¡Hola a todos! Soy Faheedah, y hoy vamos a hablar de la diáspora africana en Brasil. ♪ Freedom is... ♪ ♪ ...mine ♪ ¿Sabíais que Brasil es hogar de la mayor comunidad africana en diáspora fuera de África? El censo de 2010 en Brasil hizo patente que, por primera vez, la mayor parte de la población brasileña se identificaba como afrodescendiente. El 50.7 % de los brasileños (el equivalente a más de 100 millones de personas) se identificó como negro o mestizo. Las estadísticas que voy a mostraros son realmente impresionantes. El comercio de esclavos transatlántico, tal y como lo conocemos, comenzó cuando los portugueses hicieron el primer viaje esclavista cruzando el Atlántico hasta Brasil en 1526. Desde 1501 hasta 1866, se estima que se traficó con unos 4.9 millones de esclavos africanos con Brasil como destino final. Eso es aproximadamente el 40 % de todos el tráfico de esclavos en el Atlántico, y al menos cuatro veces la cantidad de esclavos que se enviaron a Estados Unidos mediante el tráfico. Brasil fue el último país del hemisferio oeste en abolir la esclavitud, en 1888. El trabajo esclavista fue el motor que impulsó varios sectores de la industria de Brasil, incluyendo la producción azucarera, la prospección de oro y diamantes, la producción de café y la agricultura. Al igual que en toda Latinoamérica, los esclavos africanos en Brasil acabaron escapando y creando asentamientos marginales, llamados "quilombos". El más famoso de todos ellos fue el "Quilombo dos Palmares", que existió durante la mayor parte del siglo XVII. Era un quilombo relativamente grande, con una población de varios miles de esclavos fugados y de indígenas, los cuales crearon una sociedad compleja y estructurada. En su apogeo, llegó a estar formado por unos 30000 habitantes que se repartían entre un total de 11 aldeas diferentes, llegando a ocupar un terreno del tamaño de Portugal. El líder afrobrasileño más famoso de la resistencia esclavista fue Zumbi, el último rey conocido de Palmares, y el cual lideró crueles contraataques contra las fuerzas portuguesas que intentaban erradicar el quilombo. Aunque el asentamiento fue finalmente tomado en 1695 y Zumbi decapitado, hoy en día sigue siendo un importante símbolo de la resistencia contra la esclavitud en Brasil y el colonialismo portugués. A día de hoy, los descendientes de afrobrasileños que vivían en quilombos siguen luchando por los derechos sobre sus tierras ancestrales. En 2018, y por primera vez en la historia, un quilombo recibió un título de propiedad, ya que la comunidad de Cachoeira Porteira, de unas 500 personas, obtuvo formalmente 220000 hectáreas de selva amazónica. Uno de los puntos de inflexión claves fue la revolución haitiana, que concluyó en 1804 y en la cual la población afrodescendiente de Haití se rebeló contra las élites blancas francesas y reclamó su independencia, tanto del dominio colonial francés como de sus esclavizadores europeos. Esto tuvo repercusiones en toda América Latina, llegando incluso hasta Brasil. Algunos afrobrasileños incluso llevaban retratos del líder revolucionario haitiano, Jean Jacques Dessalines, en amuletos que portaban en sus cuellos. Sin embargo, después de la caída de la industria azucarera en Haití, fue Brasil quien se encargó de la creciente demanda de azúcar. Los esclavos africanos seguían importándose en grandes cantidades a la región de Bahía. A raíz de la revolución haitiana, las rebeliones esclavas se volvieron más frecuentes y brutales. La más grande de todas ellas ocurrió en 1835, en Salvador, y se conoce como la "Revuelta de los Malê". Fue organizada por esclavos africanos y musulmanes que querían liberar a todos los esclavos de Bahía. Sin embargo, esta rebelión fue aplastada y muchos de sus participantes fueron arrestados, ejecutados, azotados o deportados. Las relaciones se volvieron tensas entre los esclavos africanos recién importados y los afrobrasileños esclavizados que habían nacido en cautiverio en tierras brasileñas. Estos últimos estaban formados principalmente por gente negra y mulata resultante de la mezcla con sus antepasados esclavistas europeos. A estos se los trataba mejor, solían conseguir la emancipación (generalmente porque solían ser hijos directos de sus esclavistas) y tenían más oportunidades para ascender en la escala social una vez eran liberados. De hecho, no era raro ver a hombres negros y mulatos de