Me dijeron que viniera aquí
y contara historias,
pero en vez de eso quisiera contar
por qué sospecho de las historias,
por qué las historias me ponen nervioso.
De hecho, cuanto más inspirado
me hace sentir una historia,
muy a menudo, me pongo más nervioso.
(Risas)
Así que las mejores historias
son a menudo las más difíciles.
Lo bueno y lo malo de las historias
es que son una especie de filtro.
Precisan mucha información
y prescinden algo de ella,
y guardan parte de ella.
Pero lo que pasa con este filtro
es que siempre deja las mismas cosas.
Siempre se quedan con
las mismas pocas historias simples.
Existe el viejo refrán
de que sobre cada historia
puede resumirse como
"un extraño vino a la ciudad".
Hay un libro de Christopher Booker,
donde afirma que en realidad
hay solo 7 tipos de historias.
Hay monstruo, de la pobreza
a la riqueza, búsquedas,
viajes y retornos, comedias,
tragedias, renacimientos.
No tienen que estar de acuerdo
con esa lista,
pero si piensan en historias,
uno está diciendo
las mismas cosas una y otra vez.
En un estudio preguntamos
a algunas personas...
se le pidió a la gente
que describiera sus vidas.
Al pedirles
que describieran sus vidas,
Lo interesante es
cómo pocas personas dijeron "un lío".
(Risas)
Probablemente sea la mejor respuesta,
no quiero decir eso de mala manera.
"Lío" puede ser liberador,
"lío" puede ser empoderamiento,
"Lío" puede ser una forma de
aprovechar múltiples puntos fuertes.
Pero lo que la gente quería decir era:
"Mi vida es un viaje".
El 51 % quería convertir
su vida en una historia.
El 11 % dijo: "Mi vida es una batalla".
Una vez más, esa es una historia.
El 8 %: "Mi vida es una novela".
El 5%: "Mi vida es una obra de teatro".
No creo que nadie haya dicho:
"Mi vida es un reality show".
(Risas)
Pero de nuevo, imponemos
el orden en el lío que observamos.
Y usa los mismos patrones.
Y cuando algo está
en forma de una historia,
a menudo, la recordamos,
cuando no deberíamos.
Entonces, ¿cuántos de Uds.
conocen la historia
sobre George Washington y el cerezo?
No es obvio lo que sucedió exactamente.
La historia de Paul Revere, no es obvio
que fuera así exactamente como sucedió.
De nuevo, deberíamos
desconfiar de las historias.
Estamos biológicamente programados
para responder a ellas.
Contienen mucha información.
Tienen poder social.
Nos conectan con otras personas.
Así que son como un caramelo
que nos alimenta
cuando consumimos información
política o leemos novelas.
Cuando leemos libros de no ficción,
realmente nos alimentamos de historias.
La no ficción es, en cierto sentido,
la nueva ficción.
Es posible que el libro
diga cosas verdaderas,
Pero, de nuevo, todo toma
la misma forma de estas historias.
Entonces, ¿cuál es el problema de
confiar demasiado en las historias?
Uds. ven su vida así
en vez del desastre que es o debería ser.
Pero más específicamente, pienso
en algunos problemas importantes
cuando pensamos demasiado
en términos de narrativa.
Primero, las narrativas
suelen ser demasiado simples,
pues el punto de
una narración es despojarla,
no solo en 18 minutos,
pues la mayoría de las narrativas
pueden presentarse en una oración o dos.
Cuando se quita el detalle,
tienden a contar historias
en términos de bien versus mal.
Ya sea una historia sobre su propia vida
o una historia sobre política.
Sé que algunas cosas son realmente
el bien contra el mal, ¿verdad?
Pero creo que, en general,
nos inclinamos demasiado a presentar
la historia del bien contra el mal.
Como simple regla general,
piensen que cada vez que cuentan
una historia del bien contra el mal,
básicamente Uds. reducen su coeficiente
intelectual en diez puntos o más.
Si acaban de adoptar una especie
de hábito mental interno,
es, en mi opinión, una forma de ser mucho
más inteligente con bastante rapidez.
No tienen que leer ningún libro.
