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El llamado de Jesús
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Bienvenido a la lección 17 en esta serie
de vídeos llamada: "El llamado de Jesús".
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Lección titulada: "Se ha acercado el
Reino de Dios a vosotros".
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Estamos ahora en Lucas 10:9, en donde
Jesús está diciendo:
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"y sanad a los enfermos que en ella haya,
y decidles: Se ha acercado a vosotros el
reino de Dios".
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En el último vídeo, vimos la primera
parte: "sanad a los enfermos".
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Vimos que somos llamados a sanar a los
enfermos/echar fuera demonios.
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Ahora vamos a empezar viendo la segunda
parte de aquello a lo que Jesús nos ha
llamado,
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en donde Él está diciendo que les debemos
decir a las personas que el Reino de Dios
se ha acercado.
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Si hay un área en la que Satanás ha estado
muy, muy ocupado
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y ha sido muy efectivo,
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eso tiene que ver con cómo él ha cegado
a la iglesia,
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cuando se trata del Evangelio.
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Y empezaré con leer algo de este capítulo
en mi libro "El llamado de Jesús":
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"En los últimos años, he visto a
incontables cristianos nacer de nuevo,
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y experimentar una vida enteramente nueva.
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Sí, tú estás leyendo esto correctamente,
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he visto a incontables cristianos nacer
de nuevo y recibir una vida nueva.
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Y estos cristianos de los que estoy
hablando son personas quienes han
estado en la iglesia por años,
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leyendo sus Biblias y escuchando
predicaciones,
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sin jamás realmente entender lo que
significa nacer otra vez.
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Es realmente aterrador el pensar acerca
cuántas personas en las iglesias hoy,
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no han nacido de nuevo.
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La verdad es, estamos viviendo en un
tiempo en el que predicar acerca del
pecado, el arrepentimiento y la cruz
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está siendo reemplazado con un mensaje
que te hace sentir bien.
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Puedes oír un mensaje que te hace sentir
bien y recibirlo, sin realmente ser
cambiado".
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Esto es tan correcto.
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He visto a innumerables cristianos.
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Personas que confiesan que ellos
aman a Jesús,
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que van a la iglesia,
que leen la Biblia,
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incluso, que cantan en una banda de
adoración y comparten la Palabra,
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pero ellos no han completamente nacido
de nuevo.
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Tal vez se han arrepentido y ellos,
tal vez, han venido a la fe,
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pero ellos siguen peleando con el pecado.
Ellos no han nacido de nuevo.
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Ellos no son libres.
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Pero no debería de ser así.
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No debería de ser así, que hoy necesitamos
ver cristianos
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nacer de nuevo.
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Cuando se trata del Evangelio, solo
necesitamos admitir que hemos llegado
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tan, tan lejos del verdadero Evangelio
del que leemos en la Biblia.
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Es muy aterrador pensar acerca de cuántas
personas en nuestras iglesias están
perdidas,
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cuántas personas en nuestras iglesias
no han nacido de nuevo,
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y cuántas personas afuera de nuestras
iglesias
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no han nacido de nuevo.
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Hay, tristemente, muchos hoy que están
predicando un Evangelio a medias,
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un Evangelio fácil,
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un Evangelio que, realmente, no tiene el
poder de transformar la vida,
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y hacer a las personas libres del pecado.
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Pero Jesús también estaba en contra de eso
cuando Él caminó aquí en la tierra.
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En Mateo 23:13, podemos leer que Jesús
dice esto:
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"Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas!
-
porque cerráis el reino de los cielos
delante de los hombres;
-
pues ni entráis vosotros, ni dejáis
entrar a los que están entrando".
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Trata de pensar en estas palabras que
Jesús está diciendo.
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Que esa gente religiosa en aquel tiempo,
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ellos, de hecho, cerraban la puerta para
las personas que querían entrar al
Reino de Dios.
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Y ellos mismos no entraban.
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Si tú les preguntaras si es que ellos
entrarían al Reino ellos mismos,
-
ellos, por supuesto, dirían que sí.
¿Por qué? Porque...
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ellos eran maestros de la Ley.
Ellos eran fariseos.
-
Ellos intentaban vivir de acuerdo a
la Palabra.
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Pero ellos estaban ciegos.
