Penelope Jagessar Chaffer: Estaba por preguntar si hay un médico en la sala.
No, era una broma.
Es interesante. Sucedió hace seis años
cuando estaba esperando a mi primer hijo
descubrí que
el conservante usado con más frecuencia
en productos para bebés
simula al estrógeno
cuando se incorpora al cuerpo humano.
Es muy fácil hacer que
un compuesto químico se introduzca
en el cuerpo a través de la piel.
Se han encontrado estos conservantes
en tumores cancerosos de seno.
Así empezó este recorrido
para hacer la película "Toxic Baby" (El bebé intoxicado).
No toma mucho tiempo
descubrir algunas estadísticas asombrosas
sobre esto.
En primer lugar, cada uno de nosotros
tiene entre 30 y 50.000 productos químicos
en el cuerpo
que no tenían nuestros abuelos.
Muchos de estos productos
tienen que ver con muchísimos casos
de enfermedades infantiles crónicas
que se dan en las naciones industrializadas.
Veamos algunas estadísticas.
Por ejemplo, en el Reino Unido,
los casos de leucemia infantil
han aumentado en un 20 %, en una generación.
Un crecimiento similar aparece en el cáncer infantil en EEUU.
En Canadá, ahora 1 de cada 10 niños es asmático.
Un aumento de 4 veces.
Lo mismo sucede en todo el mundo.
En EEUU,
probablemente las más sorprendentes cifras
están en un aumento del 600 %
en autismo, desórdenes relacionados con esto
y otras dificultades de aprendizaje.
Nuevamente, se ve esa tendencia
en Europa y Norteamérica.
En Europa,
en ciertos lugares,
se ve un aumento de 4 veces
en ciertos defectos genitales de nacimiento.
Es interesante que uno de esos defectos
ha crecido 200 % en los EEUU.
Un crecimiento enorme
de enfermedades crónicas infantiles
que incluyen afecciones como
obesidad, diabetes juvenil y
pubertad prematura.
Es interesante ver que
cuando estaba buscando a alguien con quien dialogar
sobre estos temas frente a una audiencia, descubrí que
probablemente una de las personas más sobresalientes en el mundo
capacitada para hablar de tóxicos en bebés
es un experto en ranas.
(Risas)
Tyrone Hayes: Fue también una sorpresa para mí
que llegara a hablar de pesticidas y
de salud pública
Porque, en verdad, nunca me había imaginado poder ser útil en esos casos.
(Risas)
Ranas.
En verdad, el interés en todo este asunto de los pesticidas
también me llegó por sorpresa
cuando me llamaron de la mayor empresa química del mundo
y me pidieron que evaluara
el efecto de la atrazina en los anfibios, o sea, a mis ranas.
Resulta que este es el producto de más ventas de
la mayor empresa química del mundo.
Es el contaminante número uno
del agua subterránea, de beber y de lluvia.
En el 2003, según mis estudios, fue prohibida en la Unión Europa,
pero ese mismo año,
la EPA de Estados Unidos volvió a registrar el producto.
Nos pareció muy sorprendente descubrir
que cuando las ranas estaban expuestas
a muy bajos niveles de atrazina (1 parte entre 10.000 millones),
resultaban animales que se veían así.
Éstas son gónadas extraídas de un animal
que tenía dos testículos, dos ovarios,
otros testículos más grandes y más ovarios,
lo cual no es normal...
(Risas)
ni siquiera en los anfibios.
En algunos casos, en otras especies como la rana leopardo norteamericana,
se encontraron machos expuestos a la atrazina, con huevos en los testículos.
Aquí se pueden ver estos grandes huevos con yema
asomándose a la superficie de los testículos de este ejemplar macho.
Mi esposa me dice, y con seguridad Penelope concuerda,
que no hay dolor mayor que el de dar a luz,
lo cual nunca sufriré, se los puedo asegurar,
pero supongo que una docena de huevos de gallina en mis testículos
podría ser uno de los peores dolores.
(Risas)
En estudios recientes publicados,
se ha demostrado que de estos animales, cuando se exponen a atrazina,
algunos machos se vuelven
completamente hembras.
Estos son dos hermanos machos en plena relación.
Y no es solo que estos machos genéticos se acoplen con otros machos,
sino que están en capacidad de poner huevos
a pesar de ser genéticamente machos.