Imagínense presionando un botón
cada vez que cuentan la historia
del bien contra el mal,
y al presionar ese botón,
Uds. bajan su coeficiente intelectual
diez puntos o más.
Otro conjunto de historias populares.
Si conocen las películas de Oliver Stone,
o las de Michael Moore,
no se puede hacer una película y decir:
"Todo fue un gran accidente".
No, tiene que ser una conspiración,
la gente conspirando junta,
porque en una historia,
una historia es sobre la intención.
Una historia no trata del orden espontáneo
o instituciones humanas complejas
que es el producto de la acción humana,
pero no del diseño humano.
No, una historia es acerca de malas
personas conspirando juntas.
Así que cuando escuchen
historias sobre tramas,
o incluso historias sobre buenas personas
conspirando juntas,
al igual que cuando
están viendo películas,
esto, una vez más,
es motivo de sospecha.
Como una buena regla general,
si usted se pregunta:
"Al escuchar una historia,
¿cuándo debería sospechar?"
Si escuchan una historia y piensan:
"¡Esa sería una gran película!"
(Risas)
Ahí es cuando la reacción "Guau"
debería aparecer un poco más,
y deben empezar a pensar en términos
de cómo la cosa entera es tal vez un lío.
Otra historia común es la afirmación
de que "tenemos que ser duros".
Escucharán esto en muchos contextos.
Tenemos que ser duros con los bancos.
Tuvimos que ser duros con los sindicatos.
Tenemos que ser duros con algún otro país,
Algún dictador extranjero,
alguien con quien estamos negociando.
Una vez más, el tema no es
estar en contra de ser duro.
A veces debemos ser duros.
Ponernos duros
con los nazis fue algo bueno.
Pero esta es una historia a la que
recurrimos demasiado rápidamente.
Cuando realmente no sabemos
por qué sucedió algo,
culpamos a alguien y decimos:
"¡Hay que ser duros con ellos!"
Como si nunca se le hubiera
ocurrido a su predecesor,
esta idea de ponerse duro.
Lo veo como una especie de pereza mental.
Es una historia simple al decir:
"Tenemos que ponernos duros,
hay que ser duros,
tendremos que ser duros".
Por lo general, eso es
una señal de advertencia.
Otro tipo de problema
con las historias es que
solo pueden asimilar un número de
historias en su mente inmediatamente,
o en el curso de un día, o, incluso,
en el transcurso de una vida.
Así que sus historias ayudan
a muchos propósitos.
Por ejemplo, solo para levantarnos
de la cama por la mañana,
nos contamos la historia de que
el trabajo es realmente importante,
lo que hacemos es realmente importante
(Risas)
Y tal vez lo es, pero me cuento,
esa historia incluso cuando no lo es.
¿Y saben qué? Esa historia funciona.
Me saca de la cama.
Es una especie de autoengaño.
Pero el problema viene
cuando debo cambiar esa historia.
Todo el punto de la historia es que
me agarro a ella y la sostengo,
y me saca de la cama.
Así que cuando realmente hago algo
que es solo una pérdida de tiempo,
en el lío de mi vida,
estoy demasiado atado a la historia
que me sacó de la cama,
e idealmente, debo tener algún mapa
de historia muy complejo en mi mente,
con combinatorias y una matriz
de computación, y similares,
pero así no es
como funcionan las historias.
Las historias para que funcionen
deben ser simples,
fáciles de entender, fáciles de explicar
a los demás, fáciles de recordar.
Así las historias servirán
a propósitos duales y conflictivos.
Y muy a menudo nos llevarán
por mal camino.
Solía pensar que yo estaba dentro
del campo de los economistas,
yo era uno de los buenos
y estaba aliado con otros buenos,
y luchábamos
contra las ideas de los malos.
¡Solía pensar eso!
Y probablemente, estaba equivocado.
Tal vez a veces, yo soy uno de los buenos.
Pero en algunos temas, me di cuenta
de que yo no era uno de los buenos.
No estoy seguro de que yo fuera el malo
en el sentido de tener mala intención.
Pero me fue muy difícil
escaparme de esa historia.
Una cosa interesante
acerca de sesgos cognitivos
es que son el tema
de muchos libros en estos días.