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Ellos estaban enseñando un Evangelio
errado.
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Jesús continuó (Mateo 23:25-27) y dijo:
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"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas!
-
porque limpiáis lo de fuera del vaso y
del plato,
-
pero por dentro estáis llenos de robo y
de injusticia.
-
¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de
dentro del vaso y del plato,
-
para que también lo de fuera sea limpio.
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¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
hipócritas!
-
porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad,
se muestran hermosos,
-
mas por dentro están llenos de huesos
de muertos y de toda inmundicia".
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Esto es lo que Jesús estaba diciendo en
aquel tiempo, y estoy bastante seguro
-
que esto es lo que Él estaría diciendo
hoy,
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si Él estuviera caminando en la tierra
hoy. ¿Por qué?
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Porque estamos tan ocupados con
limpiar el exterior,
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no entendiendo que lo de adentro
sigue podrido
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y lleno de muchísimas malas cosas,
lleno de pecado,
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lleno de inmundicia.
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No. Necesitamos tener el verdadero
Evangelio.
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El verdadero Evangelio es poder
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que puede transformar a una persona
desde adentro y hacia afuera.
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Y esto es tan, tan importante.
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Y, por lo tanto, voy a utilizar,
no solo este vídeo,
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sino que utilizaré los siguientes tres
vídeos para ir a través del Evangelio
contigo.
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Porque, cuando vemos a Lucas 10 y todo lo
que hemos estado enseñando
-
en esta serie, si tú no tienes el
Evangelio correcto,
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todo lo demás se derrumbará.
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Si no sabes cómo conseguir que las
personas nazcan completamente de nuevo,
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el resto no importa.
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No seas como los fariseos,
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quienes hacían tantísimo para ganarse
a alguien para el Evangelio
-
y luego los hacían...
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necios a los hombres, tal como ellos,
guiándolos al infierno
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o cerrando la puerta del Reino delante
de ellos.
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No, necesitamos realmente entender
el Evangelio.
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Aquí queremos mirar a una de las más
grandes mentiras que vemos cuando
se trata del Evangelio,
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y de la salvación.
Una de las grandes mentiras es...
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Invita a Jesús a tu corazón y serás salvo.
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Tal vez lo has oído, y estoy seguro de que
has oído acerca de este versículo en
Romanos 10:9.
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Leemos aquí: "...que si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor,
-
y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
-
Porque con el corazón se cree para
justicia,
-
pero con la boca se confiesa para
salvación".
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Estos versículos son los versículos de
los que hemos oído acerca muchas,
muchas veces.
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Lo que necesitamos entender es que
estos versículos son partes de una carta,
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que Pablo escribió a la iglesia en Roma,
a los creyentes en Roma.
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A creyentes que ya habían nacido de nuevo.
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En la misma carta él dice en Romanos 6:3:
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"¿O no sabéis que todos los que hemos
sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte?"
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Y luego, en el versículo 8, él habló de
cómo caminar por el Espíritu
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y a aquellas personas que ya habían
sido bautizadas,
-
que ya habían recibido al Espíritu Santo,
él les dijo lo que acabamos de leer.
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Y si tú vas y miras al contexto, está,
de hecho, diciendo:
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"Si tú continúas creyendo y tú continúas
confesando, tú serás salvo un día".
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¿Por qué? Somos salvos, somos salvos,
somos salvos,
-
mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo.
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Así que, no es solo acerca de: "ora esta
oración una vez". No.
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Es acerca de nosotros nacer de nuevo,
arrepentirse, ser bautizados, recibir al
Espíritu Santo,
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y seguir confesando a Jesús como Señor,
y entonces seremos salvos.
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Así que, trata de imaginar, si tú mirases
a Jesús. ¿Puedes imaginar a Jesús?
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Él caminando por la tierra y a la gente
decir:
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"Jesús, qué necesito hacer para heredar la
vida eterna?" Y a Jesús decir:
-
"Solo cierren sus ojos.
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Y luego oren esta oración.
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Ora después de mí: Jesús... Jesús...
Te pido venir a mi corazón...
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¿Puedes imaginarte a Jesús hacer la
oración del pecador? No, no puedes.
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¿Por qué? Porque no encontramos eso
en la Biblia.
