Muchas gracias. No seré a ciencia cierta maravilloso, pero tengan paciencia conmigo. Esto no será ni remotamente muy interesante, muy bueno o entretenido. ¿Existe un verdadero Tú? Esta puede parecer una pregunta muy extraña. ya que pueden preguntar, ¿Cómo encontramos al verdadero Tú?, ¿cómo saber cuál es el verdadero Tú? Y así sucesivamente. Pero la idea de que debe existir un verdadero Tú, seguramente es obvia. Si hay algo real en el mundo, eres Tú. Bueno, yo no estoy muy seguro. Al menos hay que entender un poco mejor lo que eso significa. Sin duda, hay un montón de cosas en nuestra cultura que refuerzan la idea de que cada uno de nosotros, tiene una especie de esencia. Existe algo sobre lo que significa ser Tú y lo que te define, y que es permanente e inmutable. El modelo más burdo donde lo encontramos es en cosas como los horóscopos. Ya saben, en realidad, hay gente muy apegada a ellos. La gente los pone en su perfil de Facebook como si fuera algo valioso, incluso algunos saben también su horóscopo chino. También existen versiones más científicas de esto, todo tipo de formas de definir los tipos de personalidad, tales como las pruebas de Myers-Briggs, por ejemplo. No sé si Uds. las han hecho. Muchas empresas las usan para contratar. Uno contesta muchas preguntas, y estas se suponen que revelan algo sobre la personalidad básica de uno. Y, por supuesto, la fascinación popular por esto es enorme. En las revistas de este tipo, en la esquina inferior izquierda, publicarán prácticamente siempre algo sobre la personalidad. Y al ver una de esas revistas, es difícil resistirse, ¿no? Hacer la prueba para saber el estilo de aprendizaje, cuál es su estilo amatorio o su estilo de trabajo. ¿Es Ud. ese tipo de persona, o cuál? Así que creo que tenemos una idea común de que existe una especie de esencia de nosotros mismos que debe descubrirse. Y que esto es una verdad permanente sobre nosotros mismos, algo que es igual durante toda la vida. Bueno, esa es la idea que quiero refutar. Tengo que decir ahora, que no estoy en contra de esto solo porque yo sea raro, el cuestionamiento en realidad tiene una muy larga y distinguida historia. Aquí está la idea de sentido común. Existe un Tú. Uds. son los que son, y tienen esa esencia. Ahora en la vida, lo que pasa es que, por supuesto, se acumulan diferentes experiencias y así. Así que uno tiene recuerdos, y estos recuerdos ayudan a crear lo que uno es. Tú deseas, tal vez una galleta, tal vez deseas algo de lo que no queremos hablar a las 11 de la mañana en una escuela. Tienes creencias. Esta es la matrícula de alguien en EEUU. No sé si esta matrícula, donde dice "Mesías 1" indica que el conductor cree en el mesías, o si ellos son el mesías. De cualquier manera, tiene creencias sobre el mesías. Tenemos conocimiento. Tenemos sensaciones y experiencias también. No son solo cosas intelectuales. Es una especie de modelo de sentido común, creo, de lo que es una persona. Una persona tiene todas las cosas que componen nuestras experiencias vitales. Pero lo que quiero plantearles hoy es que hay algo fundamentalmente equivocado con este modelo. Y puedo demostrar lo que está mal con un solo clic que es que en realidad no hay un "Tú" en el corazón de todas estas experiencias. ¿Extraño pensamiento? Bueno, tal vez no. ¿Qué hay, entonces? Bueno, está claro que hay recuerdos, deseos, intenciones, sensaciones, etc. Pero estas cosas existen, y están todas integradas, se solapan, y están conectadas de varias formas diferentes. Están conectadas en parte, y quizás incluso principalmente, porque todas ellas pertenecen a un cuerpo y a un cerebro. Pero también hay una narrativa, una historia que contamos sobre nosotros, las experiencias que tenemos al recordar las cosas pasadas. Hacemos las cosas a causa de otras cosas. Así que lo que deseamos es en parte el resultado de lo que creemos, y lo que recordamos también