Durante las semanas pasadas, hemos tenido que adaptarnos y cambiar todo lo que hacemos: limitando el contacto con la gente, siendo escrupulosos al lavarnos las manos, esperando pacientemente para entrar a un supermercado, y quedándonos en casa. La palabra 'hogar' ha tomado un gran significado. Para muchos, el hogar es un lugar seguro y es un refugio. Pero este no es el caso para todos. En las últimas semanas se ha hecho evidente que los hogares de ancianos no han sido lugares seguros ni para el personal ni para los residentes. Los hogares de ancianos han sido el frente olvidado en el Reino Unido Muchos casos y muertes en los hogares de ancianos no fueron reportados en el Reino Unido al principio de la pandemia. Y es solo ahora que estamos empezando a entender el impacto que el coronavirus ha tenido en este ambiente. Muchos, como yo, que han realizado investigaciones y están familiarizados con este sector no estamos, tristemente, sorprendidos con lo que ha pasado. ¿Entonces por qué ha ocurrido? ¿Y qué podemos aprender de esta tragedia? Los hogares de ancianos que es la forma que llamamos a los hogares de personas mayores, proveen cuidado, usualmente a los mayores que no son capaces de vivir en sus propios hogares. La edad promedio de los residentes es de 80 años aprox. La mayoría de la población son mujeres - alrededor del 70 por ciento. Y la mayoría tienen dos o tres condiciones médicas, incluyendo demencia. Esto significa que toman muchos medicamentos, y en un algunos casos, más de diez. Estos residentes tienden a ser más susceptibles a una infección. Y las investigaciones que hicimos en Irlanda del Norte en el 2011 mostraron niveles más altos de recetas de antibióticos usados para tratar infecciones en ancianatos en Irlanda del Norte en comparación con los hogares en otros países Europeos. Otro estudio, que publicamos en el 2010, encontró niveles altos de una bacteria llamada MRSA en los residentes y el personal. Estudios adicionales mostraron que controlar las infecciones fue difícil para el personal por la falta de tiempo y no tenían los recursos para comprar el equipo necesario para prevenir la infección. Una encuesta realizada por Mather LifeWays, que provee servicios de cuidado a mayores en ancianatos estadounidenses, encontró que el personal no se sentía preparado para emergencias de salud pública. En el Reino Unido, los ancianatos no son vistos como parte del Servicio de Salud Pública Nacional. Muchos son propiedades privadas, y esto puede afectar al acceso de equipo de protección individual, PPE. Y, como el nombre lo sugiere, los hogares residencias son hogares. Estos son los hogares de los residentes, aunque basados en una idea comunal, y el personal trata de mejorar el medioambiente familiar en vez de crear un medioambiente clínico, qué es comúnmente visto en los hospitales. Entonces este contexto resalta como han sido creadas las condiciones ideales en los ancianatos durante esta pandemia: Una población vulnerable, Un ambiente de riesgo alto, y la falta de recursos. Pero, tal vez, también ha habido un factor intangible en juego y algo que esta sociedad tal vez no está preparada para admitir: ¿En realidad nos importa lo qué pasa en los ancianatos? Los residentes son viejos y van a morir de todos modos. ¿Entonces para qué examinarlos? ¿Y para qué tenemos que contar el número de casos y muertes? El primer ministro Boris Johnson dijo en Parlamento del Reino Unido el miércoles, seis de mayo: 'Hay un epidemia ahora en los ancianatos, qué es algo que lamento muchísimo.' El reconocimiento de que los ancianatos fueron olvidados al principio de la pandemia ha crecido. y ahora hay un esfuerzo coordinado para desatrasarse con los exámenes, la provisión de PPE, y más apoyo del Servicio de Salud Pública Nacional, con enfermeros que ahora trabajan en ancianatos y otro personal que provee consejos de cómo controlar la infección. El personal en ancianatos ha trabajado en circunstancias difíciles para proveer el mejor cuidado, al punto que muchos empleados viven en los ancianatos para mantener el confinamiento y minimizar el riesgo de transmisión. A medida que avanzamos hacia levantar algunos de los elementos más extremos del confinamiento, ¿será posible que la experiencia vista en ancianatos guíe a un cambio sostenible y permanente en como la sociedad ve a los mayores y particularmente aquellos que viven en los ancianatos? Posiblemente los hogares de ancianos puedan ser vistos como parte integral de atención médica, y no estar en la periferia del Sistema de Salud y a menudo vistos como el proveedor de cuidado de último recurso? En 2007, la periodista Británica Polly Toynbee escribió en una pieza de opinión para The Guardian: 'Las escuelas son un tema político caliente; pero los hogares para ancianos no lo son.' 13 años después, en 2020, los ancianatos se han vuelto un tema popular por las razones incorrectas, y la sociedad ha quedado horrorizada con lo que ha pasado. Tal vez esta tragedia será el catalizador para el cambio en los ancianatos. Un jueves en la noche, nos paramos en nuestros umbrales para aplaudir a los trabajadores del SNS a otros trabajadores en el primer frente. Déjenos reflexionar, sobre todo, en los ancianatos - los residentes, el personal Y lo que han encarado durante esta pandemia. Es la hora de pensar sobre lo que valoramos cuando hablamos de la protección de los más vulnerables en la sociedad. Debemos pensar sobre que querríamos para nosotros mismos si, en el futuro, somos residentes en un ancianato. Alan Bennett, el escritor y dramaturgo, Ha sido un defensor para mejorar el cuidado para los mayores. Ha escrito sobre su madre y la experiencia suya en un ancianato. donde ella murió finalmente. En su libro 'Telling Tales', él nos recuerda que la vejez vendrá para muchos sin importar lo que pensemos. Él escribe lo siguiente: 'Una de las formas en que los jóvenes se sienten a salvo contra el destino y el futuro de sus abuelos es por sus nombres. Sharons no sufren de demencia, ni Damiens de incontinencia.' Alan Bennett nos advierte que nuestros nombres no pueden salvarnos. Cito: 'Pero por la calle vienen los Danes y los Darrens y los Waynes, y ellos también caerán. No pasará mucho tiempo antes de que Tiffany sea abuela y tenga un catre listo en el rincón. Sus niños, de mediana edad y un poco resentidos, vendrán y se sentarán con ella los Domingos mientras ella trata de recordar quiénes son y quién es ella misma. "Eres Tiffany, Madre, y esta es tu nieta pequeña." Y cuál será su nombre?'