Misterios de la lengua vernácula:
Rayos X,
una forma de radiación electromagnética
capaz de penetrar sólidos.
La expresión rayos X se remonta
al trabajo de René Descartes,
un filósofo francés,
matemático
y escritor del siglo XVII.
Una de las innumerables
contribuciones de Descartes
al mundo de los números
fue la invención de una convención
sencilla pero brillante
que la mayoría de la gente
da por sentado hoy en día:
la representación de las incógnitas
dentro de una ecuación como X, Y y Z.
Cuando el científico alemán
Wilhelm Röntgen
descubrió lo que ahora
llamamos los rayos X
a finales del siglo XIX,
les dio el nombre "X-Strahlen".
Strahlen en alemán significa "brillar"
y X, por supuesto,
representa la naturaleza desconocida
de la radiación descubierta por Röntgen;
el factor X, por así decirlo.
La traducción al inglés mantiene la X
pero sustituye el alemán "brillo" por "rayo",
es decir, un haz de luz.
Coincidentemente, en matemáticas
la palabra rayo se refiere a una línea
con un punto de origen que no tiene fin
y se extiende al infinito,
llevándonos cuidadosamente
de nuevo a lo desconocido.
Hoy entendemos qué es la radiación X
y a pesar de las humildes objeciones
de su descubridor,
también comúnmente se llama radiación Röntgen,
eliminando con la X
el misterio fundamental de su naturaleza.