nos informa de lo que sabemos. Y así, en realidad, son todas estas cosas, como creencias, deseos, sensaciones, experiencias, las que están relacionadas entre sí, y lo que forma el Tú. En cierto modo, es una pequeña diferencia de la comprensión del sentido común. En cierto modo, es una gigante. Es el cambio entre el pensar de uno mismo como algo que acumula todas las experiencias de la vida, a pensar de uno mismo como la colección de todas las experiencias de la vida. Tú eres la suma de tus partes. Esas piezas también son partes físicas, por supuesto, cerebros, cuerpos y piernas y cosas, pero no son tan importantes, en realidad. Si te trasplantan el corazón, sigues siendo el mismo. Si te trasplantaran la memoria, ¿seguirías siendo el mismo? Si te trasplantaran las creencias, ¿serías la misma persona? Esta idea, de que lo que somos, la manera de entendernos a nosotros mismos no es algo permanente, que tiene experiencias, sino es una especie de colección de experiencias, puede que suene un poco raro. Pero, en realidad, no creo que debería ser raro. En cierto modo, es de sentido común. Porque acabo invitarles a pensar sobre esto, por comparación, piensen en cualquier otra cosa en el universo, quizá aparte de las fuerzas o poderes muy fundamentales Tomemos algo como el agua. Mi ciencia no es muy buena. Diríamos algo como el agua tiene dos partes de hidrógeno y una de oxígeno, ¿verdad? Todos sabemos eso. Espero que nadie en esta sala crea que lo que significa esto es que hay una cosa que se llama agua, y pegada a ella hay átomos de hidrógeno y oxígeno, y que eso es lo que es el agua. Por supuesto que no. Entendemos, muy fácilmente, muy directamente, que el agua no es nada más que el hidrógeno y las moléculas de oxígeno dispuesta adecuadamente. Todo lo demás en el universo es igual. No hay misterio acerca de mi reloj, por ejemplo. Decimos que el reloj tiene una cara y manecillas, y un mecanismo y una batería, Pero realmente queremos decir es, que no creemos que haya una cosa que se llama reloj a la que a luego pegamos todos estas partes. Entendemos muy claramente que uno tiene las piezas del reloj, se ensamblan y crea un reloj. Ahora bien, si todo lo demás en el universo es así, ¿por qué somos nosotros diferentes? ¿Por qué pensar en nosotros mismos no como una colección de todas nuestras partes, sino como en una entidad separada, permanente que tiene esas partes? Este punto de vista no es particularmente nuevo, en realidad. tiene un largo linaje. Existe en el budismo, existe en la filosofía siglo XVII y XVIII hasta el día de hoy, gente como Locke y Hume. Pero curiosamente, también es un punto de vista que escuchamos cada vez más ser reforzado por la neurociencia. Este es Paul Broks, es neuropsicólogo clínico, y dice esto: "Tenemos una profunda intuición de que existe un núcleo, una esencia allí, y es difícil quitársela de encima, probablemente imposible desprenderse de ella, sospecho. Pero es cierto que la neurociencia muestra que no existe un centro en el cerebro en donde las cosas convergan". Así que cuando nos fijamos en el cerebro, y nos fijamos en cómo el cerebro hace posible un sentido de sí mismo, uno encuentra que no hay un punto de control central en el cerebro. No hay ningún tipo de centro donde todo sucede. Hay un montón de diferentes procesos en el cerebro, todos los que operan, en cierto modo, con total independencia. Pero es debido a la forma en que se relacionan que obtenemos este sentido de nosotros mismos. El término que utilizo en el libro, lo llamo el truco del ego. Es como un truco mecánico. ¡No es que no existamos, es solo que el truco consiste en hacernos sentir que dentro nuestro existe algo más unificado de lo que realmente está allí. Ahora uno podría pensar que esta es una idea preocupante. Se podría pensar que si es cierta, que para cada uno de nosotros no existe núcleo permanente de sí mismo, que