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No encontramos la oración del pecador de
la manera en que lo hacemos en los
Evangelios.
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No la encontramos con Jesús. No la
encontramos con los primeros creyentes.
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No la encontramos en el libro de los
Hechos.
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No puedes encontrar a nadie que estaba
orando una oración como esta en el libro
de los Hechos.
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No. La oración del pecador es, de hecho,
algo muy, muy nuevo.
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Déjame leer algo aquí de mi libro:
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"Como previamente he mencionado, la
oración del pecador tiene solo unos
cuantos siglos de existencia.
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La idea de la oración del pecador empezó
con Charles Finney (1792-1875)
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y Dwight Moody (1837-1899).
Más tarde, se volvió más conocida
-
a través de Billy Graham y la
Cruzada de Campus de Cristo.
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Ahora, casi todos, practican la oración
del pecador.
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No estoy diciendo que Dios no puede
utilizar una oración como esa,
-
y no estoy diciendo que no puede ser un
buen comienzo de una nueva vida con Dios,
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pero está mal decirle a las personas que
han recientemente orado esa oración:
-
"¡Felicitaciones! Ahora has nacido de
nuevo".
-
Porque esto no es bíblico,
-
y no era algo que ellos hacían en la
iglesia temprana.
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Cuando tú estudias a la iglesia temprana y
cómo ellos estaban predicando el Evangelio
de Cristo,
-
puedes ver cómo Satanás ha llevado a
la iglesia muy lejos de la verdad".
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Y quiero decir eso de nuevo. Sí.
Dios puede usar una oración.
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No hay nada mal con orar.
El problema es que estamos diciendo:
-
"¡Felicitaciones! ¡Ahora has nacido de
nuevo!" o "esto es lo que necesitas para
ser salvo".
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Necesitas orar esta oración.
-
Si queremos obedecer a Jesús, necesitamos
predicar el Evangelio correcto.
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Y necesitamos entender el cuadro completo.
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Necesitamos realmente entender de
qué se trata el nuevo nacimiento,
-
lo que Jesús estaba predicando,
por qué Él murió en la cruz
-
y lo que las personas necesitaban hacer
para ser salvas.
-
Sí. Tal vez empezaste con orar la oración
del pecador, pero hay más.
-
Hay más para ti.
-
Necesitas también apartarte de tus
pecados.
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Necesitas sepultar la vida antigua en
el bautismo.
-
Necesitas al Espíritu Santo.
-
Todos nosotros necesitamos dejar
nuestras tradiciones.
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Y tomarnos el tiempo de mirar en la
Palabra de Dios, lo que la Palabra dice.
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Algunas personas dirán que el Evangelio
es lo que leemos aquí en
1 Corintios 15:3-4.
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Y leo aquí: "Porque primeramente os he enseñado
lo que asimismo recibí:
-
Que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras;
-
y que fue sepultado, y que resucitó al
tercer día, conforme a las Escrituras...".
-
Sí. Este es un muy, muy poderoso versículo
-
y esto es, de algún modo, el centro
del Evangelio,
-
y lo que necesitamos predicar hoy en día.
-
Pero... ¿cómo predicamos esto?
-
¿Cómo predicamos que Jesús murió de
acuerdo a la Escritura,
-
fue sepultado y se levantó de nuevo,
y cómo las personas nos responden
-
cuando lo predicamos?
-
Si vemos a Jesús en Lucas 9 y Lucas 10,
-
podemos ver como Él envió a los doce y
a los setenta.
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En Lucas 9:1-2 leemos esto:
"Habiendo reunido a sus doce discípulos,
-
les dio poder y autoridad sobre todos
los demonios, y para sanar enfermedades.
-
Y los envió a predicar el reino de Dios,
y a sanar a los enfermos.
-
Y a los setenta Él dijo: "...y sanad a los
enfermos que en ella haya, y decidles:
-
Se ha acercado a vosotros el reino
de Dios".
-
¿Qué estaban los doce y los setenta
predicando?
-
En aquel tiempo ¿estaban ellos
predicando?: "Hey. Jesús murió en la cruz,
-
Él fue sepultado y Él se levantó de nuevo?
-
No. Ellos no estaban predicando eso
en aquel tiempo.
