La tolerancia es una mala palabra. Debemos eliminarla del vocabulario estadounidense. Cuando digo que tolero a alguien, ¿qué significa para Uds.? Decir que "tolero" significa que está bien que seas así. En EE.UU. es políticamente correcto ser tolerante con los demás, independientemente de la raza, la religión, la sexualidad y la política, pero la ley define los límites de la tolerancia. En 1865, la ley prohibió la esclavitud y comenzó el proceso de la gente blanca tolerando a la gente negra. En 1920, la ley dio a las mujeres el derecho a votar y comenzó el proceso de los hombres tolerando a las mujeres. En 1965, la ley impulsó una mayor tolerancia racial, y el año pasado, en 2013, la ley nacional del gobierno federal de EE.UU. sobre la tolerancia con los homosexuales. Estas leyes y mandatos son muy significativos, pero no cambian el pensamiento ni el discurso. Sólo amplían el espectro de quién debe ser tolerado. La tolerancia es donde estamos, y la tolerancia es el valor que nuestra sociedad y la tolerancia Tenemos que pasar de la tolerancia a la aceptación. La aceptación de todas las personas es una opción y en una sociedad de aceptación, las personas dirigen la creación de las leyes en lugar de seguirlas por obligación. Pero piensen en EE.UU. ahora, piensen en cómo nos comunicamos. No somos una sociedad tolerante. Los temas como liberales contra conservadores, pro elección frente a favor de la vida, igualdad matrimonial, y la acción afirmativa, puede terminar en conversaciones que destruyen amistades. Para un país que dice estar basado en la libertad y la aceptación, la colaboración política en temas sociales es inexistente y cada vez peor. Estamos muy lejos, desde mi punto de vista, de una sociedad tolerante. ¿Cómo podemos replantear estas conversaciones y cambiar fundamentalmente la manera de vernos entre sí? Mediante la educación. EE.UU. es una nación diversa, pero el sistema educativo no representa la diversidad de los estudiantes. En cambio, crea un sistema pensado para los que tienen privilegios. Así que, ¿por qué me dirijo a ustedes? Soy blanco, heterosexual, con cisgénero másculino, que proviene de una familia de clase media-alta muy cariñosa y unida. Soy la definición de privilegio, y cambiar la conversación comienza conmigo. Imagínen el plan de estudios en EE.UU. basado en la aceptación de todas las culturas en nuestra nación y del mundo. Somos responsables de enseñarles a los estudiantes a tener una mentalidad abierta. Pero, ¿cómo sería esto? Un programa basado en la aceptación que les enseñe diversas culturas, estilos de vida, religiones, y las diferencias de las personas de todo el mundo. Con la educación, podemos fomentar el diálogo con los jóvenes, ampliar las visiones del mundo, y proporcionar una plataforma para que los estudiantes hagan preguntas sobre las diferencias culturales. Imagínense el aula que utiliza la tecnología para conectar a estudiantes de todo el mundo. Imagino estudiantes estadounidenses preparándose para una clase con videoconferencia con estudiantes de Tailandia. Ellos han investigado, y vienen llenos de preguntas que van desde lo simple a lo filosófico: "¿Qué comes en el desayuno?" "¿Cuál es tu materia favorita?" "¿Qué quieres hacer con tu vida?" y "¿cómo quieres cambiar el mundo?" "¿A qué le temes?" "¿Qué problemas de tu vida diaria te detienen?" "¿Y cómo podemos trabajar juntos para solucionar esos problemas?" "¿Qué opinas de nuestra sociedad?" "¿Qué sabes de nosotros?" y "¿cómo podemos aprovechar esta relación un paso más allá?" Me encantan las excursiones. A todo el mundo le encantan las excursiones. Eso es un viaje a través del mundo. La tecnología puede crear una conexión que trasciende nuestro nivel de comprensión de las culturas. Este es un plan de estudios del pensamiento, sin pruebas, sin estadísticas, y sin documentos, sino acerca de las ideas de las personas que nos rodean. Entonces, ¿cómo hacemos esto? No es inmediato. La educación basada en la aceptación tiene que venir de los gobiernos de cada estado. Algunos estados tendrán que liderar el camino, y con el tiempo, otros seguirán sus pasos, pero debe comenzar ahora. La aceptación de todas las personas resuelve el tema de la tolerancia, pero la aceptación no es el objetivo final. Algunas personas en esta audiencia han encontrado y definido un sentido de sí mismos, que habla de lo que realmente son, pero la mayoría no lo ha hecho. En este momento