Entrelíneas. El nombre del suizo Robert Walser todavía es poco conocido por aquí, pero ya ha sido admirado por algunos de los más grandes escritores e intelectuales del siglo XX, y acaba de publicar su libro más importante en Brasil. Vean el comentario de nuestro colaborador, Carlos Eduardo Ortolan. El escritor suizo de habla alemana Robert Walser pertenece a la categoría de autores que sólo han sido reconocidos póstumamente. Alcohólico, tras una vida de mediocre éxito literario y trabajos sin sentido, el neurótico depresivo Walser terminaría sus días en un psiquiátrico donde dijo: "No estoy aquí para escribir, sino para estar loco". La lista de admiradores de la escasa obra de Walser incluye a Franz Kafka, que lo tuvo como maestro y modelo, y, más más recientemente, a Walter Benjamin, Elias Canetti, Susan Sontag y Coetzee. La obra maestra de Walser, la novela "Jakob von Gunten", acaba de recibir una edición brasileña. Los recuerdos ficticios de Jakob von Gunten en resumen, hablan de su tiempo en el Instituto Benjamenta, una escuela para niños, en el que el extraño personaje es admitido como estudiante interno. Todo, sin embargo, suena extraño en la escuela. Los muchachos, que aprenden allí a ser criados para familias nobles estrictamente hablando, sólo aprenden lecciones de humildad y comportamiento. Hay un solo libro, el manual del Instituto, y una sola maestra, la señorita Benjamenta, hermana del dueño de la Institución, que pasa sus días encerrada en su oficina, contando dinero y leyendo periódicos. Siendo de familia aristocrática, von Gunten dice todo el tiempo que está allí precisamente para aprender obediencia y humildad. Pero a través de su lógica paradójica, constantemente ridiculiza todos los valores de la civilización y la humanidad, todo lo que se considera elevado, en una especie de arribismo travieso, que recuerda a nuestros Brás Cubas y su descaro y cinismo. "Me darías el primer lugar entre los mortales," "por encima de la ciencia y la riqueza," "porque eras la inspiración genuina de los cielos." "Serías el alivio de nuestra melancólica humanidad". En palabras de Coetzee, "Ensayo dedicado a Walser", Gunten sería el tipo de niño que, debido a su profundo desprecio por todo lo humano y moral, podría entrar en las camisas marrones de Hitler en el futuro cercano. Extraña alegoría, el libro de lo apolítico Robert Walser muestra las ruinas de la civilización y el acercamiento de tiempos cada vez más oscuros. Todo muy kafkiano - es decir, la expresión más fiel de una trágica realidad.