-
¿Por qué? Todavía no había sucedido.
-
Y los apóstoles no creían que eso iba
a ocurrir,
-
cuando ellos estaban afuera predicando
el Evangelio del Reino.
-
Incluso cuando fueron al Jardín de
Getsemaní,
-
cuando Jesús iba a ser capturado y
crucificado,
-
Pedro y el resto intentaron detenerle.
¿Por qué?
-
Porque ellos no habían entendido
-
que Jesús necesitaba morir en la cruz.
-
En aquel tiempo ellos no estaban
predicando:
-
"Jesús murió en la cruz, Él fue sepultado
y Él se levantó de entre los muertos".
-
Ellos estaban predicando algo diferente.
-
Ellos estaban predicando que el Reino
de Dios estaba cerca.
-
Ahora, nos encontramos en el otro lado
de la cruz.
-
Así que, no necesitamos predicar que el
Reino de Dios se ha acercado,
-
porque ahora el Reino de Dios está aquí.
-
Hoy es el día de salvación.
-
Ahora vivimos después de la cruz,
después de que Jesús murió,
-
después de que Él fue sepultado,
después de que Él resucitó,
-
ascendió al Cielo y envió a Su Espíritu
Santo acá abajo.
-
Así que, por lo tanto, si queremos ver
cómo la iglesia temprana predicaba el
Evangelio,
-
también necesitamos ir al tiempo después
de la cruz, para hallar cómo ellos
estaban predicando
-
y cómo debemos predicar hoy en día.
-
Y después de la cruz, estoy pensando en
el libro de los Hechos y
-
¿Qué vemos allí?
¿Vemos la oración del pecador?
-
No, no lo hacemos.
-
¿Vemos que ellos decían:
"¡Hey! Solo cree?"
-
No, no lo hacemos.
-
¿Vemos: "Solo arrepiéntete"?
-
No, no lo hacemos.
-
¿Vemos: "Solo cree y arrepiéntete"?
-
No, no lo hacemos.
-
Vemos a personas, en algunos lugares,
enfocarse mucho más en el arrepentimiento,
-
en algunos lugares leemos más acerca
de la fe,
-
en algunos lugares leemos acerca
del bautismo,
-
pero necesitamos verlo todo juntarse.
-
Y aquellos lugares en la Biblia,
en el libro de los Hechos,
-
en donde vemos más detalles:
¿qué es lo que vemos?
-
No vemos solo fe o arrepentimiento
o bautismo en agua,
-
o bautismo en el Espíritu Santo.
Lo vemos todos.
-
Uno de esos lugares es Hechos 2:38.
Cuando ellos le preguntaron a Pedro:
"¿Qué debemos hacer?"
-
Pedro no les pidió a las personas inclinar
sus cabezas e invitar a Jesús en sus
corazones. No.
-
La "oración del pecador" que ellos hacían
en aquel tiempo,
-
lo que ellos estaban haciendo en aquel
tiempo es esto (Hechos 2:38):
-
(Pedro les dijo:) "Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo
-
para perdón de los pecados;
-
y recibiréis el don del Espíritu Santo".
-
Esto era lo que ellos estaban predicando.
-
Y esto es lo que debemos predicar
hoy en día.
-
Y necesitamos predicar el Evangelio
completo.
-
Necesitamos continuar y predicar esto.
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Pedro continuó, después de decir esto,
en Hechos 2:39:
-
"Porque para vosotros es la promesa,
y para vuestros hijos, y para todos los
que están lejos;
-
para cuantos el Señor nuestro Dios
llamare".
-
Así que, esta promesa, que si nos
arrepentimos y somos bautizados,
-
Él va a limpiar nuestros pecados.
Él va a perdonar nuestros pecados.
-
Y recibiremos al Espíritu Santo.
-
Esta es una promesa para nosotros
hoy en día.
-
Y esta es la cruz.
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La cruz... ¿Qué es lo que vemos allí?
Vemos que Jesús murió, Él fue sepultado
y Él resucitó.
-
Él murió. Necesitamos arrepentirnos,
apartarnos de nuestros pecados.
-
Él fue sepultado.
Necesitamos morir en el bautismo...
ser sepultados en el bautismo.
-
Y Él se levantó de nuevo. Necesitamos
levantarnos en el poder del
Espíritu Santo.
