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Comencemos nuestro estudio de optimización conductual, con una decisión de la vida real...
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...que originó el economista conductual Richard Taylor...
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de la universidad de Chicago. Este es un ejemplo de una situación
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que muy probablemente se presente en la vida cotidiana. Así que consideremos la primera
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versión del problema. Imagínese que está ud. a punto de comprar una chaqueta de $125 y una
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calculadora de $15. Justo cuando usted está por pagar,
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el vendedor le informa que la calculadora que usted está a punto de comprar está
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en oferta a $10 en la otra sucursal, al otro lado de la ciudad,
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a 20 minutos en automóvil. Pregunta: ¿haría usted el viaje a la otra tienda
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para aprovechar esos descuentos? Ahora, considere la segunda parte del problema, muy relacionada
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pero distinta, así que preste atención. En este caso, usted podría comprar la misma
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chaqueta a $125.00 y la misma calculadora a $15.00. Pero en
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este caso el vendedor, le informa que la chaqueta que usted
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quiere comprar está en oferta a $120.00 en la otra sucursal que
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nuevamente está localizada a veinte minutos en automóvil. Pregunta, ¿haría usted el viaje en este
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caso? Ahora, si usted es un sujeto típico en los experimentos de Richard Taylor
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probablemente habrá tomado las siguientes decisiones. Cuando se descontó de la calculadora
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de $15, usted eligió viajar hacia el otro extremo de la ciudad. Pero cuando el descuento de $5 dólares
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se aplicó a la chaqueta de $125, usted eligió no viajar al otro extremo de la ciudad. Cuando se les
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preguntó a los probandos sobre esta conducta, señalaron que en el primero de los casos,
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el realizar el viaje les generaría un gran descuento de 33%. Pero en el segundo caso, el realizar el
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viaje tan sólo generaría un descuento de 4%.
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El problema con estos resultados expermientales, y posiblemente con la propia conducta, es que
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eso no es compatible con la muy básica optimalidad económica. Pensemos el por qué.
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Suponiendo que la variable C, denota el costo total en dólares por viajar hacia un extremo de la ciudad.
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Esto posiblemente incluya el costo de la devaluación de su automóvil. El costo de la gasolina.
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El costo en tiempo, o desagrado por conducir. Desagrado por conducir o por tránsito.
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Pensemo que esa es la opción del costo total. Entonces, la conducta óptima requiere que
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viaje al otro extremo de la ciudad, si y sólo si...los ahorros que usted va a lograr
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en dólares exceden el costo de viajar al otro extremo de la ciudad. Con la posibilidad, y aquí está la idea
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clave, los ahorros se generan en la chaqueta de $125 o la calculadora de $15,
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, pero realmente no importa. La clave radica en el que la cantidad de dólares que
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usted ahorre sea lo suficiente para justificar el incurrir en el costo, el costo total de
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viajar al otro extremo de la ciudad. Así se deberían conducir los individuos "óptimos" en este programa.
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Desafortunadamente, no es como la gente, o mucha gente, se conduce en ocasiones. Por favor...
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no se sienta mal si eligió viajar al otro extremo de la ciudad para obtener un descuento de $5 por la
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calculadora, pero por un descuento de $5 por la chaqueta. Dicha conducta es extremadamente...
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común, especialmente al encontrárse con el problema por vez primera. Lo bueno es que ahora que...
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usted entiende los principios en función de la conducta para optimizar, es poco probable
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que usted vuelva a cometer ese mismo error. Elegí este ejemplo por dos razones. Primero, por que
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me ayuda a proporcionar una motivación muy concreta para entender la forma en que
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los principios de la optimización y su conducta correspondiente podrían ayudarle en la vida cotidiana.
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Pero aún más importante es que también motiva al resto de la unidad, al demostrar...
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que los principios de la optimización no siempre se basan en uso, y que se requiere
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cierta reflexión para entender cómo se manifiesta la conducta óptima.