Lines in Motion
El Romance de la Juventud
¿Cómo aprovechas....
al máximo la juventud?
Hirogaru panorama, watashi no seishun mitsuketa,
(¡En este panorama en expansión, descubrí mi propia juventud!),
uno de los últimos versos cantados
durante el tema de apertura de
A Place Further than the Universe,
es una meticulosa declaración redactada
de forma tan simple
para describir una aventura memorable.
Para muchos,
es más fácil experimentar un sentido
de emoción de segunda mano
a través de los ojos de otro,
distintos a los tuyos.
Ver youtubers a viajar por el mundo,
ver películas taquilleras con grandes
paisajes,
ver a amigos publicando sus logros
en las redes sociales.
Tomar riesgos e intentar cosas nuevas es
el más grande reto para muchos.
Ser tu propio peor enemigo,
y evitar los riesgos que pueden cambiar
tu vida.
Mientras otros siguen adelante
con sus sueños,
tú titubeas,
pensando en cada forma en que puede
salirte el tiro por la culata.
Salir mal.
O que tus esfuerzos no valgan
para nada.
Mari Tamaki refleja esos pensamientos,
esos predicamentos que nos persiguen
con cada curiosidad e interés por el riesgo:
"Cuando estoy a punto de intentar algo nuevo
empiezo a pensar "¿Y si no termina bien?"
Los nervios y la ansiedad que causan lo
desconocido son inquietantemente persistentes,
y aun así,
este programa,
un simple programa de cuatro chicas que
aprovechan la oportunidad de ir a la Antártida,
derritió de a poco las murallas que había
construído alrededor de mí,
y de muchos otros espectadores.
El mensaje genuino que hace el programa
de cómo superar esa ansiedad,
dar el primer paso,
dar un salto de fe hacia el deseo
que siempre has querido cumplir,
es agridulce en su entrega.
Ver a todas las chicas tener la determinación
y voluntad de arriesgarse,
en inspirador a su modo.
Algunos riesgos vienen con juicios,
amigos y familiares que no te respaldan,
un mundo de normas que se oponen a las tuyas.
A Place Further than the Universe derriba
esos obstáculos,
mostrando a las chicas caminar en
direcciones a las que el resto no va,
y desafiando lo inesperado.
A Place Further than the Universe hace lucir
la experiencia de viajar,
no solo a través de las impresionantes
imágenes que hay en cada ubicación,
si no también en lo emocionante de la
preparación.
Lo emocionante que son las cosas pequeñas.
Desde la planeación,
el equipaje,
aeropuertos que provocan ansiedad,
las nuevas experiencias de una tierra
extranjera,
incluso la comida de avión.
La emoción del viaje es solo otro escalón,
mientras que el espíritu de aventura y la
adrenalina emergen
en el momento que dejas tu hogar.
Encontrar la valiente motivación
y correr hacia el riesgo que eras tan
reticente de tomar.
El programa viaja a lo largo de muchos
lugares,
Tatebayashi,
Tokio,
Australia,
y la Antártica siendo los más prevalentes.
Viendo estas ubicaciones de diferentes
culturas y tierras,
sientes esa comprensión de la palabra sonder:
pensar de forma consciente acerca de los
extraños alrededor del mundo,
dándote cuenta de que las personas viven sus
propias vidas tan complejas como la tuya.
Viviendo su propia juventud,
mientras tu enfrentas a la tuya.
Y cada localización tiene su propia paleta
de colores,
una presentación visual distintiva que las
separa las unas de las otras.
Desde la atareada vida nocturna en Australia
y Tokio,
llenas de turistas y locales realizando
tareas mundanas,
disfrutando conversaciones con amigos
y bebiendo toda la noche.
Comparado con el paisaje cubierto de blanco
de la Antártida,
tan tranquilo e indemne,
y su ruido oximorónico traído por su
serenidad y tranquilidad.
Vemos a través de la perspectiva de las chicas
la singular belleza
en las maravillas naturales que la tierra exhibe.
Creando momentos continuos de un asombro
atmosférico.
De experimentar las distintas formas de vida
en otras partes del mundo.
Las distintas maravillas que estimulan tus sentidos,
pero para el local promedio, son un
espectáculo continuo.
Es durante la exploración en la nave
de su viaje,
dentro del majestuoso barco "Shirase",
que recolectamos los detalles meticulosos
investigados por la directora Atsuko Ishizuka
y su equipo.
Un soplo de aire fresco comparado con el
ajetreado espectáculo de los paisajes urbanos.
El Shirase no es solo un barco,
si no también un símbolo de unión.
Atsuki Ishizuka entrevistó deliberadamente
muchos otros viajeros
para tratar de concebir esa cercanía,
esa camaradería que el Shirase naturalmente
fuerza en sus pasajeros.
Y ese es un elemento suplementario que ocurre
a lo largo de la expedición de las protagonistas,
no solo experimentando espectáculo tras
espectáculo,
si no también formando lazos inolvidables.
Y convirtiéndose en una familia.
