¿Cuántos de Uds. son creativos? Diseñadores, ingenieros, emprendedores, artistas, o quizás solo tienen una gran imaginación. Muestren sus manos. La mayoría de Uds. Tengo algo que decir para nosotros los creativos. En los próximos 20 años, la manera de realizar nuestro trabajo va a cambiar más que en los últimos 2000 años. De hecho, pienso que estamos ante una nueva era en nuestra historia. Hubo cuatro grandes eras históricas definidas por la manera de trabajar. La era cazadora-recolectora duró varios millones de años. Luego, la era agrícola duró varios miles de años. La era industrial duró un par de siglos. Y ahora la era de la información que lleva solo algunas décadas. Y hoy, estamos en presencia de una nueva gran era para nuestra especie. Bienvenidos a la era aumentada. En esta era nueva, las capacidades del ser humano serán aumentadas por sistemas computarizados que nos ayudarán a pensar, sistemas robóticos que ayudarán a construir, y sistemas nerviosos digitales que conectarán con el mundo más allá de los sentidos naturales. Comencemos con la aumentación cognitiva. ¿Cuántos de Uds. son ciborgs aumentados? (Risas) En realidad yo aseguraría que ya estamos aumentados. Imagínense en una fiesta, y alguien les hace una pregunta para la que no tienen respuesta. Si tienen uno de estos, en algunos segundos, pueden saber la respuesta. Pero este es un comienzo primitivo. Incluso Siri es una herramienta pasiva. De hecho, en los últimos tres millones y medio de años, las herramientas que usamos fueron completamente pasivas. Hacen justo lo que les pedimos y nada más. Nuestra primera herramienta cortaba donde la golpeábamos. El cincel solo talla donde el artista lo apunta. E incluso las herramientas más avanzadas no hacen nada sin nuestra dirección. De hecho, al día de la fecha, y esto es algo que me frustra, siempre estuvimos limitados por esta necesidad manual de ejercer nuestra voluntad en las herramientas literalmente, con las manos, incluso con las computadoras. Pero yo soy más como Scotty de "Star Trek". (Risas) Quiero conversar con la computadora. Quiero decirle "Computadora, diseñemos un auto", y que me lo muestre. Y yo diga "No, que parezca más rápido y menos alemán", y pum, la computadora muestra una opción. (Risas) Esa conversación puede parecer lejana, quizás menos de lo que pensamos, pero ahora, trabajamos en ello. Las herramientas están haciendo el salto de pasivas a generativas. Las herramientas generativas usan una computadora y algoritmos para sintetizar geometría, para crear nuevos diseños por sí mismas. Solo necesita objetivos y restricciones. Les daré un ejemplo. En el caso de este chasis de dron aéreo, solo es necesario decir algo como, tiene cuatro hélices, que sea lo más liviano posible, y con aerodinámica eficiente. Luego la computadora explora todas las soluciones posibles. Cada posible solución que concuerda con los criterios, millones. Se necesitan computadoras grandes. Pero nos devuelve diseños que por nuestros propios medios nunca podríamos imaginar. Y la computadora llega a esto por sus propios medios. Nadie jamás dibujó nada, y comenzó de cero. Y por cierto, no es un accidente que el cuerpo del dron se parezca a la pelvis de una ardilla voladora. (Risas) Es porque los algoritmos trabajan igual que la evolución. Es emocionante que estamos empezando a ver esta tecnología en el mundo real. Trabajamos con Airbus durante un par de años en este concepto de avión para el futuro. Aunque todavía es muy lejano. Pero hace poco usamos inteligencia artificial de diseño generativo para llegar a esto. Esta es una división de cabina impresa en 3D diseñada por una computadora. Es más fuerte que la original y pesa la mitad, y va a volar en el Airbus A320 más adelante en este año. Ahora las computadoras pueden generar. Pueden brindar sus propias soluciones para nuestros problemas bien definidos. Pero no son intuitivas. Siempre tienen que comenzar de cero en cada oportunidad, Y eso es porque nunca aprenden. No como Maggie. (Risas) Maggie es más inteligente que nuestras herramientas más avanzadas. ¿Qué quiero decir? Si su dueño toma la correa, Maggie sabe con bastante seguridad que es hora de dar un paseo. ¿Y cómo lo aprendió? Bueno, cada vez que su dueño toma la correa, salen a pasear. Maggie hizo tres cosas: tuvo que prestar atención, tuvo que recordar qué pasó, y tuvo que retener y crear un patrón en su cabeza. Interesante, eso es justo lo que los científicos intentan hacer con la inteligencia artificial desde hace 60 años. Allá en 1952, construyeron esta computadora que podía jugar a tres en raya. Gran cosa. Luego, 45 años más tarde en 1997, Deep Blue ganó a Kasparov al ajedrez. 