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El llamado de Jesús
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Bienvenidos a esta lección 9 que está
titulada: "Como corderos en medio
de lobos".
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Espero que esté bien. Voy a provocarte un
poquito aquí.
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Voy a desafiarte y decir algo que,
realmente, te hará pensar.
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Espero que estés listo/a para eso.
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Empezamos a tener mucha retroalimentación
de mi nuevo libro: "El llamado de Jesús".
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Una persona de Canadá escribió esto acerca
del libro:
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"El mejor libro que he leído, aparte de
la Biblia.
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¡Este libro es una lectura obligatoria
para todos, especialmente para el cuerpo
de Cristo!
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Es un llamado a despertar que se necesita
urgentemente en estos días finales,
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y guiará a los creyentes de vuelta a ese
primer amor con gozo real y emoción
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en su caminar con el Señor.
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Así que, una persona dijo que era el mejor
libro que había leído, aparte de la
Biblia.
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Y creo también que, cuando hayas leído
el libro, el libro completo,
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o sigas avanzando en esta serie de vídeos
conmigo, lo encontrarás muy, muy bueno
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muy interesante. ¿Por qué?
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Especialmente en el final, cuando lo
juntemos todo,
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Lo que estamos haciendo ahora: estamos
tomando versículo por versículo,
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palabra por palabra, lo que Jesús está
diciendo en Lucas capítulo 10.
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Y luego pondremos más sustancia en ello,
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y luego vamos a juntar todo,
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y serás enviado afuera con ello.
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Serás enviado a vivir esta vida que Jesús
tiene para ti.
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Después de que Jesús dijo en el principio
de Lucas 10 que la cosecha está lista
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y que los obreros son pocos, después dijo
que debemos orar
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al Señor de la mies para que envíe
obreros,
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algo que hemos estado viendo.
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Y luego, en Lucas 10:3, Él dice esto:
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" Id; he aquí yo os envío como corderos en
medio de lobos".
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Esto es lo que vamos a ver hoy día.
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Una de las cosas que Él dijo ahí es: "Id".
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"Vayan".
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Lo que necesitas entender es que la
cosecha está lista.
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La cosecha es abundante.
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La cosecha no es el problema.
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El problema son los obreros.
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Y vimos la última vez, que debemos de orar
al Señor de la mies
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para que envíe obreros.
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Pero luego Él dice esto: "Id".
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O, dicho en otras palabras: Vayan a
la cosecha.
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Vayan afuera a la cosecha.
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¿Por qué? Porque la cosecha no va a venir
a nosotros.
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Trata de imaginar a un granjero,
un granjero afuera en el mundo real,
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que está parado ahí y mirando a la
cosecha.
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Y cuando Él ve a la cosecha, Él ve que la
cosecha es tremenda,
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la cosecha es abundante y la cosecha está
madura.
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La cosecha está tan lista, la cosecha está
tan madura.
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Y Él solo siente ese gozo.
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¿Qué es lo que hace?
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Él abre la puerta del granero y luego el
mira a la cosecha,
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y luego este granjero diría:
"¡Cosecha! ¡Entra!
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¡Entra al granero!"
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Y luego Él mira a la cosecha y él ve algo
interesante.
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Él ve que la cosecha no entra al granero.
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Así que él empieza a pensar.
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¿Qué está mal con la cosecha?
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Tal vez la cosecha no me escucha. Tal vez
necesito gritar un poco más fuerte.
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"¡¡Cosecha!! ¡¡Cosecha!! ¡¡Entra!!
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¡¡Cosecha, el granero está listo!!
¡¡El granero está listo para ti!!
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¡¡Entra cosecha!!"
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Y él grita más fuerte.
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Pero la cosecha todavía no viene adentro.
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Así que él empieza a pensar: "¿Qué es lo
que está mal con esa cosecha?
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¿Por qué la cosecha no quiere entrar
al granero?"
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Y luego él mira al granero y él piensa:
"¡Oh! Ahora lo sé.
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El granero está sucio.
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La cosecha no quiere entrar a un granero
sucio.
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Así que, él arregla el granero ahora.
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Él saca afuera toda la suciedad y él,
incluso, pone una linda alfombra en el
suelo del granero.
