Gracia y paz a todos ustedes en el poderoso nombre de Jesús y bienvenidos a otra edición de 'La fe es natural' aquí en God's Heart TV. Hoy, quiero hablar sobre un tema que ha surgido muchas veces en conversaciones con la gente - en momentos de oración, consejo y aliento. Acabo de observar que muchas personas hoy están viviendo sus vidas a través del lente del ayer, a través del lente de su pasado - sus errores, heridas y dolores del pasado. Y como resultado de esto, muchos se encuentran atrapados en este círculo vicioso de culpa y condena por el mal que han hecho o el círculo igualmente vicioso de amargura y resentimiento por el mal que les han hecho en el pasado. Y es tan peligroso. Pueblo de Dios, esto es un complot astuto, una táctica común del diablo para desconectarte de Dios. satanás se deleita en discutir tu pasado contigo. Se deleita en recordarte tu pasado: fracasos, errores y heridas pasadas. Porque eso es lo único que te conecta con él. Esa es la única información que realmente él tiene sobre ti: tu pasado. Y el diablo tomará todas las vías disponibles para tratar de evitar que actúes en la Palabra de Dios ahora. Mira, a él no le importa si analizas la Palabra. No le importa si admiras la Palabra o incluso si admites su veracidad mientras no actúes en esa Palabra. ¡Él no quiere que actúes en la Palabra de Dios! Él quiere que vivas tu vida a través del lente de tu pasado indigno, para que lo filtres todo a través de él, para paralizar tu capacidad de actuar con fe en el presente y así empañar tu futuro. Pueblo de Dios, es peligroso hacer viajes innecesarios al ayer. Es muy peligroso. Tu pasado no define tu presente y no determina tu futuro. Puedes aprender de tu pasado sin vivir en tu pasado. No vivas en él; aprende de él. No dignifiques el engaño del diablo con tu atención - tu preciosa atención. Porque tus errores no te definen. Salmo 37:24 Repito - tus errores no te definen. De hecho, incluso pueden refinarte. Quiero decir, Dios puede incluso usar tus errores para llevarte al lugar dónde Él quiere que estés- dependiendo de tu respuesta. La clave está en tu respuesta. En cómo respondes a ese error. Ahora, déjame darte un ejemplo muy práctico. Solo imagina que estás en un viaje a alguna parte. Vas a alguna parte; sabes a dónde vas. Y en este viaje,de repente reconoces que estás en el lugar equivocado. Has dado un paso equivocado; has perdido la dirección. ¿Que haces? Tienes que regresar sobre tus pasos y volver al camino. Si reconoces que has ido en la dirección equivocada, ¿qué dirás? '¡Oh, bueno, es demasiado tarde! Voy continuar en este camino equivocado.' ¡No! Rápidamente vuelves al camino correcto, corriges el rumbo y continúas tu viaje. Pueblo de Dios, en este camino de la vida, si das un paso equivocado, ¿cómo respondes? ¿Cómo reaccionas? ¿Reconoces tu error, retrocedes y corres a Dios en arrepentimiento? ¿O te resistes al autoexamen, te revuelcas en la autocompasión y caes más profundamente en esa complicada red de culpa, condenación e inferioridad? ¿Vuelves a encarrilarte o te desvías más? La decisión es tuya. Elegir 'vivir en tu pasado' es elegir 'estar más lejos del camino'. Al caer en esa culpa y condenación, sólo te estás desviando más del camino. De la misma manera, si justificas tu equivocación o apuntas con el dedo a la izquierda, a la derecha y al centro o inventas excusas, te estás desviando del camino. Y lo peligroso aquí es, que cuanto más prolongues tu estancia en lo erróneo, más daño el diablo puede hacer en tu corazón. Y cuando el diablo tiene una pisada en tu corazón, ese daño puede extenderse fácilmente a tu hogar, tu matrimonio, familia, relaciones y carrera. ¡Oh, qué complicada red tejemos cuando nos negamos a dejar ir nuestros errores! No digo que no cometerás errores. Todo el mundo comete