Henning Mankell: My responsibilty is to react

Cuando la gente me pregunta cuál es mi fuente de inspiración

siempre digo que el teatro griego antiguo.

Si coges una obra como Medea, que fue escrita hace 2.300 años.

Va sobre una mujer que asesina a sus hijos por los celos que tiene hacia su marido.

No es una historia criminal, no sé lo que es una historia criminal,

la única diferencia es que no hay policía en ella

porque en la Grecia de entonces no existía el cuerpo de policía.

Pero te puedo asegurar que si lo hubieran tenido habría uno en la obra.

Esta historia usa el crimen como si fuera un espejo donde mirar las contradicciones sociales.

Eso es lo que me interesa.

Mira McBeth, coge McBeth y pon a Richard Nixon en ella

de algún modo, obtendrás la misma historia.

Pero también puede decirse que me inspiran historias sobre crímines como tales.

Por ejemplo: Sherlock Holmes.

Porque muchas de estas historias hablan de la sociedad inglesa

sobre su hipocresía, sobre muchas cosas.

Por eso no veo ninguna diferencia entre escribir una ficción criminal y otro tipo de novela.

Creo que, bueno, me la jugaré un poco y diré que la ficción criminal conforma el género literario más antiguo que existe.

No lo creó Edgar Allan Poe, es mucho más viejo.

Todos mis antepasados eran músicos, tocaban el órgano de las iglesias y

mi abuelo era compositor y creo que cuando yo era joven también pensé en ser músico

pero me di cuenta bastante rápido (yo tocaba el violín) de que nunca sería tan bueno como quería ser.

Así que, de algún modo, elegí otro instrumento porque escribir es otro tipo de instrumentro que tienes en tus manos.

Pero también se puede decir que la música es una parte muy esencial de la escritura

como lo es de la pintura, de la escultura, y de otras clases de arte.

Mi casa está llena de música y también de libros.

Y creo que crecí en lo que se puede llamar una familia muy muy liberal porque,

primero de todo, nadie decía nada si te quedabas a leer por la noche hasta tarde

y, segundo, porque nadie te preguntaba lo que estabas leyendo.

Y eso para mí es una buena definición de lo que significa una familia liberal.

Creo que lo que mi niñez tiene de singular es que no tenía madre.

Ella nos dejó, así que crecí con mi padre y él siempre estaba muy ocupado

pero sí que recuerdo que a veces había noches que le decía algo sobre lo que había leído

y él era lo suficientemente listo como para escucharme dos minutos diciendo estupideces

sobre lo que y hablándole de lo que había leído.

Y creo que esa es una de las lecciones que aprendí: siempre tienes que escuchar a un niño.

Creo que el verdadero artista se conforma en la niñez porque si recuerdas cuando tenías 4, 5 o 6 años,

creías de verdad que podías transformar una piedra en un coche

o un trozo de madera en lo que fuera.

Luego empiezas a ir a la escuela y... ya sabes lo que pasa.

La racionalidad toma el relevo... quizás es necesario

pero más tarde, cuando te das cuenta de que quieres ser artista

tienes que volver a recuperar lo que tenías siendo niño.

Pienso que tiene que ver con la clase de conexión que hagas con el coraje que tenías de niño

para hacer preguntas muy, muy difíciles.

A veces le pregunto a la gente con la que hablo

"¿Quién crees que es mi gran ídolo? ¿O icono?"

Y la gente supone esto, aquello y yo les digo

"No." Tengo una foto, una pequeña foto en mi cartera

de mi gran ídolo: yo cuando tenía 12 años.

Y cuando miro a ese tío, yo con 12 años

pienso que en esa época estaba en mi mejor momento. No veía límites a la vida.

Creía en la imaginación, en la fantasía y en la realidad.

Creía que podía escalar cualquier montaña, que podía atravesar cualquier desierto...

Así que miro a ese chico e intento imitarlo, intento ser tan valiente y bueno como él era.

