-
El llamado de Jesús
-
Bienvenidos a esta lección, en donde vamos
a hablar acerca del llamado de Jesús.
-
Vamos a hablar acerca de algo muy, muy
importante.
-
Algo que, frecuentemente, la gente
se salta.
-
En la última lección hablamos acerca de la
persona de paz.
-
Y vamos a hablar mucho más acerca de eso
después, en esta serie de vídeos,
-
y qué es una persona de paz.
-
Una persona de paz es una persona que
Dios está llamando,
-
alguien que está buscando a Dios.
-
Y necesitamos saber lo que es eso.
-
Pero también necesitamos saber qué hacer
cuando encontramos a esa persona de paz.
-
Estas son algunas de las cosas de las que
hablaremos acerca, en esta serie de vídeos
-
y en las siguientes lecciones, antes que
vayamos atrás y miremos aun más a la
persona de paz.
-
Así que, después de hablar de encontrar
a la persona de paz,
-
Jesús continuó diciendo esto en
Lucas 10:7.
-
Y posad en aquella misma casa, comiendo
y bebiendo lo que os den;
-
porque el obrero es digno de su salario.
No os paséis de casa en casa.
-
Así que, después de que Jesús nos envió
afuera, envió a sus discípulos afuera,
-
a encontrar esa persona que está lista
para recibir a Jesús,
-
encontrar a esa persona que el Espíritu
Santo está llamando,
-
encontrar a esa persona que está buscando
a Dios, luego Él dijo:
-
"comiendo y bebiendo lo que os den...".
-
Eso es importante.
-
Es tan, tan importante y no debemos
saltarnos esto.
-
No debemos saltarnos que Jesús nos ha
llamado a comer y beber
-
junto con esa persona de paz.
-
¿Por qué?
-
Puedo venir con tantos ejemplos de
por qué es tan importante.
-
¿Sabes? Cuando estás afuera...
digamos que estás afuera en la calle
-
o en tu lugar de trabajo, o vas por ahí y
te encuentras con gente
-
y allí hablas con alguien que está,
de hecho, abierto para Dios,
-
no es siempre fácil, de todos modos,
-
porque las personas todavía están un
poquito escépticas y un poquito distantes,
-
y tú no estás tan relajado cuando estás
parado ahí como...
-
tal vez en la calle y la gente pasa
caminando por tu lado.
-
No estás tan relajado.
-
Pero si tú le puedes decir a esa persona:
-"¡Hey! Allí hay un restaurante.
-
¿Podemos sentarnos y pedir algo
para comer y beber?
-
-"¡Sí! Podemos hacer eso"
-
Tan pronto como te sientes con esa
persona y tengas comida en la mesa,
-
o una torta y café; todo cambia.
-
Todo cambia.
-
La comida, el café, la bebida puede
cambiarlo todo.
-
De pronto se vuelve todo muchísimo
más relajado.
-
De pronto, en vez de que sea una
comunicación unilateral, se vuelve
más como un diálogo,
-
en donde tú estás hablando,
y te estás relajando,
-
y empiezas a construir una relación.
-
Tú no construyes una relación del mismo
modo, cuando tú estás de pie y hablas
con alguien.
-
No. La comida lo cambia todo.
-
Hace que todo sea mucho más relajado.
-
Cambia el modo en que estamos hablando.
-
Lo cambia todo.
-
Nosotros como cristianos, especialmente en
las iglesias, somos, a menudo, tan
estrictos/cuadrados.
-
Somos tan como... oh...
-
Recuerdo que algunos años atrás,
fui a una iglesia
-
y hablé con un pastor, y él era un tipo
muy agradable.
-
Y estábamos hablando y teniendo una
conversación normal, natural.
-
Pero luego subió, detrás del púlpito,
-
y de pronto él cambió.
Fue como...
-
"¡¡Aleluya!! ¡¡Aleluya!!
¡¡Bienvenidos a la casa de Dios hoy!!
-
¡¡Aleluya!!"
Y él, repentinamente, cambió.
-
Y él se volvió... raro.
-
Y pensé, cuando lo vi:
<¿Qué pasó ahí?>
-
Estaba hablando con él hace cinco minutos
atrás y él estaba tan relajado.
-
Pero ahora él había cambiado y se
convirtió en alguien tan religioso.