errores en este viaje. Todo el mundo pierde la marca. Quiero decir, solo mira en la Biblia, nuestro estándar, la Palabra de Dios - a muchos de los grandes personajes bíblicos sobre los que leemos. Noé luchó con el alcohol. Jacob usó el engaño. Lot luchó con la codicia. ¿Qué de Moisés que luchó con la ira? Pedro a menudo se sentía abrumado por el miedo, Tomás por la duda. ¿Qué del rey David, Salomón, Sansón? Todos sucumbieron a la lujuria. Nadie es perfecto en este mundo (Romanos 3:10, 23) Todos tropezamos de muchas maneras (Santiago 3:2) En este mundo malvado, siempre existirá ese conflicto, esa batalla en el corazón del hombre entre la carne y el espíritu. El pensamiento en tu corazón es la batalla que enfrentarás hasta el último día, Hasta que Jesús venga, esa es la batalla que enfrentarás. Entonces, mi aliento para ustedes hoy, pueblo de Dios, es este: Tan pronto reconozcas que has dado un paso equivocado, rápidamente retoma el camino. No prolongues tu permanencia en el mal por tu respuesta al mismo. Mira, como hijo de Dios, puedes saber cuándo das un paso equivocado. ¿Cómo? El Espíritu de Dios impulsará tu conciencia al arrepentimiento. Romanos 9:1, 2 Corintios 7:10 El Espíritu Santo impulsará tu conciencia al arrepentimiento. La pregunta es: ¿qué tan sensible es tu espíritu? ¿Qué tan rápido eres para responder? La velocidad para reconocer tu error se da por el grado en que la Palabra de Dios domina tu corazón. Y para ser más sensibles a la inspiración del Espíritu de Dios en tu espíritu, simplemente tienes que pasar más tiempo a Sus pies, más tiempo en Su presencia, más tiempo en Su Palabra. Él debe aumentar; tú debes disminuir (Juan 3:30). Porque todo se trata de Jesús; no es sobre ti. No se trata de tu dignidad porque nadie es digno. No se trata de tu debilidad porque todo el mundo tiene debilidades. Se trata de tu voluntad - de tu voluntad de reconocer tu error, de dejar tu orgullo a un lado, vuelve sobre tus pasos, vuelve al camino con Dios y continúa tu camino de fe. Porque no tienes que ser perfecto para ser un hijo de Dios; solo tienes que estar disponible. Pueblo de Dios, los dejo hoy con una palabra de la Escritura del Apóstol Pablo en Romanos 8:1. Él dijo: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Ahora, esta Escritura no nos da una base para simpatizar con el pecado, justificar el mal o dar por sentada la gracia. ¡No! Pero simplemente enfatiza que no debemos permitir que la culpa de nuestros errores nos robe la extraordinaria paz disponible en el perdón de Cristo. En lugar de que tu mal te aleje de la presencia de Dios, éste debería ser la razón para que te acerques a Él. Porque en las palabras del Profeta T.B. Joshua: "Puedes saber que eres un hijo de Dios cuando tu error despierta tu vida espiritual". Gracias, Jesús Cristo. Ahora mismo, pueblo de Dios, es tiempo de oración. En este momento, a cada corazón manchado por la culpa - ¡sé limpiado, en el poderoso nombre de Jesús Cristo! A todo espíritu turbado por la condenación: ¡Sé limpiado por la Sangre preciosa de Jesús Cristo! Cuando la Sangre de Jesús Cristo te limpia, ¡eres realmente limpio! ¡Sé limpiado ahora mismo! En tu espíritu, en tu alma, en tu cuerpo, ¡sé limpio! A todo espíritu de aflicción, esclavitud, enfermedad, pesadillas - ¡Sé lavado por la Sangre de Jesús Cristo! ¡Sé enjuagado ahora mismo, en el poderoso nombre de Jesús Cristo! ¡Recibe el coraje! ¡Recibe la fuerza! ¡Recibe la convicción de mantenerte firme en Cristo! ¡Oh, Señor, doblega todo corazón y voluntad obstinados! Guía los pasos que se extravían. Lava las manchas de la culpa. Ayúdanos a ver a través de Tus ojos. Llévanos a una relación más cercana contigo y concédenos una mayor comprensión de tu corazón. ¡En el nombre poderoso de Jesus Cristo! ¡Amén! Gracias, Jesús Cristo.