Bravo, permíteme aplaudir por tu forma de herir mis sentimientos. Bravo, te vuelvo a repetir, por tus falsos e infames juramentos. Todo aquello que te di en nuestra intimidad tan bello. ¿Quién me iba a decir que lo habrías de volcar en sufrimiento? Te odio tanto, que yo mismo me espanto de mi forma de odiar. Deseo que después de que mueras no haya para tí un lugar. Y el infierno es un cielo comparado con tu alma. Y que Dios me perdone por desear que ni muerta tengas calma. Te odio tanto, que yo mismo me espanto de mi forma de odiar. Deseo que después de que mueras no haya para tí un lugar. Y el infierno es un cielo comparado con tu alma. Y que Dios me perdone por desear que ni muerta, ni muerta tengas calma. Bravo, permíteme aplaudir por tu forma de herir mis sentimientos.