Lo que propusimos,
y para lo que conseguimos apoyo,
Es sobre lo que hace la atrazina
que causa un desequilibrio hormonal desastroso.
Normalmente los testículos producen testosterona,
la hormona masculina.
Pero lo la atrazina hace que se active una enzima,
digamos que la fabrica, la aromatasa,
la cual convierte la testosterona en estrógeno.
Como resultado, los machos expuestos
pierden su testosterona, son castrados químicamente,
enseguida se afeminan porque
resultan produciendo la hormona femenina.
Esto es lo que me trajo a asuntos con humanos.
Porque resulta que
el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres, el cáncer de seno,
se regula por el estrógeno y la enzima aromatasa.
Así, cuando alguien desarrolla una célula cancerosa en el seno
la aromatasa convierte los andrógenos en estrógenos,
y esos estrógenos producen, o promueven
el crecimiento del cáncer
que se convierte en tumor y se extiende.
La aromatasa es tan crítica en el cáncer de seno
que uno de los últimos tratamientos para ello
es con un químico llamado letrozol,
que bloquea la aromatasa y el estrógeno,
para que las células transformadas no crezcan convertidas en tumor.
Naturalmente, llama la atención
que todavía estemos usando unas 40.000 toneladas de atrazina,
el contaminante número uno del agua para beber, que da resultados negativos:
se transforma en aromatasa, aumenta el estrógeno,
promueve tumores en ratas
y está asociado con tumores en humanos, cáncer de seno.
Lo más interesante es que
la misma empresa que nos vende 40.000 toneladas de atrazina,
causante del cáncer de seno,
ahora nos vende el antídoto; exactamente la misma compañía.
Me parece muy curioso
que en vez de tratar la enfermedad
previniendo la exposición a los productos que la promueven,
simplemente respondemos
trayendo más químicos al ambiente.
PJC: Y hablando de estrógeno,
otro de los compuestos a que Tyrone alude en la película
es uno llamado bisfenol A, BPA,
que se ha visto en las noticias recientemente.
Es un plastificante,
un compuesto que se encuentra en el policarbonato,
del que hacen los biberones para bebés.
Lo interesante del BPA es que
es un estrógeno tan fuerte
que alguna vez se consideró usarlo
como estrógeno sintético en terapia hormonal.
Y hay muchísimos estudios que demuestran
que el BPA se filtra de los biberones
a la leche, y por tanto
les llega a los bebés.
Así que estamos administrando a nuestros bebés,
a los recién nacidos, a los pequeñitos,
estrógeno sintético.
Hace unas dos semanas
la Unión Europea aprobó una ley
prohibiendo el uso de BPA
en biberones y en jarros para bebés.
Para los que entre ustedes no son padres,
los jarros para bebés son esas tazas plásticas
que los niños usan cuando dejan el biberón.
Dos semanas antes,
el Senado de los Estados Unidos se había negado a debatir siquiera
la prohibición del BPA
en biberones y jarros para bebés.
Como pueden ver, queda
la responsabilidad en los padres
que tienen que vigilar, regular y controlar esto
en su día a día;
esto es realmente preocupante.
(Video) PJC: Se ha demostrado que
muchos biberones de plástico dejan filtrar bisfenol A.
Esto prueba cómo, algunas veces,
depende solo del cuidado de los padres
interponerse entre los compuestos químicos y nuestros niños.
El caso de los biberones demuestra
que podemos prevenir contactos innecesarios.
Pero si los padres no tenemos cuidado,
estaremos dejando que nuestros niños
se defiendan solos.
TH: Lo que dice Penelope aquí
es totalmente cierto.
Algunos de Uds. no saben que estamos en medio de la sexta extinción masiva.
Los científicos están de acuerdo.
Estamos perdiendo especies en la Tierra
más rápido que la desaparición de los dinosaurios
y las mayores pérdidas están en los anfibios.
El 80 % de los anfibios
están amenazados y en franca disminución.
Al igual que muchos investigadores, creo
que los pesticidas son parte importante de este descenso.
Los anfibios son buenos indicadores y son más sensibles, en parte
porque no tienen protección ante los contaminantes en el agua;
sus huevos no tienen cáscara,
ni membrana, ni placenta.