Ahí está el libro Nudge,
el libro Sway, el libro Blink,
como el libro de un solo título,
todo trata de la manera
en que nos fastidiamos.
Y hay muchas maneras,
pero lo que me parece interesante es
que ninguno de estos libros identifica
lo que, para mí, es la única manera
más importante de fastidiarnos.
Y es que nos contamos
demasiadas historias,
o somos muy fácilmente
seducidos por historias.
¿Por qué estos libros no nos dicen eso?
Es porque los libros mismos
son todos sobre historias.
Cuanto más libros de estos se leen,
más se aprende sobre los propios sesgos,
y también algunos de los sesgos
se agrandan más.
Así que los libros en sí,
son parte de nuestro sesgo cognitivo.
A menudo, la gente los compra
como un talismán, como:
"Compré este libro y no seré
'predeciblemente irracional'".
(Risas)
Es como si la gente quisiera oír lo peor,
así psicológicamente, pueden prepararse
para él o defenderse contra él.
Es por eso que existe
un mercado para el pesimismo.
Pero pensar que al comprar
el libro te lleva a alguna parte,
es quizás la mayor falacia.
Es como la evidencia que muestra
que las personas más peligrosas
son aquellos a quienes se les ha enseñado
cierta educación financiera.
Ellos son los que salen
y cometen los peores errores.
Es la gente que se da cuenta
de que no sabe nada en absoluto,
y que les acaban saliendo
las cosas bastante bien.
Un tercer problema con las historias
es que los ajenos nos manipulan
usando historias.
A todos nos gusta pensar que
la publicidad solo funciona en otros,
pero, por supuesto, no es así,
la publicidad funciona en todos.
Así que si están demasiado
apegados a las historias,
lo que sucede es que habrá gente
vendiendo productos
y agruparán su producto con una historia.
Uno piensa "¡Una historia gratis!"
y uno termina comprando el producto,
porque el producto
y la historia van juntos.
(Risas)
Si piensan en cómo funciona
el capitalismo,
existe un sesgo ahí.
Veamos dos tipos de historias
sobre automóviles.
La historia A es: "Compra este auto
y tendrás parejas hermosas,
románticas y una vida fascinante".
(Risas)
Hay mucha gente
que tienen un incentivo financiero
para promover esa historia.
Pero, digamos, la historia alternativa es:
"En realidad no necesitas un auto
tan agradable como indicaría tus ingresos.
Lo que uno suele hacer es mirar
lo que hacen sus compañeros y copiarlos.
Es una buena heurística
para muchos problemas.
Pero cuando se trata de autos,
compra un Toyota".
(Risas)
Tal vez Toyota tiene un incentivo allí.
Pero incluso Toyota gana más dinero
con los autos de lujo,
y menos dinero con los autos más baratos.
Así que si piensan
qué historias escuchamos,
al final escuchamos historias de glamour,
historias seductoras,
y otra vez les lo digo,
no confíen en ellas.
Hay personas que usan su amor
por las historias para manipularlos.
Retrocedan y digan:
"¿Cuáles son los mensajes?
¿Cuáles son las historias por las que
nadie tiene un incentivo por contarlas?"
Comiencen a decirse esas cosas, y vean
si alguna de sus decisiones cambia.
Esa es una manera sencilla.
Nunca se puede salir del patrón
de pensamiento en términos de historias,
pero uno puede mejorar
cómo piensa sobre las historias,
y tomar mejores decisiones.
Así que si pienso en esta charla,
me pregunto, por supuesto,
¿Qué es lo que pueden
aprovechar de esta charla?
¿Qué historia de Tyler Cowen
han aprendido?
Una historia podría ser
la historia de búsqueda.
"Tyler era un hombre en búsqueda.
Tyler vino aquí, y nos dijo que no
hiciéramos tanto caso a las historias.
Eso sería una historia que
podrían contar sobre esta charla.
(Risas)
Se ajustaría a un patrón
bastante conocido.
Puede que lo recuerden.
Se lo podría decir a otras personas.
"Este tipo extraño vino y dijo:
'No hagan mucho caso a las historias.