2011, Watson le gana a estos dos humanos en Jeopardy, que, para una computadora, es mucho más difícil que el ajedrez. De hecho, más que trabajar con fórmulas predefinidas, Watson tuvo que razonar para vencer a sus oponentes humanos. Luego, algunas semanas atrás, AlphaGo de DeepMind venció a los mejores en Go, que es más el juego más difícil que tenemos. De hecho, en Go, hay más movimientos posibles que átomos en el universo. Para ganar, AlphaGo tuvo que desarrollar intuición. De hecho, en cierto punto, los programadores de AlphaGo no entendían por qué AlphaGo hacía lo que hacía. Y todo avanza muy rápido. Es decir, si pensamos que en el transcurso de una vida humana, las computadoras pasaron de ser juegos de niños a lo que se considera la cúspide del pensamiento estratégico. Lo que básicamente ocurre es que las computadoras pasan de ser como Spock... a ser más como Kirk. (Risas) De lógica pura a intuición. ¿Uds. cruzarían ese puente? Muchos piensan, "¡ni loco!" (Risas) Y llegan a esa decisión en una fracción de segundo. De alguna forma sabían que ese puente es inestable. Y esa es justo el tipo de intuición que nuestros sistemas de aprendizaje profundo desarrollan ahora mismo. Muy pronto, podremos mostrarle algo que hayamos diseñado a una computadora y ésta lo mirará y dirá: "Lo siento amigo, no va a funcionar. Inténtalo de nuevo". O podrías saber si a la gente le va a gustar tu nueva canción, o tu nuevo sabor de helado. O, mucho más importante, te podría ayudar a resolver un problema que nunca hayamos enfrentado. Como el cambio climático. No estamos haciendo un gran trabajo, podríamos usar toda la ayuda posible sin dudas. De eso hablo, tecnología que mejora nuestras habilidades cognitivas para poder imaginar y diseñar más allá de nuestro alcance como simples humanos antiguos y no aumentados. ¿Pero qué pasa con todas estas cosas alocadas nuevas que vamos a inventar y diseñar? Creo que la era del humano aumentado tiene que ver tanto con el mundo físico como con el virtual, el reino de lo intelectual. ¿Cómo nos aumentará la tecnología? En el mundo físico, sistemas robóticos. Bueno, igual existe un miedo latente de que los robots asumirán nuestro trabajo, y es verdad en ciertos sectores. Pero me interesa más esta idea de que humanos y robots trabajen juntos para aumentarse entre sí, y empezar a habitar un espacio nuevo. Este es nuestro laboratorio en San Francisco, donde una de nuestras áreas de interés es robótica avanzada, en especial, colaboración entre humanos y robots. Y este es Bishop, uno de nuestros robots. Como un experimento, lo configuramos para ayudar a una persona a hacer tareas repetitivas en construcción, tareas como hacer agujeros para apliques o luces en una pared de yeso. (Risas) El compañero humano de Bishop puede decir qué hacer en inglés y con gestos simples, como hablarle a un perro, y luego Bishop ejecuta dichas instrucciones con una precisión perfecta. Usamos al humano para lo que es bueno: conciencia, percepción y toma de decisiones. Y usamos al robot para lo que es bueno: precisión y repetición. Y otro buen proyecto en el que trabajó Bishop. El objetivo de este, al que denominamos HIVE, fue experimentar con humanos, computadoras y robots todos trabajando juntos para resolver un problema complejo de diseño. Humanos como fuerza laboral. Se movieron por la zona de construcción, manipulando el bambú, el cual, al no ser un material isomorfo, es difícil de manipular por los robots. Luego los robots hicieron un camino serpenteante casi imposible de hacer para un humano. Y luego teníamos una inteligencia artificial que controlaba todo. Le decía a los humanos qué hacer, y a los robots qué hacer y llevaba registro de miles de componentes individuales. Es interesante que, construir este pabellón era prácticamente imposible sin humanos, robots e inteligencia artificial aumentándose entre sí. Les mostraré uno de mis proyectos. Es un poquito descabellado. Trabajamos con un artista en Amsterdam, Joris Laarman y su equipo en MX3D, en un diseño generativo para imprimir con robots el primer puente creado de manera