La sensación de ser capaz de poner una palabra detrás de otra palabra para hacer una frase y otra,

y crear así una historia... para mí es un milagro.

Y en esto consiste entender la lectura

y ahí es cuando obviamente aparece el siguiente milagro: que te das cuenta de que lo puedes hacer tú mismo.

Ese es el siguiente milagro.

Recuerdo que la primera cosa que escribí fue un verso sobre Robinson Crusoe de una página.

Daría un dedo si pudiera tener ese papel,

pero no lo tengo, desapareció... Probablemente tendría 6 años cuando lo escribí y, por cierto,

aún creo que Robinson Crusoe es la mejor novela que se ha escrito

por una razón muy sencilla: porque Robinson no está solo en la isla antes de que aparezca Viernes.

Está con el lector y eso es importante.

Tú estas en la isla con Robinson... tú le ayudas.

Es una manera muy ingeniosa de contar una historia. Nunca podría pensar un argumento mejor que ese.

Puedes tomar ciertos personajes de algunos libros,

inspirarte en ellos y traértelos contigo como si fueran tus amigos.

Creo que una de las cosas más importantes del arte es que encuentras amigos en él.

Coge una pintura cualquiera, cuando ves a alguien en un cuadro,

puedes sacar a esa persona de la pintura y convertirla en un amigo

que te acompañe en la vida.

Para mí el arte es esencial para ver cómo es el mundo, para entender el mundo viendo cómo otra gente lo muestra.

Puede ser Francis Bacon, o Goya, o Ken Holtz...

A veces lo entiendo inmediatamente,

otras no lo entiendo para nada.

Y hay veces que no quiero entenderlo. Sólo quiero sentir que he sido absorbido por mi universo y quedarme allí.

Pienso que el arte verdadero, tanto si es una pintura, o música, o lo que sea, siempre te sorprende de algún modo.

Si no hay sorpresa, creo que ha fracasado.

Voy al Museo de El Prado de Madrid una vez al año, es como una especie de peregrinación que hago.

Paso dos días allí.

Recorriendo las salas llenas de cuadros de Velázquez, y luego sumergirte en las de Goya, por ejemplo,

bueno, no es el mismo museo, no es el mismo... Es como si hubiera dos mundos distintos.

Puedes decir que ellos son dos pintores pero hay algo más en ellos que los diferencia,

ellos me cuentan historias distintas de la condición humana.

Creo que no puedes estar más cerca de definir el arte: un buen artista de cuenta una historia de la vida.

Otro artista de cuenta otra historia. Un artista malo no te cuenta nada.

No me asusta hablar sobre arte bueno y arte malo. Creo que vivimos en una época en la que a la gente le asusta

hablar de ello y pienso que eso no es bueno. Debemos ser capaces de decir que hay arte mejor y peor.

Sólo así podemos discutir sobre ello. "¿Qué quieres decir?, no estoy de acuerdo contigo... pero podemos discutirlo"

Hoy creo que esos críticos son muy... que de alguna manera les falta coraje.

Creo que si miras en la historia, en la mayoría del arte, el arte importante, escultura, libros, o lo que sea,

hay alguna presencia de un sueño, una sociedad mejor,

y para mí y para la mayoría de la gente, es obvio que vivimos en un mundo terrible.

Y lo más terrible del mundo de hoy es que hay tantos problemas, muchos de ellos totalmente innecesarios.

Déjame ponerte un ejemplo: yo como escritor.

En el 2012, había millones y millones de niños analfabetos, no sabían leer, no sabía escribir...

y esto es totalmente innecesario. Podríamos haber erradicado la analfabetización hace mucho tiempo

si de verdad hubieramos querido hacerlo. Pero no hemos querido.

Así que esta gente está perdida porque leer, escribir y unas pocas matemáticas son las herramientas más importantes en la vida.

Y lo veo tan desagradable, toda esa pérdida, que obviamente tengo que hablar de ello.

