Por qué el cerebro está creado para moverse | Anders Hansen | TEDxUmeå

¿Quieres ser más creativo, potenciar tu memoria, estado de ánimo, enfoque y tener más tolerancia ante el estrés? ¡Comienza a moverte! La actividad física ofrece resultados increíbles a la mente humana. En esta charla, les demostraré cómo y de qué manera poseemos cerebros que fueron creados para estar en movimiento.

Soy psiquiatra y doctor en medicina, y obtuve mi título en el Instituto Karolinska, y obtuve mi licenciatura en la Escuela de Economía de Stockholm. He publicado más de 2.000 artículos sobre investigación médica para Läkartidningen, la revista médica sueca y en otra cantidad de periódicos, a los que se suman dos libros que se han vendido en más de 12 países. Mi libro de mayor venta: "La verdadera píldora de la felicidad", está previsto que se publique en EE.UU., China y otros países durante 2017. Dicho libro trata sobre cómo la actividad física afecta nuestro cerebro.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Imaginen que tienen una píldora
frente a Uds.

que los ayuda a ser más creativos,

puede potenciar su energía,

puede potenciar su memoria,

hacerlos más tolerantes al estrés,
y estar más centrados.

Quizás les ayude a ser más listos.

Esa píldora sería demasiado buena
para ser verdad, ¿cierto?

Tal píldora en verdad existe,

y se llama ejercicio físico.

El ejercicio físico tiene
un gran impacto sobre el cerebro,

y el cerebro es un órgano,

quizás el órgano que mejor
se optimiza si nos movemos.

Creo que todos saben que
se sentirán mejor si hacen ejercicios.

Pero lo que pocos saben,

es que el ejercicio incrementa
todas las funciones cognitivas:

la memoria, la creatividad y la atención;
todas ellas mejoran

Miremos una de estas funciones:
la memoria.

La mala noticia es:

la memoria merma con la vejez,
y físicamente se achica.

La estructura roja que ven
es el hipocampo.

Es la región céntrica de la memoria.

Tiene otras funciones,
y es muy importante para la memoria.

Tenemos dos hipocampos,

uno en el hemisferio derecho
y el otro en el hemisferio izquierdo.

Los hipocampos alcanzan su tamaño máximo

cuando tienes entre 25 a 30 años,
luego del cual comienzan a achicarse,

y se van reduciendo el resto de tu vida,
hasta en un 1 % por año.

Se cree que este desarrollo es inevitable.

No hay manera de modificarlo.

Una gran ingesta de alcohol y narcóticos
provoca una reducción temprana

Se ha considerado imposible
poder detener su encogimiento,

hasta que científicos en California
comenzaron a aceptar

que quizás esto se podía modificar
con el ejercicio físico.

¿Por qué pensaron en el ejercicio físico?

¿Por qué no pensaron en crucigramas,
rompecabezas o sudoku?

Vieron que colocando una rueda
que gira en una jaula de laboratorio

los ratones corren alrededor de la rueda

y entonces nuevas células
se forman en el hipocampo.

Muchas células nuevas
se forman en el hipocampo.

El hipocampo de hecho crece.

Esos resultados corresponden a ratones.

¿Podríamos suponer que lo mismo
suceda en los humanos?

Obviamente no,
deberíamos testearlo primero.

Dicho experimento se ha realizado.

Juntaron cerca de 100 individuos
y se los dividió en dos grupos.

Un grupo se le asignó caminar,

40 minutos, tres veces por semana,
a paso rápido y sin correr.

El otro grupo hacía
ejercicios de elongación,

40 minutos, tres veces por semana;

Este grupo marcó una diferencia:
las pulsaciones no se aceleraron.

Esto se llevó a cabo durante 12 meses,

y el tamaño del hipocampo

se midió antes y después
del período de 12 meses.

El tamaño del hipocampo se mide
mediante una resonancia magnética.

¿Qué fue lo que sucedió?

El grupo que elongaba redujo
el hipocampo en un 1.4 % ese año.

Era un 1.4 % más chico.

Un resultado es esperado,
ya que se reduce un 1 % por año.

Lo que sí sorprendió,

fue observar el resultado
del grupo que caminaba,

porque el hipocampo de ellos
no se había reducido,

sino que había crecido un 2 %.

En lugar de envejecer un año más,
su tamaño era dos años más joven.

Las estructuras amarillas que ven,
son los hipocampos.

Pueden ver el cerebro
en esta sección, en esta imagen.