-
Y esto es lo que vemos en las iglesias.
-
Y esto es lo que vemos, a veces, fuera de
las iglesias.
-
Necesitamos estar relajados.
-
Necesitamos divertirnos. Necesitamos
comer comida. Necesitamos...
-
calmarnos.
-
Necesitamos empezar a hacer lo que Jesús
ha dicho:
-
"Vayan afuera, encuentren la persona de
paz y, allá afuera, siéntense con ellos,
-
coman y beban,
-
compartan el Evangelio, sanen a los
enfermos, echen fuera demonios".
-
Haz lo que Jesús ha dicho.
-
Muchos años atrás, no hice lo que Jesús
estaba diciendo.
-
Cuando encontré a la persona de paz, en
vez de sentarme con ella
-
allá afuera, comiendo y bebiendo,
compartiendo el Evangelio, sanando a
los enfermos,
-
cometí el error que muchas personas
han cometido. Les invité a la iglesia.
-
Cuando encuentro a alguien que estaba
abierto, yo dije: "¡Hey! Tú estás abierto.
-
¡Ven conmigo! ¡Ven conmigo a la iglesia!
-
¿Y sabes qué?
-
La mayoría de las personas no vinieron.
-
¿Por qué? Porque es una cosa estar abierto
(a recibir de Dios), el lunes y el martes,
-
pero es otra cosa el ir a la iglesia el
domingo.
-
Si están abiertos el lunes y tú tienes una
buena conversación,
-
y tú dices: "¡Hey! Nos vemos en la iglesia
el domingo",
-
hay muchos días para que Satanás
ponga miedo en ellos.
-
Hay muchos días en los que Satanás puede
venir con excusas,
-
del porqué no deben ir a la iglesia.
-
Así que, he conocido muchas, muchas
personas de paz allá afuera,
-
que estaban abiertas,
-
y las invité a la iglesia,
-
y la mayoría de esas personas no vinieron.
-
Si solo hubiese hecho aquello a lo que
Jesús me ha llamado.
-
Si solo me hubiese sentado con ellos, y
hubiese comido y bebido y hubiese
compartido el Evangelio con ellos...
-
hubiese visto tanto más fruto.
-
Pero recuerdo una vez que llevé conmigo
a alguien a la iglesia.
-
Y eso fue algo que abrió mis ojos.
-
Fue una experiencia dura.
-
Porque llevé una persona conmigo a la
iglesia y estaba yo tan emocionado:
-
-¿Estás lista para oír el Evangelio?
-¡Sí!
-
Pero entonces la reunión comenzó.
-
En mi iglesia, en aquel tiempo, habían
como 45 minutos de adoración.
-
Y yo estaba alabando a Dios.
No estaba pensando en ello.
-
Estaba acostumbrado a ello.
-
Pero entonces miré a la chica que vino
conmigo. Ella no estaba alabando a Dios.
-
Ella estaba parada así.
-
Solo mirando a las personas.
-
Porque ella no estaba acostumbrada a
alabar.
-
Y vi todo a través de sus ojos.
Y yo vi...
-
-"Oh. Okay. Hey, hey va a estar bien.
Solo relájate.
-
Pronto la alabanza se va a acabar".
-
Después de 45 minutos de adoración
había un montón de información,
-
información, información.
-
Y después hablaron acerca del dinero
y diezmar.
-
Da dinero, da dinero, da dinero.
Tú tienes que dar.
-
La miré a ella. Sus ojos se hicieron más
grandes y más grandes y más grandes.
-
Y yo estaba como: "No, no, no, no, no.
No, no es solo acerca del dinero.
-
Y yo estaba como: <Cállate.
No hables así>
-
Y después de: dinero, dinero, dinero y
hablar e información,
-
había más adoración.
-
Y yo estaba como: <Por favor, que comience
el mensaje del Evangelio.
-
Por favor, que comience el mensaje
del Evangelio.>
-
Y luego, finalmente, comenzó el sermón
del Evangelio.
-
En donde el pastor estaba hablando acerca
de cómo Abraham tomó un cuchillo
-
y quería ofrecer a Isaac, y...
solo fue un desastre.
-
Y al final de la reunión él preguntó:
-
"¿Alguien quiere a Jesús?
Levanta tus manos".
-
No hubo Evangelio, no hubo
arrepentimiento,
-
no hubo bautismo, no hubo Espíritu Santo.
