Intervención del líder del PCFR en la sesión de la Duma del 27 de enero de 2012, dedicada al debate de las elecciones parlamentarias. Estimados colegas, Hace ahora justo dos años 3 grupos parlamentarios de la Duma, en señal de protesta por aquellas infames elecciones locales, abandonamos esta sala y pusimos un ultimátum: o tenemos un encuentro con el presidente y se reúne el Consejo de Estado o dejamos de tomar parte en esta farsa. Uno de nuestros diputados más respetados, Nikolai Jaritónov se presentaba por la región de Mariy El. Le negaron todos los espacios donde realizar actos y cuando yo llegué desplegaron en la plaza central a miles de policías, antidisturbios, vehículos blindados. Nada de eso impidió que tomásemos parte en las elecciones. Enviamos a 400 observadores de fuera de la región, en la ciudad obtuvimos un 28-30%, mientras que en las zonas rurales el robo fue escandaloso: allí nuestro resultado fue tres veces inferior. Por eso quiero que analicemos esta situación con la máxima seriedad. En cuanto a las atribuciones. Después de todo, lo que se roba en las elecciones no son votos sino mandatos. Se roban las competencias para determinar cómo se van a distribuir el día de mañana los recursos, las finanzas, los presupuestos, los nombramientos, los cargos. Por eso debemos endurecer las penas, para el robo de votos se interprete como un crimen de estado, que acarree una pena de entre 10 y 15 años, con confiscación de propiedades. Es el modo de sanear el sistema electoral. Por otra parte, el señor Chúrov, es un elemento de ese sistema mafioso que se ha creado en nuestro país, donde funciona una especie de “látigo electoral” con una férrea distribución de responsabilidades. De la administración llega la orden del resultado que se debe obtener, y toda esta maquinaria queda encubierta por desgracia por los todos los organismos encargados de la aplicación de la ley. Pondré como ejemplo el caso de Mordovia. Yo propuse investigar todos los casos que se dieron en las regiones de Saratov, Tambov, en Mordovia. Es imprescindible crear una Comisión, para ver con nuestros propios ojos como funciona esta siniestra maquinaria mafiosa. Pero volviendo al caso de Mordovia. Allí desde hace 15 años está al frente el gobernador Merkushin. Durante los últimos ocho años, en dos ocasiones ha echado todos los votos en una misma urna llamada “Rusia Unida”. Primero fue un 98%. Ahora parece que tuvo algún remordimiento y se ha conformado con el 92%. ¿Qué ha hecho en estos últimos 15 años? 120 mil personas han abandonado Mordovia (de ellos 100 rusos). Ha colocado a todos sus familiares y amigos en los principales cargos. Recibe de los presupuestos federales más que otras regiones, mientras que los indicadores de nivel de vida de Mordovia, son inferiores, ocupando el último lugar en la región del Volga. Ese es el resultado del robo de votos y de la cobertura que se da a toda esta ignominia desde las instituciones del estado. Señor Chúrov. Se han dirigido a usted observadores internacionales, la Comisión de DD.HH. (adjunta a la presidencia), 3 grupos parlamentarios. Hemos redactado una petición oficial, donde manifestamos que no merece nuestra confianza. Y de repente el Comité de la Duma encabezado por Pliguin, anuncia que todo eso es anticonstitucional. 200 diputados desconfían de la Comisión Electoral Central. Por eso rogamos sea tramitada nuestra solicitud y se tomen definitivamente las medidas que correspondan. Nosotros no hemos reconocido estas elecciones, ni en el plano moral ni en el político. Las consideramos ilegítimas. El aspecto jurídico está pendiente de investigación. Acabamos de presentar a la Duma nueve proyectos de ley para reformar el sistema electoral. En primer lugar se hace imprescindible adoptar tres medidas. Primera. Es imposible que haya elecciones limpias si no hay debates en condiciones, debate entre los máximos dirigentes de los partidos y comparativa de programas. Hoy día, nuestra televisión y en especial la Primera cadena, recuerda más un programa del “Comedy club”: Empiezan pasando las actuaciones teatrales de nuestros dos principales actores, luego la crónica negra de sucesos y pasan al pronóstico del tiempo. Nada se dice de lo que ocurre realmente en el país. Es imposible desarrollar ninguna medida. Por eso insistimos en la realización de debates en igualdad de condiciones. Segundo. Lo principal son las Juntas electorales en cada territorio. Allí es donde se reescriben todas las actas (con los resultados). Me dirijo oficialmente a Putin. No es imprescindible gastarse 15 mil millones en todas esas cámaras-web. El fraude se comente en el silencio de los despachos, donde están dos o tres personas redactando a su conveniencia las actas. Acceda a mantener un debate abierto, para que todas las Juntas electorales se formen, de abajo arriba, sobre principios de paridad, si son doce personas, cuatro representantes de cada. Le aseguro que la situación mejorará sensiblemente, y se hará mucho más complicado el adjudicarse votos o manipular las actas. Tercero. Nadie puede expulsar a ningún observador del colegio electoral. Solo el juez es competente. Si hubiesen recorrido los colegios, hubieran visto como a una tercera parte de los observadores, los acabaron sacando en volandas, de los centros de votación, con la connivencia de la policía. Es algo intolerable, inadmisible en una situación normal. En este sentido, proponemos un sistema de escrutinio completamente distinto. En él, deben tomar parte todos los observadores, con la presencia de periodistas. Desde el momento en que se abran las urnas y comience el recuento, se ponen las papeletas sobre la mesa, y se cuenta abiertamente en público: el primer voto para Ivanov, el segundo para Sídorov… al final se entrega la copia del acta, y acabaremos conociendo, antes que Chúrov, el resultado a nivel de todo el país, y nadie sospechará de nadie. Apoye cuando menos estos tres proyectos de ley que hemos presentado a la Duma, y que sin duda contribuirán a mejorar la situación actual. Por otro lado, hoy, el principal eslabón del fraude está representado por la figura del gobernador. A éste se le exige desde arriba, que consiga el resultado deseado, que exprima hasta lograr la composición del parlamento regional, que lo vuelva a reelegir. Después de esto, estará dispuesto a cumplir todo lo que se le encomiende. Como resultado, se acaba convirtiendo en el principal eslabón de esa estructura mafiosa. Por eso es urgente adoptar una nueva ley sobre la elección directa de gobernadores y sobre la elección de jueces de distrito. Esa es la única manera de luchar contra la existencia de toda esta “tapadera” criminal y sus arbitrariedades, para que en el país empiecen a verse unas elecciones más o menos honestas. Vuelvo a dirigirme al primer ministro Putin. Salga públicamente a respaldar cuando menos estas tres propuestas. Aparezca en la pantalla y diga: exijo de todos los responsables que haya unas elecciones limpias. Sus ayudantes al tiempo que hablan de elecciones limpias, están anunciando su victoria en primera vuelta. Eso es una señal a los funcionarios: “Haced lo que queráis, pero si dejáis huellas, os tocará responder a vosotros”. Por eso proponemos adoptar estas leyes con carácter de urgencia. Traducción: Josafat S. Comín