La línea roja es el grupo que elongaba
y cuyo hipocampo se redujo.

La línea azul es el grupo que caminaba
donde el hipocampo creció.

Pueden observar el mismo resultado
en ambos hemisferios del cerebro.

Al ver esto quizás piensen:
esto a mí no me importa.

El tamaño no mi importa.

No afecta mi memoria.

De hecho, sí lo afecta.

Porque este grupo que caminaba,

no solo tenía un hipocampo más grande,

su memoria también incrementó ese año.

Se examinó la memoria
a través de varias pruebas,

y el grupo que caminaba
incrementó su memoria,

en comparación a la memoria sapiencial:

la habilidad de entender
espacios y lugares,

y saber ubicarse en un entorno.

Mientras que no hubo cambios
en la memoria del grupo de elongación.

Parece posible frenar y hasta revertir

el encogimiento de una de las partes
más importantes del cerebro,

si estás físicamente activo.

Este es solo uno dentro de una larga lista
de increíbles resultados

que he observado en los últimos años,

respecto a cómo el ejercicio
afecta al cerebro.

Y estos son otros resultados.

Las pruebas de creatividad aumentaron
más del 50 % una hora después de caminar.

20 minutos de actividad física

aumentaron los resultados
que midieron la comprensión lectora.

Resultado en niños,
que se realizaron en escuelas.

Correr aumenta de tal manera
nuestro bienestar

que se lo puede comparar
con antidepresivos

para depresiones leves y moderadas.

¿Nos hace esto más inteligentes?

Sería demasiado bueno
para ser verdad, ¿cierto?

Uno procuró resolverlo
durante mucho tiempo,

y ha sido muy difícil.

Una información desde Suecia
fue vital para darnos la respuesta,

o al menos un indicio
para responder esta pregunta.

¿Qué tipo de información fue?

Hasta hace 10 años
era obligatorio en Suecia

realizar análisis en varones mayores de 18
previo al servicio militar.

Estos varones de 18 debían presentarse
en centros militares,

y realizar una prueba cardiovascular,
una de fuerza y un test de inteligencia.

El resultado sobre 1.2 millones
de varones suecos de 18 años fue:

mejor resultado cardiovascular,
mayor coeficiente intelectual

El eje X muestra la aptitud cardiovascular

donde el resultado mejor
es nueve y el peor es uno.

Como pueden observar,
cuanto mejor estaban

mayor coeficiente intelectual tenían.

La fuerza no tenía correlación
con el coeficiente intelectual.

Aquellos de 18 que estaban fuertes
no tenían coeficientes bajos ni altos,

respecto a aquellos que no eran fuertes.

Todo se resumen en una simple frase:

el cerebro se creó para el movimiento.

El cerebro trabaja mejor si se mueve.

¿Por qué?

Desde nuestra perspectiva
puede parecer extraño.

Es más sencillo de entender
si retrocedemos

y miramos la historia de la humanidad.

Si afirmamos que la humanidad
tiene un millón de años,

un espacio de tiempo a menudo utilizado,

se podrían argumentar,
que es algo mayor o menor.

Imaginemos que tiene un millón de años.

Así es cómo vivíamos
hasta 10 000 años atrás

Fuimos cazadores y recolectores
en la sabana,

en constante movimiento,
y búsqueda del alimento

sin asentarse en un único lugar,

y sin labrar la tierra para obtener
el alimento y la energía necesaria.

Luego unos 10 000 años atrás
comenzamos a ser agricultores.

Hace 200 años nos industrializamos.

En los últimos 20 a 30 años
nos digitalizamos.

Estos períodos de tiempo son largos,

y es difícil comprenderlos
de manera intuitiva.

Es imposible pensar hoy
en un mundo sin internet.

200 años es una eternidad,
y también 10 000 años.

Es más un concepto teórico,
que un período de tiempo

Es más fácil entender este período
de tiempo humano, en 24 horas.

Al hacerlo, vemos cómo vivimos
desde medianoche hasta las 23:40.

Y luego fuimos agricultores
desde las 23:40 hasta 23:59:40,

20 segundos antes de la medianoche.

Y finalmente esto.

(Risas)

En realidad, primero nos industrializamos,

luego nos digitalizaron a las 23:59:59,
un segundo antes de medianoche.

En otras especies vemos que
la evolución cambia lentamente.

Tarda varios miles y hasta
cientos de miles de años

antes que la evolución pueda generar
grandes cambios en una especie,

y lo mismo nos sucede como seres humanos.