¡Déjenme contarles lo que pasó hoy!'"
(Risas)
Y otro cuenta su historia.
(Risas)
Otra posibilidad es que cuenten
una historia de renacimiento.
Podrían decir: "Solía hacer
demasiado caso a las historias
(Risas)
pero luego oí a Tyler Cowen
(Risas)
¡y ahora hago menos caso a las historias!"
Eso también es
una narrativa que recordarán,
se lo pueden contar a la gente,
y otra vez, puede perpetuarse.
También podrían contar una historia
de profunda tragedia.
"Este tipo Tyler Cowen vino
(Risas)
y nos dijo que no hiciéramos caso
a las historias,
pero lo único que hizo
fue contarnos historias
(Risas)
sobre cómo otras personas hacen
demasiado caso a las historias".
(Risas)
Así que, hoy, ¿cuál es? ¿La búsqueda,
el renacimiento, la tragedia?
¿O tal vez alguna combinación de las tres?
Realmente no estoy seguro
y no estoy aquí para decirles
que quemen su reproductor
de DVD y que tiren su Tolstoi.
Pensar en términos de
historias es fundamentalmente humano.
Hay una memoria de García Márquez
"Vivir para contarla" que explica
que usamos la memoria en las historias
para dar sentido a lo que hemos hecho,
dar sentido a nuestras vidas,
establecer conexiones con otras personas.
Nada de esto desaparecerá,
debería o podría desaparecer.
Pero de nuevo, como economista,
pienso en la vida en el margen,
La decisión extra.
¿Debemos hacer más
o menos caso a las historias?
Cuando escuchamos historias,
¿debemos desconfiar?
¿Y de qué historias debemos sospechar?
Una vez más, digo que son las historias,
que a la mayoría les gusta más,
que la gente encuentra más
gratificantes, más inspiradoras.
Las historias que no se centran
en el costo de oportunidad.
O las consecuencias complejas
e imprevistas de la acción humana.
Porque muchas veces
no es una buena historia.
A menudo una historia es una historia
de triunfo, una historia de lucha.
Hay fuerzas opuestas
que son malas o ignorantes;
hay una persona en búsqueda,
alguien que hace un viaje,
y un extranjero que viene a la ciudad.
Y esas son las categorías
que gustan más,
pero no dejen que
les hagan demasiado felices.
(Risas)
Como alternativa,
al margen, de nuevo,
no quemen un Tolstoi,
sean un poco más desordenados.
Si en realidad tuviera que vivir
esos viajes, misiones y batallas,
¡sería muy opresivo para mí!
Sería pensar como no poder tener vida
en ese lío de,
dudo en usar la palabra, gloria.
Y ¿qué sería divertido para mí?
¿Realmente tengo que seguir
algún tipo de narración?
¿No puedo simplemente vivir?
Así que hay que estar
más cómodos con los líos.
Más cómodos con lo agnóstico,
y con esto quiero decir,
todo aquello que nos hacen sentir bien.
Es fácil escoger algunas áreas
en las que ser agnóstico
y sentirse bien con ello,
como, "soy agnóstico
en religión o política".
Es una especie de hoja de ruta para
ser más dogmático en otras cosas ¿verdad?
(Risas)
A veces,
la gente intelectualmente más confiable
son los que eligen un área,
y son muy dogmáticos en eso,
y tan descabellados y poco razonables,
que piensas: "¿Cómo pueden creer eso?"
Pero absorbe su obstinación.
Y en otras cosas, pueden
ser bastante abiertos de mente.
No caigan en la trampa de pensar que
por ser agnósticos en algunas cosas,
son básicamente razonables
sobre su autoengaño, sus historias
y su apertura de mente.
(Risas)
Piensen en esta idea de flotar,
ese flotar epistemológico.
Y el desorden, y lo incompleto,
y cómo no todo encaja a la perfección.
Y realmente no estamos en un viaje.
Estamos aquí por alguna razón
desordenada o razones,
Y tal vez uno no sabe lo que es,
y tal vez yo no sé lo que es,
pero de todos modos,
estoy feliz de haber sido invitado.
Gracias a todos por escuchar.
(Risas)
(Aplausos)