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- Hola a todos.
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Hoy vamos a hablar sobre el perdón.
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Pero antes de pasar a eso,
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Bienvenido.
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K. MORTON, TERAPEUTA
FAMILIAR Y DE PAREJA
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Pero vamos al tema de hoy.
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El perdón es algo que a menudo
sabemos que debemos hacer,
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o nos dicen que lo hagamos,
pero nadie habla
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sobre cómo se supone que
debemos perdonar a alguien,
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sobre todo, a nosotros mismos.
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Cuando alguien habla sobre el perdón,
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sé que automáticamente
pienso en alguien
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que hizo algo que me hirió
o hirió mis sentimientos,
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y que tengo que soltarlo
perdonándolo.
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Pero me parece
que lo que más nos cuesta
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es perdonarnos a nosotros
mismos por cualquier error
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o traspié que hayamos
cometido, y créeme,
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no soy mejor en esto.
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Justo el otro día, estuve
rumiando algo que dije
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y me preocupaba que hubiera
sido tomado mal.
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O a veces, si dejo vagar
a mi mente,
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vuelvo a las cosas
que hice en el pasado
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con las que me siento mal.
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Es muy molesto.
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Incluso puedo pasar horas
revisando cosas que dije
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o hice en el pasado, pasando
de cuando era niña
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a lo que ocurrió hace unos meses,
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y repito la situación de nuevo,
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casi como si intentara hacerme
daño a mí misma de nuevo
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sólo para demostrar
lo arrepentida que estoy.
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Pero la buena noticia es
que hoy ambos aprenderemos
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cómo perdonarnos a nosotros mismos,
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y al fin soltar todas esas cosas.
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El primer consejo
del que vamos a hablar
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es permitirte rehacerlo.
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Ya sabes que digo
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que el cerebro no sabe
la diferencia
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entre la visualización
y la vida real.
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Es cierto, no la sabe.
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Si nos visualizamos a nosotros
mismos haciendo algo,
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piensa que es lo mismo que si nosotros
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realmente lo hiciéramos en la vida real.
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Genial, ¿eh?
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Así que podemos utilizar
esta información,
-
esta información genial,
científicamente probada,
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a nuestro favor al tratar de
perdonarnos a nosotros mismos,
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y soltar las faltas pasadas.
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Imagina cómo reharías la
situación o la experiencia.
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Piensa en ello, imagínalo,
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y luego escribe un diario
sobre lo que aprendiste
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de esa terrible o incluso
embarazosa experiencia.
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Hacer esto no sólo nos muestra
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que aprendimos de ello
y seguimos adelante,
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sino que lo haremos mejor
la próxima vez.
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Así que inténtalo,
porque como dije,
-
el cerebro no sabe la diferencia,
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y si visualizamos que sucede
un nuevo resultado,
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quizá que no decimos eso
que hirió sus sentimientos,
-
o no hacemos lo que nos avergonzó tanto,
-
entonces nuestro cerebro
va a soltarlo,
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de modo que esos recuerdos
al azar de lo malo que hicimos
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no aparezcan de la nada
y tal vez nos arruinen el día.
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El segundo consejo para
perdonarnos a nosotros mismos
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es decir que lo sientes
y recomponer la relación.
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A menudo, cuando no intentamos
al menos hacer las paces,
-
nos cuesta perdonarnos
y seguir adelante.
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Mis pacientes me dicen todo el tiempo
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que se repiten la última pelea
que tuvieron con alguien,
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casi como si se lastimaran
a sí mismos con eso.
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Como conté al principio,
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siento que me hago daño
a mí misma una y otra vez
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al volver a contarme
esas historias dolorosas.
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Y si es seguro reconectarte
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con alguien a quien le hiciste mal,
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considera tratar
de pedirle disculpas.
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Y como siempre, lo mejor es
tomarte tiempo para preparar
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lo que quieres decir
y tal vez incluso practicar
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decirlo en voz alta
antes de ir a su encuentro.
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De esa manera, incluso puedes
imaginar lo que podría decir
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en respuesta y considerar
tus respuestas,
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lo que en realidad
asegura que no vayamos
-
a tratar de reparar la relación
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y terminemos haciendo que sea aún peor.
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El tercer consejo,
detención del pensamiento.
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Estoy segura de que lo veías venir.
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No hablo de eso
desde hace tiempo,
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pero es una herramienta muy importante.
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Si encuentras que tu cerebro
continuamente vuelve
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a esa vez en la que hiciste
algo muy malo
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y te duele o te avergüenza otra vez,
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no te preocupes, puedes detener
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ese molesto patrón
de pensamiento directamente.
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La primera manera de evitar
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que pensamientos
negativos o dominantes
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asuman el control de toda nuestra mente
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es simplemente gritar
o decir en voz alta: "Basta".