autónoma en el mundo. Joris y una inteligencia artificial diseñan esto ahora, mientras hablamos, en Amsterdam. Y cuando terminen, les daremos luz verde, y los robots empezarán a imprimir en 3D el acero inoxidable, y luego seguirán imprimiendo sin intervención humana, hasta que el puente se termine. Conforme las computadoras aumenten nuestra realidad para imaginar y diseñar cosas nuevas, los sistemas robóticos nos ayudarán a crear cosas que nunca podríamos haber hecho antes. ¿Y qué pasa con nuestra habilidad para sentir y controlar estas cosas? ¿Y si usamos un sistema nervioso para controlar las cosas que hacemos? Nuestro sistema nervioso, el de los humanos, nos dice todo lo que pasa a nuestro alrededor. Pero el sistema nervioso de las cosas que creamos es rudimentario. Por ejemplo, un auto no le dice al departamento de obras públicas que acaba de pasar un bache en la esquina de Broadway y Morrison. Un edificio no les dice a sus diseñadores si la gente que está dentro lo disfruta, y el fabricante de juguetes no sabe si se juega con cierto juguete, cómo, dónde, y si es divertido o no. Miren, seguro que los diseñadores se imaginaron esta vida para la Barbie cuando la diseñaron. (Risas) ¿Pero qué pasaría si en realidad la Barbie se siente muy sola? (Risas) Si los diseñadores supieran qué pasa realmente en el mundo con sus diseños: caminos, edificios, Barbies, podrían usar ese conocimiento para crear una experiencia mejor para el usuario. Lo que falta es un sistema nervioso que nos conecte a las cosas que diseñamos, creamos, y usamos. ¿Qué pasaría si todos tuvieran ese tipo de información desde todas las cosas que creamos en el mundo? Con todo lo que hacemos, gastamos una cantidad inmensa de dinero y energías. De hecho, el último año, cerca de USD 2 billones intentando que la gente compre lo que hacemos. Pero si existiera esta conexión con las cosas que uno diseña y crea después de que salen al mundo, después de vendidas, lanzadas o lo que sea, podríamos en verdad cambiarlo, e ir desde hacer que la gente quiera nuestras cosas, a hacer cosas que la gente quiere en primer lugar. La buena noticia es que trabajamos en sistemas nerviosos que nos conectan con lo que creamos. Estamos trabajando en un proyecto con un par de personas en Los Ángeles llamados los Bandito Brothers y su equipo. Y una de las cosas que hacen es crear autos delirantes que hacen cosas absolutamente delirantes. Estas personas están locas, (Risas) de la mejor manera. Y lo que estamos haciendo juntos es tomar el chasis tradicional de un auto y darle un sistema nervioso. Lo equipamos con decenas de sensores, pusimos un piloto de primer nivel al volante, lo llevamos al desierto, y lo manejó al máximo durante una semana. Y el sistema nervioso del auto capturó todo lo que pasaba en el auto. Capturamos 4000 millones de datos, todas las fuerzas a la que era sometido. Y luego construimos algo alocado. Tomamos esos datos y los pusimos en una inteligencia artificial de diseño generativo que llamamos "Dreamcatcher". ¿Y qué obtienes cuando les das un sistema nervioso a una herramienta de diseño y le pides que te construya lo último en chasis de autos? Obtienes esto. Estos es algo que un humano nunca podría haber diseñado. Pero esto lo diseñó un humano, un humano aumentado por una inteligencia de diseño generativo, un sistema nervioso digital y robots que realmente pueden fabricar algo así. Si este es el futuro, la era aumentada, y aumentaremos nuestro nivel cognitivo, físico y perceptivo, ¿a qué se parecerá? ¿A qué se parecerá este país de las maravillas? Creo que veremos un mundo donde iremos de cosas que se fabrican a cosas que se cultivan. De cosas que se construyen a cosas que se cultivan. Iremos de estar aislados a estar conectados. Iremos de la extracción a adoptar la agregación. Y también creo que pasaremos de ansiar la obediencia de nuestras cosas a valorar su autonomía. Gracias a las capacidades aumentadas nuestro mundo sufrirá un cambio drástico. Tendremos un mundo con más variedad, más conectividad, más dinamismo, más complejidad, más adaptabilidad y, por supuesto, más belleza. La formas de las cosas por venir será algo que jamás hemos visto antes. ¿Por qué? Porque nuestra nueva asociación le dará forma a estas cosas entre tecnología, naturaleza y humanidad. Eso, para mí, es un futuro que vale la pena anhelar. Muchas gracias a todos. (Aplausos)