gran riqueza en Brasil, teniendo incluso sus propios esclavos. Es muy probable que esta división interna fuese la que impedía que el pueblo de esclavos iniciase una revolución con éxito. Aunque Brasil obtuvo su independencia de Portugal en 1822, la esclavitud no fue abolida formalmente hasta 1888, cuando la princesa Isabel de Brasil creó la Lei Áurea, o "Ley Áurea". Esto convirtió a Brasil en el último país del hemisferio oeste en abolir la esclavitud. La enorme cantidad de esclavos que se habían enviado a Brasil durante las épocas de esclavitud hizo que la población brasileña ya estuviera compuesta por una mayoría de descendientes de negros y africanos. En una época en la que el racismo científico estaba en pleno auge, el gobierno brasileño buscó la manera de "blanquear" el perfil racial del país. Para ello, implementaron un blanqueo táctico con el que, desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX, Brasil aconsejó (e incluso subvencionó) la inmigración masiva de europeos blancos a Brasil. Las nacionalidades que inmigraron y se asentaron en Brasil en mayor número fueron los italianos, los portugueses y los españoles. Aunque no consiguió erradicar la tonalidad negra en Brasil, este método dejó claro el concepto al que se debía aspirar y que el matrimonio con alguien más blanco era un instrumento de movilidad social. En el siglo XX, el movimiento negro en Brasil empezó a ganar importancia. Uno de los momentos decisivos tuvo lugar en 1931, cuando Frente Negra Brasileira, el primer partido político negro de Brasil, fue fundado por Arlindo Vega dos Santos. El partido presentó candidatos a puestos de oficinas políticas, creó cursos de alfabetización, y administró clínicas médicas y servicios legales para las comunidades negras distribuidas por todo Brasil. También publicaron un periódico llamado A Voz da Raça, en el cual se publicaban noticias acerca de las comunidades negras tanto en Brasil como en ultramar. Sin embargo, el partido duró poco ya que, en 1937, el dictador brasileño Getúlio Vargas disolvió todos los partidos políticos. A partir de los años 50, surgieron varios movimientos sociales negros en Brasil que abogaban por los derechos de los negros. Uno de los más famosos fue el Movimento Negro Unificado (también conocido como MNU), fundado en 1978 y que, probablemente, ha sido la organización negra más influyente en Brasil en la segunda mitad del siglo XX. La organización se pronunció, entre otras cosas, contra la brutalidad policial, la opresión de la mujer negra y la discriminación contra la comunidad LGBTQ. En 1995, el MNU ayudó a organizar la marcha por Zumbi en la capital de Brasilia. En el evento, se protestaba contra el racismo en Brasil y también se celebraba el aniversario de la muerte de Zumbi, el líder de la resistencia esclava que había sido el último rey del Quilombo dos Palmares. Con una asistencia de más de 40000 personas, se convirtió en la manifestación nacional negra más grande de todo Brasil. En la actualidad, las redes sociales han tenido un papel fundamental en el activismo político negro en Brasil, especialmente entre los "millennials'' afrobrasileños. Las plataformas sociales, tales como YouTube, Instagram o Facebook, han permitido a los afrobrasileños conectarse y movilizarse. Las redes se han convertido en un foro donde discutir la lucha del colectivo, pero aún más importante, ha permitido la diseminación de fotos y vídeos que muestran la brutalidad policial contra los afrobrasileños. Uno de estos ejemplos es el asesinato de Cláudia da Silva Ferreira, que murió en 2014, después de que un furgón policial la arrastrara por la calle durante cientos de metros. Este terrible incidente fue grabado por una cámara y el vídeo circuló por las redes sociales, dando lugar a un sentimiento de indignación nacional. Además, el movimiento Black Lives Matter tuvo éxito entre los jóvenes afrobrasileños, que acuñaron el hashtag #vidasnegrasimportam. De hecho, una cifra sin precedentes de gente se identificaba como negra y mestiza en el censo brasileño de 2010, una clara muestra de que los brasileños estaban más orgullosos y más interesados que nunca en reclamar sus raíces africanas. Sin embargo, dicho censo también sacó a la luz la gran disparidad entre la distribución de la riqueza entre brasileños blancos y afrodescendientes. El abismo socioeconómico entre los brasileños blancos y