Hace ocho años, fui atormentada por un espíritu maligno. En ese entonces tenía 25 años, y vivía en una casa pequeña detrás de la casa de otra persona en Los Ángeles. Era una casa de huéspedes, estaba arruinada, no la habían cuidado en mucho tiempo. Y una noche, sentada ahí, tuve un sentimiento espeluznante, parecido lo que sientes cuando alguien te está observando. Pero no había nadie ahí, excepto mis dos perros, y ellos solo se estaban lamiendo las patas. Miré alrededor. No había nadie. Y pensé, bien, es solo mi imaginación. Pero el sentimiento se hizo más fuerte, y empecé a sentir una presión en el pecho, parecida al sentimiento que tienes cuando te dan malas noticias. Y empezó a ser cada vez más profundo y casi lastimaba. Al final de esa semana, ese sentimiento empeoró más y más, me convencí de que había algo ahí en mi pequeña casa de huéspedes, que me estaba atormentando. Y empecé a escuchar unos sonidos, un zumbido, como un susurro, algo que me atravesaba. Llamé a mi mejor amiga, Claire, y le dije: "Sé que esto va a sonar loco, pero, mm... creo que hay un espíritu en mi casa, y necesito deshacerme de él". Y ella dijo -- ella es de mente muy abierta -- "No creo que estés loca. Creo que necesitas un ritual de limpieza". (Risas) "Consigue salvia y quémala, y dile que se vaya". Dije, "Bien", y fui a comprar salvia. Nunca había hecho esto antes, le prendí fuego a la salvia, recorrí por la casa y dije "¡Vete! ¡Esta casa es mía! Aquí vivo yo. ¡Tú no vives aquí!" Pero el sentimiento permaneció. Nada mejoró. Y empecé a pensar, quizá debe estar riéndose mí, porque no se ha ido, y quizá le parezca que soy impotente porque no conseguí que se fuera. Todos los días regresaba a casa y este sentimiento empeoró tanto que -- ahora me río -- solo me sentaba en la cama y lloraba todas las noches. Y ese sentimiento en mi pecho empeoró más y más. Era físicamente doloroso. Incluso fui a un psiquiatra para que me recetara medicina, pero no quiso porque no tengo esquizofrenia. (Risas) Finalmente, busqué en Internet "apariciones". Y encontré un foro de cazadores de espíritus. Pero estos eran un tipo especial de cazadores de espíritus, eran escépticos. Creían que cada caso de espíritus que habían investigado tenía una explicación científica. Y pensé, "Bien, chicos listos, esto es lo que me ocurre, y si tienen una explicación para mí, me encantaría escucharla". Y uno dijo, "Bien. ¿Ha escuchado Ud. sobre la intoxicación por monóxido de carbono? Dije: "Sí. ¿Parecida a la intoxicación por gas?" La intoxicación por monóxido es cuando tienes una fuga de gas en tu casa. Busqué información y los síntomas de la intoxicación por monóxido incluyen una presión en el pecho, alucinaciones auditivas -- zumbidos -- y un inexplicable sentimiento de terror. Esa noche llamé a la compañía de gas. Y les dije, "Tengo una emergencia. Necesito que vengan. No quiero darles los detalles ahora, necesito que vengan". (Risas) Vinieron y les dije: "Sospecho que tengo una fuga de gas". Trajeron su detector de monóxido de carbono, y el hombre dijo: "Qué bueno que nos llamó esta noche, porque pudo haber muerto en cualquier momento". El 37 % de los estadounidenses creen en casas embrujadas, me pregunto cuántos de ellos habrán estado en una y cuántos de ellos habrán estado en peligro. Esa historia de terror me ha llevado a mi trabajo. Soy investigadora en dos sentidos: Soy periodista investigadora, y también soy investigadora de lo paranormal y de lo espiritual. Eso significa varias cosas. A veces significa que finjo necesitar un exorcismo para que digan -- ¡sí, correcto! -- y voy a lo de un exorcista para ver si este usa artilugios o trucos psicológicos para convencer a alguien de que está poseído. A veces significa que voy encubierta a algún grupo marginal e informo para una emisión multimedia donde soy co-anfitriona. He hecho más de 70 investigaciones como estas con mi co-anfitrión, Ross. Y me complacería decirles que en 9 de 10, la ciencia gana, salva el día, todo se explica. Pero no es cierto. La verdad es que 10 de 10 veces la ciencia gana, salva el día. (Aplausos) Y eso no significa que no existe el misterio. Claro que hay misterios, pero el misterio es un misterio. No es un espíritu. Creo que hay dos tipos de verdad, y me ha llevado un tiempo llegar a esto pero creo que es lo cierto, así que escuchen. Creo que hay una verdad externa y una interna. Si me dicen, "Hubo un hombre llamado Jesús y un día existió", esa es una verdad externa, ¿cierto? Podemos ir a ver el registro histórico. Podemos determinar si eso parece ser cierto. Y sostendría, parece ser verdadero. Si dicen "Jesús se levantó de entre los muertos", oh, más difícil. (Risas) Diría que es una