-
No hubo nada de eso.
-
Dejé de invitar personas a la iglesia.
-
¿Por qué?
-
Porque Jesús nunca nos ha llamado a
hacerlo.
-
Intenta imaginar esto.
Intenta imaginar...
-
Si tú invitas a alguien al McDonald's:
-
"¡Hey! ¿Quieres sentarte conmigo en el
McDonald's?
-
Okay, sentémonos". Y tú te sientas y tú,
de pronto:
-
"¡¡Aleluya!! ¡¡Bienvenido al McDonald's!!
-
¡¡Aleluya!! ¡¡Es tan bueno
verte en el McDonald's!!
-
¡¡Hoy vamos a comer una Big Mac!!
¡¡Aleluya!!
-
¡¡Y vamos a comer un helado después
después y un batido!!
-
¡¡Aleluya!!"
-
Y tú hablas sin parar por 45 minutos y
dices: ¡Amén! ¡Amén!
-
¿Vas a hacer eso en McDonald's?
No, no lo vas a hacer.
-
O estás loco.
-
No. ¿Qué es lo que haces en el McDonald's,
o en el Burger King, o en cualquier
otro lugar,
-
tú te sientas y tú estás relajado.
-
Tú no cambias tu forma de hablar.
-
Y tú hablas y tú te comunicas.
-
Y ahí, cuando tú te sientas con alguien
y comes y bebes...
-
tú no necesitas tener 45 minutos de
adoración, tú no necesitas recoger
una ofrenda,
-
tú no necesitas venir con un montón
de información.
-
Puedes ir directamente al Evangelio.
-
Puedes ir directamente al Evangelio y dar
a esa persona lo que él/ella necesita.
-
Y luego tú puedes guiar a esa persona a
Cristo y bautizarlos en agua
-
y en el Espíritu Santo. Y tú tendrás una
relación natural con ellos
-
y podrás hacer un seguimiento
(espiritual) de ellos, en vez de
llevarlos a la iglesia
-
y conseguir que el pastor lo haga, quien
no tiene ya más tiempo para hacer
el seguimiento (espiritual) de personas.
-
Necesitamos cambiar la manera que
lo estamos haciendo,
-
de nuestra manera a la manera de Jesús.
-
Cuando yo, muchos años atrás, dejé de
invitar a las personas a la iglesia
-
y, en vez de eso, comencé a invitarlas a
una cafetería o ir a sus casas
-
o a mi casa, y a sentarnos y a construir
una relación con ellos,
-
a hablar con ellos, comunicarme con ellos,
darle un buen tiempo a compartir el
Evangelio con ellos,
-
y luego yo bautizarles en agua y en el
Espíritu Santo,
-
sanando enfermos, echando afuera demonios:
todo cambió.
-
Empezamos a ver tantas, tantas, tantas,
tantas, tantas, tantas, tantas, tantas
-
personas venir a Cristo.
-
Y las personas a las que les compartíamos
esto, ellos empezaron a ver tantas,
tantas, tantas,
-
tantas personas venir a Cristo.
¿Por qué?
-
Porque el problema no es la cosecha.
-
El problema son los obreros.
-
Ellos son pocos, o no saben qué hacer.
-
Ellos no saben qué hacer.
-
Ellos están parados y gritándole a la
cosecha para que venga adentro.
-
O ellos van afuera a la cosecha y los
invitan a que vengan adentro.
-
No. Cuando encuentres una persona de paz,
has aquello a lo que Jesús te ha llamado.
-
Siéntate con ellos.
-
Siéntate con ellos.
-
Ve a su casa.
-
Siéntate con ellos.
-
Come comida.
-
Bebe algo de café.
-
Crea una atmósfera relajada.
-
Conócelos: "Hey. ¿Quién eres tú?
-
Háblame más acerca de ti. ¿Dónde estás
trabajando?
-
¿Has conocido a Dios antes? ¿Es nuevo
para ti? ¿No es nuevo para ti?
-
¿Has venido a la fe?
¿Has venido al arrepentimiento?
-
¿Has sido bautizado en agua? Oh, no
todavía. Okay.
-
¿Sabes acerca de hablar en lenguas y el
Espíritu Santo? Oh, no lo sabes.
-
Tú hablas con ellos y entonces descubres
quién es la persona con la que estás
sentado enfrente.