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Y él pone, incluso, una máquina de café
en el granero. Él lo arregla, y tiene
luces,
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y hace al granero tan acogedor.
Él, incluso, pone una agradable música
suave
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en el granero, de modo que el granero es
tan asombroso y tan acogedor.
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Y, luego, él va afuera y mira a la cosecha
y dice:
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"¡Cosecha, ven dentro!"
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Y la cosecha todavía no entra.
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¿Por qué?
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Porque a la cosecha no le importa cuan
acogedor el granero es.
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La cosecha no puede pararse y entrar.
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La cosecha no está creada para venir
dentro del granero.
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La única cosa que él, en verdad, sacó de
arreglar el granero y de hacerlo tan
acogedor,
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con la música suave y luces y sofá y
una máquina de café,
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es que ahora todos los obreros están
sentados allí dentro y no quieren ir
afuera.
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La única cosa que, realmente, sacamos con
arreglar nuestras iglesias,
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es que es tan acogedor y agradable que
nadie quiere dejarlas.
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¿Pero, sabes? Las personas allá afuera,
la cosecha, los pecadores,
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a ellos no le importa cuan hermosas
son las iglesias.
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La cosecha no está creada para pararse
y entrar al granero.
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No. Los obreros fueron creados para
pararse y salir afuera a la cosecha.
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Y esto es lo que debimos de hacer en
las iglesias.
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En vez de hacer bonitas iglesias y esperar
que la gente venga a nosotros,
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nosotros debimos, en vez de eso,
entrenarlos y equiparlos, a los obreros,
para salir allá afuera.
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Y, otra vez, me gustaría decir: no ir y
pararse en una plataforma en África.
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Solo ve a la cosecha que está justo
afuera de la puerta
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a encontrar a esa persona de paz,
e ir a su casa,
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y come y bebe lo que ellos sirvan,
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y haz todo lo que voy a ver luego en
este libro.
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Quiero leer aquí:
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"¿No estamos haciendo exactamente lo mismo
que el granjero hizo, en nuestras
iglesias?
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Usamos un montón de tiempo, dinero,
recursos, para hacer nuestras iglesias
(graneros)
-
verse bien y acogedores, con una hermosa
alfombra y luces.
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Tocamos música, incluso, para establecer
la atmósfera correcta.
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Hacemos todo esto con la creencia que
si la iglesia es bonita y acogedora
-
y el sermón es el correcto, entonces las
personas comenzarán a venir
-
a la iglesia por sí mismas y serán
salvas".
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Solo quiero decir...
-
esto es lo que la mayor parte de la gente
está haciendo.
-
Sí, por supuesto, tú puedes ver un poquito
de fruto de eso.
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Por supuesto, hay algunas personas hoy,
-
y mayoritariamente son gente de iglesia,
-
que se cambia de una iglesia a otra y así en más.
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Pero un pecador allá afuera...
-
Sí. Vemos un poquito de fruto,
pero te garantizo...
-
verás tanto mucho más fruto,
-
en vez de eso, si es que empiezas a
entrenar y a equipar a los trabajadores
para que vayan afuera.
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¿Por qué? Digamos que tienes una iglesia
con 100 personas.
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Y tienes algunas personas que vienen,
a ti, aquí y allá.
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Pero... ¿qué tan frecuentemente ves a una
iglesia con 100 personas,
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que son 100 un año y luego 200 el
siguiente año, y luego 400, y después 800,
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y luego 1600, y 3200 y 6400? No vemos eso.
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Eso es solo el 100% de crecimiento.
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Eso es solo una persona guiando
a una a Cristo.
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Por año.
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¿Por qué? Porque la mayoría de las
personas en la iglesia nunca han guiado
a nadie a Cristo.
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No están equipados para ello. Ellos no
saben qué hacer.
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Ellos no van afuera y lo hacen.
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Y esto es lo que es. Tú estás llamado a
guiar gente a Cristo.
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Tú no estás llamado para solo estar en la
iglesia, en donde otras personas lo hacen.
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Tú estás llamado a guiar a la cosecha,
a las personas, a Cristo.