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Esta es la cruz.
Esto es lo que necesitamos predicar:
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Arrepentimiento, bautismo en agua,
bautismo con el Espíritu Santo,
con fe en Cristo.
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Así que, esto es lo que vamos a ver, y es
tan, tan importante
-
que tú allá afuera entiendas qué es
el Evangelio.
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No es solo conseguir que las personas
inviten a Jesús a sus corazones.
-
Es acerca de conseguir que las personas
vean sus pecados,
-
y que entiendan qué es el pecado y
cómo ellos han pecado,
-
y cómo apartarse del pecado.
-
Y después de que se apartan, cómo
sepultamos la vieja vida en el bautismo
en agua
-
y cómo, cuando ellos se levantan,
imponemos manos en ellos y ellos
reciben el Espíritu Santo.
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Y son ahora una nueva creación,
nacidos de nuevo en Jesucristo.
-
Cuando hablamos de Lucas capítulo 10
y obedecer el llamado de Jesús,
-
hemos visto cómo la cosecha es grande,
los obreros son pocos,
-
debemos de orar al Señor de la mies
que envíe obreros,
-
y debemos ir nosotros mismos como
corderos en medio de lobos,
-
y debemos ir afuera y encontrar a una
persona de paz,
-
y cuando vamos a esa persona de paz
-
debemos sentarnos allí, comer y beber
lo que ellos sirvan,
-
y allí nosotros, en sus casas, en donde
nos juntamos con ellos,
-
debemos sanar a los enfermos,
vimos eso la última vez,
-
debemos sanar a los enfermos
y debemos echar fuera demonios.
-
Y luego debemos predicar el Evangelio.
-
Si lo que estás predicando no es el
verdadero Evangelio...
-
todo lo demás no va a importar.
-
No como debería de hacerlo.
-
¿Por qué? Porque no verás a personas,
realmente, nacer de nuevo.
-
Y necesitamos tomarnos el tiempo.
Si este es nuestro llamado,
-
si nuestro llamado es caminar como Cristo,
nuestro llamado es obedecer a Cristo,
-
nuestro llamado es obedecer el Evangelio,
por ejemplo, como este es.
-
Luego necesitamos prepararnos.
-
Entonces no solo nos pararemos allí y
esperaremos para que algún día
-
nosotros vamos, de pronto, a saber
cómo se hace. No. Necesitamos practicar.
-
Necesitamos prepararnos y
necesitamos aprenderlo.
-
Necesitamos aprenderlo.
-
Cuando tenemos nuestras
"Escuelas de Entrenamiento Pioneras",
-
entrenamos a personas en compartir
de forma práctica el Evangelio
-
Dejamos que las personas oigan el
Evangelio, y luego dejamos que las
personas se sienten de dos en dos,
-
y se prediquen el Evangelio los
unos a los otros.
-
Empecé así yo mismo, en el principio.
-
Me senté en una mesa de café e imaginaba
que alguien estaba sentado del otro lado,
-
y luego yo practicaba el compartir
el Evangelio.
-
Y lo intenté, e intenté, e intenté.
-
Y me volví mejor, y mejor,
y mejor, y mejor, y mejor
-
cuando se trataba de compartir el
Evangelio.
-
Y ahora soy mucho más valiente en
eso. ¿Por qué?
-
Porque lo tengo ya debajo de mi piel.
-
Sé cómo hacerlo ahora.
-
Sé cómo hacerlo ahora.
-
Si las personas te preguntan:
"¿Qué debo hacer para ser salvo?"
-
¿Qué les contestarás entonces?
-
Uhh.. No lo sé.
Anda con mi sacerdote.
-
Si esa es tu respuesta, entonces no estás
obedeciendo el llamado de Jesús.
-
No eres un discípulo.
¿Lo eres?
-
Esa es una respuesta incorrecta.
-
Si las personas te preguntan la más
importante pregunta en este mundo:
-
"¿Qué debo hacer para ser salvo?"
-
y tú no sabes qué contestar,
-
entonces tú tienes un problema.
-
Pero entonces quiero decir... quiero
incentivarte, yo también no sabía qué
contestar muchos años atrás.
-
Pero ahora lo sé.