-
Y entonces le das a esa persona lo que
esa persona necesita.
-
Es muchísimo más efectivo que solo
invitarlos a la iglesia.
-
En donde ellos no entienden la mitad de lo
que está pasando.
-
Sí. Sé que cuando digo esto las personas
van a pensar:
-
"Oh, esto es demasiado difícil.
Nunca he hecho eso antes.
-
Nunca he guiado a nadie a Cristo.
-
Solo he invitado a personas a la iglesia
y he dejado que el pastor lo haga.
-
Primeramente quiero decir: Sí, todos los
comienzos son difíciles.
-
Pero también quiero decir: Se hace
más fácil, y más fácil, y más fácil
-
cada vez que tú lo haces.
-
Pero... ¿Puedo desafiarte?
-
Si tú has sido un cristiano por 5, 10, 15,
20 años
-
y sigues sin saber cómo guiar alguien
a Cristo...
-
¿No crees que necesitas cambiar algo?
-
Si no sabes cómo hacerlo ahora,
no sigas haciendo
-
lo que has estado haciendo los últimos 5,
10 años.
-
No te dejes engañar.
-
Jesús te ha llamado a ti para ser un
pescador de hombres.
-
Él te ha llamado a ti a obedecerle a Él.
-
Él no te ha llamado para que solo
vayas a una iglesia
-
y veas como otras personas lo hacen.
-
Arrepiéntete. Apártate de tu
desobediencia.
-
Arrepiéntete y empieza a obedecer a Jesús.
-
Empieza a obedecer el llamado que Él te
ha dado.
-
Y ahí, quiero decir que Su llamado no es
solo para pararse en una plataforma.
-
No es solo para pararse con un
micrófono en una mano.
-
El llamado de Jesús es algo que tú puedes
hacer. Es algo que todos pueden hacer.
-
Sí, no son todos quienes pueden pararse en
una plataforma ante 10.000 personas
-
y con un micrófono en una mano.
-
Pero todos pueden sentarse con una
persona...
-
y comer y beber.
-
Todos pueden sentarse con una persona y
aprender a compartir el Evangelio
-
en una mesa de un café.
-
Todos pueden aprender a hacer aquello
a lo que Jesús nos ha llamado.
-
Y después vamos, en esta serie de vídeos,
-
y también en mi libro "El llamado de
Jesús", a entregarte muchas más
herramientas
-
de cómo tu luego compartes el Evangelio
cuando encuentras a esa persona de paz,
-
qué es lo que dice Jesús acerca de no
moverse de casa en casa,
-
cómo tú los vas formando.
-
En el resto del libro vamos a darte
herramientas, y herramientas
-
y herramientas y herramientas, no solo el
cómo tú encuentras a esa persona de paz,
-
sino aquello que haces cuando tú
encuentras a esa persona de paz.
-
De modo que, estés equipado y listo
para eso.
-
Y, para ser honesto, si miro mi propia
vida,
-
he estado caminando con Dios por
25 años ahora,
-
empecé a hablar acerca de Jesús cuando
vine a la fe 25 años atrás,
-
pero estoy triste.
-
Estoy triste cuando pienso en todas
aquellas personas,
-
los primeros 7, 8, 9 años de mi
caminar cristiano,
-
que conocí, que eran, de hecho,
unas personas de paz,
-
pero en donde no sabía qué hacer cuando
las conocía.
-
En donde cometí ese error en que, la
mayoría de las veces, solo los invité a
la iglesia.
-
Y ellos vinieron, y se fueron de nuevo.
-
Estoy triste de que tantas personas que
conocí allá afuera, durante la semana.
-
En vez de tomar ese momento, en vez de
tomar esa oportunidad que Dios dio,
-
y sentarte con ellos y hacer lo que Jesús
ha dicho...
-
solo lo he dejado pasar.
-
Solo les invité a la iglesia.
-
La mayoría de las personas no se
aparecieron y aquellos que vinieron,
-
la mayoría de las personas no
recibieron el Evangelio.
-
Si lo hubiese hecho al modo de Jesús.
-
Si solo hubiese sabido lo que te estoy
compartiendo ahora,
-
hubiese visto muchas más vidas cambiadas.
