¿Puedes ser tanto promedio como extraordinario? | Lucas J. Carbonaro| TEDxHECParis

En su tercer y último intento, Lucas J. Carbonaro se unió al grupo de élite de 2 500 atletas de élite que han cruzado a nado el Canal de la Mancha en los últimos 150 años. Pero había una gran diferencia - Lucas no es un atleta de élite. Como nadador completamente promedio, Lucas descubrió que ser promedio puede ser extraordinario en el ambiente adecuado. Lucas J. Carbonaro es medio italiano y medio escocés y se siente europeo. Creció en Sicilia y se graduó en Matemáticas en Catania. Obtuvo su maestría en Estadística en la LSE antes de completar tres años de investigación en finanzas computacionales en la Universidad de Oxford. Tras completar su MBA en HEC Paris, Lucas continuó su viaje financiero y actualmente trabaja para el Banco Europeo de Inversiones. Entre 2010 y 2015, Lucas ayudó a recaudar 150 millones de dólares para la caridad, apoyando causas educativas a través de varios desafíos deportivos. En 2016, se tomó un año sabático para crear un fondo luxemburgués que permitiera a los estudiantes de bajos ingresos acceder a las mejores universidades.

Lucas disfruta de los deportes y cree en el aprendizaje a lo largo de toda la vida, tomando lecciones semanales en ruso y ajedrez. Como a Lucas le gusta decir: "Es bien sabido que los humanos pueden hacer cosas asombrosas, y en mi opinión, esto es más fácil cuando uno tiene un objetivo claro, un enfoque paso a paso y está rodeado de personas que comparten el mismo objetivo".

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

¿Cuál es el verdadero significado
del promedio?

Déjenme contarles mi historia.

En 2010 tuve algunos problemas
de espalda, y fui a ver a un médico.

El médico me dijo:
"Nadar es bueno para la espalda".

Entonces, ¿qué hice?

Empecé a nadar.

Y era, y todavía soy...

un nadador promedio.

¿Pueden levantar la mano todos los que
pueden nadar un largo en la piscina?

Así que, ¿por qué?

Porque nado tres kilómetros por hora,

y esta es una velocidad promedio.

Pero aunque era un nadador promedio,

en 2015 tuve un sueño.

Soñaba con atravesar a nado
el Canal de la Marcha:

la franja de agua
que va de Inglaterra a Francia,

cuya parte más corta es de 33 km,

y que es conocida por su agua fría
y sus corrientes fuertes.

Y el verano pasado,

después de dos intentos fallidos,

tuve suerte y lo logré.

(Aplausos)

Gracias.

(Aplausos)

Permítanme describir lo que pasó ese día.

Fui al puerto a las 11 de la noche.

La hora de salida era medianoche.

Conocí a mi tripulación en el puerto:

la tripulación de mi barco de apoyo.

Hacía frío, estaba oscuro,

y yo sabía que eso iba a ser
mi tercer y último intento.

Sabía que era ahora o nunca.

Salté al agua sin llevar traje de baño,

sólo un gorro de baño,
las gafas y el traje,

porque así es como manda la tradición.

Si llevan un traje de baño, no cuenta.

Por la noche empecé a tener calambres,

y después de cinco horas,
estaba pensando en rendirme.

Esta es una foto mía

cuando vi salir el amanecer,
y empecé a sentirme mejor.

Pero no se había terminado.

Todavía tenía que nadar
a través de numerosas medusas,

contra las corrientes

y quién sabe cuántas horas
quedarían para terminar.

Después de 13 horas,

estaba a una milla de Francia,

pero las olas empezaron a arrastrarme
de vuelta al Canal.

Pasé cuatro horas nadando para terminar.

Pasé cuatro horas nadando
delante de la misma roca.

Y después de 17 horas,

finalmente, logré llegar a Francia.

Y tuve suerte, porque no mucha gente,

menos de 2 000 personas,
lograron atravesarlo a nado

en los últimos 150 años.

Y no son muchas

si se compara con el número de personas
que terminaron un Ironman el año pasado:

50 000 personas.

O si se compara con la gente
que terminó un maratón el año pasado

sólo en los Estados Unidos:

500 000 personas.

Así que me di cuenta

de que bajo condiciones perfectas,
en la piscina,

era un nadador promedio.

Pero en un entorno desafiante,

aunque haciendo lo mismo,

nadar,

lograba lo extraordinario.

Entonces, ¿cómo es posible

que un nadador promedio pueda
atravesar a nado el Canal de la Mancha?

Pensemos en la diferencia

entre la piscina y las aguas abiertas.

En mi opinión, es la misma diferencia
que entre la teoría y la práctica.

Nadar en la piscina es la teoría.

Me puedo enfocar en mi técnica,

no tengo distracción,

puedo nadar recto,

el agua es cómoda,

y la visibilidad es genial.

La práctica es como el Canal de la Mancha.

Nunca se va recto

debido a las olas, debido al viento

debido a la corriente.

El agua está fría, y puede pasar de todo,

como encontrarse medusas

o nadar de noche sin visibilidad.

Así que, piscina y agua abierta
son dos juegos totalmente diferentes.

Entonces, ¿cómo conseguí
atravesar a nado el Canal de la Mancha?

Bueno, era persistente,

tenía un plan de entrenamiento,

y estaba rodeado de gente
que compartía la misma pasión.

Pero esa no es la pregunta real.

La pregunta real es,

¿cómo es posible que una persona
con habilidades promedio

logre pertenecer al 99 99 no promedio?

Y, en mi opinión, según mi historia,

podemos sobresalir cuando hacemos algo
en un entorno desafiante.

Por ejemplo, puedo ser extraordinario

haciendo el mismo trabajo
pero en otro país.

Puedo ser extraordinario haciendo
el mismo trabajo, pero en otra empresa.

Este es un mensaje
que quiero compartir con Uds. esta noche.

Tenemos la errónea idea
de que para sobresalir la vida real

uno necesita ser el mejor, sin defectos.

Entonces, ¿cuál es
el verdadero significado del promedio?

Para mí, ser promedio era suficiente,

y en un entorno desafiante,
fue extraordinario.

Gracias.

(Aplausos)