le llamo a ese proceso
de exploración entero,
en el que vas a irte
a devorar el mundo completo.
Te tienes que ir a divertir
en el proceso mismo de irlo haciendo
porque si no te divierte,
pues qué caso tiene hacer nada.
El chiste es que encuentres divertido
algo particularmente importante para ti,
pero que lo ames tanto
como para transformar tu proceso mental.
Esa es la idea para mí.
Irte a devorar el mundo convertido
en una "mentesponja" gigante.
Ese proceso, tiene que empezar
con la curiosidad.
Si algo te llama la atención,
claramente es porque tú o una parte de ti
está dentro de ese objeto,
o esa situación, o esa persona.
¡Ve a averiguarlo!
Y gradualmente, conforme
lo vas a ir averiguando
vas a ir encontrando cosas
que van a ir complementando más
y nutriendo más lo que tienes.
Pero, punto importantísimo,
con tanta información hay que tener
un filtro confiable, un filtro personal.
Significa que hay que cuestionar,
hay que ser autocríticos.
No puedes creer todo lo que oyes,
porque no todo lo que oyes es real,
o todo lo que lees,
o todo lo que te cuentan.
Ya tenemos dispositivos, ahora,
con los que podemos averiguar
de forma instantánea
cualquier tipo de información.
¡Pues cuestionen más!
¡No crean absolutamente nada
de lo que les estoy diciendo ahorita!
Cuestiónenlo y vayan a explorarlo
Uds. mismos a ver si es cierto o no.
A lo mejor estoy mintiendo. Pero si no,
a lo mejor vale la pena averiguarlo.
El chiste de cuestionar
es que gradualmente vas a ir encontrando
cosas que van a hablar de ti.
Pero si tú no haces algo al respecto,
es como si no hubiese pasado
absolutamente nada.
El chiste de todo es hacer.
La gente que platica sobre hacer algo
no se distingue.
Es la misma gente
que está alineada con todo.
Pero la gente que hace
y que hace inteligentemente,
es la que destila esa pasión,
la que contagia la emoción por hacer algo.
Yo lo que quiero no es ser cínico,
o ser clínico, o ser frío o aséptico;
quiero ser alguien humano.
Que cuando alguien me vea los ojos,
perciba en el brillo de mi mirada
cómo estoy emocionado por lo que amo.
Y que esa persona diga: "¡Híjole!
Yo quiero la misma droga
que él está tomando.
Yo quiero sentirme igual que él,
yo quiero una pasión igual".
El chiste de todo es que todos,
no importa la edad, no importa quién seas,
no importa cuánto dinero tengas
o dónde vivas.
Todos tenemos algo que nos vincula,
que es: "Eso que te emociona".
¿Qué es lo que más te emociona?
Cualquier cosa que sea,
eso deberías hacer todos los días.
Y vivir de eso.
No deberíamos tener un hobby
para hacer una cosa
y luego hacer otra cosa diferente
para alcanzar a sobrevivir.
El punto crucial de todo esto
es el de: "Aquí y ahora",
que es el tema inicial
con el que empecé, ¿lo recuerdan?
Aquí y ahora
es el único momento que tenemos.
Nuestro problema de manera general,
es que ya nos acostumbramos
a la idea de despertar todos los días.
Cuando en realidad,
no es que sea lo más normal.
Lo más normal sería no estar aquí;
ahora les doy la razón.
La probabilidad matemática de nacer...
es infinitesimal.
Es improbabilísimo que hubiéramos nacido,
pero sucedió, aquí estamos.
La probabilidad de existir
es de 400 billones contra una.
Lo voy a decir otra vez,
una entre 400 billones.
400 billones es el número
de estrellas en esta galaxia.
400 billones de personas podían
haber nacido en lugar de ti o de mí.
Pero nacimos, ¿no?, aquí está la prueba,
estamos todos hablando sobre esto,
no creo que sea una casualidad.
Me parece un tema de lo más importante.
Imagínate tú,
entre 400 billones de personas,
¿cuántas personas geniales
podían haber nacido, en tu lugar?
¿Qué probabilidades habría?
Muchísimos otros Darwin.
No sé, otros Beatles,
otro Edgar Allan Poe.
Piensa en cualquiera de tus héroes,
otro Juanga, si es que es lo tuyo. (Risas)
¡Quién sea! Pero al final naciste tú.
Gua, gua, gua, guaaa. (Risas)
No es como: ¡bueeno! (Risas)
Al contrario, tú ganaste la opción.
Tu ganaste la mejor lotería
que podía haber existido jamás.
Estamos aquí. ¿Qué es lo que vamos
a hacer con "estando aquí"?
Podemos pensar diferente,
podemos hacer tantas cosas.
