8 de junio de 2010,
Russell Wilson, elegido en la 4º ronda
de béisbol de los Colorado Rockies.
Estoy extasiado,
uno de los mejores momentos de mi vida.
El sueño de todo niño es ser fichado
por un equipo de
las Grandes Ligas de Béisbol
8 de junio de 2010.
9 de junio de 2010...
(imitando el sonido de
un electrocardiograma plano)
la línea se vuelve plana.
Mi padre fallece.
Desde lo más alto
a lo más bajo.
Simplemente así.
Mi padre en su lecho de muerte,
mis lágrimas cayendome por la cara,
ya saben, ¿qué hago ahora?
Mi mente desbocada, recuerdos,
reminiscencias, momentos,
de madrugadas, levantarse,
tomar rebotes y lanzamientos,
salidas rápidas y rutas profundas
hacia mi hermano y mi padre,
a viajes en auto temprano
hasta el AAU baseball,
a mi padre como entrenador
de tercera base.
Salto al campeonato superior,
a ganar la Super Bowl,
sosteniendo el trofeo Lombardi
y los sentimientos y la emoción de todo,
confeti azul y verde por todas partes
y de saber que acabas
de ganar la Super Bowl,
a un año después, la presión del juego,
la pelota en la línea del primer metro
y esta es la oportunidad de ganar
el juego, y no funciona.
Y, sin embargo, millones y
millones de personas
alrededor de todo el mundo mirando.
Y tener que caminar hacia los medios,
¿y qué digo a continuación?,
¿qué hago?, ¿qué pienso?
Estar casado desde una edad temprana
y salir de la universidad y todo lo demás.
para que, poco después,
el matrimonio no funcione
y te das cuenta, ¿saben qué?
Cosas que pasan.
Cosas que pasan, que nos pasan a todos.
Pérdida de familiares, divorcio,
miedo, dolor, depresión,
inquietudes, preocupaciones.
Cuando piensas en ser superpositivo...
sí, soy positivo por naturaleza,
pero la positividad, ya saben,
no funciona siempre,
porque cuando pierdes 16-0
en un partido de un campeonato de la NFC
y la gente piensa:
"Russ, no vamos a ser capaces
de ganar este juego,
no es una buena situación ahora mismo",
y cuando te enfrentas al cáncer,
o hay cosas con las que has de lidiar
o finanzas y esto y aquello,
¿cómo lidiamos con ello?
Es difícil ser positivo
en medio de todo esto.
Y que lo que sabía era esto:
esa negatividad funciona
el 100 % del tiempo.
La negatividad no me llevaría
a ninguna parte.
Comencé a decirme:
"Nuevas son sus misericordias cada día",
nuevos principios, comienzos.
Y a pesar de las dificultades y el dolor y
las preocupaciones y el deseo de superarlo
y "¿Cómo lo hago?".
Empecé a pensar en un auto.
¿Cómo cuando conduces un auto,
tienes una palanca de cambios
y quieres cambiar a neutro?
¿Pasas de primera marcha a
segunda, hasta la quinta?
Tienes que saber cambiar a neutro.
Y necesitaba cambiar a neutro
antes de colisionar.
Sentado allí después de la Super Bowl,
tenía que tomar una decisión:
¿Dejaré que esto defina mi carrera?
¿Dejaré que defina mi vida?
Demonios, no.
Lo que descubrí fue que este modo
de pensar es una habilidad.
Se puede enseñar y aprender.
Empecé hace 10 años a entrenar mi mente
con Trevor Moawad,
mi entrenador de acondicionamiento mental
hemos estado juntos 10 años
y hemos sido los mejores amigos y socios.
Como atletas, entrenamos nuestro cuerpo,
para correr más rápido,
lanzar más lejos, saltar más alto
y hacer esas cosas,
pero, ¿por qué no entrenamos
nuestra mente?
¿Cómo quieren que sea su vida?
Escríbanlo, háblenlo, díganlo.
Cuál es nuestro lenguaje, cómo se percibe,
mira estos datos, Russel,
cuando estás en tus mejores momentos.
¿Cómo se percibe eso?
Y ser eso, vivir eso, sonar como eso.
Los mejores lanzadores de tiros libres,
no se preocupan por el tiro
que acaban de perder.
Piensan en este tiro,
ese pase largo, ese lanzamiento,
la primera anotación.
Después conocí a este chico,
Milton Wright, de 19 años,
tuvo cáncer en tres ocasiones diferentes.
Ese día cuando fui a verlo,
estaba frustrado:
"Russ, estoy acabado.
Ya no quiero hacer esto,
es hora de irme".
Comencé a contarle
una historia sobre mi padre,
cómo solía decir: "Hijo, ¿por qué tú no?
¿Por qué no te graduas pronto,
juegas fútbol y béisbol profesional?
¿Por qué no tú, por qué no tú?".
Dije: "Milton, ¿por qué tú no?".
Si pruebas las terapia con células T,
y pruebas esto y si no funciona,
no lo recordarás".
Entonces Milton sonrió y dijo:
"Tienes toda la razón.
Sí, tengo cáncer, Russ.
Pero también puedo dejar que esto me mate,
no solo físicamente,
sino también que me mate
emocional y mentalmente.
Y tengo una opción ahora,
en medio del problema,
en medio de la tormenta,
de decidir superarlo.
Una de las preguntas que
siempre me hacen
sobre el pensamiento neutro es:
"¿Eso significa que no tengo
ninguna emoción?".
Y siempre digo, absolutamente no.
Sí, tenemos emociones,
tenemos problemas de la vida real,
tenemos cosas con las que lidiar.
Pero lo que tienen que hacer
es estar concentrados en el momento
y no ser superemocionales.
Está bien tener emociones,
pero no ser emocional.
Cuando la gente me mira,
ven que soy el jugador
mejor pagado en la NFL,
ven que estoy con una chica como Ciara,
que tengo familia y esto y aquello.
Pero tengo problemas de la vida real.
Todos los tenemos.
Todos sentimos, saben, tristeza y pérdida,
y depresión y preocupaciones y miedo.
No soy nuevo allí.
¿Cuál es la verdad,
y cómo puedo superar esto?
Y así es realmente, más o menos,
cómo mi mente empezó a cambiar.
No fue solo por el éxito de todo
o el fracaso del mismo,
sino que fue el proceso, como:
¿Cuál es el siguiente paso,
cómo hago esto aquí y ahora?
Tenemos que tomar
una decisión en la vida.
Y para mí, cuando era joven
y no tenía mucho,
tomé una decisión.
Tomé una decisión de que iba a creer
que iban a pasar grandes cosas,
que iba a tener una mentalidad correcta,
y que iba a tener el lenguaje correcto
y las cosas correctas en que pensar,
que me ayudaron a prepararme para hoy.
Porque solo soy humano.
Solo tengo la habilidad de
lanzar la pelota muy lejos
y correr y hacer
lanzamientos geniales y divertidos
y hacer sonreír a algunas personas.
Pero la realidad es que
aún siento presión,
aún tengo preocupaciones, tengo miedos,
todavía me pasan cosas.
Aún tengo pérdidas.
La positividad puede ser peligrosa.
Pero lo que siempre funciona
es la negatividad.
Nunca quise vivir en la negatividad,
así que me quedé en neutro.
Cambié mi tendencia a neutro.
Y así es donde viví,
y ahí es donde he estado
viviendo desde entonces.