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Así que, lo que estamos diciendo, es que
la cosecha no es el problema.
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La cosecha nunca ha sido el problema.
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El problema somos nosotros.
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El problema somos tú y yo.
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Pero podemos hacer algo acerca de eso.
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Y necesitamos empezar con obedecer
lo que Jesús nos ha mandado.
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Continuemos y veamos a lo que Jesús
también está diciendo en Lucas 10:3.
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Él dijo esto:
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" Id; he aquí yo os envío como corderos
en medio de lobos".
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Os envío como corderos en medio de lobos.
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Pienso que lo hemos leído tantas veces,
sin realmente detenernos y pensar:
-
¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué es Jesús lo
que Tú estás diciendo?
-
¿Qué es lo que estás diciendo
aquí Jesús?
-
Os envío como corderos en medio de lobos.
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Intenta imaginar a Jesús parado con un
pequeño, pequeño corderito.
-
Tengo una imagen aquí; con un pequeño
cordero en sus brazos.
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Un cordero está muy, muy, muy indefenso.
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Meh, or baa...
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En Europa decimos: Meh. En América creo
que dicen: baa.
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Pero, sin importar si es meh or baa.
¿Qué sucede?
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Un pequeño meh, no puede asustar al lobo.
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Pero Jesús toma a este pequeño cordero y
lo envía en medio de lobos.
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Intenta imaginar esto.
-
Intenta imaginarte a Jesús de pie con
un pequeño cordero. Meh... Baa...
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Y luego Él ve lobos allá afuera.
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"¡Whoa! Mira a esos lobos. Los lobos te
quieren comer".
-
¡Baa! "Ellos te quieren comer". ¡Baa!
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Y luego Él toma este pequeño cordero y
luego él dice: "Fuera contigo.
-
Te envío como cordero en medio de lobos.
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¿Qué es lo que puede hacer un cordero?
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Un cordero es, como dije, muy indefenso.
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Ese "baa" no va a ahuyentar al lobo.
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Un cordero no está muy bien camuflado.
¿Lo está? No.
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No puede escalar árboles. No. No es
muy rápido. No.
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Un cordero es, de hecho, muy, muy,
muy indefenso.
-
Y creo que eso es el porqué Jesús
escogió esa imagen.
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Un cordero es, de hecho, uno de esos pocos
animales que vemos realmente, que necesita
a un pastor.
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Los gatos no necesitan a un pastor.
Ellos son muy rápidos.
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Los perros no necesitan a un pastor. Ellos
pueden ladrar, tienen dientes,
y así en más.
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Y las serpientes no necesitan a un pastor.
Los pájaros pueden volar lejos.
No necesitan a un pastor.
-
Pero un cordero necesita a un pastor.
-
Las ovejas necesitan a un pastor.
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¿Qué buen pastor, en su sano juicio, haría
lo que Jesús está haciendo?
-
Enviar el pequeño, pequeño cordero en
medio de lobos.
-
Hay solo un pastor que haría eso,
-
que está enviando Su pequeño cordero
en medio de lobos.
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Y ese es el buen pastor Jesús.
-
Y ese es el pastor que va con el cordero.
-
Y esto es lo que Él está haciendo. Él nos
está enviando en medio de lobos,
-
pero Él no se queda atrás, esperando,
-
mientras los lobos vienen y nos devoran.
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Él dijo: "Id; he aquí yo os envío como
corderos en medio de lobos".
-
Y luego Él va con nosotros.
-
Y esto es lo primero que vas a
experimentar,
-
cuando salgas allá afuera...
-
te puedes sentir como un pequeño
cordero... Meh... Baa... Estoy asustado.
-
Pero cuando tú vas, vas a experimentar
que Él está contigo.
-
Ve afuera en medio de los lobos.
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¿Sabes? El lobo puede ser una imagen de
todo aquello que intenta crear miedo en
nosotros.
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Pero la verdad es: no es fácil allá
afuera.
-
No es fácil.
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Y Él nunca te ha prometido que será fácil.
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Él dijo que experimentaríamos persecución.
-
Él dijo que las personas hablarían en
contra de nosotros.
