Si tienes el privilegio de poder elegir
lo que comes y a quién se lo compras,
tu dinero es capital político.
¿Sabes a quién apoyas con lo que comes?
¿A pequeñas empresas
o a plantas empacadoras de carne?
¿A productores locales
o a granjas industriales?
Los habitantes de Hong Kong
están considerando
el peso político de su elección
y se están agrupando
en torno a una causa común urgente.
COMIDA DE PROTESTA
(Laurel) ¿Qué vas a preparar?
(Mandy) Un omelette japonés de queso.
Usaremos huevos, maíz dulce y queso.
Agregamos primero el aceite.
(Laurel) Lleva bastante aceite.
(Mandy) Sí, pero no te preocupes
porque no se sentirá.
(Laurel) Ya veo, tienes que enrollarlo.
(Mandy) Sí.
(Laurel) Amber Foods
es un pequeño restaurante
que se inauguró en un día muy triste
para el movimiento en favor
de la democracia en Hong Kong:
El aniversario de la primera
gran represión contra las protestas.
- Luego le añadimos otra capa.
- Huele muy bien.
Sí.
¡Está caliente!
- Mmmm.
- ¿Qué tal?
¡Muy bueno!
Está muy cremoso...
Es un poco dulce, ¿tiene azúcar?
- Sí.
- Ah, vale.
Es bastante ligero y esponjosito
y el queso le da un toque de umami.
Todos los que trabajan
en el restaurante son manifestantes,
incluso Mandy.
Ahora entrena como cocinera
aunque no sabía cocinar
antes de comenzar a trabajar aquí.
(Mandy) Mi familia y yo tenemos
posturas políticas distintas
en cuanto al movimiento democrático.
No tenemos una buena relación
así que no les pido dinero.
A veces cuando regresaba a casa después
de pasar todo el día protestando,
mi papá me peleaba
y yo me encerraba en mi habitación.
(Laurel) En Hong Kong
el amarillo es el color simbólico
del movimiento en favor de la democracia.
Desde el principio los manifestantes
llevaban paraguas
y cascos amarillos
para protegerse contra el gas pimienta
y los ataques de gas lacrimógeno.
Ahora el amarillo es también el color
que individuos o negocios utilizan
para demostrar su solidaridad
con las protestas.
El azul representa el lado opuesto:
la fuerza policial represora y China,
que en el 2020 aprobó
una Ley de Seguridad Nacional
que criminalizaba la disidencia.
Con el COVID-19 y la nueva ley
las protestas callejeras
comenzaron a disminuir.
(Lauren) El nombre de la bebida
es "Apoya a Hong Kong" en inglés,
aunque ka you en cantonés,
se traduce como "añadir aceite".
Ka you es una expresión común de vitoreo,
pero se convirtió en el grito de guerra
de los manifestantes en Hong Kong.
Al darle el nombre de ka you a una bebida,
crearon una excusa para que
la expresión se repitiera con frecuencia.
Amber Foods no es el único
restaurante de protesta
porque forma parte del llamado
"círculo económico amarillo",
una red de negocios
donde cada bocado y cada venta
representa un acto de resistencia.
La economía dentro del círculo
seguirá creciendo
a medida que más clientes
apoyen a estos negocios.
Y allí es donde Matt Lau juega su papel.
La aplicación pickeat.hk
le permite a los clientes hacer pedidos
a restaurantes "amarillos"
en diferentes partes de la ciudad.
Lau hace las entrega gratuitamente.
(Lau) Vamos a iniciar sesión
en el sitio web,
elegir el restaurante y pedir la comida.
Luego decides el sitio
a donde vas a recoger la comida.
¿Quiénes son tus clientes?
Sorprendentemente,
en su mayoría van de 40-50 años.
(Laurel) El negocio de Lau
es su forma de protesta
y está apostando a que otros habitantes
de Hong Kong lo ayudarán a crecer,
aunque por ahora su servicio es solo
un apoyo a estos restaurantes
más que un generador de ganancia.
(Lau) Pienso que los restaurantes
que se dicen neutrales
están más bien del lado del gobierno
porque lo que quieren es hacer negocios
con ambos bandos políticos.
Aunque ahora esté perdiendo dinero,
voy a seguir ayudando.
Hay quienes dirán que lo que hago
es estúpido o tonto.
Pero creo que soy más bien inteligente
y por eso quiero ayudar.
¡Hola!
(Laurel) El gobierno chino
preferiría que los negocios
se enfocaran solo en las ganancias.
La ciudad está atravesando
una recesión histórica
y China acusa a estas empresas amarillas
de "secuestrar" la economía.
Pero Hong Kong aún depende de China
para alimentarse.
El 90% de sus alimentos son importados
y la mayoría viene
de la China continental.
La isla dedica menos del 5%
de su territorio a la agricultura.
Uno de las pocos huertos
que existen es el de Wong Yu Wing.
(Wong) ¿Quieres cortar algunas hortalizas?
(Laurel) Vale.
(Wong) Usa tus manos así para cortarlas.
Estas más grandes,
simplemente agárralas así.
Esto es suficiente para una comida.
(Laurel) Con las protestas,
la demanda de productos orgánicos
creció de forma vertiginosa,
aunado a la pandemia,
que incrementó los precios
de los alimentos provenientes de China.
¿Por qué la gente joven dice:
"Si quieres apoyar a Hong Kong,
entonces apoya este huerto"?
Porque en el fondo
los habitantes de esta ciudad
ven a Hong Kong y a la China continental
como dos entidades distintas.
Si nuestro suministro
de agua fresca y de alimentos
está en las manos de otros,
¿cuánto días podríamo aguantar?
(Laurel) Incluso los sábados llegan
visitantes citadinos a ayudar
cuando los trabajadores del huerto
tienen el día libre.
Qué astuto esto que tus clientes te paguen
para trabajar en el huerto.
El agua está hirviendo.
Pongamos las hortalizas.
Es el sabor más fresco.
Cuando queremos probar
las hortalizas del huerto,
solo las cortamos y las cocinamos aquí.
No hay que echarles ni sal ni aceite,
así que son muy sanas.
Estarán listas en 2-3 minutos.
(Laurel) Aunque este
pequeño huerto orgánico
parezca aislado de la ciudad
y de sus problemas,
Wong dice que todo está conectado.
(Laurel) ¿Crees que Hong Kong hoy
tiene un buen ambiente?
(Wong) Hong Kong está ahora
como un campo desordenado
lleno de malas hierbas y enfermedades.
Hay que ponerle
mucho esfuerzo para cuidarlo
y que poco a poco
las cosas se vayan solucionando.
Hay que rectificarlo
para seguir produciendo
y lograr crear una industria
agroalimentaria sostenible propia.