Cuando la gente me pregunta: "¿Pueden comprar tus libros, tus novelas, en Mozambique?"

Yo les respondo: "¿Para qué?" Solo hay un libro importante allí y es el Abecedario.

Tanto si es un programa de ordenador, como si es un libro, lo único que me importa

es erradicar la analfabetización el analfabetismo antes de que podamos hablar de algo más.

Y podemos continuar hablando del mundo y vemos que la mayoría de los problemas que matan a la gente son innecesarios.

Y yo no podría entender cómo usar mi instrumento sin, de una u otra manera, hablar de ello.

No podría entenderme a mí mismo.

Como escritor, soy un intelectual y, como intelectual, mi responsabilidad es reaccionar de algún modo

ante lo que veo en la socidad.

Ese es el papel del intelectual.

Al menos, si tienes la idea de ser un intelectual radical.

Para mí es como volver a la época de la Ilustración de Diderot y Voltaire.

El papel del intelectual.

Y creo que esto es lo correcto y que por eso yo actúo de esta maneral

Escribo, yo escribo sobre muchas cosas pero también hablo si es necesario.

Diría que es mi relación con el ideal de la Ilustración y

estoy de acuerdo con el hecho de que debemos hablar todos.

Estoy de acuerdo con que estamos viviendo una situación muy extraña

nunca hemos tenido tanta información yendo de un lado para otro

y nunca hemos tenido tan poca.

Porque todo se ha ido haciendo en fragmentos.

Mira las noticias de la televisión de Dinamarca y Suecia, noticias cortas.

Obviamente, el peor caso es USA, donde no entiendes nada de lo que dicen las noticias.

Así que obviamente es un riesgo. También opino que hoy se utilizan mal muchas palabras.

Muy mal.

Pero creo que la palabra que tu y yo usemos siempre será la más importante en la comunicación.

Así que siempre habrá una manera de arreglar todo este jaleo

Pero lo que de verdad me resulta difícil hoy es cuando leo esos tweets y blogs

y es como decir que lo mejor es simplificar las cosas,

digamos... no complicar las cosas, porque la verdad es siempre complicada.

Así que creo que algo está pasando con el lenguaje pero no me asusta que lo perdamos

porque si lo perdiéramos, perderíamos también nuestra identidad.

No, no haremos eso.

Creo que entre los lectores también hay una necesidad de tener historias largas,

porque ellos también se están alimentando de todos esos fragmentos cortos,

así que, por eso, quieren una historia más larga. Quieren... digamos...Dickens.

Y yo también quiero algo así. Si encuentro una buena novela de 400 páginas, me siento feliz.

Y si es mala, no importa si tiene 100 o 400.

Tampoco me asustaría ni aunque la historia épica sobreviviera.

Por supuesto, sé que yo nunca seré capaz de hacer todo lo que quiero.

La muerte siempre acude a interrumpirle, y nunca sabes cuando va a venir.

Y en algunos momentos puedo sentir una especie de desesperación, incluso una especie de depresión por este miedo,

pero en eso consiste la vida. Si, por ejemplo, escuchas los cuartetos de cuerda que Beethoven escribió de viejo,

ves que te están presentando algo completamente nuevo para la música.

Es como si él... cuando empezó a hacerse mayor, no le importara una mierda nada.

No tenía nada que perder, así que empezó a escribir música muy, muy nueva, que el mundo nunca había escuchado antes.

En eso consiste sus últimos cuartetos de cuerda.

Así que, puede que las cosas que te ocurren cuando eres más viejo te den una especie de libertad nueva.

No lo sé, pero eso es lo que espero que me ocurra.

Obviamente, la vida tiene sentido cuando te sientas e intentar preguntarte algo

porque, sea lo que sea, lo estás intentando e intentando... Nunca sabes si lo vas a conseguir o no,

pero continúas intentando hacer algo.

Eso es lo más cerca que puedo estar de definir el sentido de la vida existente en la creatividad.

No creo que tenga una respuesta más inteligente que esa.