Quizá el destino se volvió torpe. Tal vez Poseidón tuvo un mal día. Ocurriera lo que ocurriese, el inframundo está superpoblado y Zeus ordenó a Hades que liberase algunas almas. Hades organizó a todas las almas de los muertos en una fila ante Cerbero. Cuando una de sus tres cabezas muerde al alma que está ante la suya, esta regresa al mundo de los vivos. Cualquier alma que esté a la izquierda debe salir de la fila y quedarse en el infierno para siempre. Y todas las demás deberán avanzar de forma aleatoria, hasta el momento en el que Cerbero vuelva a comer. Cada una de las cabezas del perro tiene las mismas opciones de morder cada vez, y nunca muerden dos de ellas al mismo tiempo. Por desgracia, los esbirros de Hades olvidaron contarte lo que sucedía, y para cuando tú llegues, solo quedarán 99 almas en la fila. Hades parece furioso y captar su atención sobre tu persona no es buena idea. Pero de repente, el tiempo se congela, y Hermes sale de las sombras. Te dice que puede colocarte en la fila inmediatamente y que nadie se dará cuenta de ello. Pero este solo concederá dicho favor a quien sea lo bastante inteligente para aprovecharlo al máximo. Si eliges el mejor sitio de la fila, Hermes te dará un espacio ahí. Si eliges mal, dejará que te pudras en el inframundo. ¿Qué lugar deberás elegir? Detén el video para descubrirlo tú mismo. Responde en: 3 2 1 Se pueden calcular las posibilidades de quedar libre en los 100 sitios que tiene la fila. Pero existe una vía mucho más fácil para dar con la solución que, sorprendentemente, requiere pocos cálculos. Imagina que estás en un sitio cualquiera de la fila. Al dirigirte frente a Cerbero, una de las tres cabezas elegirá a alguien al azar, y tú avanzarás 1, 2 o 3 espacios. Puesto que todos tienen las mismas opciones de salir, tus posibilidades de sobrevivir desde donde comenzaste son el promedio de las oportunidades de cada uno de los tres espacios de delante. Y aquí es donde puedes encontrar un gran atajo. Los promedios deben estar en o entre los extremos de lo que tú promedias; nunca pueden ser superiores al valor más alto ni inferiores al más bajo. Así que, sean cuales sean tus opciones de sobrevivir desde tu punto de salida, uno de los tres espacios por delante tuyo en la fila es, por lo menos tan bueno y probablemente mejor. Esta apreciación es muy poderosa. Eso significa que estés donde estés en la fila, sería prudente cambiar tu sitio por uno de los otros tres que tienes delante. Ignoremos cuál de ellos es por ahora, y pensemos en estos como un trío; el valor máximo de este trío es mayor que el de aquel, y así sucesivamente. Sigue avanzando y llegarás adelante. Estos tres espacios deben contener los valores extremos; las mejores y las peores opciones de toda la fila. En otras palabras, son todas las que debemos tener en cuenta. El lugar 1 es malo. La cabeza uno te salvaría y las otras dos te condenarían para siempre. Existe 1 posibilidad de escapar de cada 3. El lugar 2 es mejor: la cabeza dos es genial, la cabeza 3 es mala, y la cabeza 1 está bien, ya que te da otra oportunidad. Pero el lugar 3 es el mejor, porque la cabeza tres te salva mientras que tanto la cabeza 1 como la 2 te brindan más oportunidades. Si quieres tener en cuenta las probabilidades exactas que existen, las opciones de sobrevivir en el lugar 3 son 16 de 27, o cerca del 60 %. Los espacios de la parte trasera de la fila están cerca del 50 % de opciones de supervivencia. ¿Por qué el 50%? Porque cada vez que Cerbero envía a una de las almas para que reviva, deja 0, 1 o 2 almas en el inframundo. Eso deja una media de un alma que se queda frente a otra que es liberada. Pero puedes ganar a esas probabilidades fácilmente con lo que ahora sabes. Hermes dispone de espacios para estar, y tú también. Este premia tu intuición colándote en el tercer lugar. Y una vez allí, solo deberás esperar un poco para conocer tu destino final.