El Arte
...examinado
Un joven
Un viejo
Los otros presentes
Una pintura de Rembrandt
¿Una reunión conmovedora?
Ciertamente, pero algo más que eso.
Esta es la historia del *hijo pródigo*
del *Nuevo Testamento*,
que despreció a su familia,
dilapidó su herencia en mujeres y vino,
que vivió la miseria como puerquero...
y regresó a su padre...
...que ¡sorpresa! Lo recibe con los brazos abiertos...
y sacrifica un becerro...
ante la ira de celos del hermano trabajador y fiel.
¡Qué justicia más curiosa!
¿Acaso el arrepentimiento tardío
borra la infidelidad y el desenfreno?
¿Acaso vale más que una vida de virtud?
Esto expresa los criterios particulares
de la justicia divina:
"Dios se regocija más por *un convertido*
que por 99 justos".
Pero pareciera que Rembrandt
oscurese deliberamente la historia y el cuadro.
Sin símbolos religiosos ni presencia divina.
¿Por qué?
¿Por qué la relación con Dios es obvia e implícita?
O por el contrario, ¿quizá Rembrandt quería añadir algo más que el sentido religioso?
Episodio 5: REMBRANDT - *El retorno del hijo pródigo* - La fuerza del lado oscuro
1a Parte. *El arte de la oscuridad*
¿Es esa realmente la historia del hijo pródigo?
¡El primogénito!
Pies descalzos y zapatos roídos,
harapos que revelan las piernas,
una cuerda que hace de cinturón,
cabeza rapada y enrojecida,
el rostro demacrado con los párpados hinchados,
arrodillado refleja su caída y desgracia.
Es el cuerpo de un mártir.
En cambio, el padre:
hombre poderoso y de mundo con sienes blancas
de pelo rebelde y barba.
Hombre sabio y taciturno:
con un ojo al hijo y con el otro a sus pensamientos.
Un hombre rico y amoroso: su manto irradia calidez,
que arropa la cabeza del hijo
con un halo rojo alrededor.
Sus manos consuelan y alivian:
una es fina y delicada,
la otra oscura y vigorosa.
El padre cabalmente envuelve a su hijo.
¡La esencia está en esta escena de teatro al mínimo!
¡Pareciera que los otros personajes no figurasen!
El hijo mayor con el mismo manto rojo que el padre.
Los dos sirvientes junto al portal esculpido.
Al fondo, una mujer con un dije rojo.
¿No hay algo raro?
Comparando con una representación más tradicional:
aquí, padre e hijo se miran entre sí,
los sirvientes que traen ropas nuevas,
zapatos y anillo requeridos por el padre,
alegres van con el becerro al matadero.
Aquí, los símbolos religios abundan:
el sacrificio del becerro evoca el de Cristo,
el perro blanco representa la pureza y la fe.
Todo está *claramente ilustrado*...
30 años atrás, Rembrandt había seguido
la misma línea:
al fondo, ropa en mano mientras
un portigo es abierto,
al frente, el uso del perfil da máxima visibilidad:
un zapato perdido, ... un bastón tirado...
... el hermano mayor ausente...
el cuerpo del hijo en miseria total,
su rostro tan demacrado
que pareciera casi merecer el perdón del padre.
Todo concuerda *a la letra* del pasaje bíblico.
¿Pero es ese realmente el espíritu?
En este caso, no hay un "después":
los personajes parecen aturdidos,
pasivos sin intenciones claras.
De haber rastro de un "antes",
queda apenas esbozado en este bajo relieve.
El episodio de libertinaje y la caída se resumen en:
el hijo pródigo con espada al cinto tocando la flauta,
y a sus pies...
¡los dos puercos!
De espalda al espectador
ni su miseria ni su remordimiento aparentan
pedir el perdón de su padre.
Rembrandt evita la narración y
las muestras de afecto,
que banalicen la escena
que le resten normalidad a las cosas.
El pintor ofusca aún más
al espectador con su interpelación:
Por un lado, busca simpatía.
¿qué pone primero frente ante nuestros ojos?
Comparte los pies del hijo arrodillado.
Por el otro lado, presenta elementos perturbadores.
Cuestiona el espectador en su cara:
¿hubieran sido generosos como el padre...
o se hubieran quedado al margen resentidos
como el hijo mayor?
¿Pero por qué apelar la simpatía del espectador,...
en un cuadro que no fue comisionado por la iglesia...
y que Rembrandt guardó en su taller
hasta su muerte?
2a Parte. "El hijo pródigo que fue pintor"
28 años atrás, Rembrandt había pintado
su primera versión de la parábola:
la popular escena de libertinaje.