-
Él dijo que las personas, incluso,
golpearían algunos de nosotros,
-
nos arrojarían a la cárcel y nos matarían.
-
Él no nos ha prometido que será fácil,
-
pero Él nos ha prometido que Él irá con
nosotros.
-
Muchos pastores hoy en día en las iglesias
hacen lo opuesto de Jesús.
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Ellos mantienen a los corderos lejos de
los lobos.
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Ellos son como, tan pronto como alguien
es salvado:
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"No, no, no. Ven, ven aquí a la hermosa
iglesia".
-
"Oh, no vayas allá afuera". Y cuando las
personas comienzan a salir:
-
"Ten cuidado, ten cuidado. Hay lobos
allá afuera. Ellos te quieren comer.
-
Vuelve aquí". Y mantenemos a la gente
lejos de los lobos.
-
Pero allá afuera es donde la cosecha
está.
-
Y necesitamos estar allá afuera en la
cosecha.
-
Y no debemos mantener a las personas
lejos de los lobos,
-
porque los lobos están allá, pero Jesús
también está allá.
-
Jesús va con nosotros.
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Y esto es lo que necesitamos aprender.
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Quiero leer más de mi libro aquí:
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"¡Así que, no tengas miedo!
-
¡Toma el primer paso y verás que Jesús
está contigo!
-
La Palabra de Jesús para ti y para
mí es: "Id".
-
Debemos ir afuera como corderos en medio
de lobos.
-
Él no ha dicho: "Quédense aquí, porque los
lobos están allá afuera".
-
No. Él ha dicho: "Id". Sí, hay lobos
allá afuera,
-
y ellos nunca desaparecerán.
-
Ellos están allí para poner miedo
en ti, y así es como es.
-
Recuerda eso la próxima vez que vayas a
dar un paso y vayas a alguien
-
y abras tu boca para hablar acerca de
Jesús con personas que tú conozcas
o que no conozcas.
-
Tú puedes sentir el miedo venir.
-
Tú puedes sentirte como un pequeño cordero
y solamente querer decir:
-
"baa", mientras tus piernas tiemblan como
un pequeño cordero recién nacido
-
tratando de dar sus pequeños primeros
pasos.
-
Pero, entonces, recuerda las palabras
de Jesús,
-
y en vez de decir: "baa", di: "AMÉN",
-
sabiendo que Jesús va contigo.
-
¡Entonces, valientemente, toma el primer
paso en fe!
-
Lo que leemos aquí no son solo palabras.
-
Lo que Jesús ha dicho es real.
-
Él nos está enviando como corderos
en medio de lobos.
-
Y sí, vamos a sentir miedo.
-
El miedo está allí.
-
El miedo nunca va a desaparecer
completamente.
-
No va a desaparecer.
-
No ha desaparecido en mi vida.
-
Pero, he experimentado ahora tantas veces,
-
cuando yo, como un pequeño cordero, baa...
he tomado el primer paso, baa... meh...
-
y voy allá afuera, y experimento eso:
"¡Wow! Salió bien.
-
¡Wow! ¡Jesús estaba conmigo!"
-
En ese momento que tomo ese paso, en ese
momento en que abro mi boca,
-
en ese momento en que impongo manos
en gente, cuando he estado allá afuera,
-
no fue tan malo como temía. Jesús me
entregó fuerzas. Jesús estaba conmigo.
-
¡Ha!
-
Nunca olvidaré eso.
-
Y luego sí, te olvidas un poquito para
la siguiente vez,
-
pero de todas formas recuerdas un poquito
de eso.
-
Y tú recuerdas: "¡Hey! Él estuvo conmigo
la última vez.
-
Él estará conmigo esta vez.
-
Y la próxima vez: "Él estuvo conmigo
la última vez
-
y la vez anterior. Él también estará
conmigo esta vez.
-
Y la próxima vez: "Él estuvo conmigo aquí,
allí y allá.
-
El también estará conmigo ahí".
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Así que, el miedo nunca desaparecerá,
pero tú recordarás,
-
por la experiencia, que Él está contigo.
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Y, por lo tanto, se hace más fácil,
y más fácil, y más fácil, y más fácil.