Tantas cosas hermosas:
oler pan recién horneado,
dormir en sábanas limpias,
tener una conversación increíble
con alguien,
leer un libro, dar un abrazo,
ir a fiestear, podemos hacer tantas cosas.
¿Y qué es lo que hacemos?
Quejarnos, por ejemplo.
La mayoría de la gente viene y se queja.
Lo cual me parece un terrible
desperdicio de la oportunidad.
Creo que esto que sucede con nosotros
aquí y ahora, va más allá de esto.
La idea es intentar que valga la pena.
Tan improbable era que llegáramos,
que es casi imperante,
casi nos apremia esa infinita posibilidad
para que valga la pena,
para marcar una diferencia,
es lo que yo quiero hacer.
Es una forma de ver la vida,
no quiero convencer a nadie
porque no tengo nada de que convencer,
sobre nada, a nadie.
Si no le encuentras sentido a algo,
está bien, a lo mejor no lo tiene
porque no lo hay.
Pero si se lo encuentras...
síguelo porque eso eres tú.
Encuentra esa pasión que amas
y deja que te mate.
Es mejor morir por una pasión que morir
con la apatía de no haber encontrado nada.
Nuestro tiempo se pasa rapidísimo.
Yo no quiero perderme en la idea de,
¡híjole! pude haber hecho eso,
pude haber hecho esto otro.
Por eso no quiero convencer a nadie,
de hecho, me parece una falta de respeto.
Es como un intento
de colonización del otro.
¿No?
Yo les cuento, eso es mi manifiesto.
Me funciona a mí muy bien
porque es algo que te permite
dar la vuelta, es un final al revés.
Cualquier final al revés
es un nuevo principio.
Me permite darme cuenta, sobre todo.
Darme cuenta de qué es
lo que quiero hacer y hacerlo.
Por eso empecé con
esos tres puntos cruciales.
La idea de darme cuenta significa
saber dónde estoy parado, de entrada.
Querer transformar mi realidad
al pensar diferente
y reinventarme a mí mismo, transformarme
y transformar mi mundo.
En la medida en que yo me transforme
surgirá algo similar con el resto.
Pero, si vamos defragmentando
esos tres pasos...
vamos a empezar como empezamos la plática.
Todo comienza con las decisiones.
Yo soy quien decido ser.
Cada uno nos construimos
con cada decisión, ¿cierto?
Quiero darme cuenta de
qué tipo de decisiones tomo.
Quiero darme cuenta de qué tipo de reglas
tomo en cuenta, o cuáles ignoro
a la hora de tomar mi siguiente decisión.
Y, sobre todo, de qué paredes me construyo
alrededor de la cabeza sin querer.
Qué mal viajes que no existen
me voy haciendo yo solito.
De forma que, después,
pueda pensarla al revés,
romper esas paredes e irme
hacia otro lado totalmente insensato.
Y siguiendo la dinámica de la insensatez,
tomar esa decisión loca,
la que me va a acercar
a lo que genuinamente quiero,
al irme a devorar el mundo
como una mentesponja gigante,
para poder, básicamente,
encontrar las cosas que quiero hacer,
hacer las cosas que amo aquí y ahora.
Aquí y ahora es el único momento que tengo
para poder tomar mi siguiente decisión.
Mentalmorfosis es un ciclo
que se retroalimenta solito,
es como una serpiente
que se muerde la cola.
Más que un libro, es mi propio manifiesto,
es un lenguaje de la mente.
A pesar de que lo escribí para mí mismo,
como mi propio manifiesto,
mi intención es que sea para todos,
por eso lo quiero compartir,
no importa si tienes 7 o 70 años de edad,
al final todos somos humanos.
A todos nos pasan por la cabeza
sensaciones de pérdida o de ganancia,
o de riesgo, o de locura,
o de pasión, o de miedo,
no importa, al final somos humanos todos.
Lo que importa es darnos cuenta de que
somos todos esos pequeños fragmentos
de insensatez y de ignorancia,
con genialidad y con locura.
Somos un quimérico conjunto
de espejos rotos
que nos convierten en eso fascinante
que significa ser humano.
Por qué no darnos la vuelta
y pensar diferente.
Podemos transformar muchas cosas
más de las que creemos que podemos hacer.
Creo fervientemente que somos
todo ese conjunto de cosas que amamos.
Somos lo que amamos.
Somos lo que pensamos.
Y somos lo que hacemos al respecto.
Quiero darme cuenta, quiero pensar
al revés y quiero reinventarme.
Quiero compartir esto con la gente
a la que le parezca congruente la idea
y le parezca que tiene sentido.
Mi interés básico es crear
un movimiento de libres pensadores.
La síntesis básica de mentalmorfosis
va por aquí, más o menos.
El mundo es lo que piensas de él.
(explosiones con la boca)
Por lo tanto, piénsalo diferente
y será diferente.
Muchas gracias.
(Aplausos)