Exquisitamente ataviado,
copa en mano,
en un burdel de lujo,
una prostituta en su regazo,
el hijo pródigo nos invita a gozar de
los placeres de una vida fastuosa...
... retratada en el pavo real ¡símbolo de lujo y vanidad!
Rembrandt se inscribe en una tradición holandesa:
so pretexto de retratos bíblicos y denuncias moralinas
se deleita pintándolas a detalle.
Pero aquí la escena adquiere otra dimensión...
... cuando nos enteramos que se trata
de un autoretrato.
Este no es un caso aislado:
sus colegas se autoretrataban en tabernas...
Durero se autoretrató rodeado de puercos...
... Rembrandt dota a la prostituta con los rasgos
de Saskia van Uylenburgh,
¡su propia mujer!
Hizo esta pintura como una ironía ilustrada
de su nueva vida:
gracias a la riqueza de su mujer
que muestra con orgullo...
... consigue el derecho a trabajar en Amsterdam
... las comisiones se multiplican...
... se compra una soberbia mansión
en un barrio lujoso...
...y empieza a coleccionar arte.
Sin embargo, al hacer el retrato del hijo pródigo,
Rembrandt reconoce sus tendencias al desplifarro,
Saskia con la mirada altiva es
la moderación en la pareja.
Pero a la vez es un presagio...
En 1642 Saskia muere.
16 años después, Rembrandt está en la ruina,
su mansión y sus bienes vendidos,
su reputación manchada,
por el nacimiento de un hijo bastardo
con su nueva novia.
Las comisiones escasean
y cuando Hendrickje muere en 1663,
el paralelo del hijo pródigo arrepentido es evidente:
solo, arruinado, excluído por la iglesia,
aspira regresar a la comunidad de los creyentes
y a los brazos de Dios.
También manifiesta su fe protestante
abriendo su corazón sin suplicar:
solo Dios en su infinita gloria,
le concederá o no la gracia.
3a Parte. *El poder de la oscuridad*
Empero la fama del cuadro no ha perdurado
por el hecho de reconocer a
Rembrandt como el hijo pródigo.
En la próspera República de las Provincias Unidas,
la clientela burguesa era quien dictaba al mercado.
Quería cubrir sus paredes con obras religiosas que
... hicieran al espectador cuestionarse
con respecto a "la vida cotidiana".
Pero para retratar los pasajes religiosos,
Rembrandt hace dos innovaciones.
*Primera estrategia:* uso de la perspectiva
para unir pasajes religiosos con la *vida de la época.*
Lucas de Leyde sitúa *el Juicio de Cristo*
en una estampa urbana de la época
detrás de una multitud.
Pieter Aertsten y Joachim Beuckelaer,
una *Huída a Egipto o un Hijo pródigo libertino*
figuran detrás de kioskos de viandas del mercado.
Y Bruegel, el sujeto principal, *Cristo cargando la cruz o San Pablo*,
los detalla en medio de la multitud.
El motivo es claro: la atención del espectador,
que debe averiguar...
cavilar,
reconsiderar que lo trajo en primer lugar
... a la luz del evento religioso.
Mejor aún: parece más "real"
porque tiene lugar en un "mundo"
semejante al de los espectadores.
Rembrandt reconoce los efectos de la perspectiva.
Pero comparado con Van Leyden,
eligió un encuadre más fuerte y frontal
al sustituir a la multitud en el centro
por túneles misteriosos.
Ambas imágenes tienen sus propios tonos teatrales:
uno tiene la *épica y vida* del teatro medieval;
la otra, el instante suspendido
*misterioso y atemporal*.
A esta segunda categoría pertenece *el Hijo pródigo*:
con sus líneas de fuga dirigidas al padre y al hijo,
el gran portal sombrío,
perfila a los protagonistas y a la vez
les da un aire de incertidumbre.
*Segunda estrategia:* impactar al espectador
con un tono teatral exacerbado.
Es el estilo de Caravaggio, imitado en Holanda.
Rembrandt es su heredero indirecto:
número de personajes reducido,
efectos de luz con puntos fuertemente iluminados,
personajes en primer plano reconocidos al instante.
Gracias a la oscuridad, Rembrandt logra
unir dos tonos teatrales:
uno que impacta al espectador
con una composición simple
y el otra deja
*entrever un mundo* que despierta la imaginación.
Próximo episodio: *los Embajadores* de Holbein, ¿el amor de un padre o el amor a uno mismo?
Más información: www.canal-educatif.fr
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Esta película existe gracias al apoyo de patrocinadores y al Ministerio de Cultura
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Subtitulaje al español: Emma Gon
Una producción de CED