Uno de nuestros mayores inventos –de nosotros
los mamíferos– fue la placenta.
Recordemos que originalmente éramos acuáticos.
Pero resulta que esta antigua estructura
que nos distingue de otros animales, la placenta,
no puede evolucionar con suficiente rapidez
ya que estamos generando nuevos productos químicos
más rápido que nunca.
Hay evidencia en estudios con ratas, con el mismo producto,
de que el desequilibrio hormonal producido por la atrazina genera abortos.
Porque la salud en el embarazo depende de las hormonas.
Cuando las ratas no abortan
la atrazina les causa enfermedad de próstata
a sus crías, así que desde recién nacidos
vienen con esta enfermedad propia de hombres mayores.
Cuando no abortan, la atrazina
produce defectos en el desarrollo mamario
en las hijas que han estado expuestas a esta sustancia en el útero,
de tal forma que sus mamas no se desarrollan correctamente.
Como resultado, cuando estas ratas crecen,
sus crías sufren retardos de crecimiento y desarrollo
porque no pueden producir suficiente leche para alimentarlas.
Ese cachorro que se ve abajo está afectado porque su
abuela estuvo expuesta a la atrazina.
Debido a que la vida de esta sustancia abarca,
varias generaciones, años, decenas de años,
eso significa que ahora mismo
estamos afectando la salud
de los nietos de nuestros nietos
por las cosas que hoy estamos poniendo en el ambiente.
Esto no es solo filosofía; ya se sabe muy bien
que los productos químicos como dietilestilbestrol y estrógeno,
PCBs y DDT,
atraviesan la placenta
y efectivamente determinan la
posibilidad de desarrollar cáncer de mama,
obesidad y diabetes,
en el bebé desde el vientre materno.
Además de esto, otro invento nuestro
original, de nosotros los mamíferos, es la función
de alimentar a las crías después de nacidas.
Ya sabemos que los productos químicos
como DDT, DES y atrazina
pueden pasarse a la leche
igualmente afectando a los bebés
aun después de nacidos.
PJC: Así, como dice Tyrone,
la placenta es un órgano antiguo.
Pienso ¿cómo puedo demostrarlo?
¿Cómo se hace para probarlo?
Es interesante que, haciendo una película como ésta,
para visualizar un hecho científico,
no haya una buena forma de hacerlo.
Aquí tengo que darme una pequeña licencia artística.
(Video) (Timbres)
Hombre mayor: Control de placenta.
¿Qué es eso?
¿Cómo?
(Ronquidos)
(Bocina)
Puffuffuff, ¿qué?
Ácido perfluorooctanoico.
Caray.
Nunca lo había oído.
PJV: En realidad yo tampoco,
hasta que comenzamos a rodar esta película.
Y cuando me di cuenta de que los productos químicos pueden atravesar la placenta
y llegarle al hijo por nacer,
me puse a pensar,
¿qué me diría mi feto?
¿Qué nos pueden decir los bebés por nacer
cuando están expuestos,
como sucede cotidianamente, día tras día?
(Música)
(Video) Bebé: Hoy,
recibí algo de octilfenol,
algo de almizcle artificial
y también bisfenol A.
Ayúdenme.
PJC: Es una idea impactante,
saber que nosotras las mujeres,
estamos a la vanguardia de esto.
Es asunto nuestro
porque acumulamos estos compuestos toda la vida
y luego se los pasamos a
nuestros bebés por nacer.
En efecto, estamos
contaminando a nuestros hijos.
Me encontré esto hace un año
cuando supe que estaba embarazada
y el primer examen mostraba
que mi bebé tenía un defecto congénito
relacionado con el contacto
con productos estrogénicos en el vientre.
En el segundo examen
no se encontraron latidos del corazón.
Así, la muerte de mi hijo, de mi bebé,
me puso en resonancia con lo que estaba tratando de hacer en la película.
En ocasiones se da esta situación extraña
en que el comunicador se hace parte de la historia,
aunque esa no fuera la intención original.
Cuando Tyrone habla del feto
atrapado en un ambiente contaminado, siento
que este es mi ambiente contaminado.
Que este es mi bebé intoxicado.
Esto es algo
profundo y triste a la vez,
pero también sorprendente
porque muchos no lo sabemos.
