Dime a qué juegas y te diré quién eres | Niels Weber | TEDxEcublens

La mayoría de padres están familiarizado con la problema del uso excesivo de sus niños de celulares, portátiles o consolas. La mayoría de adolescentes han oído a sus padres decir: "¿Por qué juegas a videojuegos en vez de estudiar para los exámenes?" En este discurso estimulante, el psicoterapeuta y jugador Niels Weber redefine el papel de las pantallas en la vida de jóvenes, y explica cómo las comunicaciones inteligentes puede hacer coexistir los videojuegos y las expectativas familiares sin conflicto.

Este discurso fue dado en un evento de TEDx usando el formato de la conferencia de TED, pero fue organizado por una comunidad local. Aprende más en http://ted.com/tedx

Como han oído, soy psicoterapeuta.

Trabajo con niños, adolescentes,
y adultos que tienen problemas

con la gestión de pantallas,
redes sociales,

vídeojuegos y televisión.

La mayoría del tiempo,
trabajo con familias

quienes tienen problemas de comunicación,

crisis emocional, o tensión.

Los miembros de la familia
tratan a reconectar,

esperan a reconectarse.

Esta noche quisiera explicar

como puede ser útil
hablar sobre vídeojuegos,

y como debemos ayudar a los jóvenes

a tratar con videojuegos.

La mayoría de las veces,
los padres están molestos

porque no ya no pueden
comunicarse bien con sus niños

Después de hablar con los adolescentes,

estos suelen admitir

que también quieren pasar
tiempo con sus padres.

pero no desamasiado, ya saben,
todavía son adolescentes,

pero el suficiente
para pasar un buen rato juntos.

El problema es que

si tratas de explicar un videojuego
a alguien que no lo juega,

puede ser muy confuso.

En mi consulta y
en intervenciones escolares,

He visto que jugar a videojuegos

se ha convertido en la norma.

Sin embargo, los jovenes

no tiene muchas oportunidades

para hablar sobre qué hacen,
realmente, ante las pantallas,

en este "otro mundo".

Se ha convertido para los padres
en un reto educacional

unirse a sus hijos mientras se sumergen

en el mundo digital.

Aún así, la guía de los padres,

es crucial hoy en día

porque nuestros jóvenes
necesitan aprender

cómo manejar sus hábitos

para prepararse para ser adultos.

Pero, ¿por qué dedicar
tanto tiempo a un juego?

No estoy hablando de adicciones.

La mera necesidad compulsiva
de jugar a videojuegos

es, en mi opinión,

más un síntoma que un patología.

La inversión excesiva en videojuegos

significa algo.

Es una llamada para entender y descubrir

el problema que se esconde debajo.

Esos casos están a menudo conectados a

baja autoestima, una falta de atención,

y a veces a señales tempranas
de depresión.

Éste es Aidan, un niño de 15 años.

Pero este también es Aidan.

Viene a mi consulta con sus padres

porque ellos quejan

de que el niño pasa demasiado
tiempo jugando a "Fortnite".

Desde su perspectiva,

Aidan no cree que
Fortnite sea un obstáculo.

Él solo quiere que
sus padres le dejen en paz,

y también le parece que

hablar de Fortnite con sus padres

es imposible o incluso, arriesgado.

La verdad es que, en la mente de Aidan,

cada vez que el tema de "Fortnite"

se saca a relucir durante la cena,

desemboca en un pelea:

"¡Tienes que estudiar!"
"¡Es hora de dormir!"

"¡Ya te lo he dicho cuatro veces!"

y además, "¡Tu juego es estúpido!"

(Risas)

Desafortunadamente,

Aidan tiene un bajo rendimiento escolar.

Pero en Fortnite, es bastante bueno.

Y le encanta pasar tiempo en el juego

donde queda con sus amigos
quienes admiran su destreza.

Por eso,

Aidan desarolla la tendencia
a jugar más de lo que debe.

Su mayor problema es
que se siente incomprendido.

Así que aquí estoy.

Como psicoterapeuta,

Tengo que escuchar lo que
los padres dicen,

pero también debo escuchar
lo que Aidan intenta decirnos.

Por supuesto, sus padres tienen razón

al preocuparse
sobre la escuela y los límites

Esto es normal.

Pero, ¿sucedería
si Aidan pudiera expresar

sus sentimientos cuando juega Fortnite,

y sobre sus logros?

Y si él no sintiera ansiedad

al decir el porqué
le encanta jugar a este juego?

Aidan empieza un juego

donde queda con tres amigos,

y juntos van a tratar de
derrotar a los otro 96 jugadores

creando estrategias,

comunicándose entre ellos,

trabajando juntos,
y... sí, ocasionalmente,

disparando a algo que se mueve.

(Risas)

Aidan, quién tiene dificultades
de sentirse valorado

ha invertido su tiempo y esfuerzo

en una disciplina que se le da bien,

pero dónde también recibe
las críticas de sus padres.