negros sigue presente en la actualidad. En el censo de 2010 se concluyó que, en las ciudades grandes, los brasileños blancos llegaban a ganar el doble o el triple de lo que ganaban sus equivalentes de raza negra. El estamento más rico de la sociedad brasileña está formado por un 82 % de blancos, mientras que el sector más pobre lo conforma un 76 % de gente negra. Los afrobrasileños tienen un acceso mucho más restringido a buena educación, sanidad o salarios justos, y tienen una menor representación en el gobierno. Las religiones derivadas de África más importantes de Brasil son el candomblé y la umbanda. La umbanda se centra en la creencia en espíritus, tanto buenos como malos. El candomblé, por su parte, deriva de sistemas de credos de varios grupos étnicos africanos, particularmente de los yorubas, los funes y los bantúes, y similar a los orishas de la santería tradicional de Cuba y otras regiones. Las deidades del candomblé se conocen como "Orixás". Estas religiones se han sincretizado, con el tiempo, con los santos católicos romanos. Es un proceso que ya comenzó cuando los amos esclavistas europeos prohibieron a sus esclavos africanos practicar sus religiones. Debido a esto, lo hacían en secreto, bajo la apariencia de estar rezando a santos católicos. Las conexiones históricas entre el candomblé y el catolicismo han llevado a que este último sea también de práctica común entre los afrobrasileños. Una de las santas afrodescendientes y veneradas en Brasil es Escrava Anastásia, una mujer esclava de descendencia africana, siempre representada como una mujer con una máscara de metal. Cuentan los relatos que la esposa de su amo la acusó de seducir a su marido y que, como castigo, la obligó a llevar una máscara de hierro sobre su rostro eternamente. Así fue hasta que murió de tétanos causado por el metal oxidado. El festival afrobrasileño más importante es el Festival de Iemanjá, celebrado todos los días 2 de febrero en el barrio de Rio Vermelho. El festival reúne a miembros de diversas religiones, incluyendo a católicos y a practicantes de religiones afrobrasileñas como el candomblé o la umbanda. Iemanjá es el orixá del mar y se corresponde vagamente con el orisha cubano Yemoja. Es costumbre hacer ofrendas a la diosa, en forma de flores, joyas y comida. Y, por supuesto, Brasil es famosa mundialmente por su carnaval en Mardi Gras. Todo el país lo celebra, pero la festividad más conocida tiene lugar en Rio de Janeiro, donde más de 5 millones de personas acuden a las fiestas callejeras. Un elemento clave del carnaval es la música y el baile de la samba, un claro vestigio de influencia africana de la cultura brasileña. Los pasos rápidos de la samba provienen de las danzas usadas por los esclavos africanos que se enviaban a Brasil, mientras que el estilo de su música se deriva del estilo tradicional de "llamada y respuesta" que los africanos usaban para evocar a sus orishas durante ceremonias religiosas. Otro estilo de baile afrobrasileño es la capoeira, que combina movimientos de artes marciales con elementos de danza y acrobacias que dan lugar a secuencias elegantes y de gran fluidez. Su origen está en los intentos de los africanos esclavizados en Brasil por perfeccionar sus técnicas de combate sin despertar sospechas en sus amos. En 2014, la capoeira fue declarada expresión de herencia cultural por la UNESCO. El Museo Afrobrasileño, ubicado en São Paulo, cuenta con más de 6000 piezas pertenecientes a la historia, cultura y herencia afrobrasileñas. En él, se busca ensalzar las artes y los logros de los africanos y los afrobrasileños, y es la colección de artefactos de descendencia africana más grande de toda Latinoamérica. El Día Nacional de la Conciencia Negra se celebra anualmente en Brasil desde el año 1960. Tiene lugar el 20 de noviembre de todos los años, y honra la vida del luchador de la resistencia esclava afrobrasileña, Zumbi. Algunos famosos afrobrasileños son los futbolistas Pelé y Ronaldinho, al profesor y político Abdias do Nascimento, a la actiz Suzanna Mota o a la política Benedita da Silva (esta última se convirtió en la primera mujer negra del senado brasileño). Con esto concluyo mi vídeo acerca de la diáspora africana en Brasil. Si queréis ver más vídeos como este, no olvidéis suscribiros y seguidme en Instagram, @freedomismineofficial. Nos vemos en el próximo vídeo. ♪ Freedom is... ♪ ♪ ...mine ♪