TH: Algo que me entusiasma y me parece muy adecuado
aquí en TED Women es algo que
creo que se resumió muy bien anoche en la comida
cuando alguien dijo: "Diríjase a ese hombre en la mesa y dígale:
”Contamos con tu respaldo cuando comience la revolución”.
La verdad, señoras, es que
desde hace tiempo Uds. tienen el apoyo en este asunto,
que comenzó con "Silent Spring" (Primavera silenciosa) de Rachel Carson,
"Our Stolen Future" (Nuestro futuro robado) de Theo Colborn,
y los libros de Sandra Steingraber,
"Living Downstream" (Viviendo río abajo) y "Having Faith" (Tener fe).
Posiblemente es la conexión con la siguiente generación,
con mi esposa y mi linda hija aquí, hace 13 años,
posiblemente esta conexión
hace que las mujeres se vuelvan
activistas en esto.
A los hombres aquí, quiero decirles que
no son solo las mujeres y los pequeños quienes están en riesgo.
Los testículos de las ranas expuestas a la atrazina
están llenos de huecos y espacios,
debido al desequilibrio hormonal,
en lugar de generar esperma,
como en este caso,
los tubos testiculares quedan vacíos
y la fertilidad desciende hasta en 50%.
No solo sucede con anfibios, como en mi trabajo,
sino también con peces de Europa, con un grupo de reptiles
en Sudamérica que presenta huecos en los testículos y ausencia de esperma,
y con ratas, también con ausencia de esperma
en los tubos testiculares.
Obviamente, no se hacen experimentos con humanos,
pero simplemente por coincidencia,
mi colega demostró
que los hombres con bajos registros de esperma y semen de mala calidad
tienen más altos niveles de atrazina en la orina.
Son los hombres que viven
en comunidades agrícolas.
Quienes trabajan en cultivos
tienen niveles más altos de atrazina.
Y los que efectivamente la aplican
la tienen en mayor nivel en la orina,
hasta 24.000 veces superior a lo que conocemos
como nivel activo. Naturalmente la mayoría,
90 %, son mexicanos o mexicanoestadounidenses.
Y no solo están expuestos a la atrazina.
También tienen contacto con otros productos como cloropicrina
que originalmente se usaba como gas nervioso.
La esperanza de vida de muchos
de estos trabajadores es apenas de 50 años.
No debe sorprendernos, pero lo que sucede en la vida animal
es una señal de peligro para todos,
como nos lo advierten Rachel Carson y otros.
Es bastante obvio lo que se ve en esta foto del lago Nabugabo;
el agua de desechos agrícolas de estos cultivos
que va a estos recipientes
es, en esa población, la única fuente de agua para cocinar y para el baño.
Si les digo a los hombres de esa aldea
que las ranas tienen las defensas inmunes bajas
y que tienen huevos en los testículos,
la conexión entre el problema ambiental y la salud pública
queda bien clara.
Nadie tomaría agua que se sabe que tiene este efecto en
la vida animal que la habita.
El problema está en mi pueblo, Oakland,
y en la mayoría de nuestras ciudades,
porque no vemos la conexión.
Abrimos el grifo, sale agua, suponemos que es segura
y creemos que somos dueños de nuestro ambiente,
en lugar de ser parte de él.
PJC: No es difícil concluir que
en realidad este es un problema ambiental.
Sigo pensando todo el tiempo
en esto.
Sabemos bastante sobre el calentamiento global y el cambio climático
y sin embargo no tenemos claro lo que
he llamado ambientalismo interno.
Conocemos lo que estamos echando fuera,
tenemos algún sentido de las consecuencias,
pero ignoramos lo que sucede
cuando colocamos, o nos colocan, ciertas sustancias
en el cuerpo.
Tengo la idea,
y este es mi mensaje apremiante aquí,
que nosotras las mujeres tenemos que movilizarnos
y actuar como comunicadoras.
Como somos quienes llevamos la responsabilidad
de gestar, engendrar hijos y somos
quienes manejamos las compras del hogar,
tenemos que tomar la iniciativa para transmitir
el mensaje de Tyrone y otros investigadores a todo el mundo.
Quiero exhortar a que,
cuando pensemos en asuntos ambientales,
recordemos que no se trata solo de glaciales y de casquetes de hielo,
sino, también, de nuestros hijos.
Gracias.
(Aplausos)