"Soy un hombre invisible". "La señora Dalloway dijo que compraría las flores ella misma". "Estás a punto de comenzar a leer la nueva novela de Italo Calvino". En estas tres líneas de apertura, del "Hombre invisible" de Ralph Ellison, "La señora Dalloway" de Virginia Woolf y de Italo Calvino "Si una noche de invierno un viajero" cada uno establece un punto de vista diferente. Quién está contando una historia y desde qué perspectiva, son algunas de las elecciones más importantes que hace un autor. Dicha desde un punto de vista diferente, una historia puede transformarse por completo. Toma este cuento de hadas: "Rapunzel, Rapunzel" gritó el Príncipe, "suelta tu pelo". Rapunzel se desató el pelo y lo arrojó por la ventana. El príncipe se subió por sus trenzas a la torre. Rapunzel generalmente se lee así, con el narrador fuera de la historia. Este punto de vista se llama tercera persona. Pero Rapunzel también puede ser contada por un personaje de la historia, un narrador en primera persona. Las puntas de los bucles de Rapunzel cayeron a mis pies. Me agarré y comencé a subir... ¡Uf! No podía desenredarme. Tenía pelos por todas partes pegados a mi sudor. En una narrativa en primera persona, la historia puede cambiar drásticamente dependiendo de qué personaje es el narrador. Digamos que Rapunzel narrara en lugar del príncipe: Espero que él aprecie cuánto tiempo lleva destrenzar 8 m de pelo, pensé. ¡Ay! Seré honesta; creí que mi cuero cabelludo se desgarraría de mi cráneo. "¿Puedes subir más rápido?" chillé. En segunda persona, el narrador dirige la historia al lector: Te llama por tu nombre. Te quiere para soltarte el pelo. Acabas de terminar de trenzarlo, pero, oye, no recibes muchos visitantes. Tercera persona, primera persona, y perspectivas en segunda persona cada una tiene posibilidades únicas y restricciones. Y, ¿cómo eliges un punto? de vista para tu historia? Las restricciones no son necesariamente una cosa mala, pueden ayudar a enfocar una historia o resaltar ciertos elementos. Por ejemplo, un narrador en tercera persona esta necesariamente un poco alejado de los personajes. Eso puede ser bueno para historias donde un sentimiento de distancia es importante. Un narrador en tercera persona puede estar o limitado, lo que significa que se queda cerca de unos pensamientos y sentimientos del personaje, o puede ser ser omnisciente, capaz de revolotear entre las mentes de los personajes y dar al lector más información. Una historia en primera persona crea cercanía entre el lector y el narrador. También está restringida por el conocimiento del narrador. Esto puede crear suspenso a medida que el lector encuentra información junto con el personaje. Un narrador en primera persona no necesariamente tiene que representar la experiencia del personaje fielmente, pueden ser delirantes o deshonestas. En la novela de Kazuo Ishiguro "Lo que queda del día," Stevens, un anciano mayordomo británico en 1956, cuenta sus muchos años de servicio, pero no reconoce los defectos del hombre al que sirve. Las grietas en su narrativa finalmente llaman la atención del lector a las fallas poco reconocidas de la cultura y el sistema de clases que él habita. La novela de Justin Torres, "Nosotros los animales" comienza con un narrador plural en primera persona: "Éramos seis manos arrebatando, seis pies pisando fuerte; éramos hermanos, muchachos, tres reyes pequeños encerrados en una pelea por más". A mitad de la historia, el punto de vista cambia a primera persona del singular, de nosotros a mí, a medida que los niños crecen y un hermano se siente alienado de los otros. La segunda persona es una opción menos común. Requiere que el escritor haga al lector suspender la incredulidad para convertirse en otro "usted". Colocar al lector en la perspectiva de un personaje puede generar urgencia y suspenso. A veces, sin embargo, la segunda persona está destinada a distanciar al narrador de su propia historia, en lugar de acercar al lector a la historia En estos casos, narradores en segunda persona se refieren a sí mismos como "usted" en lugar de "yo". Los escritores experimentan constantemente con nuevas variaciones en el punto de vista. Nuevas tecnologías de realidad virtual y aumentada pueden ampliar las posibilidades para esta experimentación al colocar a las personas en un particular punto de vista en el espacio virtual, ¿Cómo podríamos cambiar la forma? que contamos y experimentamos historias?