-
Porque, como dije antes, una cosa es estar
abierto allá afuera,
-
es una cosa estar abierto cuando conoces
a personas en tu lugar de trabajo,
-
o en tu colegio, o cuando estás afuera
comprando,
-
y tener una buena conversación,
-
y es algo diferente el ir a la iglesia.
-
Muchas personas no quieren ir a la
iglesia.
-
Ellos están hartos de la iglesia.
-
No le des iglesia. Dales a Jesús.
-
Y desde eso, si tú les invitas a la
iglesia, Satanás tienes tantos, tantos,
tantos
-
días para poner miedo en ellos
-
y para entregarles tantísimas razones del
porqué ellos no deben de ir a la iglesia.
-
No les des iglesia. Dales a Jesús.
-
Siéntate con ellos.
-
Y cuando los hayas guiado a Dios,
-
si tú quieres llevarlos contigo a una
congregación, entonces has eso.
-
O empezar una nueva congregación
en su casa.
-
Es algo de lo que vamos a hablar mucho
más luego.
-
Así que, realmente, realmente espero que
tomes esto contigo, lo oigas y lo
obedezcas.
-
Quiero leer un poquito de mi libro
"El llamado de Jesús":
-
"Como dije antes, es triste mirar
atrás y ver cuantas personas de paz,
-
hemos perdido porque no hemos seguido
lo que Jesús dijo que debemos hacer.
-
Así que, te incentivo, cuando tú
encuentres una persona de paz,
quédate con ellos.
-
No solo los invites a la iglesia el
próximo domingo.
-
Tú sabes que Satanás tendrá un montón
de tiempo para crear miedo en ellos
-
y decirles muchas razones del porqué no
deberían de ir.
-
Y si ellos van, nunca sabes lo que
recibirán allí.
-
En vez de eso, has aquello a lo que Jesús
te ha llamado.
-
Cuando encuentres una persona de paz,
siéntate y come y bebe con ellos.
-
Conócelas compartiendo comida con ellas.
-
Construye una relación con ellas, y
entonces tómate el tiempo de compartir
el Evangelio
-
y de sanar a los enfermos, como Jesús
está diciendo.
-
Si entrenamos cristianos para hacer esta
simple cosa que Jesús nos ha llamado
a hacer,
-
veremos miles de personas venir a la fe,
-
y veremos un movimiento como nunca
lo hemos visto antes".
-
¡Aleluya! Y yo diré: esto es tan, tan
correcto.
-
Y ese ese el porqué estoy tan, tan
emocionado acerca de esto, porque esto
es tan simple.
-
Esto es tan simple. Y es algo que todos
podemos hacer.
-
Y, por lo tanto, Satanás pelea tan
duramente en contra de que esto llegue
a las personas.
-
Él quiere que continuemos haciendo iglesia
del modo que siempre hemos hecho,
-
en vez de detenernos de hacerlo a nuestra
manera y comenzar a obedecer a Jesús.
-
Así que te incentivo: empieza a obedecer
el llamado que Jesús te ha dado.
-
Así que, comparte este vídeo.
Comparte esta enseñanza.
-
Comparte mi libro "El llamado de Jesús".
Empieza a obedecerlo. Compártelo.
-
Y veamos un mover de Dios que
nunca hemos visto antes.
-
Veamos miles y diez miles de personas
venir a la fe.
-
Es simple. Está solo ahí.
-
La cosecha está lista.
-
Solo necesitamos hacer lo que Jesús
ha dicho.
-
La próxima vez vamos a hablar mucho
más acerca
-
algunas de las cosas que Jesús está
diciendo, cuando se trata de
-
quedarse con ellos, no moverse de
casa en casa.
-
Después vamos a hablar también acerca
de cómo entonces compartimos
-
el Evangelio, cuando conocemos a esa
persona,
-
vamos a ver a cómo sanamos a los enfermos,
-
cómo echamos fuera demonios,
-
cómo los formamos (a quienes vengan
al Evangelio),
-
cómo hacemos esto y aquello y lo de
más allá,
-
y vamos a construir contigo,
-
de modo que al final de esta serie de
vídeos, en el final del libro,
-
estés listo para ir, listo para obedecer
el llamado de Jesús,
-
listo para ver, experimentar, lo que Jesús
está diciendo.
-
¡Dios te bendiga y te veo la próxima vez!
¡Chao, chao!
-
El llamado de Jesús