verdad externa, porque físicamente se levantó o no. No discutiré si se levantó o no, pero diría que es una verdad externa. Pasó o no pasó. Pero si dicen, "No me importa si se levantó de entre los muertos. Es simbólicamente importante para mí, y esa metáfora es tan significativa. tan determinante, que no los voy a intentar convencer de ello", ahora se trata de una verdad interna, de la ciencia al arte. Creo que tenemos una tendencia a no ser claros en esto, al convertir nuestras verdades internas en externas, o a no ser justos con los demás al respecto, y cuando la gente nos dice sus verdades internas, tratan de defenderlas con estándares de verdades externas. Estoy hablando de verdades externas, acerca de cosas objetivas. Había una realidad objetiva en mi casa embrujada, ¿cierto? Ahora que les dije de la fuga de gas, dudo que alguien aquí diga: "Aún creo que había un espíritu, también". (Risas) porque tan pronto como obtenemos una explicación científica, descartamos al espíritu. Usamos estas cosas como parches para lo que no podemos explicar. No creemos en ellas porque tengamos evidencia; creemos en ellas por falta de evidencia. Hay un grupo en Los Ángeles llamado el Grupo de Investigaciones Independientes, o GII, y hacen un gran trabajo. Darán un premio de USD 10 000 a quien pueda probar, bajo condiciones científicas, que tiene una habilidad paranormal. Nadie lo ha logrado aún, pero fue una pareja que aseguraba que eran clarioyentes, o sea, que pueden escuchar voces del más allá o que pueden leer la mente. Y ellos tenían a una persona muy sincera, que creía que él podía leer la mente. Prepararon una prueba con él, y así es como funciona. El grupo dice "Tenemos un protocolo, tenemos una manera de probar esto científicamente. ¿Está de acuerdo?" La persona dice sí. Ellos lo ponen a prueba. Es importante que ambas partes estén de acuerdo. Lo estuvieron, ellos lo pusieron a prueba. Dijeron "¿Sabe algo? Ud. no pudo predecir lo que Lisa estaba pensando. Más bien fue casualidad. Parece que Ud. no tiene ese poder". Eso les dio la oportunidad de sentarse con él con compasión y tener una discusión difícil, que básicamente se redujo a: "Oiga, sabemos que Ud. es sincero, y eso significa, que sí escucha algo en su cabeza". Ese día, el hombre tomó la difícil pero transformadora decisión de buscar ayuda. En realidad ayudamos a la gente a hacer estas conexiones que quizá antes parecían ser explicaciones fuera de este mundo, la ayudamos trayéndolos a la realidad y a cambiar sus vidas por su bien. Por otra parte, quizá alguna vez esto no será cierto. Quizá descubramos que hay espíritus, y diablos, ¡será de lo mejor! Cada vez que hago una de estas investigaciones, me emociono mucho, y eso que he hecho como 75, y juro que en la 76 estaré pensando, "¡Esta será la buena!" (Risas) Quizá sea una eterna optimista, pero espero nunca perder esta esperanza, los invito a adoptar esta misma actitud cuando la gente comparta sus creencias externas con Uds. Cuando hablen de aseveraciones comprobables, respetémoslas lo suficiente preguntando lo siguiente. Desafíen y vean cómo examinar la situación juntos, porque existe la idea de que no se puede respetar una creencia y desafiarla al mismo tiempo, pero eso no es cierto. Cuando forzamos la cerradura, cuando ponemos a prueba esto, decimos, bien, te respeto, escucho lo que dices, voy a comprobarlo contigo. Todos hemos tenido esa experiencia cuando le decimos algo a alguien, y ellos dicen "Oh, qué interesante, sí", pero saben que no los están tomando en serio. Pero cuando alguien dice, "De verdad, hmm. Suena extraño, pero estoy escuchando", al menos sabes que te están tratando con respecto. Y ese es el tipo de actitud que deberíamos tomar en estos casos. Así le muestran a alguien que les importa lo que les dicen. Eso es respeto. Ahora bien, sí, la mayoría de estas búsquedas no arrojan resultados, pero así funciona la ciencia. Ninguna cura contra el cáncer ha resultado hasta el momento, pero no dejamos de buscarla, por dos razones. Primero, porque el asunto es importante. Sea buscar la vida después de la muerte o lo paranormal o la cura para el cáncer, todo se resume a la misma pregunta: ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? Y dos, porque buscar la verdad, tener mente abierta, y tener disposición a equivocarse y a cambiar la perspectiva del mundo es formidable. Aún me emociono con cada historia de fantasmas. Aún pienso que cada grupo al que me uno tiene razón, y espero nunca perder esa esperanza. Nunca perdamos esa esperanza, porque averiguar qué hay allá afuera nos ayuda a entender lo que hay adentro. Y por favor, tengan un detector de monóxido de carbono en casa. Gracias. (Aplausos)