No hemos cambiado
en 10 ni en 20 000 años.

Si pudiésemos retrocedes 10 000 años
en la máquina del tiempo,

encontraríamos personas como nosotros,

con idiomas diferentes, desde luego,

y con otras experiencias,

pero básicamente con el mismo cerebro,

y las mismas capacidades
y posibilidades mentales a nosotros.

Hablando en términos biológicos,
aún somos iguales.

Hemos sido modelados de esta manera,

porque es la manera en que hemos vivido
nuestras 24 horas como seres humanos.

¿Qué cambios hemos hecho?

¿Al ir desde la sabana
hasta nuestros tiempos con internet?

Estos cambios han sido enormes
en muchas áreas,

pero en una nos movemos menos.

¿Cuántos menos nos movemos?

Es difícil decirlos con exactitud.

Nuestros ancestros carecían de
monitor de actividad o contador de pasos.

Al menos es posible hacer
una estimación acertada

observando a las personas que aún
viven como cazadores y recolectores.

Hay algunos en este planeta,

entre los cuales encontramos
al grupo Hadza en Tanzania.

Es el último grupo de cazadores
y recolectores numerosos,

caminan entre 11 a 12 km por día.

Ellos dan entre 15 000 a 17 000 pasos.

¿Y los agricultores?

Podemos analizar a los Amish en EE. UU.

Los encontramos en Pennsylvania y Ohio.

Eligen vivir sin electricidad.

No tienen televisión, celular o internet.

Viven en una sociedad
tradicionalmente agrícola.

Ellos dan cerca de 18 000 pasos diarios.

En el mundo occidental
esta medida se compara

con los 7000 pasos diarios que damos.

Llegamos a la conclusión que
hemos marcado una gran diferencia

en términos de cuánto nos movemos.

Esta diferencia la hemos realizado
en un tiempo relativamente breve.

Quizás hemos dividido por la mitad
la cantidad de pasos que dimos,

al pasar de la sabana
hasta nuestra sociedad.

Y esto lo hemos realizado
en un tiempo muy breve.

que biológicamente no hemos cambiado.

Bilógicamente aún estamos aquí.

Si combinamos esto con el hecho

que la actividad física
nos hace más creativos,

mejora nuestra memoria,
y la manera de enfocarnos,

y quizás hasta no hace más inteligentes,

entonces nos daremos cuenta de
que muchas personas en esta sociedad,

podrían funcionar mejor mentalmente

sí solo decidieran moverse más.

Si combinamos esto con el hecho,

que la actividad física
nos hace sentir menos estresados,

menos ansiosos y deprimidos;

nos daríamos cuenta de que
algunos de los problemas mentales,

que hoy vemos en la sociedad,

podrían ser a causa de esto.

No todos, pero muchos de ellos.

Algunos definitivamente
podrían ser tratados con esto.

En este contexto evolutivo,

muchos de los efectos sobre el cerebro
cobran más sentido.

Si asumimos que estamos aquí atrás
biológicamente, que lo estamos,

y nos hacemos la siguiente pregunta:

¿por qué nos sentimos mejor
al hacer ejercicio?

Nuestros ancestros no corrían
para entrenarse para una maratón.

Corrían para obtener alimento,
para evitar los depredadores,

y para encontrar tierras
donde se podían asentar.

Todo esto les implicó incrementar
las posibilidades de supervivencia.

El cerebro nos premia
con más dopamina y sentido de placer

cuando hacemos aquello que incrementa
las oportunidades para sobrevivir.

Cuando salimos a correr,
conectamos con este mecanismo.

El cerebro registra que
estamos corriendo para sobrevivir

cuando salimos a correr hoy día.

¿Por qué ha mejorado la memoria?

La razón principal:

nuestros ancestros corrían
mientras cazaban,

y descubriendo nuevas tierras,

veían cosas nuevas,

veían el nuevo entorno,

y tenían experiencias nuevas
a medida que cazaban.

Tiene sentido para el cerebro
incrementar su memoria

porque adquiere información nueva.

“Debo recordar esto”.

Si nos mantenemos en un mismo lugar,

el cerebro interpreta
que no pasa nada nuevo.

Pues el cerebro no ha sido diseñado

para recibir información pasiva
de celulares o tabletas.

Interpretará que nada está sucediendo
mientras permanecemos en un lugar.

¿Por qué mejora la atención?

Seguramente se debe a la caza.