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Cuando tu mente vuelva a ese
momento negativo o doloroso,
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no dejes que vaya más lejos,
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di "basta", apágala.
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Con toda honestidad,
ese es el consejo
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que todos dan cuando hablan
de detener el pensamiento,
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pero en realidad,
a mí nunca me funcionó,
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aunque cada uno es diferente
y podría ayudarte,
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así que quería al menos mencionarlo
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y que supieras que está disponible.
-
Pero hay otros modos en que se
puede detener el pensamiento
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para que no vaya a lugares
que no queremos.
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El que funciona mejor para mí
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es observar que está
sucediendo de nuevo
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y llevar mi mente
a un recuerdo agradable.
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Hm, podría volver
a ese maravilloso verano
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que pasé en Costa Rica,
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donde aprendí español
con mi amiga Nina,
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o el otro año, cuando Shawn
y yo fuimos a Palm Springs
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en una escapada de fin de semana.
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Cualquiera sea el recuerdo feliz,
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vas a necesitar tratar
de usar los cinco sentidos,
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y contarte toda la historia
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de cada viaje y experiencia.
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A menudo, en el momento
de llegar a ese segundo
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con nuestros cinco sentidos,
ya hemos olvidado todo
-
sobre ese recuerdo
desagradable o negativo.
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Y por último, simplemente
notar tus pensamientos
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y alejarte de ellos puede ayudar.
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Es decir que podemos notar
que nuestra mente está vagando
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hacia ese espacio doloroso
de nuevo
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y decirnos: "Sí,
mi mente está tratando
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"de hacerme sentir mal
y arrastrarme hacia atrás,
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"pero no quiero ir".
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A menudo, el hecho de saber
que está pasando
-
y reconocer el patrón puede detenerlo.
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Así que no sé, prueba algunos
de estos consejos y trucos
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y fíjate qué funciona para ti.
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O mejor aún, dinos en los comentarios
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lo que funciona mejor
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cuando intentas detener
tus pensamientos negativos.
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Y mi cuarto consejo es
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concentrarte en lo lejos
que has llegado.
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Esto puede hacerse
a través de un diario.
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Si tienes suerte, has estado
llevando un diario,
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así que en realidad
puedes volver al momento
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en el que pasó
ese hecho desagradable
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y leer tus entradas
a partir de entonces.
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Pero sé que la mayoría de
nosotros no escribe diarios,
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así que ahora vamos
a tomarnos un tiempo
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para considerar nuestros
propios valores, la moral
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y nuestras relaciones actuales.
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¿Cuáles son las cosas
que buscas en los demás
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y qué es lo que te esfuerzas
en dar en una relación?
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Tomarnos el tiempo
para considerar estas cosas
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puede ayudarnos
no sólo a darnos cuenta
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de que, de hecho,
somos buenas personas,
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sino también que hemos
aprendido mucho
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de nuestros errores pasados.
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Tal vez ya no busquemos pelea
cuando bebemos
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o seamos más cuidadosos
en cómo decimos las cosas
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a la gente en el calor
de una discusión.
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Incluso puedes escribir
las cosas específicas
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que piensas que la relación
pasada o la pelea te enseñó.
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Tal vez te enseñó algo de ti mismo
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y cómo interactuar mejor
con las personas en tu vida.
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Así que pasa un tiempo
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haciendo un balance
de lo que eres ahora
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y cómo has crecido desde
esa experiencia en particular.
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Mi quinto consejo, el
diálogo interno positivo.
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Sabías que iba a intentar
colarlo de alguna manera.
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Pero en honor a la verdad,
mucho de lo que nos impide
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ser capaces de perdonarnos
a nosotros mismos
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es cómo hablamos de eso dentro
de nuestra propia cabeza.
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Pero si seguimos permitiendo
que nuestra mente
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nos lleve de vuelta a esa pelea
-
y luego nos castigamos
por ella una y otra vez,
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acerca de que no debíamos
haber dicho eso
-
o que debíamos haber hecho
o dicho otra cosa,
-
no vamos a ser capaces
de dejarlo atrás.
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Si cambiamos la conversación
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que tenemos con nosotros
mismos sobre esa herida
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y esa experiencia
terrible o embarazosa,
-
entonces y sólo entonces
podremos soltarla totalmente
-
y perdonarnos a nosotros mismos.
-
Espero que hayas encontrado
útil esta información.
-
Sé que perdonarnos a nosotros
mismos a veces puede ser
-
mucho más difícil
que perdonar a otro.
-
Ah, y como recordatorio,
si te gusta mi canal,
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te va a encantar mi libro,
"Are u ok?",
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-
o cosas que sientes que
quedaron fuera de este vídeo
-
en los comentarios de abajo,
-
y nos vemos la próxima, adiós.