-
Ahora soy bueno en ello. Tengo práctica
en ello. Sé qué hay que hacer.
-
Si recibo esa pregunta,
no empiezo a sudar,
-
no empiezo a estar nervioso,
como lo estaba en el principio.
-
¿Por qué? Porque sé lo que hay que
hacer ahora.
-
¿Por qué? Porque he estado practicando.
-
Me he estado preparando.
-
Me he tomado el tiempo de hallar qué es
lo que hago, cómo comparto el Evangelio.
-
Y ahora, es muchísimo más fácil.
-
Y quiero decirte lo mismo a ti.
-
Todos los comienzos son difíciles.
-
Sí, tú no solo, naturalmente, compartes
el Evangelio.
-
Necesitas insertarlo bajo tu piel.
Necesitas tenerlo en tu sangre.
-
Necesitas aprenderlo.
-
Pero todos pueden aprender a
compartir el Evangelio.
-
Y queremos usar los siguientes tres vídeos
en donde iré mucho más hondo en el
Evangelio
-
contigo, pero también te recomiendo
conseguir el libro "El llamado de Jesús",
-
en donde tengo muchas más escrituras (de
la Palabra), y voy mucho, mucho más
profundo en ello.
-
Pero, conjuntamente con este vídeo, vamos
a poner un link, (LINK EN LA DESCRIPCIÓN)
-
a diferentes vídeos. Tenemos un vídeo que
llamamos: "Las tazas y las galletas",
-
en donde comparto el Evangelio en una
mesa de café, con tazas.
-
Y esa es una buena manera de aprender cómo
compartir el Evangelio, ilustrándolo con
tazas.
-
También tengo otro link, que pondré
juntamente con el texto bajo este vídeo,
-
en donde puedes ver las cartas del
Evangelio que usamos.
-
Estas son cartas que usamos para
compartir el Evangelio.
-
Todos estos recursos están allí para
ayudarte.
-
No solo te sientes y pienses: <Oh. No sé
cómo compartir el Evangelio.
-
No sé cómo>
Y entonces no haces nada acerca de ello.
-
Está bien reconocer que no eres un
experto ahora.
-
Pero entonces tú necesitas, como un
discípulo, hacer algo acerca de ello.
-
De otro modo Jesús te mirará y dirá:
"¿Por qué me llamáis, Señor, Señor,
-
y no hacéis lo que yo digo?"
-
Necesitamos ser serios en el llamado
que Jesús nos ha dado.
-
Así que, realmente, te incentivo a,
primeramente, dejar de hacer la oración
del pecador.
-
Deja solo de entregar un Evangelio
a medias.
-
Tómate el tiempo, junto con este vídeo
y otros vídeos... los links...
-
y tómate el tiempo de practicar en cómo
compartir el Evangelio,
-
para insertarlo bajo tu piel.
-
¿Por qué? Porque no queremos ser como
los fariseos y los maestros de la Ley
-
que Jesús reprendió. No.
Queremos predicar un Evangelio completo.
-
Queremos ver a personas entrar en
el Reino de Dios, nacer de nuevo.
-
Así que, realmente te incentivo, hasta la
próxima vez que nos encontremos,
-
ve algunos de los links y, luego,
practica.
-
Tómate el tiempo para sentarte y
compartir el Evangelio.
-
Y luego, en los siguientes tres vídeos,
iremos más profundo y más profundo
y más profundo
-
cuando se trata del Evangelio. De modo
que, cuando hemos acabado con este
periodo,
-
tendrás el Evangelio muchísimo más
bajo la piel,
-
de forma que cuando tú conozcas a una
persona de paz, cuando conozcas a alguien
-
quien necesite a Jesús, no vas a empezar
a sudar y estar nervioso y decir:
-
"Ven a la iglesia". No. Podrás ser
capaz de sentarte con esa persona
-
y compartir el Evangelio.
-
Y después de veamos al Evangelio,
las siguientes tres veces,
-
empezaré entonces a juntarlo todo,
-
conjuntamente con compartir
testimonios de Lucas 10,
-
cómo se ve hoy en día eso,
cuando hacemos todo ello.
-
¡Dios te bendiga y te veo la próxima vez!
¡Chao, chao!
-
El llamado de Jesús.