no hay una esencia permanente, ¿querría eso decir que realmente, el yo es una ilusión? ¿Querría decir que realmente no existimos? Que no existe un verdadero Tú. Bueno, mucha gente realmente habla de la ilusión. Aquí tres psicólogos, Thomas Metzinger, Bruce Hood, Susan Blackmore, muchas de estas personas hablan del lenguaje de la ilusión, el yo es una ilusión, es una ficción. Pero yo no creo que esto sea una forma muy útil de mirarlo. Volvamos al reloj. El reloj no es una ilusión, porque no hay nada que en el reloj distinto a la suma de sus partes. De la misma manera, tampoco somos ilusiones. El hecho de que seamos solo esta colección muy, muy compleja de cosas, no significa que no seamos reales. Puedo poner una metáfora burda para esto. Vamos a tomar una cascada. Estas son las Cataratas del Iguazú, en Argentina. Ahora bien, si toman algo como esto, se puede apreciar el hecho de que en muchas maneras, no hay nada permanente ahí. Por un lado, siempre está cambiando. Las aguas siempre están tallando nuevos canales. Con los cambios en las mareas y el clima, algunas cosas se secan, se crean cosas nuevas. Por supuesto, el agua que fluye a través de la cascada es diferente en cada caso individual. Pero eso no significa que las Cataratas del Iguazú sean una ilusión. Esto no quiere decir que no sean reales. Lo que significa es que tenemos que entender lo que es como algo que tiene una historia, tiene ciertas cosas que las mantienen juntas, pero es un proceso, es fluido, está cambiando siempre. Creo que es un modelo para la comprensión de nosotros mismos, y creo que es un modelo de liberación. Porque si piensan que tienen esencia permanente fija, que siempre se es lo mismo, toda la vida, no importa qué, de alguna manera uno está atrapado. Uno nace con una esencia, eso es lo que eres hasta que te mueras, si crees en el más allá, tal vez continúes. Pero si piensas en ti como ser, en cierto modo, no como una cosa de algo sino como una especie de proceso, algo que está cambiando, entonces creo que eso es muy liberador. Porque a diferencia de las cascadas, en realidad, tenemos la capacidad para canalizar la dirección de nuestro desarrollo nosotros mismos hasta un cierto grado. Tenemos que tener cuidado aquí, ¿verdad? Si uno mira el X-Factor demasiado, es posible comprar esa idea de que podemos ser todo lo que queramos ser. Eso no es cierto. He escuchado unos músicos fantásticos esta mañana, y estoy muy seguro de que no podría de ninguna manera ser tan bueno como ellos. Podría practicar mucho y tal vez ser bueno, pero no tengo esa capacidad natural. Hay límites a lo que podemos lograr. Hay límites a lo que podemos hacer solos. Pero, sin embargo, sí tenemos esta capacidad que, en cierto sentido, de formarnos a nosotros. El verdadero ser, por así decirlo entonces, no es algo que está ahí para descubrirse, uno no mira en el interior para encontrar su verdadero yo. Lo que hace en parte, al menos, es crear en realidad su verdadero yo. Y esto, creo, es muy, muy importante, especialmente en su etapa de vida. Serán conscientes del hecho de cuánto cambiaron en los últimos años. Si tienen algunos videos suyos, de hace tres o cuatro años, probablemente se sientan avergonzados porque no se reconocen. Quiero hacer llegar este mensaje, que lo que tenemos que hacer es pensar en nosotros mismos como entes que podemos dar forma, canalizar y cambiar. Este es el Buda, de nuevo: "Los fabricantes de pozos conducen el agua, los arqueros doblan la flecha, los carpinteros doblan un tronco de madera, los sabios se forman a sí mismos". Y esa es la idea que quiero darles que su verdadero yo no es algo que tengan que ir a buscar, como un misterio, y tal vez nunca encontrarlo. En la medida en que uno tiene un verdadero ser, es algo que en parte descubres, pero en parte creas. Y esto, creo, es una perspectiva liberadora y emocionante. Muchas gracias. (Aplausos)