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Así que, realmente quiero motivarte a ti
allá afuera y decir:
-
No tengas miedo. ¡Ve!
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Jesús no ha dicho esto que leemos aquí,
para que nosotros solo lo leamos,
-
para que oremos acerca de eso, para que
lo memoricemos, para que, incluso, lo
aprendamos en griego y en hebreo.
-
Él está enseñándonos Sus palabras, de modo
que las podamos obedecer.
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Para que tú las obedezcas.
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¿Y puedo ser un poquito severo ahora?
¿Puedo provocarte un poquito?
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No seas engañado.
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No seas uno de aquellos de los que
leemos acerca, en la Biblia
-
que llama a Jesús y le llama:
"¡Señor! ¡Señor!
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Pero Jesús un día dirá: ¿Por qué me llamas:
Señor, Señor
-
si no haces lo que yo te digo?
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Sabes, de la última vez, y por las
enseñanzas que hemos visto hasta ahora,
-
que no es acerca de nuestras formas de
iglesia, no es acerca de cómo hacemos
misión
-
fuera de la caja de la iglesia. Es acerca
de Cristo, Cristo y solamente Cristo
-
y a lo que Él nos ha llamado, y nosotros
somos Sus discípulos.
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Hemos visto cómo la cosecha está lista.
-
La cosecha está realmente, realmente lista
y abundante.
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Y necesitamos orar al Señor de la mies
para que envíe obreros,
-
pero entonces tenemos que ir afuera
nosotros mismos.
-
Y te incentivo a que sigas orando, sigue
orando cada día
-
para que el Señor envíe más obreros, pero
también te incentivo: empieza a ir.
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Ve. Toma el primer paso.
-
Y ahora, otra vez, no estamos hablando que
tú necesitas ir a África
-
y pararte en una plataforma, o que tienes
que pararte en la iglesia con un micrófono
en tu mano.
-
Solo, mira alrededor de ti.
-
¿Dónde están las personas alrededor de ti
que necesitan a Jesús?
-
¿Dónde están las personas a las que tú
puedes compartirle a Jesús?
-
Especialmente en este tiempo, en el final
de los tiempos, locos tiempos en los
que vivimos,
-
con todo el miedo, con el virus, con
todo esto.
-
Es realmente el tiempo para que la iglesia
se levante y brille.
-
Para que abra su boca, para que sea
valiente.
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No digas: bee... o meh...
-
Di: ¡Amén! ¡Amén!
-
Creo en la Palabra de Jesús. Sí, me siento
como un pequeño cordero,
-
pero iré afuera. Actuaré en la Palabra
de Jesús,
-
e invitaré a mis vecinos y me sentaré con
ellos y les compartiré el Evangelio.
-
Tomaré este vídeo con el Evangelio y lo
compartiré con ellos.
-
Ese puede ser el primer comienzo para ti.
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Iré públicamente en Facebook y
proclamaré a Jesús.
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No sé dónde empezarás, pero esto es lo que
te incentivo a hacer.
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Recuerda la imagen de Jesús, el cordero y
los lobos.
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Sí, tú sentirás miedo.
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Pero, hasta la próxima vez, realmente,
realmente te incentivo
-
toma algunos pasos.
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Haz algo que no has hecho antes, cuando se
trata de compartir a Jesús,
-
cuando se trata de abrir tu boca.
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Recuerdo la primera vez, debo de haber
orado ruidosamente,
-
eso fue un gran paso para mí.
-
Recuerdo la primera vez que abrí mi boca y
hablé acerca de Jesús
-
a alguien que yo no conocía. Fue un gran
paso para mí.
-
Recuerdo la primera vez que hice todo.
-
¿Por qué? Porque todos los comienzos son
difíciles.
-
Y especialmente cuando hablamos acerca de
compartir a Jesús.
-
Pero también veo que, cuando abro mi
boca y comparto acerca de Jesús...
-
¡Aleluya! Él ha estado conmigo.
-
Y me ha alentado, y he crecido desde allí,
-
y vi lo que Jesús está diciendo: La
cosecha está verdaderamente lista,
verdaderamente abundante.
-
Así que, hasta la próxima vez
-
-
-
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-
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