La capacidad de Jukki Hanada de escribir
un diálogo sincero
y su representación de dinámicas femeninas
realistas,
comunican verbalmente la frase "El hogar es donde está
el corazón."
A pesar de que la Antártica juega un importante
rol como el MacGuffin escénico de la narrativa,
son las conexiones desarrolladas entre las
cuatro chicas
las que permanecen como el eje central
de cada ambiente.
La dinámica conmovedora entre Kimari, Hinata,
Shirase y Yuzuki
quedarían inalteradas sin importar
la ambientación.
Su extravagancia,
su joven espíritu de interés, exploración
e intriga
son lo que diferencia esta historia
de tantas otras.
Te deleitas con sus nuevas experiencias.
No importa si eres un espectador joven que
ahora se siente inspirado para viajar también,
o uno mayor,
que le evocan recuerdos no tan distintos a sus
experiencias.
Estas tranquilas escenas plasman
esos auténticos escenarios entre amigas
que definen la juventud.
Las chicas aguantándose la risa con el
bronceado avergonzante de Kimari,
alegrándose con la nieve,
la inexplicable risa causada por absolutamente
ningún motivo mientras acampan.
Son pequeñas escenas repartidas en
cada episodio,
pero son momentos de calidez que contrastan
con los tan fríos alrededores.
Pero su amistad se fortalece más allá
de la familiaridad y la comodidad
de ser traviesas juntas.
También viene con la motivación que comparten
y la preocupación que le dan.
Recurriendo unas a otras cuando alguna sufre
o está confundida,
yendo contra viento y marea mientras luchan
contra el complicado clima de la Antártida.
Estando ahí no solo como un apoyo,
si no también como una compañera.
Entendiendo los límites de cada una,
cuando extender su bondad,
y cuando guardársela
y dar el espacio que la otra necesite.
La juventud como concepto tiene distintos
significados a través del planeta,
pero para la gran mayoría,
son esos años adolescentes entre la niñez
y la adultez.
En consecuencia al contexto actual,
hay una demanda sin precedentes de tener
tu vida resuelta más tempranamente,
de tener un plan de vida preparado ya
terminando la adolescencia.
Haciendo que de esta forma esas
experiencias de juventud que deseas,
se sientan inalcanzables a medida que
pasa el tiempo.
Este sentimiento de que la juventud es un engaño,
sintiendo que no lograste nada,
se está volviendo más frecuente en las personas
que están en sus años veinte.
Pero creo que este programa sirve como
el recordatorio perfecto -
de que la juventud es lo que haces con ella,
sin importar la edad.
Este programa no estaba solo demostrando una
admiración romantizada de la experiencia de la juventud
a través de las chicas,
si no también de los adultos del equipo.
Para ellos, es volver a visitar su juventud,
recordando antiguos y felices recuerdos,
y celebrando la alegría de crear aún más.
Así como Gin y su equipo,
ese deseo juvenil puede mantenerse a lo
largo de toda una vida.
No hay reglas que digan que no puedes
experimentar el mundo después de cierta edad.
Ninguna que diga si malgaste tu tiempo o no,
si aún tienes todo para experimentarlo.
Las expectativas habituales que vienen con la
juventud tal vez se hayan retrasado,
pero tienes toda una vida para hacer
esas cosas,
es solo que esperar por la oportunidad
es lo que duele.
Arriesgar todo para obtener esa oportunidad
fue algo dominante durante la mayor
parte de la niñez de Shirase.
Después de la desaparición de su madre,
la Antártida se volvió un lugar detestable.
Aún así,
fue la Antártida lo que llevó la curiosidad
de Shirase a relucir.
Queriendo saber que era tan especial
acerca del continente helado
que hechizó a su madre de forma
tan ardiente.
Y encendió la llama hacia la propia aventura
de Shirase.
Poniendo un tremendo esfuerzo, trabajo y voluntad
de experimentar la misma euforia y juventud
que su madre vivió.
Ahorrando dinero una,
y otra,
y otra,
y otra vez,
para poder probar una cucharada de
ese mundo en su forma más impoluta y natural.
Sin embargo, la lección más importante que
Shirase aprendió,
fue el hecho de que su madre no viajó
solo por el paisaje.
No solo por los hermosos panoramas,
la pacífica quietud de la tierra,
o los cristalinos cielos nocturnos...
Era para experimentar todo eso,
pero con otras personas junto a ella.
Para compartir ese gozo junto con sus
amistades,
para reír,
pasar el rato, y correr hacia cada oportunidad
que ella busca.
Y correr es lo que las chicas hacen mejor -
una metáfora visual reiterada durante la serie.
Corriendo hacia sus objetivos,
hacia la euforia de la impulsividad,
hacia los riesgos que quieren enfrentar.
Hacia el romance de la juventud.
Como siempre, gracias por ver.
Desde mi último video de alguna forma logré
alcanzar más de diez mil subscriptores,
lo que es, absolutamente increíble
y realmente no es algo que podría haber
alcanzado sin su apoyo.
De muchas formas, este canal es mi riesgo.
Así que realmente los aprecio por quedarse aquí,
y no puedo agradecerles lo suficiente.