Mike Kelley: Bad Boy | Art21 "Exclusiva"

Episodio #117: Mike Kelley habla claro sobre su etiqueta de "chico malo" a lo largo de su carrera, describiendo los cambios de gusto de los críticos y artistas con respecto al arte abyecto en los últimos años.

La obra de Mike Kelley oscila desde las representaciones altamente simbólicas y ceremoniales hasta esculturas de muñecos de peluche, pasando por dibujos gigantes, instalaciones multifuncionales que recrean ambientes institucionales (escuelas, oficinas, zoos), y colaboraciones con artistas como Paul McCarthy, Tony Oursler y el grupo Sonic Youth. Su obra cuestiona la legitimidad de la "normativa" de valores y sistemas de autoridad y ataca a la santidad de las actitudes hacia la familia, la religión, la sexualidad, la historia del arte y la educación. También comenta y debilita la legitimidad del concepto de víctima o trauma cultural, donde propone que casi todos los comportamientos provienen de alguna forma de abuso reprimido. La estética de Kelley ahonda en la rica y a menudo ignorada historia del arte local estadounidense y su práctica toma prestada la actitud polémica y políticamente consciente "totalmente necesaria" de la música punk.

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VIDEO | Productor: Wesley Miller & Nick Ravich. Entrevista: Susan Sollins. Cámara: Norbert Arnsteiner & Nancy Schreiber. Sonido: Stacy Hruby & Ullrich Vlasak. Editor: Paulo Padilha. Obra artística: Mike Kelley. Mención especial a: MUMOK, Vienna.

Mike Kelly: El Chico Malo

Ahora no tanto, pero al principio de mi carrera
era considerado un chico malo

una y otra vez. Chico malo, chico malo, chico malo
pero nunca me he considerado un chico malo

No creo que mi trabajo haya tratado nunca
sobre ser un chico malo

o un adolescente arrogante o esto o aquello o sobre ser un anti-intelectual.

Claro que no soy un anti-intelectual pero siento que estos términos han ayudado a ponerme en mi sitio

porque mi trabajo no encajaba en los cánones populares del momento.

Simplemente era una crítica barata.

Porque se me asociaba con este llamado movimiento artístico despreciable, donde las ideas descarriadas

entraron en las discusiones artísticas, y porque en muchas de mis obras habia influencias de

las llamadas formas menores, como el arte folclórico o la cultura de clases bajas.

Creo que muchas críticas a mi trabajo confunden mi uso de ese trabajo con algún tipo de inversión

o piensan que exagero o que es un especie de estética de la clase obrera.

Bueno, puedo venir de ahí, pero no me gusta. Pero el mundo del arte ha cambiado mucho

en los últimos años porque esas cosas han encontrado su sitio en un mundillo donde antes, hace 15 años, nunca hubieras visto

en una galería de Nueva York alguna cosa parecida. Ahora toda galería tiene tales cosas, entonces todas estas discusiones de holgazanes han cogido un

matiz positivo en vez de negativo. Y todas estas discusiones no me interesan en absoluto por los que definen estas cosas.

Si soy un chico malo, hay miles de chicos y chicas peores, y esto es una academia, por lo que yo ya soy un abuelo para eso.

No necesito pensar más sobre eso ya.

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