Estoy sosteniendo algo extraordinariamente antiguo. Es más antiguo que cualquier artefacto humano, más antiguo que la vida en la Tierra, más antiguo que los continentes y los océanos entre ellos. Esto se formó hace más de cuatro mil millones de años en los primeros días del Sistema Solar cuando los planetas aún se estaban formando. Este pedazo oxidado de níquel y hierro puede no parecer especial, pero cuando lo cortamos... se puede ver que es diferente de los metales terrestres. Este patrón revela cristales metálicos que sólo pueden formarse en el espacio donde el metal fundido se enfría de manera sumamente lenta; unos pocos grados cada millón de años. Esto fue una vez parte de un objeto mucho más grande, uno de los millones sobrantes cuando se formaron los planetas. Llamamos a estos objetos asteroides. Los asteroides son nuestros vecinos cósmicos más antiguos y numerosos. Esta gráfica muestra asteroides cercanos a la Tierra, orbitando alrededor del Sol, en color amarillo y oscilando cerca a la órbita terrestre, en color azul. Las medidas de la Tierra, el Sol y los asteroides se aumentaron para que puedan verlos con claridad. Equipos de científicos de todo el mundo están buscando estos objetos; descubriendo nuevos cada día, constantemente trazando el espacio cercano a la Tierra. Gran parte de este trabajo es financiado por la NASA. Buscar asteroides es como un gran proyecto de obras públicas, pero en vez de construir una carretera, trazamos el espacio exterior construyendo un archivo que durará por generaciones. Estos son los 1,556 asteroides cercanos a la Tierra descubiertos el año pasado. Y estos son todos los asteroides cercanos a la tierra conocidos, que en el último recuento fueron 13,733. Cada uno ha sido visualizado, catalogado y se ha determinado su trayectoria al rededor del Sol. Aunque varía de asteroide a asteroide, sus trayectorias se puedes predecir con docenas de años. Y la de algunos asteroides se puede predecir con una exactitud increíble. Por ejemplo, científicos del laboratorio Jet Propulsion predijeron dónde iba a estar el asteroide Toutatis cuatro años antes, a menos de 30 km. En esos cuatro años, Toutatis recorrió 8.5 miles de millones de km. Esa es una precisión fraccionaria de 0.000000004 (Risas) La razón por la que tengo este hermoso fragmento de asteroide es porque, como todos los vecinos, los asteroides a veces caen inesperadamente. (Risas) Hoy hace tres años, un pequeño asteroide explotó sobre la ciudad de Chelyabinsk, Rusia. Ese objeto tenía unos 19 metros de diámetro, o tan grande como un supermercado. Objetos de este tamaño golpean la Tierra cada 50 años más o menos. Hace 66 millones de años, un objeto mucho más grande golpeó la Tierra, el cual causó una extinción masiva. El 75 % de las plantas y especies animales se perdió, incluyendo, tristemente, los dinosaurios. Ese objeto tenía un diámetro de 10 km y 10 km es aproximadamente la altitud de crucero de un Jet 747. La próxima vez que estén en un avión, tomen el asiento de la ventana, miren hacia afuera e imaginen una roca tan enorme, que estando sobre el suelo, casi logra rozar el extremo del ala. Tan amplia que le tome al avión un minuto entero pasar volando sobre ella. Ese es el tamaño del asteroide que golpeó la Tierra. Únicamente, durante el periodo de mi vida, los asteroides han sido considerados una gran amenaza para nuestro planeta. Desde entonces, se hace un esfuerzo para descubrir y catalogar estos objetos. Tengo suerte de ser parte de este esfuerzo. Soy parte de un grupo de científicos, que utiliza el telescopio NEOWISE de la NASA. NEOWISE no fue diseñado para encontrar asteroides. Fue diseñado para orbitar la Tierra y ver más allá de nuestro Sistema Solar, para buscar las estrellas más frías y las galaxias más luminosas. Y lo hizo muy bien durante sus siete meses de vida útil. Pero hoy, 6 años después, sigue activo. Lo hemos reutilizado para descubrir y estudiar asteroides. Y aunque es un pequeño robot espacial estupendo, en estos días es como un carro usado. El criógeno que refrigeraba sus sensores no funciona desde hace tiempo, bromeamos diciendo que su aire acondicionado no sirve. Tiene 920 millones de millas en el odómetro, pero aún funciona muy bien y toma una fotografía fiable del cielo cada 11 segundos. Ha tomado 23 fotografías desde que empecé a hablarles. Una razón por la que NEOWISE es tan valioso, es porque percibe el cielo en infrarrojo térmico. En lugar de ver la luz solar que los asteroides reflejan, NEOWISE percibe el calor que ellos emiten. Esta es una capacidad vital, porque algunos asteroides son oscuros como el carbón y puede ser difícil o imposible encontrarlos con otros telescopios. Pero todos los asteroides, brillantes u oscuros, brillan para NEOWISE. Los astrónomos utilizan todas las técnicas a su disposición, para encontrar y estudiar los asteroides. En el 2010, se logró un hito histórico. Toda la comunidad descubrió alrededor del 90 % de asteroides, mayores a 1 km de diámetro; objetos capaces de generar una destrucción masiva en la Tierra. Pero el trabajo no ha terminado. Un objeto de 140 metros o más, podría destruir a un país de tamaño medio. Hasta el momento, únicamente hemos encontrado un 25 % de estos. Debemos continuar buscando asteroides cercanos a la Tierra en el cielo. Somos la única especie capaz de entender cálculos, o construir telescopios. Sabemos cómo encontrar estos objetos. Esta es nuestra responsabilidad. Si encontramos un asteroide peligroso, con un aviso previo significativo, podríamos desviarlo de su curso. A diferencia de los terremotos, huracanes o erupciones volcánicas, el impacto de un asteroide puede ser predicho con precisión y evitado. Ahora necesitamos mapear el espacio cercano a la Tierra. Debemos seguir inspeccionando el cielo. Gracias. (Aplausos)