Mientras nuestros ancestros
corrían al cazar,

era ventajoso que su atención
se incrementara.

El que focalizaba mejor al cazar,

era quizás quien mejor atrapaba la presa.

En este contexto revolucionario,
muchos de los efectos sobre el cerebro

cobran más sentido.

Permite entender mejor por qué
la evolución adecuó al cerebro,

para beneficiarlo con la actividad física.

Le he dedicado mucha atención a esto.

Si es tan beneficioso:
¿por qué no lo amamos?

¿Por qué no es lo mejor que hay?

¿Por qué es esto lo mejor que hay?

Porque este es lo mejor que hay:
sentarse frente a un televisor.

Creo que lo pueden entender
desde una perspectiva evolutiva.

Hemos sufrido la escasez de calorías
a través de toda nuestra historia.

Conseguir calorías fue siempre difícil.

Si nuestros ancestros tenían la suerte
de encontrar bayas en la sabana,

o miel o algo que tuviese muchas calorías,

debían sentir una urgencia de ingerirlos.

Ingerir todo porque no había
garantías de encontrarlas después.

Otra persona las recogería
y mañana no encontraría qué comer.

El antojo de calorías es funcional
en un entorno donde escasean.

El antojo por ingerir calorías
no tiene mucho sentido

en un mundo con restaurantes
de comidas rápidas.

Al analizar cómo la evolución
creó el antojo por las calorías

por millones y millones de años,
cuando era difícil encontrarlas,

hasta hoy donde las calorías
son prácticamente gratis,

nos enfrentamos al problema

de la diabetes y el sobrepeso que vemos.

La cantidad de energía
que tiene nuestro cuerpo,

no solo depende de la energía
que le suministramos al comer

tal como la comida,
sino cuánta energía utilizamos.

Esa es la razón que nos lleva
a quedarnos quietos.

No quemes calorías valiosas.

No gastes tus energías.

Esto explica la paradoja por qué
es tan importante que el cerebro se mueva,

pero el mismo tiempo somos perezosos

Si fuese Uds.,
y hubiese escuchado todo esto,

quizás pensaría:
“esto es una exageración”.

"De ser así, nos hubiésemos enterado".

Creo que la respuesta a esto es:

siempre lo supimos.

Este es Hipócrates.

Él es considerado el padre
de la medicina y hace 2500 años dijo:

“Caminar es la mejor medicina
para el hombre”.

Podría haber añadido “mujer”.

Más allá de todo, esto es muy acertado.

Él sabía esto sin un informe,
o una resonancia o cosas parecidas.

Sabíamos, pero elegimos olvidarlo
durante 150 años.

Y la razón es:

el enorme desarrollo de la medicina

en los últimos 150 a 200 años.

Todo aquello que damos por sentado
en la medicina:

los resonadores magnéticos,
las vacunas, los rayos X y antibióticos,

todos ellos se han convertido
en una realidad

en estos los últimos 150 años.

Este desarrollo fenomenal ha tapado
el viejo conocimiento que teníamos.

Una manera de ilustrar esto es:

¿Cuál de estos no encaja aquí?

Sin pensar demasiado.

El resonador magnético, el robot Da Vinci,
la molécula buscadora de cáncer, o ¿estos?

Desde luego, quitamos estos,

pues nos recuerdan
a la industria del bienestar físico.

No hay nada de malo en esa industria,

pero no le asociamos ningún valor médico.

Esa es la clase de error
que cometemos una y otra vez.

Creemos que algo tan sencillo

no puede valer tanto
como todas estas tecnologías,

en las cuales se han invertido
miles de millones de dólares.

Pero en verdad, sí pueden.

Es mi opinión, esta supera a las demás.

Muchos de los hallazgos sobre el ejercicio
y cómo afecta al cerebro

se han realizado
con un resonador magnético.

Es prácticamente una ironía,

que una de las tecnologías
más avanzadas que tenemos,

nos está ayudando a redescubrir

una de las tecnologías médicas
menos sencilla y avanzada,

en particular estas o las que
quieras ponerte al hacer ejercicio.

A veces me preguntan:
“¿Qué significa el ejercicio para Ud.?”

Esto es como yo lo veo:

es dar un paso atrás en el estilo
de vida para el cual fuimos creados.

Olvídense de sus asociaciones
respecto al deporte.

El ejercicio trata de algo más crítico.

No solo es una manera
de optimizar el cuerpo,

es una manera de optimizar el cerebro.

Les agradezco su atención

(Aplausos)