te sientes tolerado. He presentado un plan para formar una sociedad que acepta, pero imaginen una sociedad que te celebra. Imaginen una sociedad que admira las diferencias significativas que hacen de ti el individuo que eres. A menudo olvidamos las grandes similitudes que nos hacen humanos. Cuando recordamos esto, llegamos al nivel de aceptación. Pero las diferencias significativas son lo que te conforman como individuo, las diferencias significativas crean cultura, pasión y la propia identidad. Las diferencias significativas conducen al avance en tecnología, entretenimiento y diseño. Y las diferencias significativas son la esencia de lo que hace la vida digna de ser vivida. Pero tal vez para Uds. esto parece distante e idealista. No lo es. De hecho, veo la raíz de este tipo de celebración a lo largo de la historia y en todo el mundo, todos los días. Miren los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo. Estos eventos celebran las similitudes globales, la gente disfruta viendo deportes. Estos eventos también celebran las diferencias significativas de la nacionalidad y la cultura. El país de Ruanda se está recuperando tras una guerra civil que asoló la nación entera. Los kigalíes celebran una herencia ruandesa mutua y la diferencia significativa de la afiliación familiar con un festival de música basado en la aceptación y la diversidad cultural. Dinamarca durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que otros países perseguían a los judíos, el Rey de Dinamarca decidió celebrarlos. Líderes nazis dijeron al rey que marcara a los judíos con la estrella de David. El Rey de Dinamarca dijo que no. En cambio, celebró a la población judía haciendo que todos los ciudadanos, incluido él mismo, llevaran una estrella de David en su manga. Esta acción salvó a miles de judíos en Dinamarca. Les he dado cuatro de cientos de ejemplos de la celebración de las diferencias significativas que suceden en todo el mundo todos los días. Pero estos ejemplos sólo celebran una parte de la identidad de una persona. ¿Desde cuándo eres sólo tu sexualidad? ¿Desde cuándo eres sólo tu carrera, sólo tu religión, sólo tu capacidad? Aunque no sean completos, éstos siguen siendo ejemplos de lo que podemos crear. Entonces, ¿cómo llevamos este modelo al siguiente nivel? ¿Y cómo el siguiente grupo de líderes debe hacer este cambio? Ha habido muchas críticas sobre la generación del milenio, pero creo en nuestra generación. Estadísticamente, somos más diversos, más abiertos y más confiados en que podemos cambiar el mundo, más que cualquier otra generación. Creo en mi generación, porque somos mejores colaboradores y logramos un mayor porcentaje de empleo y educación que nuestros predecesores. Y creo en mi generación porque somos la primera generación en la historia del mundo de dar prioridad a la felicidad por encima del éxito. Creo en los estudiantes que optan por estudiar en el extranjero, y todo aquel que decide participar en la educación mundial. Los pocos que hemos tenido estas oportunidades, hemos podido combinar el estudio con la inmersión cultural. Hemos podido ver y aprender diversas formas de vida en todo el mundo, y tomar de cada una las ideas que pueden cambiar nuestra sociedad en casa. Estas experiencias pueden hacernos líderes de la próxima generación, y nuestras experiencias pueden crear un cambio duradero, son como ondas atravesando el mundo. Podemos crear la paz mundial. Estoy aquí porque creo que la paz mundial es posible. La paz mundial proviene de una comunidad global integrada, y una comunidad global integrada no se generará si todos somos lo mismo, sino que, cuando aceptemos plenamente y celebremos las diferencias significativas de todos. Hace 230 años, John Hancock firmó una hoja de papel que creó una nación bajo el sentimiento de que todos los hombres son creados iguales; de que nuestro Creador nos dota de ciertos derechos inalienables; entre los que están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. La idea de que todas las personas son iguales está en el corazón de los EE.UU., pero es un sentimiento incompleto desde que nos convertimos en una nación. Hoy nos toleramos unos a otros, hoy no damos ningún crédito a nuestras similitudes, y hoy nuestras diferencias nos desgarran. Pero díganme ¿por qué no crear la nación y el mundo en la que queremos vivir, un mundo que erradica la tolerancia y celebra todas las personas? Gracias. (Aplausos)