De esta forma,

los videojuegos no son
un enemigo contra el que pelear,

Sino un recurso para nosotros, adultos,

para entender qué busca Aidan.

Si Aidan se rompiera una pierna,

le pondrían una escayola

y le enseñaríamos a andar con muletas.

La rehabilitación le ayudadaría

a ir dejando las muletas
progresivamente.

A veces, un videojuego
puede funcionar como las muletas.

Es esencial que entendamos
cómo funciona,

para que podamos ayudar
al jugador a dejarlo.

Ciertamente un jugador,
de cualquier edad,

experimentará diferentes
emociones ante la pantalla

Pero sumido en la euforia del juego,

no siempre se es consciente
de esas emociones.

Por otro lado, un padre se van a preocupar

si ve a su hijo reaccionar
de manera agresiva

Es iluso creer

que niños y adolescentes saben
instintivamente como controlarse.

Es a algo que nosotros,
los adultos, debemos ayudarles.

Quisiera saber cuántos de Uds.

juegan a videojuegos en consolas,

PCs, móviles inteligentes,
lo que sea.

Vale. ¡Bien!

Gracias.

Así, casi todos juegan.

Cuanto más demos la posibilidad
de hablar de vídeojuegos

más podrá el jugador
romper sus costumbres

y poner en palabras
qué siente y experimenta.

Es un método conocido para ayudar
con shock traumático, por ejemplo.

Cuanto más narres lo que te pasó

menos te preocupará volver a ello.

Y se puede dar un paso atrás.

¿Saben que los espectadores

y el jugador que tiene el controlador

no tienen la misma experiencia?

Un jugador centrará
su atención en la información

que necesita en un momento concreto,

mientras que los espectadores

abrumados por información confusa,

centrarán su atención
en algo que ya conocen,

que a menudo se corresponderá
con la parte violenta.

Así jugadores y espectadores

no tiene al mismo nivel de comunicación.

Ambos tienen razón

pero ambos no hablan de lo mismo.

Creando espacios narrativos,
podemos crear puentes,

y los espectadores y jugadores pueden
encontrar una forma de comunicación.

Claro, hay trampas en los videojuegos.

Después de todo, los videojuegos
todavía son una industria rentable.

Pero podemos ayudar
a nuestros niños a ver las trampas

y prepararlos para ser
jugadores adultos responsables.

Hemos hablado mucho sobre los jóvenes

porque estamos preocupados por ellos.

Pero si la niñez y la adolescencia

son etapas importantes
en la vida,

puede ser confuso o asustar.

Si los vídeojuegos ofrecen
un lugar seguro o algo parecido

dónde los jóvenes sienten
que están dominando algo,

necesitamos entender
qué están dominando

y cómo podemos proponer
actividades suplementarias

que les de el mismo
sentimiento de realización.

Así que si hablamos mucho
de las nuevas generaciones

no podemos olvidar

que las mismas preguntas,
los mismos problemas

sobre videojuegos

puede afectar también a los adultos.

Por consiguiente, es esencial
que trabajemos con los jóvenes

para prepararlos
para los retos del futuro.

Esta preparación, este entrenamiento

necesita reglas y estructura

y por encima de todo, respeto.

Pero no nos olvidemos
del aspecto emocional.

Dejemos que los padres
de Aidan expliquen

por qué debería dormir
mejor de noche que de día

Pero durante el día, dejemos
a Aiden que exprese lo que siente

para permitirle sentir
reconocimiento por quien es él.

Aquí esta Aidan.

Ahora tiene 17 años,

y al aprender cómo hablar sobre su juego,

puede expresar que le gusta
ser parte de un equipo.

Su padre dedicó un tiempo a verle jugar

para entender cómo funciona el juego.

Vio que Aidan no jugaba
tan bien bajo estrés

Así le explicó cómo las artes marciales

le ayudaron a mantenerse centrado

cuanto él tenía la edad de Aidan.

Ahora, en el frigorífico de la familia,

están las altas valoraciones de Aidan
al lado de su notas de escuela.

En conclusión,

restaurar la fe y el vínculo emocional

tiene que empezar
con momentos emocionales.

Los van a llevar a un mayor amor propio.

Cuanto más espacio damos
a nuestra juventud

para que expresen qué sienten
y experimentan ante una pantalla

les ayudamos no solo
a aprender a autoregularse

sino también a conocerse
a sí mismos y sus emociones.

Cuanto más interés mostramos
en lo que les interesa

más les haremos sentir
que son interesantes.

Al darles este reconocimiento,

reducimos el riego del juego excesivo.

Esta noche, en mi ejemplo,
jugué videojuegos,

pero podría ser cualquier cosa
como las redes sociales.

¡Háblame de tus juegos
dime quién eres!

Gracias.

(Aplausos)