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Todos hemos desarrollado el mal hábito
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de que, si tenemos un celular
o una computadora al lado,
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nos enfocaremos en eso por completo.
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Si tienes la opción de usar
el celular o la computadora, se acabó.
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Definitivamente elegirás usar
el celular o la computadora.
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Cada día, gran parte de mis obras
tiene algo que ver con la computadora.
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Pero debo terminar
mis obras en un estudio.
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En nuestro estudio,
no tenemos conexión a internet.
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Usamos el celular para
escuchar música y eso es todo.
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No siempre podemos usar el celular porque
tenemos las manos sucias por el trabajo.
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Para mí, es un sentimiento muy bueno,
como la meditación.
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Incluso si tu cuerpo está cansado,
tu espíritu está totalmente relajado.
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Nadie puede escapar
de la era en la que vive.
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Sobre todo en China, la gente
se interesa en obras sociales
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y relacionadas con la política.
Adoran hablar de política.
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La gente disfruta de ver obras
que tienen un significado social.
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Sienten que esas obras son más profundas.
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Pero olvidan que el arte político
es solo una categoría de entre muchas.
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No hablo de galerías occidentales
ni de artistas occidentales,
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sino de artistas, galerías
y coleccionistas locales de China.
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Para los artistas de última generación,
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es difícil crear algo sin hablar
de asuntos sociales y políticos.
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No pueden decir: "Solo quiero ser un
artista tranquilo y hacer lo que quiero".
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Es muy difícil
para esa generación de artistas
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hacer ese tipo de trabajo
y ganarse la vida con ello.
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Creo que los artistas como yo,
que nacimos en la década de los 80,
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empezamos a tener la posibilidad de decir:
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"Ok, puedes ser un artista visual
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y puedes ganarte la vida con ello".
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Creo que esto es genial.
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--Sostenlo. Levántalo.
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--Saca la mano, despacio. Bien.
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Espero que en China
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pueda haber más arte que sea diferente.
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Todo lo que hace un artista
es para expresar su sentido de libertad,
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para liberar a nuestras ideas
de los marcos que las encierran.
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Eso es lo verdaderamente político.
Art21